(2 Cor. 8:1-9)
Ver. 1 -- "os hacemos saber la
gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia".
A. ¿De qué está hablando? ¿Qué tiene
que ver la gracia con el ofrendar?
B. Ver. 7, "como en todo abundáis,
en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor
para con nosotros, abundad también en esta gracia".
C. El ofrendar es un privilegio, es
una bendición de Dios, es el favor, la gracia de Dios.
1. Es un ejercicio espiritual que
nos bendice ricamente, Hech. 20:35.
2. Pablo no quería empobrecer a los
macedonios, sino enriquecerlos. Véase Fil. 4:17, "busco fruto que
abunde en vuestra cuenta".
3. Todo el servicio nuestro, todo lo
que hacemos en el servicio de Dios, incluyendo el ofrendar, es una
bendición de Dios para nosotros mismos.
4. Cuando ofrendamos, no estamos
llenando la canasta de Dios, sino que Dios está llenando la canasta
nuestra. El ofrendar nuestro es don de Dios para nosotros, una
verdadera bendición para nosotros.
D. Dios quiere enriquecernos. Sant.
1:9, "El hermano que es de humilde condición, gloríese en su
exaltación". 2 Cor. 8:9 Cristo se hizo pobre para que nosotros con
su pobreza fuésemos enriquecidos.
1. Mat. 6:19, 20 Dios nos permite
depositar nuestro dinero en el banco de El.
2. 1 Tim. 6:17, 18, "atesorando para
sí buen fundamento para lo por venir".
E. Al parecer, algunos hermanos no confían en la gracia de dar.
1. Hablan del diezmo, diciendo que
el judío dio el diezmo, y no debemos dar menos que ellos, etc. Pero
el judío no dio sino pagó el diezmo. Era un impuesto para sostener a
los levitas que eran jueces, magistrados, maestros, oficiales y
líderes no solamente religiosos sino también civiles. El diezmo de
la ley de Moisés corresponde a nuestro "income tax" (impuesto sobre
el salario).
2. Aparte de pagar el diezmo, los
israelitas ofrendaban, voluntariamente, al igual que nosotros.
3. Los sectarios exigen el diezmo,
establecen cuotas, hacen ventas, etc. porque no aceptan "la gracia
de dar" corno el plan de Dios.
Ver. 2 -- "en grande prueba de
tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad".
A. ¡Qué combinación maravillosa de
factores o elementos! De la tribulación más el gozo más la pobreza
resulta la generosidad. ¿Podemos sumar de esa manera? ¡Qué
matemática más impresionante!
1. Muchos dirían hoy en día que
debido a la tribulación y pobreza no pueden dar nada. Dirían que en
lugar de dar deberían recibir de otros.
2. Pero estos hermanos macedonios,
en medio de la tribulación y pobreza, querían dar, querían
participar en esta ofrenda para los santos pobres de Jerusalén.
B. ¿Cómo es posible hacer tales
sacrificios y hacerlo con gozo?
1. Los israelitas lo hicieron. 1
Crón. 29:9, 21, 22; Neh. 12:43.
2. Jesucristo lo hizo. Heb.12:2.
3. Los padres, mayormente las
madres, se sacrifican mucho por los hijos, con gozo.
4. Mat. 13:44-46. Es cuestión de
hacer sacrificio por algo muy importante.
C. ¿Qué significa la "generosidad"?
Viene de la palabra HAPLOTES.
1. En Mat. 6:22 esta palabra se
traduce "bueno" ("si tu ojo es bueno"). En inglés se traduce
"singular".
2. En Efes. 6:5 se traduce
"sencillez", que significa "singular".
3. En 2 Cor. 11:3 se traduce
"sincera fidelidad".
4. Es decir, si nuestro corazón es
"bueno" (saludable, BAS), si hay "sencillez de corazón", y si hay
"sincera fidelidad", daremos generosamente o con liberalidad de
acuerdo con lo que Dios nos haya prosperado.
5. Dios conoce y se fija en el
corazón. Pablo no está recaudando fondos solamente, sino que está
haciendo crecer a los cristianos. Nos está preparando para el cielo.
Ver. 3 -- "han dado conforme a sus
fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas".
A. Según la enseñanza de "la gracia
de dar" los hijos de Dios no son forzados o empujados a ofrendar
("no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dado
alegre", 2 Cor. 9:7). En una congregación donde se oyen hasta
regañadas para aumentar la ofrenda, algo está mal. Obsérvese bien
este caso de los macedonios.
B. Otros casos: Hech. 2:44, 45;
4:32-37; 11:27-30; Mar. 12:41-44. Todos estos dieron conforme a lo
que tenían, o más allá de sus fuerzas (como la viuda, los hermanos
de Jerusalén dieron todo). Todos dieron con alegría.
Ver. 4 -- "el privilegio de
participar en este servicio para los santos".
A. "participar", tener comunión o
tener parte significan lo mismo. Por lo tanto la ofrenda -- al igual
que la cena -- es "comunión".
B. "pidiéndonos con muchos ruegos
que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio
..." Ellos querían tener parte; querían tener comunión en este acto.
Querían participar. No querían ser excluidos.
1. Recuérdese que Pablo habla de "su
profunda pobreza" y de su "grande prueba de tribulación". ¿Están
obligados los pobres a ofrendar? Estos pobres no lo veían como
obligación, sino como privilegio y bendición.
2. ¿Están obligados los pobres a
cantar, a orar, a tomar la cena? Dirían, "no queremos ser excluidos
del culto, de estas bendiciones". Así decían los macedonios en
cuanto a la ofrenda. Querían participar en toda bendición.
3. Los más pobres deben reconocer
que el ofrendar, al igual que la cena, es comunión. Desde luego,
Pablo dice "cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay
la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según
lo que no tiene" (2 Cor. 8:11, 12).
4. Pero los más pobres, si son
fieles, querrán participar en la ofrenda.
C. La palabra "participar" viene de
la palabra KOINONIA. Es la misma
palabra que se traduce "comunión" en 1 Cor.
10:16-21 (la cena).
1. También se encuentra en 2 Cor.
9:13 "contribución para ellos y para todos". La palabra
"contribución" es KOINONIA, comunión. Los hermanos
liberales dicen que la ofrenda es para los incrédulos y se basan en
este texto. La iglesia que da dinero de la ofrenda a los del mundo,
tienen comunión con ellos.
2. La palabra también se halla en
Fil. 4:14-16; se refiere a la comunión (ayuda económica) que
mandaban los filipenses a Pablo. Compárense 1 Cor. 9:14; 2 Cor.
11:8.
V 5 -- "a sí mismos se dieron
primera-mente al Señor ... "
A. ¿Cuánto debemos ofrendar al
Señor? Aquí está la respuesta.
B. Cristo dio todo, 2 Cor. 8:9; los
apóstoles dejaron todo, Mat. 19:27; los cristianos primitivos (de
Jerusalén) vendieron todo, Hech. 2:44, 45; 4:32-37.
C. Cristo requiere todo. Luc. 14:33;
9:57-62, en este texto la palabra "primero" es el punto clave;
algunos querían hacer otras cosas primero; querían poner a Cristo en
segundo lugar.
D. Pero no olvidemos la lección: La
gracia de dar.
1. Dios no es pobre; no es un
mendigante. Sal. 50:10-12.
2. 1 Crón. 29:14, "¿quién soy yo, y
quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrendar voluntariamente
cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te
damos".
3. Si alguien dice, "Pero yo gané
muy poquito esta semana". Dios lo sabe (Hech. 11:29, "conforme a lo
que tenía", 2 Cor. 8:12). Pero pregúntese: ¿de dónde recibí la vida,
la salud, la fuerza, el empleo, etc. para ganar aun este poco que
gané? Si el Señor me prosperó poco, de ese poco quiero darle.
V 8, 24 -- "para poner a prueba ...
la sinceridad del amor vuestro ... mostrad la prueba de vuestro amor". Nuestra ofrenda demuestra nuestro amor.
V 9 -- "la gracia de nuestro Señor
Jesucristo ... se hizo pobre ..." Siendo rico se hizo pobre para
enriquecemos; se humilló para exaltamos, sufrió una muerte
vergonzosa para glorificamos. Vino a la tierra para que podamos ir
al cielo.
Conclusión:
A. Es muy importante aprender la "gracia
de dar" para agradar a Dios.
B. Dios quiere bendecimos. Nosotros
mismos establecemos los límites de las bendiciones de Dios para
nosotros. 2 Reyes 4:1-3; Mal. 3:10; 2 Cor. 9:8-11. Si sembramos poco,
segaremos poco.
C. Por lo tanto, dejemos de sembrar
escasamente. Dejemos de sembrar con tristeza. Dejemos de ofrendar
por necesidad. Dios ama al dador alegre.