Dios mora en nosotros
I. Somos la casa de Dios.
A. "Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros" (Heb. 3:6).
B. Somos "casa espiritual" (1 Ped. 2:5).
C. "La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15).
D. "En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu" (Efes. 2:22).
II. Meno, permanecer, morar, (no visitar).
A. Dios mora o permanece en nosotros. "Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él" (1 Jn. 3:24; 4:13-16). Esta bendición -- comunión con Dios -- es condicional: si guardamos sus mandamientos; si la palabra de Dios permanece en nosotros (1 Jn. 2:14); si la verdad permanece en nosotros (2 Jn. 2:2).
B. Cristo mora o permanece en nosotros. "El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él" (Jn. 6:56; 15:4). Esta bendición -- comunión con Cristo -- es para los que comen su carne y beben su sangre, es decir, los que vienen a El y creen en El (Jn. 6:35, 40). "Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros" (1 Jn. 2:24).
C. El Espíritu Santo vendría para morar o permanecer en los apóstoles. "Mora con vosotros" (Jn. 14:17).
D. "¿Cómo mora el amor de Dios en él?" (1 Jn. 3:17). El amor de Dios debe morar en nosotros si amamos a los hermanos.
E. "Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor" (Jn. 15:10).
F. Todo esto es condicional
III. Oikeo morar, habitar. El sustantivo es oikos, casa.
A. "El Espíritu de Dios mora en vosotros" (Rom. 8:9, 11; 1 Cor. 3:16).
B. "El pecado que mora en mí" (Rom. 7:20),
IV. Enoikeo
A. "Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros" (2 Tim. 1:14).
B. "Vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos" (2 Cor. 6:16).
C. "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros" (Col. 3:16). Dios (Padre, Hijo, Espíritu Santo) mora en nosotros si la Palabra mora en nosotros.
D. "La fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también" (2 Tim. 1:5). Si la Palabra mora en nosotros, la fe también mora en nosotros.
V. Katoikeo, asentarse, fijar residencia. Sustantivo, katoikesis, morada, una habitación.
A. "Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones" (Efes. 3:17). Si habita Cristo por fe en nuestro corazón, tenemos comunión con El y El tiene control de nuestra vida.
B. "Donde está el trono de Satanás... donde mora Satanás" (Apoc. 2:13). Si habita Satanás en nuestro corazón, tenemos comunión con él y él controla nuestra vida.
Conclusión:
A. ¿Quién o qué mora en nosotros?
B. Al hablar de nuestro corazón ¿quién dice "esta es mi casa" (como el demonio dijo, "volveré a mi casa", Mat. 12:44).
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