¿Puede usted recomendar su propia conducta como ejemplo para otros?
Esta sencilla pregunta merece mucha consideración. Un vendedor de cierta marca de automóvil tiene que recomendarlo con entusiasmo si espera venderlo. El predicador recomienda el evangelio esperando convencer a los que le escuchan. Todo cristiano hace lo mismo. La actitud del cristiano se expresa en Sal. 66:l6, "Venid, oíd ... Y contaré lo que ha hecho a mí alma". Pablo dice, "Creí, por lo cual hablé" (2 Cor. 4:l3). Debemos recomendar de todo corazón a otros lo que creemos y practicamos nosotros.
¿Puede usted recomendar a otros la clase de vida que usted lleva? ¿Es su vida un ejemplo como usted mismo quiere que sea? Si usted toma, ¿puede recomendarlo a sus hijos o a otros? Si usted maldice o miente, ¿puede recomendar a sus hijos que sigan su ejemplo? Si usted es indiferente hacia Cristo y la iglesia, ¿es esta actitud la que usted recomienda a otros? Si usted nunca lee la Biblia y la tiene en poco, ¿recomienda usted la Biblia como Libro que merece la atención de otros?
Dudo que mucha gente recomiende a otros la clase de vida que ellos mismos llevan. Dicen algunos, "Yo fumo, pero no quiero que mis hijos fumen". Hay personas que son miembros de iglesias sectarias -- mayormente de la Iglesia Católica Romana -- que no recomiendan su religión a otros. Ellos mismos se quejan de varias prácticas que no son bíblicas, como también de la conducta de sus líderes, etc. No la recomiendan a nadie. Conozco a un señor luterano que me cuenta varios errores de esa iglesia y cita Biblia para dar prueba. El sigue como miembro de esa iglesia, pero no la puede recomendar a otros. Es hombre muy descontento con su religión.
Hay muchas religiones, pues, que no son dignas de ser recomendadas, pero lamentablemente hay hermanos que tampoco pueden recomendar su conducta a otros.
Al Estudio Anterior: ¿Cuál? | Al Siguiente Estudio: Cuídate de no olvidarte de Jehová |