Si El Grano De Trigo No Cae En La Tierra Y Muere, Queda Solo

Juan 12:23-26

Introducción:

     A. Jn. 2:4 "no ha llegado mi hora". Jn. 7:30 "Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora" (véase 8:20).

     B. Pero: "Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado". Jn. 13:1 "sabiendo Jesús que su hora había llegado...” Jn. 17:1 "Padre, la hora ha lle­gado". Luc. 22:53 "Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no ex­tendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas".

     C. En Jn. 12:23-26 habla de la hora (el tiempo) de ser entregado. Prepara a Sus apóstoles para esa hora. Explica por qué Su muerte era necesaria.

I. El Grano De Trigo Tiene Que Caer En La Tierra Y Morir.

A.   Cualquier semilla tiene que "morir" para producir una planta.

     B. Se siembra en la tierra, se co­rrompe; no se ve; parece que se acaba.

     C. Pero hay una maravillosa vida nueva que brota de la semilla muerta. Mar. 4:27,28, "la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, des­pués grano lleno en la espiga". Los más eruditos científicos no pueden explicar el proceso.

     D. Pero todos sabemos que la semilla tiene que caer en la tierra y morir para llevar mucho fruto, para que haya olas de grano dorado en un mar de trigo. ¿Cuál es mejor o más bonito, el grano solo sobre la mesa, o la cosecha que puede producir si cae en la tierra y muere?

     E. La muerte del grano de trigo es indispensable. De otro modo, queda solo. Puede ser una semilla bonita, pero queda sola, no produce nada si no muere.

II. Así También Cristo Tuvo Que Morir.

     A. El vino al mundo para dar Su vida: "pongo mi vida, para volverla a tomar"

(Jn. 10:17).

     B. Mat. 16:21 "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y pade­cer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día". ¿Por qué le era necesario?

          1. Luc. 24:44 Necesario para cumplir lo que fue escrito de El en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

          2. 1 Ped. 1:18 Necesario para re­dimirnos.

     3. Hech. 20:28 Necesario para com­prar Su iglesia.

          4. Heb. 2:10 Necesario para llevar muchos hijos a la gloria.

     C. La ilustración del grano de trigo es una comparación sencilla y clara de la necesidad de la muerte de Jesús.

III. La Muerte Física Es Necesaria Para Que Haya Una Resurrección.

A.   A menos que el Señor venga primero, 1 Tes. 4:17.

     B. 1 Cor. 15:35-44 emplea la misma figura para ilustrar la resurrección. El cuerpo físico es como un grano de trigo.

         1. "lo que tu siembras no se vivifica, si no muere antes".

    2. "lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo".

    3."Se siembra en deshonra, resuci­tará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual".

     C. Esta hermosa comparación nos ayuda a comprender la resurrección. La muerte es un proceso natural. Es como sembrar semilla, para que salga una vida mejor (incorruptible, con gloria y poder).

IV. Debemos Caer Y Morir Figurada­mente También.

     A. Jn. 12:25, "El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará".

B. Mat. 10:39, "El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará".

     C. Mat. 16:24, "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame".

     D. Rom. 12:1,2; 2 Cor. 8:5; Gál. 2:20. Debemos caer en la tierra y morir figuradamente para que haya una vida nueva, una vida productiva, fructífera.

     E. Debemos caer en la tierra y morir:

          1. Por nuestros hijos, Efes. 6:4; Col. 3:21.

          2. Por nuestros hermanos, 1 Jn. 3:16-18; Sant. 2:14-18.

          3. Por los perdidos, Luc. 15:4; Sant. 5:19,20.