“DIOS NO LO PROHIBIÓ”  
(El silencio de las Escrituras)

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    --- Predicadores y miembros de iglesias humanas defienden el uso de instrumentos musicales en el culto con esta “salida”. Dicen “Dios no lo prohibió”. Pero tampoco prohibió el uso de hamburguesa y Pepsi Cola en la cena del Señor. Es necesario estudiar con mucho cuidado el tema de la autoridad. ¿Dónde prohíbe la Biblia el llamado “bautizo infantil”? ¿Dónde prohíbe el rociar o derramar en lugar de sumergir? ¿Dónde dice “no quemar incienso en el servicio de la iglesia”? ¿Dónde prohíbe la Biblia que la iglesia tenga “Papa” y arzobispos? ¿Dónde prohíbe los nombres Bautistas, Metodistas, Luteranos, Mormones y otros que no se mencionan en la Biblia? ¿Dónde prohíbe el participar de la cena del Señor los sábados?

 

Autoridad”=derecho de mandar y requerir la obediencia. Tiene que ver con gobernar o regir. Potestad para hacer cumplir la ley.

La autoridad es esencial. Soberanía (autoridad suprema) pertenece a Dios como Creador omnipotente, omnisciente.

La naturaleza del hombre la requiere. Jer. 10:23, “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos”. Hay que haber patrón que seguir.

Para evitar el caos (confusión). Jueces 21:25, “cada uno hacía lo que bien le parecía”. Esto produce desorden, confusión.

La salvación, reconciliación con Dios la requiere. Dios tuvo que revelar e imponer su voluntad para dirigirnos hacia la salvación.

La autoridad tiene que ser objetiva, palabra de Dios,
      --Sant. 1:18, “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”.
      -- Judas 3, contender ardientemente por la fe una vez revelada a los santos.
      -- Rom. 1:16 y no fe subjetiva, pensamientos, sentimientos, deseos, instintos humanos (Jer. 10:23).

La voluntad de Dios tiene que ser revelada. El hombre no es capaz de conocerla por medio de su propio pensamiento, conocimiento, sabiduría.
      -- Isa. 55:8, 9, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.
      -- Rom. 11:33, 34 “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor?

 
Dios nos ha hablado por su Hijo,
      -- Heb. 1:1, 2, “ Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo.
      -- Jn. 14:6, “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”
      Por eso, estudiamos, predicamos el Nuevo Testamento de Jesucristo para saber lo que Dios autoriza ahora.

El Espíritu Santo es el Agente Divino en la obra de revelar la voluntad de Dios.
      --Jn. 14:26, “ Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
      -- Jn. 16:13, “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, os guiará a toda la verdad” y luego la confirmó con milagros”. El vino el día de Pentecostés y comenzó a revelar toda la verdad a los apóstoles y lo escribieron en NT.

La única manera de conocer la mente de Dios.


      --1 Cor. 2:9-13. “¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?”
      --1 Por eso, la autoridad que nos gobierna es la palabra escrita de Dios, el Nuevo Testamento de Jesucristo. Ahora no hay revelaciones modernas. Judas 3.

La Escritura es perfecta y adecuada.
      -- 2 Tim. 3:16, 17 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
      -- 2 Ped. 1:3, “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
      -- Sant. 1:25, “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.
      -- Permanece, 1 Ped. 1:25, “Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”.

Para mucha gente ¿qué es lo que autoriza? Lo que les gusta, opiniones, lo popular, tradiciones, filosofías, conciencia, “La Escritura no lo prohíbe”.

¿Cómo autoriza la Escritura? Por una declaración clara, mandamiento, ejemplo, inferencia necesaria (cena cada primer día).

Dos puntos de vista. (1) Aceptar lo que la Biblia no prohíbe explícitamente (“no matarás”) (2) aceptar lo que la Biblia

 autoriza. El segundo concepto es el correcto.

Autoridad específica (bautizar, no rociar; cantar, no tocar) y autoridad genérica (bautizar en el río o bautisterio; usar himnarios).

Esta es la diferencia básica entre la iglesia de Cristo y las iglesias denominacionales. Aceptamos solamente lo que la Biblia autoriza.

Por eso, hay muchísimas iglesias denominacionales. Con ese concepto la unidad por la cual Jesús oró (Jn. 17:23) es imposible.

Algunas iglesias de Cristo aceptan el concepto denominacional: tienen instituciones, centralización, iglesias patrocinadoras (centrales), evangelio social, Etc.

Martín Lutero aceptó lo que no se prohíbe explícitamente (por nombre). Música instrumental, aspersión, bautizo infantil, muchas otras cosas.

1 Ped 4:11 “hable conforme a las palabras de Dios”. Donde la Biblia hablamos, donde ésta calla, callamos nosotros. Llamamos cosas bíblicas por nombres bíblicos.

Pero la Biblia no dice que no debemos hacerlo”. ¿Dónde lo prohíbe la Biblia? Esta es la defensa de millones para sus prácticas religiosas.

Hebreos 7:14, “nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio”. No lo prohibió explícitamente, pero no lo autorizó.

Levítico 10:1, 2, “ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó”. El silencio no autoriza, sino que más bien prohíbe.

1 Cor. 4:6, “aprendáis a no pensar más de lo que está escrito”. Lo que está escrito fija las fronteras. Lo que no está escrito no autoriza.

Hechos 15:24, “a los cuales no dimos orden, mandando circuncidaros y guardar la ley”. Apóstoles no lo prohibieron explícitamente pero no lo autorizaron. No dimos orden.

No hay texto que diga no tocar instrumentos o quemar incienso en el culto, no rociar, no bautizar infantes, no usar hamburguesa ni Pepsi Cola para la cena del Señor.

Números 22:18, “Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande.

Usted da dinero al hijo, le dice, “Anda, compra pan”. Él compra pan, dulces, chicle y juguete. “Usted no dijo, No compres dulces, chicle ni juguete”.

Deut. 4:2, “No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella”. 12:32, “Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás”.

Apoc. 22:18, “Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro”.

Apoc. 22:19, “Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”.

¿Qué escribe usted en el sobre de la carta? ¿“No envíen esta carta a Dallas, ni a Saltillo, ni a Matamoros”? Simplemente pone Monterrey, N. L., México. Es lo que usted autoriza.

Colosenses 3:16, “cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” – autoriza el cantar y excluye instrumentos de música.

Es imposible aprender la voluntad de Dios por lo que NO DICE. La aprendemos por lo que DICE, no por lo que NO DICE.