Hechos 28

 

28:1 -- Estando ya a salvo, -- Sus vidas peligraron por dos semanas durante la tormenta violenta. Continuamente alivianaban el barco y habían hecho todo lo posible por salvarlo, pero sin la intervención de Dios seguramente no hubieran escapado de la muerte.

          -- supimos que la isla se llamaba Malta (O, Melita o Melitene, LBLA, margen). -- Esta isla era famosa por la producción de miel de abeja (es lo que significa Melita).

 

28:2 -- Y los naturales (habitantes, lit. bárbaros, LBLA) -- La traducción "naturales" o "habitantes" es buena. La palabra literal, "bárbaros", significa gente que no hablaba griego. Compárese Rom. 1:14, "a griegos y no griegos (bárbaros, i.e., los que no eran griegos, ni por nacimiento, ni por cultura, LBLA); también esta palabra se usa en 1 Cor. 14:11, "Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero (bárbaro, LBLA) para el que habla, y el que habla será como extranjero (bárbaro, LBLA) para mí". La palabra "bárbaro" ha llegado a significar fiero, cruel, inculto, grosero, etc. Por eso esta explicación es importante para que no se piense que en este texto la palabra significa gente salvaje o gente sin cultura.

          -- nos trataron con no poca humanidad; -- Este texto demuestra que esta gente no era inculta. La palabra "humanidad" -- también usada en Hech. 27:3 -- es philanthropia.

          -- porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. -- no haciendo distinción entre soldados, marineros, presos, etc.

 

28:3 -- Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; -- "Pablo no era un predicador al estilo de los clérigos modernos que tienen mucho cuidado de no mancharse las manos con trabajo servil, y esperan que todo el mundo esté listo a servirles, mientras conservan su dignidad sólo siendo espectadores. No fue a pararse junto a la lumbre que otros habían encendido, ni dejó que otros sin su ayuda siguieran alimentándola; pero metió la mano junto con los bárbaros y los marineros a la ocupación desagradable" (McGarvey).

          -- y una víbora (echidna, víbora venenosa), huyendo del calor, se le prendió en la mano. -- Los modernistas (los que dicen que la Biblia es pura mitología) han criticado este relato diciendo que en esa isla no había madera ni víboras venenosas, pero no se puede juzgar la condición de la isla en aquel tiempo por su condición actual porque, como todos saben, al ser poblado y modernizado cualquier territorio, desaparecen los árboles como también las fieras y víboras venenosas.

          Hemos observado que durante todo este viaje Pablo se ha demostrado como líder, como el más inteligente, el más sabio y el más capacitado para dirigir. Su consejo fue rechazado y el resultado fue un desastre. Durante la violenta tempestad él llegó a ser el comandante no oficial de la nave. Se puede decir que todos se fijaron en él. Y ahora -- aquí en la isla -- Dios hizo que todos se fijaran otra vez en Pablo (Lenski).

 

28:4 -- Cuando los naturales vieron la víbora (animal, LBLA; de la palabra therion que fue usada para designar víboras venenosas).

          -- colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, -- Podían discernir que ciertos hombres eran prisioneros porque estaban siendo custodiados por los soldados. Sin duda al llegar los soldados a la isla inmediatamente se dieran la tarea de reunir a los prisioneros. Los nativos suponían que Pablo era un homicida porque creían que la justicia debía corresponder según el crimen cometido; es decir, creían que Pablo iba a morir y de allí deducían que él había quitado la vida de otro.

          -- a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir (no le ha concedido vivir, LBLA;  tiempo pasado, es decir, lo veían como hombre muerto) -- Es muy obvio que las naciones que no conocían a Dios, a pesar de ello, tenían conceptos de la justicia divina. Estos nativos probablemente creían en la diosa "Justicia", hija de Júpiter, pero en realidad esta clase de entendimiento procedía del Dios verdadero y se menciona en Rom. 2:14, 15. Son leyes escritas en la conciencia de la gente. Este texto no significa que uno nace con nociones correctas, sino que a través de los siglos no han faltado quienes enseñen muchas verdades básicas. Pablo habla de "sus razonamientos", es decir, tales temas se estudiaban, se discutían, etc.

          Los paganos creían -- y mucha gente hoy en día cree -- que toda calamidad es un juicio sobre cierto pecado o crimen. Juan 9:1-3 demuestra esta actitud. Es muy cierto que todo pecado será castigado, pero no necesariamente en esta vida. (Es bueno el comentario de Barnes sobre este tema). Sobre todo se debe recordar que las tribulaciones producen buenos efectos en nuestra vida espiritual (Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10; Sant. 2:2-4).

 

28:5, 6 -- Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. (Véase Mar. 16:18). Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, -- ¡Qué sorpresa para ellos! Obviamente ellos habían tenido mucha experiencia con ese fenómeno y sabían exactamente lo que iba a suceder: Pablo iba a hincharse y luego caer muerto.

          -- cambiaron de parecer y dijeron que era un dios. -- Pablo no se hinchó y no cayó muerto y, por eso, creían que no era mortal, porque cuando esa clase de víbora mordía, todos los mortales sufrieron el mismo fin. Si no era mortal, tuvo que ser un dios, un ser divino que no era afectado por el veneno de la víbora.

          Los de Listra creían que Pablo y Bernabé eran dioses (Júpiter y Mercurio).    "Ya sabemos por el relato de Hech. 14:8-18 que circulaban leyendas sobre tales visitas de dioses a los hombres; en Listra los naturales empezaron por aclamar a Pablo como un dios y terminaron por apedrearle como criminal; en Melita empezaron con la idea de un criminal sentenciado a la muerte por los dioses para terminar creyendo que él era el 'dios'. ¡De cuántas fluctuaciones de mera opinión humana nos salva la revelación divina que hemos recibido!" (Trenchard).

 

28:7 -- En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. -- El ver. 2 dice, "nos recibieron a todos", pero en el ver. 7 dice "nos recibió y hospedó". Probablemente Publio recibió solamente a Julio, al piloto y capitán del barco, a Pablo y Lucas y unos cuantos más, y no a todos los 276.

 

28:8 -- Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos (9:17; Mar. 16:18), y le sanó. -- ¡Qué buena recompensa por la hospitalidad de Publio!

 

28:9 -- Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; -- "Los otros" indica que todos los enfermos de la isla recibieron la sanidad. El verbo "venían" indica que esto no ocurrió al mismo tiempo, sino que seguían viniendo a Pablo. Esto abrió la puerta para la predicación del evangelio. Siendo un prisionero Pablo no podía salir al pueblo para predicarles, pero el milagro de sanidad trajo al pueblo a Pablo para que les predicara. A consecuencia de estas señales para confirmar la Palabra, ¿hubo conversos? ¿quedó establecida una iglesia en esa isla? Los marineros, soldados y presos eran testigos del poder que Pablo recibió de Dios; ¿cómo les afectó su relación con Pablo que duró casi cuatro meses? Otra vez Lucas nos deja con preguntas sin respuesta. Al llegar a la costa de Malta ¿esperaba Pablo oportunidades como estas? "El siervo de Dios está siempre 'en funciones'" (Trenchard). Compárese 2 Tim. 4:2 ("que instes a tiempo y fuera de tiempo").    

          El comentarista Barclay y otros sectarios creen que Lucas, el médico amado, tuvo su parte en sanar a la gente, y que él fue el primero de los "misioneros médicos". El texto no dice nada de eso. Los hermanos liberales preparan y envían "misioneros médicos" porque aceptan el "evangelio social", el "evangelio" que ministra al hombre completo (alma, mente y cuerpo), pero este supuesto evangelio no tuvo su origen en el Nuevo Testamento, sino en los seminarios de las denominaciones. Desde luego, siendo médico, Lucas pudo haber atendido a algunas personas, pero este texto se refiere a la sanidad milagrosa efectuada por Pablo en cumplimiento de Mar. 16:18. Los compañeros y colaboradores de Pablo (como Timoteo, Tito, y también Lucas) servían a Dios como evangelistas.

          Otro comentario de Barclay es bueno: "Pablo ejercía el don de la sanidad; y sin embargo, tuvo que soportar siempre su aguijón en la carne: Curaba a otros y no podía sanarse a sí mismo. Como su Maestro, en otro sentido, salvaba a otros y no podía salvarse a sí mismo".

 

28:10 -- los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias. -- Desde luego, Pablo nunca cobró por sanar a la gente, pero los habitantes de Malta sabían que en el naufragio se perdieron todas las posesiones de estos hombres y según sus posibilidades querían remplazarlas. Al despedirse tuvieron otra vez "las cosas necesarias". De esta manera manifestaron su gratitud por la sanidad física, pero es muy posible que esto haya sido una manifestación de su gratitud por beneficios espirituales. Otra vez otros hombres reciben beneficios por causa de la obra de Pablo. También en esto vemos que cuando los siervos de Dios se dedican a la obra del Señor buscando primeramente el reino de Dios y su justicia, las cosas materiales se dan por añadidura (Mat. 6:33).

 

28:11-14 -- Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux ("los gemelos celestiales", hijos de Júpiter; se suponía que estas divinidades apoyaban a los marineros). Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, (el puerto principal al sur de Roma, donde llegaban los barcos graneros de Egipto) donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días -- (véanse 20:6; 21:4, estando con hermanos siete días les permitió estar con ellos el primer día de la semana). "Seguía siendo un preso, pero es evidente que Julio estaba muy dispuesto a conceder esta cortesía a Pablo, a quien todos debían la vida" (ATR).

          -- y luego fuimos a Roma, (Y así llegamos a Roma, LBLA) -- Esta frase tan corta es, en realidad, el clímax del libro: "Y así llegamos a Roma". Pablo había dicho (19:21), "me será necesario ver también a Roma"; y el Señor le dijo (23:11), "Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma". Ahora, por fin, ¡Pablo llega a Roma! Fue un momento importantísimo en su ministerio.

          ¿Cómo llegó el evangelio a este lugar? Lucas no dice, pero en el día de Pentecostés había "varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo" (Hech. 2:4) y entre ellos había "romanos" (v. 10). Posiblemente algunos de estos se convirtieron y llevaron el evangelio a estos lugares remotos. También Lucas nos dice que "los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hech. 8:4).

 

28:15 -- de donde, oyendo de nosotros los hermanos (de Roma), -- Ignoramos cómo se dieron cuenta, pues no había telégrafos ni teléfonos, pero probablemente durante los siete días que estuvieron en Puteoli, algún hermano fue a Roma para avisar a los hermanos de la llegada de Pablo.

          -- salieron a recibirnos -- seguramente estos hermanos salieron a recibir a Pablo como la delegación de alguna ciudad sale a dar la bienvenida a un general victorioso. Fue un momento muy especial para ellos y para Pablo y sus compañeros. Desde luego, el cristiano nunca está solo cuando anda con el Señor, pero la asociación con otros cristianos es de mucho aliento. Una de las más grandes bendiciones que espera al evangelista que lleva el evangelio a países ajenos es el momento cuando personalmente le saludan unos hermanos fieles. Para este servidor no hay palabras adecuadas para describir este gozo tan grande. Se da cuenta que es miembro de la iglesia universal de Cristo, un reino sin fronteras, y al llegar con hermanos fieles siempre se encuentra "en casa". Esto me ha impresionado profundamente porque en un instante -- minutos antes del encuentro -- los que nos reciben son personas desconocidas, y en otro instante no solamente son personas conocidas sino también hermanos amados, todo esto por causa de la salvación común y la fe común.

          -- hasta el Foro de Apio (una aldea alejada de Roma unos 60 km.) y las Tres Tabernas (que se localizaba a unos 50 km. de Roma); -- La palabra latina "tabernae" no significaba "tienda donde venden por menor vino, aguardiente y otras bebidas", sino simplemente posada o tienda. Los cristianos de Roma habían oído mucho acerca de Pablo. La carta de él a esta iglesia fue escrita unos cinco años antes de esta fecha. Durante los siete días que estuvieron en Puteoli hubo tiempo para avisar a los hermanos de Roma que Pablo había llegado. Se dieron cuenta que llegaba como prisionero y al salir hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas demostraron su gran amor por él.

          -- y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. - Pablo anhelaba ver a estos hermanos (Rom. 1:9-11; 15:23, 32). Ahora, por fin, se está realizando su deseo. Con razón Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo, porque la comunión con hermanos en Cristo siempre alienta. Los únicos miembros de la iglesia que no saben apreciar la comunión preciosa con hermanos fieles son los que no han crecido espiritualmente. Tal comunión es aun más preciosa cuando estamos lejos de nuestro hogar o cuando pasamos tiempos difíciles.

          Posiblemente Pablo todavía no había aprendido la reacción de los hermanos romanos a la carta que les escribió. En esta carta Pablo vigorosamente se opone al judaísmo en la iglesia. ¿Cómo estaba la iglesia de Roma ahora? ¿Había sido engañada por los judaizantes? Con razón, "al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento".

 

28:16 -- Cuando llegamos a Roma, -- Esta es la última referencia a la presencia de Lucas con Pablo. El dice "llegamos", pero después de esto no sabemos más de Lucas hasta que Pablo escribiera a los colosenses (Col. 4:14) y a Filemón (v. 24).

          -- el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, -- Pablo era un prisionero especial, y no fue tratado como los demás. Compárese 24:23; 27:3. El llegó a Roma como un romano no condenado que había apelado a César. El tratamiento especial de Pablo probablemente fue el resultado de la presentación de la carta de Festo y la recomendación de Julio quien podía decir con toda confianza que todos los 276 pasajeros del barco debían su vida a Pablo. Este arreglo favorable le permitió recibir a los hermanos. De esta manera Dios le concedió su deseo de conocer a estos hermanos (Rom. 1:9-11; 15:24).

          -- con un soldado que le custodiase. -- Humanamente hablando podríamos exclamar ¡Qué injusticia que un hombre reconocido como inocente tuviera que ser custodiado! Pero esta situación humillante le facilitó oportunidades que no hubiera tenido como hombre libre. Como se ha observado desde el cap. 21 cuando él fue prendido, Pablo había cumplido al pie de la letra la profecía del Señor hecha a Ananías (9:15, 16), y ahora en Roma seguirá cumpliéndola al predicar a tantos hombres eminentes en la Ciudad Real. ¿A cuántos soldados llegó a conocer el apóstol durante esos dos años? Seguramente llegaron a ser buenos amigos. Turnaban los soldados que le custodiaban y cada soldado llegó a conocer a Pablo muy bien y tenía que escuchar su enseñanza "de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás" (Fil. 1:13). Ahora Pablo está en Roma, pero todavía es un prisionero; vive día y noche "con un soldado que le custodiase". ¿Qué puede hacer por Cristo en esta condición? Solamente sentarse encadenado a un soldado esperando la sentencia del emperador o esperando que Dios le concediera su libertad para poder seguir viajando y predicando el evangelio?  Los siguientes versículos bien explican esta importante pregunta. El ministerio de Pablo en Roma como prisionero es uno de los más importantes capítulos de su ministerio.

 

28:17 -- Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, -- Si Pablo hubiera llegado a Roma como hombre libre -- como esperaba hacer -- habría ido directamente a las sinagogas de los judíos, pero siendo prisionero tuvo que invitarles a venir a él. Pablo practicó lo que predicó, de que el evangelio es el poder de Dios para salvación al judío primeramente (13:5, 14; Rom. 1:16). "Hay algo infinitamente maravilloso en el hecho de que hasta el fin de sus días, dondequiera que fuera, Pablo comenzaba con los judíos. Durante algo más de treinta años habían estado haciendo todo lo posible para estorbarle, arruinar su trabajo, y aun matarlo; y sin embargo, siempre les ofrecía su mensaje en primer lugar a ellos" (Barclay).

          Hech. 18:2 dice que "Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma", pero ese edicto fue de poca duración. Ahora, diez años después, había muchos judíos en Roma. Había siete sinagogas en Roma; "los principales" eran los ancianos de las sinagogas.

          -- a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo (los judíos), ni contra las costumbres de nuestros padres, -- no solamente no había hecho nada contra sus costumbres, sino también podía haber agregado que en esos momentos cuando los judíos le atacaron él estaba participando en una de las costumbres más importantes de su religión.

          -- he sido entregado preso (21:33) desde Jerusalén en manos de los romanos; -- Debido a la persecución violenta de parte de los judíos de Asia y de Judea, Pablo estaba seguro de que habrían llegado a Roma falsos informes. El quería convencer a los judíos que las acusaciones hechas por los judíos de Asia y de Palestina contra su persona eran falsas y, desde luego, quería predicarles el evangelio y bien sabía que la predicación del evangelio no sería efectiva si no tenía buen testimonio personal. Muchos predicadores han sido sorprendidos "en alguna falta", pierden su influencia y para recobrarla les cuesta años de fidelidad y constancia (en realidad una influencia dañada nunca será como antes).

          Pablo se expresó así a los judíos de Roma con otro propósito también: quería evitar que éstos provocaran al gobierno en su contra como lo habían hecho los judíos de Jerusalén y Cesarea.

          Pablo no les da los detalles de cómo él había sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos. Los judíos no querían entregarle en manos de los romanos; más bien querían matarlo. El estuvo en manos de los romanos porque Claudio Lisias lo rescató cuando los judíos trataban de darle muerte (21:31-33; 22:27-36).

 

28:18 -- los cuales, habiéndome examinado (Félix, Festo, Agripa, 24:8-27; 25:6; 26:31, 32), me querían soltar (Festo y Agripa), por no haber en mí ninguna causa de muerte. -- Ningún magistrado romano de Judea le había condenado (compárese 13:28).

 

28:19 -- Pero oponiéndose los judíos -- ¡qué palabra más suave para describir la amarga enemistad y conducta de los judíos! Pablo no habla de la malicia de los judíos, sino que emplea una palabra suave ("oponiéndose"; "hablaron en contra de aquello", LBLA, margen). Las palabras de Pablo son muy conciliatorias. Los judíos se oponían a que Pablo fuese puesto en libertad.

          -- me vi obligado a apelar a César (25:8-11); -- Pablo fue obligado -- forzado, compelido -- a apelar a César, porque las otras alternativas eran ser entregado al Concilio prejuiciado o ser sometido al ataque de asesinos.

          -- no porque tenga de qué acusar a mi nación. -- Los romanos hubieran escuchado atentamente las acusaciones hechas por un ciudadano romano contra los judíos, pero a pesar de todas las injusticias practicadas contra su persona por los judíos, Pablo no tenía deseos de acusar a éstos, sino solamente hizo lo necesario para su propia protección. Los judíos fueron perseguidos por los romanos (18:2) y Pablo no quería dar otra ocasión a los romanos para que aumentaran esa persecución. Aunque los judíos de Asia y de Judea habían sido sumamente injustos en su trato de Pablo, él no se amargó ni buscaba venganza contra ellos.

 

28:20 -- Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; -- Quería explicar por qué había sido prendido y por qué estaba en Roma en cadenas, para que ellos no rechazaran su predicación del evangelio. El suponía que ellos sabían de algunas acusaciones contra él y quería refutarlas.

          -- porque por la esperanza de Israel (la venida del Mesías y su reino, y la resurrección de los muertos) estoy sujeto con esta cadena -- (23:6; 24:15; 26:6, 7, 29). Se refiere a la promesa de Moisés y los profetas (26:22), la resurrección del Mesías que fue cumplida en Jesús. Los saduceos se oponían fuertemente a esta doctrina, pero los fariseos la aceptaban (23:6-9). Esto es el corazón del evangelio que fue predicado por los apóstoles a través del Imperio Romano.

 

28:21 -- Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas (documentos oficiales, acusaciones formales de parte del Sanedrín) acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. -- Los judíos de Asia y los de Palestina habían perseguido a Pablo con ferocidad, y ahora ¿por qué dejan de perseguirle? Seguramente sabían que Pablo no era transgresor ni siquiera de leyes judías ni mucho menos de leyes romanas. Sin embargo, nos extraña que no hayan hablado del caso de Pablo a los judíos.

 

28:22 -- Pero querríamos oír de ti lo que piensas (es decir, querían saber de la religión de Jesucristo); -- En esto los judíos de Roma manifiestan un espíritu justo y abierto. Por lo menos, están dispuestos a oír de labios de Pablo el evangelio de Jesucristo. Esto indica que Pablo fue el primer apóstol que llegó a Roma. De otro modo, si otro apóstol hubiera llegado, los judíos ya habrían oído de labios de él acerca del evangelio y la iglesia. No es que la iglesia de Roma hubiera descuidado su deber de enseñar a los judíos, sino que simplemente no había llegado a Roma ningún hermano de la capacidad de Pablo o de otro apóstol.

          Sin duda la manera conciliatoria de Pablo les animó a escucharle. Hoy en día muchísimas personas rehúsan escuchar el evangelio de Cristo que tanto se ha criticado y calumniado.

          -- porque de esta secta -- En el ver. 20 conecta la religión de Cristo con la esperanza de Israel. Estos judíos podían pensar, pues, que esta religión nueva era otra secta del judaísmo (como las sectas de los fariseos y saduceos). Véase 24:5, 14, notas sobre la palabra "secta"; aquí por segunda vez esta palabra se aplica -- muy incorrectamente -- a la religión de Cristo. La iglesia de Cristo no es -- y nunca fue -- una secta del judaísmo, sino más bien es el cumplimiento de la religión de los judíos revelada en el Antiguo Testamento. Pablo se refiere al evangelio como "la esperanza de Israel".

          La iglesia estaba bien relacionada con la religión del Antiguo Testamento, la religión de los judíos, y por algún tiempo los cristianos frecuentaban el templo y las sinagogas, pero cada vez más la división entre el judaísmo y la iglesia se iba cristalizando debido a la rebelión de los judíos incrédulos.

          -- nos es notorio que en todas partes se habla contra ella. -- Tanto romanos como judíos denunciaban la religión de Jesús. Los romanos decían que era una superstición detestable y criminal, pero estos judíos principales querían, por lo menos, escuchar a Pablo. Estos no compartían el deseo de los de Asia y Judea de perseguir a Pablo. Le escuchaban y algunos se persuadían pero aun los que no aceptaron su mensaje no iniciaron persecución contra él.

 

28:23 -- Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba (explicaba, 11:4; 18:26) y les testificaba el reino de Dios -- les explicaba la naturaleza verdadera del reino de Dios que es el reino del Mesías tan esperado y anhelado por los judíos. Les explicaba las figuras y sombras de la ley de Moisés (Heb. 8:5; 9:9, 10; 10:1-9, etc.) y la profecía de Isaías 53 que habla claramente de la muerte del Mesías para expiar los pecados del mundo. Lo que muchos judíos no tomaban en cuenta era la necesidad de que los pecados fueran expiados por el Mesías para que pudiera establecer su reino (su iglesia). También les explicó tales textos como Isa. 2:1-4; Daniel 2:44, 45, etc. que hablaban del reino de Mesías. Véase 17:3. En varios escritos de Pablo vemos claramente que los términos "reino" e "iglesia" se usan alternativamente (como también los términos "cuerpo", "casa", "templo", y "rebaño"). Desde luego, la afirmación de Jesús (Juan 18:36) indica claramente que su reino no es de este mundo, sino que es un reino espiritual, pero esto no fue un mensaje agradable a los oídos de los judíos.

 -- desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles (intentando persuadirles) acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. -- No es posible predicar el reino sin predicar acerca del Rey (no puede haber reino sin rey).

          Quería persuadirles que Jesús de Nazaret cumplió perfectamente los tipos y sombras de la ley como también todas las profecías que hablaban de su Mesías (Luc. 24:27, 44). Lucas no relata aquí el discurso de Pablo pero tenemos sus explicaciones no solamente en otros capítulos de Hechos sino también en sus cartas.

 

28:24 -- Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían. -- El evangelio siempre divide (Mat. 10:34-37). Hay cuatro clases de oyentes según la parábola del sembrador (Mat. 13:1-9; 18-23). Lucas emplea verbos de tiempo imperfecto porque el trabajo de Pablo no terminó ese día. "Los verbos en imperfecto indican una lucha prolongada entre la fe y la incredulidad" (Bonnet). Lucas no da porcentajes de los que asentían y de los que no creían, sino simplemente dice "algunos" y "otros", pero gracias a Dios por los "algunos" que asentían. Al recordar que estos son los judíos principales de la ciudad de Roma, podemos contemplar el éxito del trabajo de ese día y días subsecuentes, porque los que asentían podían convencer a grandes números en sus respectivas sinagogas.

 

28:25 -- Y como no estuviesen de acuerdo (sin simpatía, fuera de armonía, disonante, discordante - ATR) entre sí, -- entre los judíos mismos -- "algunos" que asentían y "otros" que no creían -- hubo desacuerdo (compárese 23:7). Como Pablo explica a los corintios, "Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida" (2 Cor. 2:15, 16).

          -- al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: -- Podía haber añadido muchos otros textos para persuadirles, pero con una profecía más bastaba.

          -- Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías (6:9, 10) a nuestros padres, diciendo: -- Como Pablo les había mostrado muchos textos del Antiguo Testamento que se cumplieron, también agrega otra profecía de Isaías que en esos momentos se cumplía entre ellos mismos. Con esta profecía Pablo les exhorta a no rechazar la palabra de Dios, porque de esa manera iban a repetir el error de sus antepasados. Los que no aprenden por las experiencias amargas de sus antepasados están destinados a sufrir las mismas consecuencias. El que no aprende de la historia está destinado a repetirla.

 

28:26 -- Ve a este pueblo, y diles: -- Es una solemne endecha por la condenación de los judíos por su rechazamiento del Mesías, predicho con tanta anticipación por Isaías (ATR). Como Lenski comenta, este texto bien ilustra la inspiración verbal. El Espíritu Santo habló por la boca de Isaías, dándole el mensaje de Dios, palabra por palabra. Le dijo exactamente qué palabras debería decir al pueblo.

          -- De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; -- Estas palabras del Espíritu Santo no solamente describen la rebelión del pueblo de Israel, sino que son palabras de juicio sobre ellos. Por mucho tiempo habían rehusado entender y obedecer la voluntad de Dios, y ahora el juicio sobre ellos es según la naturaleza de su rebelión: no querían entender y ahora no entenderán nunca. Es semejante a lo que Pablo dice en Rom. 1:24, 26, 28, "Dios los entregó ... " a las consecuencias de su conducta. ¡Qué peligroso es no ver con los ojos, oír con los oídos y entender con el corazón cuando se nos presenta el evangelio! Porque llegará el momento cuando Dios mismo, de una manera definitiva, cerrará tales ojos y tapará tales oídos. Tales personas han sido muy abusivas con la gracia de Dios y juegan con su eterna salvación. Jesús dijo a los judíos, "¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta" (Mat. 23:37, 28); es decir, a tales personas solamente les espera el juicio de Dios.

 

28:27 -- Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. -- (Mat. 13:14, 15; Mar. 4:12; 7:6, 7; Luc. 8:10; Jn. 12:39, 40). Este texto profético indica que comúnmente el pueblo de Israel rechazaba la palabra de Dios. De esto los profetas hablaban continuamente. De esto habló Esteban (Hech. 7:51). Era una característica sobresaliente de la nación de Israel. Pablo desarrolla este tema ampliamente en Rom. 9-11 y cita esta profecía en 11:8. Este texto que tan frecuentemente se cita en el Nuevo Testamento demuestra claramente el error del calvinismo que tanto recalca la llamada "primera obra de la gracia" que convierte el corazón del hombre; es decir, que Dios mismo obra directamente para despertar en el corazón de los elegidos la fe y el amor para que crean. Según esa teoría, Dios sería culpable de no obrar directamente sobre los corazones de la mayoría de los judíos para que creyeran, pero Isaías, Jesús y Pablo no eran calvinistas. Más bien, enseñaron que los judíos mismos eran completamente responsables. El mensaje claro de esta profecía es que los judíos no querían creer en Cristo y no querían arrepentirse. La característica predominante de los judíos fue la rebelión.

 

28:28 -- Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán (13:46; 18:6). -- Los judíos eran los herederos del reino. El evangelio fue predicado primero a ellos, pero la existencia del reino no dependía de ellos, porque los gentiles aceptarían el evangelio. El que predica el evangelio no debe desanimarse -- nunca -- porque siempre habrá gente que escuchará y se salvará. Lamentablemente hay hermanos -- mayormente en la "obra local" -- que vuelven y vuelven a las mismas personas tratando de convertirles o restaurarles, cuando hay muchas otras personas que con todo gusto oirían si se les predicara. ¿Cómo es posible que algunas personas -- sean inconversos o hermanos -- tengan el derecho de oír el evangelio docenas de veces cuando otras personas no lo han oído ni una sola vez? Si los predicadores que hacen el papel de pastores y siguen año tras año trabajando con unas pocas personas en la "obra local", no deben nunca quejarse del desaliento, etc. Si quieren animarse en la obra, que busquen gente nueva que no ha oído el evangelio.

 

28:29 -- Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí (LBLA, margen, Los mss. más antiguos no incluyen este vers). -- Esta frase que es de origen dudoso no añade nada de importancia, pues el ver. 25 ya indicó que hubo desacuerdo entre ellos mismos y esto fue indicado por sus discusiones unos con otros.

 

28:30 -- Y Pablo permaneció dos años enteros -- Otra vez Lucas no nos dice por qué fue así, pero se supone que los judíos simplemente no hicieron nada y que, por falta de acusadores, Pablo todavía no podía ser juzgado. En una ocasión Claudio "había mandado que todos los judíos saliesen de Roma" (Hech. 18:2) y se puede suponer que cuando Pablo llegó, todavía no eran populares en la Ciudad Imperial. Desde luego, a los judíos no les gustó que Pablo apelara a César; no les interesaba que Pablo fuera juzgado con justicia, sino solamente que les dieran la oportunidad de matarlo.

          -- en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, -- Estos eventos no sucedieron simplemente "por casualidad" o "por suerte"; más bien se ve otra vez la providencia de Dios. Dios quería que antes de terminar su obra terrenal Pablo predicara a mucha gente -- tanto a los gentiles como a los judíos -- en esa gran ciudad. Pablo no tuvo libertad para salir para predicar donde él escogiera, pero sí "recibía a todos los que a él venían" y, sin lugar a dudas, fueron muchos los que aprovecharon esta oportunidad de sentarse a los pies de este gran maestro de la Palabra.

          Pablo estaba muy limitado en cuanto a sus actividades, pero al mismo tiempo conviene recordar que él gozaba de la protección de Roma. A través de su ministerio hemos visto el sufrimiento de Pablo (descrito, p. ej., en 2 Cor. 11:23-28), pero durante estos años nadie podía molestarle.

 

28:31 -- predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, -- Fil. 1:12-14; 4:22 y otros textos indican el éxito de su ministerio durante este tiempo. Pablo no solamente enseñaba personalmente a mucha gente, sino que también se dedicó a escribir.

          Es importante comentar que durante estos dos años Pablo escribió algunas de las cartas del Nuevo Testamento: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. (Si Pablo es el autor de Hebreos, es probable que esta carta también fuera escrita durante este tiempo).

          Durante este tiempo él llegó a tener muchos colaboradores que le servían y que llevaron mensajes entre él y las iglesias. Lucas era su compañero constante (Col. 4:14); Timoteo estuvo con él según las salutaciones a los colosenses, a Filemón y a los filipenses; Marcos se incluye en la salutación a los colosenses (4:10); también Aristarco (Filemón 24); Demas estuvo con él (Col. 4:10); Col. 4:12 dice, "Os saluda Epafras, el cual es uno de nosotros"; Tíquico se menciona en Efes. 6:21; Col. 4:7; y Fil. 2:25-30 describe el servicio de Epafrodito, el mensajero de la iglesia de Filipos.

          -- abiertamente y sin impedimento (sin estorbo, LBLA). -- Cuando Pablo estuvo anunciando el evangelio en sus tres viajes, él fue estorbado muchas veces en muchos lugares, pero aquí en Roma no fue así aunque era prisionero. Estas palabras son significativas en cuanto al propósito de Lucas de convencer a Teófilo y a todo el mundo que la religión de Cristo no era ilegal, porque Pablo predicaba todos los días en la presencia de soldados. Así pues los oficiales sabían perfectamente lo que Pablo hacía y no hicieron nada para impedirlo. También la frase "sin impedimento" o estorbo es significativa, porque como Pablo dijo a Timoteo (2a carta, 2:9), "la palabra de Dios no está presa". Es admirable que los romanos no le impidieran, pero también es admirable que Pablo llevara a cabo un ministerio tan eficaz bajo estas circunstancias. Sus prisiones no impedían, sino que dieron ímpetu a la obra (Fil. 1:12-14).

          Pablo era un gran predicador a pesar de sus prisiones. "Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones" (Filemón 10). "Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César" (Fil. 4:22). "De tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás" (Fil. 1:13). Durante esos dos años escribió a los filipenses, a los colosenses, a Filemón y posiblemente la carta a los efesios (y la carta a los hebreos si Pablo fue su autor).

          Por lo tanto, recordemos que aunque a veces nos encontramos limitados por circunstancias desfavorables, nadie ni nada puede evitar que demos un buen servicio a Dios.

 

Conclusión.

          A. ¿Por qué termina Lucas su relato de esta manera, dejándonos con tantas preguntas sin respuesta, especialmente acerca de Pablo? Porque él escribió con un propósito fijo, y ese propósito fue realizado perfectamente.

          Robertson da un comentario bueno e interesante para probar que este libro no es una "obra inacabada". "Page rechaza la conclusión de que este libro es una obra inacabada. Cierra con el estilo de una obra concluida. Concuerdo con Harnack en que Lucas escribió los Hechos durante este período de dos años en Roma, y que no llevó los acontecimientos más adelante porque no había acontecido nada más. Pablo seguía estando preso en Roma cuando Lucas finalizó su libro. Pero había llevado a Pablo a 'Roma, la capital del mundo' ... El evangelio de Cristo había alcanzado Roma. Para conocer la suerte de Pablo tenemos que ir a otras fuentes. Pero Lucas tenía a Pablo presente al llevar los Hechos a su triunfante final. Ramsay puede dar abundantes pruebas de que Lucas es el más grande de todos los historiadores. Más allá de toda duda su posición queda muy elevada, y el mundo nunca podrá pagar la deuda que tiene a este culto médico que escribió el Evangelio y los Hechos".

          Barclay también hace un comentario alentador. Al comentar sobre la frase "abiertamente y sin impedimento", dice, "Es el punto culminante de la historia de Lucas. Nos preguntamos por qué razón nunca nos relató qué fue lo que sucedió con Pablo, si fue ejecutado o puesto en libertad. La razón es que ese no era el propósito de Lucas. Al comienzo nos dio un plan de Hechos cuando nos relata que Jesús encomendó a todos sus hombres para que predicaran en Jerusalén, en Judea, en Samaria y en los confines de la Tierra (Hechos 1.8). La historia ha terminado; comenzó en Jerusalén casi treinta años atrás y ha finalizado en Roma ... La historia del Crucificado de Nazaret había recorrido todo el mundo en su curso de conquista y ahora abiertamente y sin impedimento se estaba predicando en Roma, la capital del mundo. El evangelio ha alcanzado el centro del mundo y se lo puede proclamar libremente, y la tarea de Lucas ha terminado".

          Lucas nos ha dado un relato completo y confiable de la venida del Espíritu Santo, del plan de salvación, explicado y demostrado en varios casos. Ha revelado mucha información acerca de la iglesia del Señor: de su establecimiento -- como también de su culto, organización y obra -- y cómo fue perseguida y cómo creció tanto en número como espiritualmente. Nos llevó con Pablo y sus compañeros en sus viajes para predicar el evangelio en ciudad tras ciudad y país tras país hasta llegar a Roma. Allí Lucas lo deja. Lo que pasaría a Pablo después de esta fecha es asunto de opinión. Lo importante es que Pablo estaba listo para el encuentro con su Señor (Fil. 1:23; 2 Tim. 4:7, 8) y la resurrección final (1 Cor. 15:50-57; Fil. 3:21).

          B. Recordemos siempre lo que Pedro nos dice: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia" (2 Ped. 1:3). Tenemos la plena seguridad de que no nos falta nada con respecto a "las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad". La Biblia no fue escrita para contestar toda pregunta que se pueda hacer, sino para revelar las cosas que son necesarias para nuestra salvación.

          C. Sin embargo, en cuanto a la vida de Pablo después de los dos años mencionados en Hech. 28:30, 31, sabemos lo siguiente:


                   1. Pablo expresó en sus cartas la esperanza de ser puesto en libertad. (Fil. 1:19, 25; 2:24, "confío en el Señor que yo también iré pronto a veros"; Filemón 22, "prepárame alojamiento").

                   2. Visitó la isla de Creta (Tito 1:5). Si no la visitó después de los dos años en Roma, ¿cuándo lo hizo?

                   3. 2 Tim. 4:13, "Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas". ¿Cuándo? V. 20, "Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo". "Este versículo es irreconciliable con que fuese el primer encarcelamiento desde el cual escribe ahora, porque no pasó Pablo por Corinto o Mileto en su viaje a Roma cuando estaba por ser encarcelado por primera vez" (JFB).

                   4. El encarcelamiento de Hech. 28:30, 31 y el encarcelamiento del cual Pablo habla en 2 Timoteo son muy diferentes: 2 Tim. 2:9, "sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor"; 2 Tim. 1:17, Onésimo "me buscó solícitamente y me halló" (según Hech. 28:30, 31 no parece que hubiera habido problema para encontrar a Pablo. Todos los hermanos -- y aun los judíos incrédulos -- sabían donde vivía).

                   5. Cuando escribió esta segunda carta a Timoteo, no dijo nada de estar predicando durante su encarcelamiento como hizo según Hech. 28: 30, 31.

                   6. En lugar de tener muchos compañeros (como en Hech. 28:30, 31) él dice, "sólo Lucas está conmigo" (2 Tim. 4:11).

                   7. En lugar de esperar liberación, bien sabía que le esperaba la muerte (2 Tim. 4:6-8).

 

           

 

 

 

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