El Fruto Del Espíritu - Gálatas 5:22,23

Introducción:

     A. Rom. 8:9 "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él". ¿Cómo sabemos si el Espíritu mora en nosotros? ¿Cómo sabemos si "tenemos" el Espíritu de Cristo?

     B. Efes. 5:18 "sed llenos del Espíritu". ¿Cómo sabemos si estamos llenos del Es­píritu?

     C. Mat. 7:20 "Por sus frutos los cono­ceréis". Si no llevamos el fruto del Espíritu, es obvio que el Espíritu no mora en nosotros. Si no llevamos el fruto del Espíritu, es obvio que no estamos llenos del Espíritu. ¿Para qué hablar de poseer el Espíritu, o de que el Espíritu mora en nosotros, etc. si no llevamos el fruto del Espíritu?

     D. Cada una de las características siguientes son características divinas. Si poseemos y practicamos estas cualidades, somos participantes de la naturaleza di­vina (2 Ped. 1:4), somos hijos (imitadores) de Dios (Mat. 5:45; Efes. 5:1,2); somos en verdad el pueblo de Dios (1 Ped. 2:10).

     -- "Amor".

     A. El encabezamiento de la lista de cualidades divinas es el amor, porque:

         1. Dios es amor, 1 Jn. 4:8.

         2. "El mayor de ellos es el amor", 1 Cor. 13:13.

3. El amor es el cumplimiento de toda la ley (Mat. 22:40; Rom. 13:10; Gál. 5:14). Si nos amamos unos a otros, no haremos las obras de la carne (Gál. 5:19-21). Tales cosas serán eliminadas de nuestra vida por el amor.

        4. Cuando somos tentados por las cosas carnales, el amor es la "salida" que Dios provee (1 Cor. 10:13).

        5. El amor es el vínculo que une las demás virtudes (Col. 3:12).

     B. Cristo no inventó la palabra "amar" (agapao), pero sí le dio una nueva definición, un nuevo significado.

         1. Cuando Cristo vino al mundo la palabra "amar" se usaba en el mundo grecorromano en forma muy limitada. Los filósofos griegos enseñaban que el objetivo supremo del ser humano es la tranquilidad, y que para lograrla uno debe ser independiente (autosuficiente) y no preocuparse por otros. Según esta filosofía, cuando uno se involucra en los problemas de otros, pierde su propia serenidad; por eso, no conviene hacerlo.

   2. Por lo tanto, los únicos que de­berían ser amados, según los filósofos paganos, eran los que merecían el amor, los amables, los deseables, los atractivos.

   3. Pero Cristo introdujo al principio de su ministerio (en el sermón del monte) un nuevo concepto. Dijo que debemos amar aun a los enemigos (Mat. 5:44-48). Nuestro amor debe ser como el de Dios para que seamos imitadores (hijos) de El. "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Rom. 5:8).

     C. El amor es fruto del Espíritu. El Espíritu produce y lleva este fruto en nuestra vida si estamos llenos del Espíritu (Efes. 5:18), si El mora en nosotros (tiene control de nuestra vida) (Rom. 8:9). El que no ama a su hermano no está bajo el con­trol del Espíritu el cual nos dirige a través de su palabra.

    
-- "Gozo".

     A. El gozo es el ambiente en el cual vivimos si somos cristianos. Es como el aire que respiramos. Es una constante en la vida del cristiano, y no cosa pasajera o eventual.

     B. La carta de Pablo a los filipenses es un estudio hermoso del gozo verdadero. Pablo, preso en Roma, escribe esta carta que menciona el gozo y el regocijo algunas 16 veces.

         1. Habla de un gozo que no depende de circunstancias favorables. No depende de la aceptación de los hombres. No de­pende de tener buen empleo, buena casa, buen automóvil, buena salud, etc.

         2. Es un gozo indestructible.

     C. El evangelio produce gran gozo. "No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo" (Luc. 2:10).

          1. Da gozo escucharlo. Da gozo obedecerlo. Da gozo predicarlo.

     2. Produce gozo porque hace posible la comunión con Dios y con hermanos fieles.

          3. Hay mucho gozo en tener comu­nión (participación) en la predicación del evangelio (Fil. 1:3-5; 4:14-18).

          4. En este contexto, la palabra gozo se refiere principalmente al gozo de buenas relaciones con hermanos.

     D. El cristiano se regocija aun en tribulación (Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10; Sant. 1:2-4).

E. Las obras de la carne traen pura miseria. Considérese bien la lista de las obras de la carne (Gál. 5:19-21) y pregún­tese: ¿Estas cosas traen gozo verdadero o traen miseria? El origen de la palabra "pasión" es "sufrir".

    1. Los que poseen y practican tales cosas cometen diariamente actos de vio­lencia y de desesperación, debido a la miseria (enfermedad) que hay en su corazón (intelecto, voluntad, emociones), y luego en su conducta.

     2. Tal miseria no existe en la vida del cristiano. Son "sanos".

     -- "Paz".

     A. Aunque la Biblia habla mucho de la paz con Dios (Rom. 5:1), en este contexto Pablo se refiere a la paz con hermanos (que seguramente se basa en la paz con Dios). La palabra "paz" describe la perfección de la unidad entre hermanos. Si están en perfecta paz, están perfectamente unidos (1 Cor. 1:10; Juan 17:21-23).

     B. Si tenemos paz en la iglesia, la ten­dremos también en el hogar.

     C. Cuando Cristo vino al mundo había mucha enemistad entre varios grupos de personas: entre judíos y samaritanos (Juan 4:9), entre judíos y gentiles (Hech. 10:28), entre griegos y bárbaros (sabios y no sabios) (Rom. 1:14), entre ricos y pobres (Sant. 2:1-13).

D. Cristo vino para destruir toda forma de enemistad y unir a todos en un mismo cuerpo (Efes. 2:14-16).

     E. Dice Pablo en Efes. 4:3 "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz".

     F. Pero tal parece que había mucha enemistad entre los hermanos de Galacia. "Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros" (5:15); "No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros" (5:26).

     G. En este contexto, pues, la paz forma contraste con "enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, etc."

     -- "Paciencia" (makrothumia)

     A. Hay dos palabras griegas que se traducen "paciencia".

     1. La palabra hupomone se refiere a la paciencia bajo pruebas.

          2. La palabra makrothumia, longa­nimidad, significa tolerancia, clemencia (Vine). Dice este autor, "Trench (Synonyms) y Abbot-Smith (Lexicon) afirman que hupomone expresa paciencia ante la adversidad, en tanto que makrothumeo expresa paciencia ante per­sonas hostiles" (así se usan en general aunque hay excepciones).

     3. También define la longanimidad como "aquella cualidad de autoenfrenamiento ante la provocación que no toma represalias apresuradas ni castiga con celeridad; es lo opuesto de la ira y se asocia con la misericordia... La paciencia es la cualidad que no se rinde ante las circunstancias ni sucumbe ante la prueba; es lo opuesto a la desesperanza y está asociada con la esperanza".

4. El Sr. Vine cree que la palabra makrothumia debe ser traducida "longanimidad" en lugar de "paciencia". Así es en Rom. 2:4, como cualidad de Dios, y debemos poseer la misma cuali­dad.

    B. La longanimidad es necesaria para perdonar. Los que no quieren perdonar no poseen esta cualidad.

    C. Col. 3:12-14 describe el "uniforme" del cristiano. Nos dice cómo vestirnos.

        1. ¿Qué debo llevar al culto? ¿A la clase bíblica? ¿A la junta de varones? ¿Cuando hago visitas? ¿En el trabajo? etc.

        2. "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable mi­sericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia (longanimidad), soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si al­guno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así tam­bién hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto".

     D. Obsérvese bien el contraste entre las obras de la carne (enemistades, pleitos, celos, envidias, amargura, resentimientos, rencor, etc.) y amor, gozo, paciencia (longanimidad) que son el fruto del Es­píritu.

     -- "Benignidad".

     A. La palabra "benignidad" describe una cualidad de carácter. Es dulzura de temperamento, genio agradable, carácter inofensivo.

     B. Rom. 2:4, es cualidad de Dios. "¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ig­norando que su benignidad te guía al arrepentimiento?"

     C. Efes. 4:32, por lo tanto, debe ser cualidad nuestra: "Antes sed benignos unos con otros misericordiosos, per­donándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". Es obvio aquí que la benignidad es una disposición de corazón que nos mueve a ser misericordiosos y perdonarnos unos a otros. Los que no quieren perdonar no son benignos.

     D. Los que no son benignos no están llenos del Espíritu (Efes. 5:18).

     E. El Espíritu no mora en los que no son benignos (Rom. 8:9).

F. Col. 3:12 "Vestíos, pues, como es­cogidos de Dios...de benignidad, de humildad, de mansedumbre..." La benig­nidad es compañera íntima de la humildad y mansedumbre. Los que no perdonan son orgullosos, llenos de soberbia.

     -- "Bondad".

A. La "bondad" es cualidad de con­ducta. Indica acción. El hermano bondadoso es benigno, bueno, amable, y lo expresa en su conducta bondadosa.

            B. El hermano bondadoso es ge­neroso, magnánimo, no mezquino en sus relaciones con hermanos y otros.

     C. Rom. 15:14 "Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad..."

     D. Desde luego, es característica de Dios. Dios siempre es "bueno" con todos. Es perfecto en Su bondad para con todos.

     -- "Fe" ("Fidelidad", BAS).

     A. La palabra traducida "fe" (pistis) también se traduce "fidelidad"; depende del contexto. En este contexto debe ser "fidelidad", porque Pablo habla de buenas relaciones entre hermanos.

     B. Significa "fiabilidad, p.e., Mat. 23:23; Rom. 3:3, "la fidelidad de Dios"; Gál 3:22, "fidelidad", RVR77; Tito 2:10, "fieles" (Vine).

     C. No se refiere, pues, a la fe subjetiva (la fe que uno tiene en Dios), sino el resul­tado de esa fe, la lealtad. Para que haya la unidad enseñada por el Espíritu Santo es imperativo que todos los miembros sean fieles, confiables, y responsables.

     D. La "fidelidad" forma contraste con "la conducta de animales": "si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros" (Gál. 5:15).

     E. El hermano o la hermana fiel no cometerá adulterio, ni tendrá celos. Evitará todas las obras de la carne, sean de carácter y pensamiento o de acción.

     -- "Mansedumbre" (prautes).

     A. Para entender una palabra ayuda mucho observar ejemplos de ella: Moisés

era hombre muy manso (Núm. 12:3). Cristo dice (Mat. 11:29) "soy manso y humilde de corazón". Es preciso entender la palabra a la luz de los ejemplos de Moisés y Jesús.

     B. Es difícil, como observa el traduc­tor del diccionario de Vine, expresar esta palabra en castellano, "porque el término comúnmente usado, mansedumbre, sugiere debilidad y pusilanimidad en mayor o menor grado, en tanto que prautes no lo denota en absoluto ... la mansedumbre manifestada por el Señor y recomendada al creyente es resultado de poder ... la mansedumbre es lo opuesto a la afirmación propia y al propio interés; es una ecuanimidad de espíritu que ni se en­tusiasma ni se deprime, simplemente porque no se ocupa en absoluto del

propio yo".

     C. Otros textos que usan esta palabra son: 2 Cor. 10:1; Tito 3:2; Col. 3:12; 1 Tim. 6:11; 1 Cor. 4:21; Gál. 6:1; 2 Tim. 2:25; Sant. 1:21.

     D. La mansedumbre implica fuerza. No tiene que ver nada con debilidad ni cobardía. Para ser manso uno tiene que ser fuerte, pero usa de ternura (1 Tes. 2:7,11; 2 Tim. 2:24).

     -- "Templanza" ("dominio propio", BAS).

     A. La "templanza" es una parte básica del dominio propio. Se enseña en varios textos, tales como 1 Cor. 9:25, "de todo se abstiene". Pero la palabra empleada aquí por Pablo significa más bien el dominio propio, concepto más amplio que el mero abstenerse del mal. Significa dominar y controlar la vida, no sólo suprimir el mal, sino también practicar el bien.

     B. Hech. 24:25 "Al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó". La Versión Valera Revisada (1960), la que se usa en este estudio, dice "dominio propio" en lugar de templanza en este texto. Tam­bién en 2 Ped. 1:6.

     C. El dominio propio es la base o la raíz de la mansedumbre. Si no hay dominio propio, no habrá mansedumbre.

     D. El dominio propio es la victoria sobre el egoísmo (2 Tim. 3:2).

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