Joel el Profeta

(El Libro de Joel)

Joel es otro profeta cuya obra es de alguna manera difícil de fechar. Muy seguramente profetizó en los tempranos días de Joás, quizá alrededor del 830 a. de C. Hizo su obra en el reino de Judá.

Judá había sido corrompida malamente por la maldad traída por Atalía la hija de Acab y Jezabel. Había trabajado diligentemente para destruir la creencia en Jehová y en edificar la adoración de Baal. Durante los doce años del reinado de Joram, el año del reinado de Ocozías, y los seis años del propio reinado de Atalía, Judá había caído mucho..

Aunque Joiada había renovado el pacto entre Judá y Dios, el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. La profecía de Joel no estaba en conflicto con la obra de Joiada, sino en ayuda de sus esfuerzos de ganar al pueblo de nuevo a Dios.

El mensaje de Joel es construido alrededor de una severa invasión de langostas que había llegado a la tierra de Judá. El mensaje de Joel era: Si no os dais cuenta de esta advertencia y os arrepentís en verdad, habrá entonces una invasión peor, una de ejércitos que devastarán la tierra. Todo su libro está escrito en hebreo poético. Estudiemos brevemente su mensaje:

La Devastación de la Langosta (Joel 1:2-12):

Este enjambre de langostas fue  con toda certeza uno de los peores que la tierra hubiera sufrido jamás. Joel les retó a preguntarse si alguna vez había habido un enjambre de langostas tan malo. Las varias etapas de la langosta habían comido todo lo verde y habían comido los renuevos de los árboles, dejando las ramas blancas. Toda la sociedad había sufrido - los borrachos, los sacerdotes, los granjeros, y los vendimiadores.

Llamado al Arrepentimiento (Joel 1:13-20):

Joel llama a los sacerdotes al arrepentimiento. Les pide que convoquen a una asamblea para ayunar y lamentarse. Advierte que el día del Señor se acerca. Les pide a los ancianos y al pueblo a suplicar al Señor. ¿No veis la devastación a nuestro alrededor? Nuestro alimento nos ha sido quitado; los graneros están en ruinas; nuestro ganado y ovejas sufren; incluso los animales salvajes bramaban pidiendo ayuda porque se secaron las aguas. Es hora de suplicar al Señor.

El Día del Señor (Joel 2:1-11):

«El día de Jehová» es una expresión utilizada a menudo en la Biblia para cualquier día de juicio, o día de ira de Dios contra un pueblo. En este caso, Joel utiliza la vívida imagen de una batalla: los carros, los caballos, y las columnas del ejercito avanzan con determinación. La destrucción y el fuego están por doquiera, y no es posible detener la fuerza. La descripción mezcla ingeniosamente la figura de los enjambres de langosta con la profecía de una invasión peor del ejercito. Y como en muchas de las descripciones del juicio, se hace mención del sol y de la luna siendo oscurecidos y de terremotos. Estas eran expresiones que describían  la convulsión total en el reino juzgado.

Un Segundo llamado al Arrepentimiento (Joel 2:12-17):

El remedio es el arrepentimiento veraz y de corazón. «Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos,»  (2:13). Regresad al Señor y quizá Él dejará una bendición en lugar de una maldición.  Convocad a una asamblea solemne para lamentar y orar ante el Señor. Nadie está exento - traed al niño lactante y a la novia de su cámara. Orad por la misericordia de Dios.

Promesa de Bendiciones (Joel 2:18-27):

Si Israel se arrepiente, Jehová le restaurará la prosperidad y hará grandes cosas que fueron perdidas mediante el castigo. Alejará al ejercito. La tierra será verde de nuevo. Los árboles, las praderas, los higos, y los viñedos serán abundantes de nuevo porque hay mucha lluvia en la tierra. Regocijaos, Oh pueblo en el Señor vuestro Dios. Seréis recompensados por todo lo que destruyó la langosta. Dios ha mostrado Su misericordia. Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro...» (2:27). 

Derramamiento del Espíritu de Dios (Joel 2:28-32):

Después de estos días Jehová derramará Su Santo Espíritu sobre el pueblo, jóvenes y viejos, varón y mujer. Entonces, una vez más, las señales del juicio aparecerán antes del grande y terrible día del Señor.

Este es el pasaje citado por Pedro en el día de Pentecostés para explicar lo que estaba ocurriendo en ese día, cuando el Espíritu de Dios vino sobre los apóstoles (Hch. 2:16-21). La profecía fue cumplida en su totalidad en el primer siglo d. de C. cuando Dios derramó Su Espíritu sobre los Apóstoles y profetas mediante los cuales Dios estaba revelando Su nueva ley a ser seguida por todas las generaciones.

La Victoria es Prometida al Pueblo de Dios (Joel 3:1-21):

Dios promete, mediante Joel, que todos los enemigos de Su pueblo serán derrotados. Las naciones son retadas a reunir sus ejércitos y traerlos al valle de Josafat (Juicio de Jehová), donde Dios les juzgará. Les dice que hará de Sión un baluarte para Su pueblo, uno que no será nunca más invadido por los extranjeros. Jehová promete bendiciones maravillosas sobre Judá. Estas bendiciones fluirán libremente, pero los países que se oponen al pueblo de Dios serán asolados.

   Estas promesas de grandes bendiciones para el pueblo de Dios no podían ser realizadas en los reinos físicos de Israel y Judá debido a que el pueblo no regresó a Dios de todo corazón. Su historia da sólo un destello de lo que Dios estaba deseoso de hacer por ellos si hubiesen sido fieles. Ya que no lo fueron, Dios cumplió Sus promesas de bendiciones en las bendiciones espirituales ofrecidas en el Nuevo Testamento. Ahora todos los que quieren hacerlo pueden ser parte del pueblo elegido de Dios, a medida que individuos de todas partes del mundo se someten voluntariamente al mandato de Dios. Como pueblo elegido de Dios, Su reino, nunca seremos invadidos o dañados. Dios juzgará a todos los otros que rechazan Su voluntad.

JUDA

Joás Toma Dos Esposas (2 Crón.  24:3):

Aún bajo el liderazgo de Joiada, Joás tomó dos esposas escogidas para él por el sumo sacerdote.  Engendró hijos e hijas. 

Joás Ordena que el Templo sea Reparado (2 Re. 12:4-5; 2 Crón.  24:4-5, 7):

Joás decidió que el templo de Jehová fuese reparado. Atalía no había destruido el templo, pero ella y su cohorte había abusado severamente de él. Habían irrumpido en el templo y tomado objetos sagrados para su adoración de Baal.

Joás dio órdenes a los sacerdotes para recoger todo el dinero traído para sacrificios en el templo. Esto incluiría el medio ciclo que cada israelita varón pagaba cada año, dinero que era traído en conexión con los votos personales, y dinero dado como ofrenda voluntaria. 

El rey dijo también a los sacerdotes y Levitas: «Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto.»

Pero los Levitas se tardaron y no recogieron el dinero.

23avo año de Joás (2 Re. 13:1)

Reparación del Templo (2 Re. 12:6-16; 2 Crón.  24:6-14):

Aproximadamente en el tiempo en que Joacaz asumió el trono en Israel, Joás (o Jeoás) continuó con sus planes de reparar el templo.

Joás vio que los sacerdotes no se habían movido a reparar el templo de modo que llamó a Joiada y a los otros sacerdotes y les

ISRAEL

Jehú continúa reinando en Israel.

Muerte de Jehú (2 Re. 10:34-36):

El celo de Jehú por gobernar no era ni remotamente tan fuerte como su celo por destruir la casa de Acab. Por tanto, su reinado de 28 años no fue ejemplar. Murió y fue sepultado en Samaria. Su hijo Joacaz recibió un reino malvado.

Joacaz — 17 años (hizo el mal)

(2 Re. 13:1-8):

Joacaz es el primero en la historia de cuatro generaciones de los descendientes de Jehú que se sentará en el trono.

Carácter de Joacaz (2 Re. 13:2-3):

Joacaz era malvado y continuó en el pecado de Jeroboam el hijo de Nebat. Por tanto, el Señor entregó a Israel en las manos de Hazael y de su hijo Ben-adad a continuación.

Judá

dijo: «¿Por qué no reparáis las grietas del templo?   Ahora,    pues,   no  toméis  más  el   

dinero de vuestros familiares.» Los sacerdotes acordaron no tomar más dinero, ni de estar a cargo de las obras de reparación.

Algunos han dicho que los sacerdotes habían sido culpables de  malversar los fondos, pero el cargo no es justo y deja de  tomar nota de los hechos de la situación. Según la ley de Moisés, por lo menos una porción del dinero  recogido por los sacerdotes era para su propio sostenimiento y para proveer a los gastos de la adoración. Es difícil tomar dinero que ya se está gastando para propósitos regulares y decidir hacer algo especial con este en adición a lo que ya se ha hecho.

   Joás ordenó que se hiciera un arca con un agujero en la tapa y que fuera puesta a la entrada del templo. El dinero que el pueblo daba se depositaba en el arca. El pueblo daba su dinero gustosamente. Los sacerdotes que guardaban la puerta de entrada vigilaban el arca con regularidad y cuando veían que estaba llena la vaciaban en bolsos, y el arca se retornaba a su lugar. Mucho dinero fue recogido de esta forma.

El dinero fue pagado a los carpinteros, maestros, albañiles, y canteros que estaban efectuando las obras de reparación. La madera y la piedra y otras necesidades se compraban con el dinero. El dinero y la plata que se traía no se utilizaba para fabricar vasijas hasta que se concluyesen las obras de reparación. El dinero extra era utilizado para fabricar vasijas para la adoración en el templo. Las obras de restauración fueron hechas de acuerdo al plano original del templo.

Los trabajadores no estaban obligados a mantener un registro específico de la forma cómo el dinero era empleado debido a que estaban actuando con total honestidad en su trabajo.

    Habían pasado 150 años desde la construcción del templo por Salomón, de modo que su misma edad había hecho necesario las reparaciones.

Israel

Joacaz e Israel Caen Bajo

(2 Re. 13:7):

Ya que Joacaz era tan malvado, Israel cayó muy bajo con él. En cierto punto Joacaz fue dejado con cincuenta hombres de a caballo, diez carros, y diez mil hombres de a pie. Hazael y el ejército Sirio casi habían destruido sus fuerzas. 

Tome el mapa que usted ya ha iniciado mostrando la disminución del territorio de Israel.  Indique en su mapa que Joacaz fue dejado con solamente un ejército simbólico en el territorio inmediatamente circundante a la ciudad de Samaria.  Dios por poco permitió que el reino de Israel fuera destruido por Siria, un reino que al principio había sido más pequeño que Israel. 

Jehová Se Compadece de Israel  (2 Re. 13:4-6):

Finalmente, desesperado, Joacaz buscó la ayuda de Jehová, y el Señor escuchó debido a que vio como estaba Hazael oprimiendo a Israel. El Señor proveyó un liberador (un salvador) para Israel. Con la ayuda de Dios, Israel comenzó a lograr una recuperación continua la cual siguió durante los días de Joacaz hijo de Joás y durante los días de Jeroboam II después de él.

   Aun cuando Joacaz buscó la ayuda de Dios y El vino a su rescate, el pueblo todavía no se alejó de  su idolatría. Continuaron adorando los becerros de oro, y la imagen de Asera permaneció en Samaria.

Judá

Muerte de Joiada (2 Crón.  24:14b-16):

    Durante la vida de Joiada la adoración  en  el templo fue llevada a cabo con fidelidad. Joiada fue el instrumento humano que Dios empleó para preservar la casa de David de la destrucción.

Pero ahora, Joiada estaba muy viejo. Murió a la edad de 130 años. Como tributo a él por su servicio a la casa de David, y a la casa de Dios, fue sepultado en la Ciudad de David con los reyes.

37avo año de Joás rey de Judá

(2 Re.13:10)

Los Pecados de Joás (2 Crón.  24:17-19):

Después de la muerte de Joiada el príncipe de Judá vino a Joás y se inclinó ante él. Él escuchó sus peticiones (que deben de haber sido los de permitir la idolatría), y él y su pueblo abandonaron la adoración en el templo y sirvieron a la imagen de Asera y a los ídolos. Por tanto, la ira de Dios fue enviada contra Judá y Jerusalén. Dios continuó enviando profetas para advertirles, pero el pueblo no escucharía. 

Lapidación de Zacarías (2 Crón.  24:20-22):

   A la medida que la idolatría en Judá continuaba, Jehová habló por boca de Zacarías el hijo de Joiada. Él dijo: «Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, él también os abandonará.»

El pueblo, bajo el mando de Joás apedreó a muerte a Zacarías. Así Joás pagó a su benefactor Joiada por su bondad matando a su hijo.

    Mientras Zacarías moría dijo: «Jehová lo vea y lo demande.»

Hazael Devasta el Reino de Judá (2 Reyes 12:17-18; 2 Crón.  24:23-24):

    Habiendo dejado impotente a Israel, Hazael dirigió su atención a Judá y a Filistia. Primero atacó y capturó la ciudad Filistea de Gat y luego se dirigió hacia Jerusalén. Aunque había traído un ejercito pequeño, pudo intimidar a Joás y hacerlo rendir. Algunos de los capitanes de Judá fueron

Israel

Joás — 16 años (hizo lo malo)

(2 Re. 13:9-14:16; 2 Crón.  25:17-25):

Joás de Israel es el segundo de cuatro generaciones de los descendientes de Jehú que se sentarían en el trono de Israel según la palabra del Señor (2 Re. 10:30).

Nota Cronológica:

Si Joacaz comenzó su reinado en el vigésimo tercer (23) año de Joás de Judá y reinó durante 17 años, entonces habría muerto en el cuadragésimo año (40) de Joás. Ya que Joás de Israel comenzó en el trigésimo séptimo año (37) de Joás de Judá en lugar de su cuadragésimo año (40), entonces debe de haber comenzado a reinar como corregente con su padre en ese entonces. Joacaz debe de haber muerto justamente un corto tiempo antes de que muriese Joás de Judá. Los dos Joás sobrepusieron sus reinos durante dos o tres años.

Judá

muertos. Así el Señor entregó a Judá y a Joás en las manos de Hazael  como  juicio  contra

ellos debido a su idolatría. En efecto, 2 Crónicas muestra que esta invasión fue en juicio directo por la muerte de Zacarías a instancias de Joás, así como por la idolatría de Judá. Joás tomó todos los objetos de valor del templo, los cuales habían dedicado sus padres; las ofrendas que él mismo había dedicado al templo, así como oro adicional de su propia casa, y pagó a Hazael para que dejara tranquila a Jerusalén.

Muerte de Joás (2 Re. 12:19-21; 2 Crón.  24:25-27):

Cuando Hazael partió de Jerusalén dejó a Joás gravemente herido. Dos de los propios capitanes de Joás conspiraron contra él para matarlo por la sangre de Zacarías el hijo de Joiada. Le mataron en su cama y lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

Observe que éste es el segundo de los malvados reyes de Judá que no fue sepultado con los otros reyes. El  malvado Joram no lo fue (2 Crón.  21:20); y ahora no lo es Joás, aunque su benefactor Joiada fue sepultado con los reyes a pesar que no reinó en el trono (2 Crón.  24:16).

Amasías — 29 años (hizo el mal)

(2 Reyes 14:1-20; 2 Crón.  25:1-28):

Nota Cronológica:

La única manera de lograr que la cronología se ajuste es la de asumir la corregencia de Amasías y su padre Joás. Amasías comenzó su reinado en el segundo año de Joás de Israel. Joás de Israel, sin embargo, comenzó su mandato en el trigésimo séptimo año (37) de Joás de Judá. Joás de Judá gobernó un total de cuarenta años. El segundo año de Joás de Israel debería haber sido el trigésimo octavo (38) o trigésimo noveno años (39) de Joás de Judá. Por tanto, Amasías debe de haber reinado con Joás su padre durante un año o algo así, como a veces sucedía..

El Carácter de Amasías (2 Re. 14:1-4; 2 Crón.  25:1-2):

Israel

Joacaz Muere (2 Re. 13:8-9):

Joacaz murió sólo tres años antes de que muriera Joás de Judá. Ello dejó a Joás de Israel reinando sólo, después de la corregencia con su padre. 

Hazael de Siria Muere (2 Re: 13:22-25):

Hazael oprimió a Israel durante todos los días de Joacaz. Dios, sin embargo, no le dejó destruir a Israel totalmente, debido a la promesa de Dios  Abraham, Isaac y Jacob. Dios todavía estaba tratando de conservar a Israel como su pueblo elegido, y de traerlos de nuevo a una relación de pacto con El mismo.

Hazael murió después de un largo mandato y fue sucedido por su hijo Ben-adad. Fue de Ben-adad que Joás pudo recuperar parte del territorio   que había tomado Hazael.

2° año de Joás

La profecía de Eliseo en su Lecho de Muerte (2 Re. 13:14-19):

Aunque Joás (Jeoás) fue pecador y continuó en los caminos de Jeroboam el hijo de Nabat, los vínculos entre él y Eliseo fueron más cordiales que los de Acab con Elías.

Para entonces, Eliseo era un hombre muy viejo. Su activa obra  había cubierto cincuenta o más años. Eliseo cayó enfermo de su última enfermedad, y Joás fue a visitarlo. Joás lloró y dijo: «¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!»

Estas fueron las mismas palabras que el mismo Eliseo había utilizado cuando Elías fue llevado al cielo (2 Re. 2:12). Las palabras significaban: «El poder y la protección de Israel.» Joás reconoció su necesidad de ayuda de Jehová para  triunfar

Judá

Se nos dijo que Amasías «hizo lo recto ante  los  ojos  de  Jehová,  aunque  no  como

David su padre;» en otras palabras, Amasías sirvió a Jehová en sus tempranos años como rey, pero no con tanto celo como lo hizo David. Los lugares altos permanecían en la tierra y el pueblo continuaba ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí.

Desafortunadamente, Amasías se hizo cada vez más malvado a medida que pasaban los años.

Amasías Venga la Muerte de su Padre (2 Re. 14:5-6; 2 Crón.  25:3-4):

Tan pronto como el reino de Amasías estuvo asegurado, ejecutó a los criados que habían matado a su padre. No castigó a sus hijos, debido al mandato en la ley que declaraba: «Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.» (Dt. 24:16). 

En Israel, si un hombre mataba al rey, también mataba al resto de la familia del rey, y luego se constituía a sí mismo en rey. Ahora, en Judá, un rey ha sido muerto, pero los asesinos son ejecutados como criminales en lugar de convertirse en reyes.

Israel

sobre la amenaza de Siria. Anticipaba con temor el pensamiento de no tener a Eliseo de cerca para ayudarle.

Eliseo le dijo: «Toma un arco y unas saetas.» Luego el viejo profeta puso sus manos sobre las manos del rey y dijo: «Abre la ventana que da al oriente y tira.» Mientras Joás tiraba las saetas, Eliseo dijo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos.»

La profecía de Eliseo aún no se había cumplido. Él ordenó a Joás a tomar sus flechas y golpear el suelo con ellas.

Según Keil y Delitzsch, la palabra golpear, cuando se decía de una flecha, significa poner la flecha en el blanco; en este caso, contra el suelo. Tal acción sentaría un paralelo para lo que Eliseo dijo a Joás que hiciese.

El profeta había mostrado ya al rey lo que el tirar las flechas significaba. Cada una sería una victoria para Israel contra los sirios. Cuando Joás tiró sólo tres flechas contra el suelo, esto indicó una falta de celo para lograr las prometidas bendiciones de Dios.

Eliseo estaba enojado con Joás y le dijo: «Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria.»

Después de esto, Eliseo murió y fue sepultado. 

Un Muerto Vuelve a la Vida (2 Re. 13:20-21):

Cada primavera invasores moabitas entraban en el país. En cierta ocasión algunos israelitas estaban sepultando a un hombre, cuando vieron una banda de jinetes acercándose. Arrojaron el cuerpo en la tumba más cercana, procurando huir de los jinetes. La tumba resultó ser aquella en que yacían los huesos de Eliseo. Cuando el cuerpo muerto tocó los huesos de Eliseo, el hombre volvió en sí y se levantó. Una vez más Dios había recalcado Su ayuda a Sus profetas y Su propio gran poder. 

Judá

Amasías Planea una Expedición Contra Edom (2 Crón. 25:5):

Recuerde que Edom se había rebelado contra Judá en los días de Joram (2 Re. 8:20). Amasías quería retomar el control sobre ellos, de ahí la invasión.

Amasías llamó  a toda la gente de Judá y les asignó a jefes de centenas y de millares. Luego contó a todos los soldados disponibles y halló que tenía 300.000 hombres escogidos y capaces de ir a  la guerra.

Israel

Joás Derrota a los Sirios Tres Veces (2 Re. 13:23-25): 

Para entonces Hazael de Siria estaba muerto y Ben-adad estaba reinando en su lugar. (Probablemente Ben-adad sirvió como corregente con su padre durante un tiempo. Vea 2 Re. 13:3). Joás derrotó a Ben-adad tres veces como Eliseo había profetizado, y recuperó las poblaciones Israelitas que Hazael y Ben-adad habían toman antes.


Amasías Contrata Mercenarios de Israel

(2 Crón.  25:6-10)

Amasías temía que sus 300.000 hombres no fuesen lo suficientemente fuertes para derrotar a los edomitas; por eso, contrató a 100.000 soldados adicionales de los israelitas por cien talentos de   plata (aprox. 3 toneladas y 3/4). Pero el hombre de Dios vino a él y le dijo:  « Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín. Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.»

Amasías dijo: «¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel?»

El hombre de Dios respondió: «Jehová puede darte mucho más que esto.»

Por eso, Amasías envió a casa a los mercenarios. Los soldados israelitas se enojaron grandemente al ser despedidos.


El Éxito de Amasías en Edom (2 Re. 14:7; 2 Crón.  25:11-12):

Amasías guió a sus fuerzas al Valle de la Sal y  mató a 10.000 hombres de Seir. Su ejercitó capturó también a  10.000 hombres más, y los llevó a la cima de un peñasco, y los despeñaron y todos se hicieron pedazos.

Amasías Recurre a los Ídolos (2 Crón.  25:14-16):

Cuando Amasías regresó de la matanza de los edomitas, trajo consigo sus dioses. Los puso ante sí y comenzó a adorarlos como suyos. El señor estaba muy enojado y envió un mensaje a Amasías mediante un profeta: «¿Por qué has buscado los dioses de otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos?»

Los Soldados de Israel Invaden a Judá (2 Crón.  25:13):

Para mostrar su enojo, y quizá para tomar botín que pudiese reemplazar el botín que esperaron tomar en batalla, los mercenarios israelitas invadieron las ciudades de Judá y Benjamín en el norte por los límites entre Israel y Judá. Mataron a 3.000 personas y se llevaron un gran despojo.

Esta historia explica el por qué Amasías buscó pelear con Israel.


Judá

Amasías estaba cansado de escuchar a los profetas de Dios. Él dijo: « ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten?»

El profeta dijo: « Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo.»

Israel

Guerra Entre Amasías y Joás

(2 Re. 14:8-14; 2 Crón.  25:17-24)

Amasías envió mensajeros a Joás retándole: «Ven, y veámonos cara a cara.»

Joás le envió una respuesta sarcástica: « El cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las fieras que estaban en el Líbano pasaron, y hollaron el cardo. Tú dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo?

Amasías continuó insistiendo en pelear debido a que Dios procuraba entregarle  a él y a Judá con Joás porque habían buscado a los dioses de Edom. Los dos reyes se encontraron  en combate en Bet-semes en el noroeste de Judá. Joás venció totalmente al ejército de Amasías, capturó a Amasías, y lo llevó a Jerusalén. Allí, Joás  derribó unos seiscientos pies de los muros de la ciudad. Tomó la plata, y otros valores de los tesoros del templo. Tomó también la fortuna personal de Amasías y algunos rehenes y regresó a Samaria.

5° año de Amasías

Amasías gobernó quince años después de la muerte de Joás de Israel (2 Reyes 14:17).

Jeroboam — 41 años (hizo lo malo)

(2 Re. 14:23-29)

Joás murió y fue sucedido por su hijo Jeroboam. Este Jeroboam es mencionado como Jeroboam II para diferenciarlo del hijo de Nabat, quien fue el primer rey del Israel dividido.

Jeroboam II fue malvado y no se apartó de la idolatría introducida por Jeroboam el hijo de Nabat.

Jeroboam II fue el tercer descendiente de Jehú que  reinó sobre el trono.

La Biblia no cuenta mucho sobre los hechos de Jeroboam. Durante su reinado Dios continuó «salvando» a Israel de sus enemigos (2 Re. 14:26-27). Dios buscó mostrar a Israel Su misericordia para hacerlos volver a El.  Él explicó su propósito, advirtió, y exhortó al pueblo mediante los profetas que envió a Israel en este tiempo. Ya han aparecido Abdías y Joel. Fueron los primeros de los profetas   escritores.   Ahora    veremos    un

Judá

Israel

segundo grupo que llega comenzando con Jonás y que incluye a Amós, Oseas, Isaías, y Miqueas.

Jeroboam gobernó durante casi veintiséis años antes de que Usías comenzara a gobernar en Judá. Bajo su reinado, los territorios de Israel y Judá, si se combinasen, habrían casi igualado la extensión del reino de Salomón.

Uno de los factores que hizo posible esta expansión fue el que Asiria estaba en un período de declive entre el reino de Salmanasar III (859-824 a. de C.) y el de Tiglat-pileser (745-727 a. de C.). Con Asiria debilitada, no había enemigo para oponerse a la expansión de Israel y Judá. La misericordia de Dios estaba con los pequeños países y les ayudó en un esfuerzo por hacerlos volver a Él.

Israel prosperó - pero la prosperidad fue ilusoria. Tan pronto como murió Jeroboam, Israel se derrumbó como un castillo de naipes. El final de Israel está cerca, y es escalofriante el darse cuenta que tan rápido fue la nación de la prosperidad de los días de Jeroboam a la destrucción completa veinticinco años después.

 

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