¿Qué impide que yo sea bautizado?

Hechos 8:36

Por Josué I. Hernández

 

Introducción

A.   Con el registro de Lucas de la conversión del eunuco etíope, tenemos un ejemplo de conversión.

1.     Un religioso perdido (Hech. 8:27,28).

2.     Uno que estaba dispuesto a aprender (Hech. 8:29-34).

3.     Uno que oyó el evangelio de Jesús (Hech. 8:35).

4.     Uno que llegó a ser bautizado al momento de solicitar ayuda para ello (Hech. 8:36-38).

B.    La pregunta del etíope impresiona, Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?

1.     El bautismo en agua es parte integral de la predicación de Cristo (Hech. 8:35,36).

2.     El bautismo para salvación fue ordenado por Cristo mismo (Mar. 16:15,16).

3.     Los apóstoles de Cristo lo mandaron de la misma manera (cf. Hech. 2:38; 10:47,48).

C.    Queremos enfocarnos en dos cosas:

1.     Lo que puede impedir que usted sea bautizado.

2.     Lo que no debe impedir que usted sea bautizado.

 

I. Lo que puede impedir que usted sea bautizado

A.   Falta de fe

1.     Es imprescindible la fe en Jesucristo (Hech. 8:37).

2.     Jesús enfatizó la necesidad de la fe en él (cf. Mar. 16:16; Jn. 8:24).

B.    Falta de arrepentimiento

1.     El arrepentimiento es imprescindible (Hech. 2:36-38; 3:19).

2.     Jesús enfatizó la necesidad del arrepentimiento (Luc. 24:47).

C.    Falta de agua

1.     Estamos hablando del bautismo en agua (Hech. 8:36; 10:47).

2.     Suficiente agua como para bajar a ella y subir de ella (Hech. 8:38,39; cf. Jn. 3:23).

3.     Suficiente agua para ser sumergido en una sepultura con Cristo (cf. Hech. 22:16; Rom. 6:3,4; Col. 2:12).

 

II. Lo que no debe impedir que usted sea bautizado.

A.   Orgullo

1.     No admitir que necesita el perdón de sus pecados.

2.     No admitir que ha estado equivocado.

3.     No admitir su necesidad del “un bautismo” (Ef. 4:5).

4.     Tal orgullo le mantiene siempre lejos de Dios (cf. Sal. 138:6; Sant. 4:6).

B.    Familia

1.     Preferir agradar a la familia antes que a Dios.

2.     Temer ser repudiados por la familia.

3.     Jesús enfatizó que la familia no debe impedirnos hacer su voluntad (cf. Mat. 10:37,38; Luc. 14:26).

C.    Amigos

1.     Miedo de ser ridiculizado y rechazado por los amigos (cf. Jn. 12:42,43).

2.     Jesús enfatizó que la presión de la mayoría no debe influir en nosotros (cf. Luc. 6:26; 9:26).

D.   Comprensión

1.     Algunos creen que no saben lo suficiente para ser bautizados

a.      Ponen un requisito que Cristo no ha indicado.

b.     Los casos bíblicos de conversión indican que luego de un sermón hay suficiente información para obedecer a Jesucristo.

c.      Jesús indicó que la mayor enseñanza ha de ocurrir después del bautismo (Mat. 28:20).

d.     Si usted es un creyente arrepentido, dispuesto a obedecer a Jesús como su Señor (Dios) y Salvador (Redentor), ¡usted está listo para ser bautizado!

2.     Algunos creen que no son lo suficientemente buenos para ser bautizados

a.      Piensan que primero deben pasar por alguna penitencia y reformarse.

b.     Pero, el bautismo es para los pecadores, muertos en pecados, no para los santos, ya resucitados (Ef. 2:4,5; Col. 2:12).

c.      El desarrollo del carácter cristiano ocurre después de la salvación, no antes de ella (cf. Col. 3:1-14).

d.     Si usted está dispuesto a servir a Dios, y su mentalidad ha cambiado para ello, ¡usted está listo para ser bautizado!

3.     La hora, la temporada

a.      Algunos piensan que el bautismo es una ceremonia de la iglesia, y que no podría ocurrir ahora mismo. Algunos creen que tendría que predicarse un sermón especial, o viajar a cierto servicio bautismal.

b.     El bautismo del eunuco ilustra que el creyente arrepentido puede obedecer a Cristo en cualquier momento (Hech. 8:38; cf. Hech. 16:25-33).

 

Conclusión

A.   Después que el eunuco fue bautizado, siguió gozoso su camino (Hech. 8:39).

1.     Este varón creyó que Jesús era el Cristo que murió por sus pecados.

2.     Confesó su fe en Jesús como el Cristo de Dios.

3.     Solicitó ser bautizado porque se había arrepentido (cambio de mente).

B.    Si usted desea disfrutar el gozo de la salvación en Cristo, la reconciliación con Dios, y el perdón de sus pecados, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hech. 22:16).