¿Qué Dicen Los Hombres De Cristo?

Mat. 8:27; 16:13

I. La Desaprobación.

A.     "Este blasfema", Mat. 9:3.

B.     "Comilón, bebedor de vino", Mat. 11:19.

C.     "Este no echa fuera demonios sino por Beelzebú", Mat. 12:24.

D.     "Está fuera de sí", Mar. 3:21.

E.      "Demonio tienes", Jn. 7:20.

F.      "Eres samaritano, tienes demonio", Jn. 8:48.

G.     Desprecio y burla, Mat. 27:28-31.

H.     Los judíos lo rechazaron (1) porque era demasiado humilde, era de Nazaret, siendo hijo de un carpintero, etc.; (2) porque El no era la clase de Mesías que esperaban; (3) porque El condenó su hipocresía; y (4) por la envidia.

I. Hoy en día muchos hombres despre­cian a Cristo: lo judíos todavía son incré­dulos; el "Cristo" del catolicismo es anémico (no sirve como su único Me­diador e invocan a María y los "santos"; tampoco sirve como la única Cabeza de la iglesia, pues el "Papa" lo es aquí en la tierra); un gran porcentaje de los predi­cadores sectarios son modernistas (niegan el nacimiento virginal, los milagros y la resurrección de Cristo); los "testigos" nie­gan su Deidad; los "apostólicos" niegan a Cristo siendo unitarios; algunos hermanos "conservadores" niegan la Deidad de Cristo, diciendo que cuando El estuvo en la tierra se había despojado de sus atribu­tos divinos.

J. Muchos hombres (varones) niegan a Cristo, diciendo que la religión de El es para las mujeres y niños.

II. La Aprobación.

A.     "Venido de Dios", Jn. 3:2.

B.     "Me ha dicho todo cuanto he hecho", Jn. 4:29, 39.

C.     "Juan ... Elías ... alguno de los profe­tas", Mat. 16:14.

D.     "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente", Mat. 16:16.

E.      "Hijo de David" (equivale a Mesías), Mat. 21:9.

III. La Confesión.

A.     Por Dios, Mat. 3:17; 17:5.

B.     Por Gabriel, Luc. 1:31-33.

C.     Por los hombres: Mat. 16:16; Jn. 1:29, 41-49; 6:66-69; 11:27; 20:27, 28; Hech. 8:37; 1 Tim. 6:12.

IV. Cristo Es:

A.     Dios, Mat. 1:23; Rom. 9:5; Tito 2:13; 2 Ped. 1:1.

B.     Señor y Cristo, Hech. 2:36.

C.     Señor de todos, Hech. 10:36.

D.     Nuestro único Mediador, 1 Tim. 2:5.

E.      Nuestro Sumo Sacerdote, Heb. 4:15.

F.      Nuestro Abogado, 1 Jn. 2:1,2.

G.     La propiciación (expiación) por nuestros pecados, 1 Jn., 2:2; 4:10.

H.     El Juez de todos, Hech. 17:31. 1. La Puerta, Jn. 10:9.

J.     El Buen Pastor, Jn. 10:11.

K.  El Camino, la Verdad, la Vida, Jn. 14:6.

L.   El Pan de vida, Jn. 6:35.

M. El Profeta anunciado por Moisés, Hech. 3:22, 23.

N. Señor de señores y Rey de reyes, Apoc. 17:14.

V. Debemos Confesarle Y No Negarle.

A.     "También le confesaré ... también le negaré", Mat. 10:32, 33.

B.     "Se avergonzará de él el Hijo del Hombre", Mar. 8:38.

C.     Los padres del ciego no querían con­fesarle, Jn. 9:22.

D.     Los gobernantes no querían confe­sarle", Jn. 12:42.

E.      José de Arimatea era discípulo "pero secretamente", Jn. 19:38.

F.      Pablo no se avergonzó del evangelio, Rom. 1:16.

G.     "No nos ha dado Dios espíritu de cobardía", 2 Tim. 1:7.

H.     "Ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará", Rom. 14:11.

Conclusión:

A.       ¿Qué pensamos de Cristo? ¿Qué decimos de Cristo?

B.        Pilato preguntó, ¿qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?" Mat. 27:22. ¿Cómo contestamos esta pregunta nosotros?"

C.       Otra pregunta importante: "¿Qué hará Jesús de nosotros?"

 

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