Debemos restaurar al hermano descarriado

Gálatas 6:1,2

Introducción:

    A. Gál. 6:1,2 es un texto muy importante para los que aman a sus hermanos en Cristo que están descarriados, y se preocupan por ellos.

    B. Este es un tema importante, muy serio: el cuadro del hermano descarriado no es un cuadro agradable: su sal ha perdido su sabor ... su luz se ha apagado ... ha vuelto al camino ancho ... ahora edifica su casa sobre la arena ... ha desamparado a sus compañeros en el Señor ... ya no lleva fruto bueno sino fruto vergonzoso (Rom. 6:21) ... otra vez es una oveja perdida, es como el dinero perdido y el hijo pródigo (Luc. 15) ... es como las cinco vírgenes insensatas ... esconde su talento ... dejó de correr la carrera ... ya no pelea la buena batalla ... es como el perro que volvió a su vómito y como la puerca lavada que volvió a revolcarse en el cieno.

    C. "Si alguno fuere sorprendido en alguna falta".

        1. 1 Jn. 2:1 lo que el individuo debe hacer cuando peca. "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo".

        2. Gál. 6:1,2, lo que los demás miembros deben hacer cuando algún hermano peca.

    D. ¿Qué hacer, pues, con él? ¿Cuál es nuestra obligación? ha caído ... anda cojo ... ¿debemos amputar la pierna quebrantada? Heb. 12:12,13 "Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado"... el soldado que ha caído en batalla no es fusilado por ser herido. Lo necesario es enderezar y unir el hueso fracturado (significado de la palabra "restaurar") "un miembro dislocado del cuerpo espiritual" (Vine). Debe ser  sanado, no amputado.

    E. Es una obra muy importante. Sant. 5:19, 20, "Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino". ¿Qué hace? ¿Qué tan importante es esta obra? salva de muerte un alma y cubre multitud de pecados. ¿Cómo los cubre? No con excusas, no buscando pretextos, no emblanqueciendo los pecados, sino convenciéndolo que debe arrepentirse, confesar su pecado y volver al Señor.

I. Es importante estudiar el contexto de Gál. 6:1-3.

    A. Gál. 5:13, "servíos por amor los unos a los otros". El restaurar es un "servicio" muy importante.

    B. Gál. 5:14, "amarás a tu prójimo como a ti mismo". El restaurar es un acto de amor.

    C. Gál. 5:15, "pero si os mordéis o os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros". No murmurar, quejarse contra él, sino tratar de restaurarle.

    D. Gál. 5:16, "Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne". ¿Cuáles?  Gál. 5:19-21, las obras de la carne incluyen "enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones ... envidias". Existen relaciones pésimas entre muchos hermanos.

    E. Gál. 5:22, 23, el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe (fidelidad), mansedumbre, templanza (dominio propio). Todos deben esforzarse por tener una relación buena unos con otros. Rom. 12:10, "Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal".

    F. Gál. 5:26, "No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros".

    G. Ahora, Gál. 6:1, 2. Este texto nos da un ejemplo de la enseñanza de andar conforme al Espíritu y no conforme a la carne.

II. Los que son "espirituales" se dedican a restaurar a los hermanos descarriados.

    Estamos estudiando acerca de la obligación hacia los descarriados, pero primero debemos examinar nuestra propia vida para ver si estamos preparados y capacitados para hacerlo.

    A. ¿Quiénes son los espirituales?  

        1. Los espirituales no son los "emocionales" y "sentimentales", ni todo hermano que hable con tonos "espirituales", sino que son los que  escuchan al Espíritu Santo, los que son guiados por El.

        2. El Espíritu Santo mora o habita en los espirituales (Rom. 8:9; Efes. 5:18); los espirituales gozan de la comunión del Espíritu Santo (2 Cor. 13:14; Heb. 6:4,9). Son participantes de todas las bendiciones de la salvación, y de todos los privilegios de ser hijos de Dios. Los espirituales tienen fuerza espiritual.

        3. Gál. 5:22, 23, los espirituales llevan el fruto del Espíritu porque son guiados por el Espíritu, Rom. 8:14.

    B. Rom. 15:14,  Los que pueden exhortar, amonestar y restaurar son los hermanos maduros.

        1. Requisitos de la madurez: "Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros".

        2. Debemos Merecer el derecho de corregir y restaurar. Mat. 7:1-5, antes de quitar la paja del ojo del hermano debemos quitar la viga de nuestro propio ojo. No cualquier miembro, pues, debe restaurar al hermano descarriado, sino solamente los espirituales, maduros, y fieles. De otro modo, harán más daño y causarán tropiezos.

        3.  La palabra "Amonestación" significa "Una advertencia basada en la enseñanza bíblica", no en la opinión nuestra. Es necesario estar llenos de conocimiento.

    C. "Restauradle con espíritu de mansedumbre". La palabra "mansedumbre" no significa "timidez" ni "cobardía", sino la gentileza y ternura.

        1. 1 Tes. 2:7,11, "Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos ... como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros".

        2. 2 Tim. 2:24,25, "Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre, corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él".

        3. La actitud -- y aun el tono de la voz  -- es importante. El hipócrita puede fingir la piedad. Aunque dos hermanos digan las mismas palabras a un hermano descarriado, es posible que uno de ellos le ayude más que el otro por causa de su actitud.

    D. "Considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". 1 Cor. 10:12; Gál. 6:3; Rom. 12:3.

        1. Todo hermano necesita esta exhortación. Todos tropezamos a veces. Los hermanos más fieles tropiezan. El apóstol Pedro tropezó, los ancianos y diáconos y los evangelistas y otros miembros muy activos caen. Al oír que algún hermano fiel y activo ha caído decimos "es increíble". Pero no es imposible. Por lo tanto, "considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado".

        2. El diablo es muy astuto y bien sabe nuestras debilidades. Sabe cómo tentarnos. El hermano descarriado no es necesariamente  un hipócrita.

        3. Los que creen que no pueden caer son orgullos y están en gran peligro. Prov. 16:18, "Antes del quebrantamiento es la soberbia". Gál. 6:3 habla del tal.

III. La acción de restaurar al hermano descarriado debe ser apropiada.

    A. Es necesario ser imparciales, 1 Tim. 5:21, "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad".

    B. Pero no iguales todos los casos. Es necesario tomar en cuenta la actitud del hermano y las circunstancias que han contribuido a su pecado, para poder restaurarle.

        1. 1 Tes. 5:14.

           a. Los "ociosos" (indisciplinados, desordenados, según La Biblia de las Américas, texto y margen). Dice Vine, "ataktos, significa no mantenedor de un orden; era especialmente un término militar, que denotaba no mantenedor de su puesto, insubordinado". Los tales deben ser amonestados, y si no se arrepienten,  es necesario que la iglesia se aparte de ellos 2 Tes. 3:6,14.

           b. Los de poco ánimo, los desalentados, desanimados. Hay muchas causas del desaliento.

               1) Los hermanos viven y trabajan bajo mucha presión en su negocio, profesión o empleo; hay hermanas que tienen que resistir constantemente al marido incrédulo o infiel; los miembros están expuestos a las críticas y burlas (vituperios, Mat. 5:11) de familiares, vecinos o de los compañeros del trabajo; los jóvenes mundanos siempre están presionando a los jóvenes cristianos a conformarse a las costumbres mundanas.

               2). La televisión y las películas estimulan el apetito carnal y suprimen el apetito espiritual (Gál. 5:16). Sirven para meter la suciedad y la inmundicia en el hogar y en la mente de toda la familia. Véanse Fil. 4:8; Col. 3:16.

               3). Muchos miembros desalentados vuelven al mundo. Por eso, "animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis" (1 Tes. 5:11).

           c. Sostener a los débiles. Deben crecer, pero necesitan ayuda.

    C. Judas 22,23, "A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne". Es necesario tomar en cuenta las circunstancias del hermano descarriado para poder trabajar eficazmente para restaurarlo.

        1. ¿Dudan? convencerlos (con mucha enseñanza, exhortación y paciencia). Muchos jóvenes dudan porque todos los días en la escuela están expuestos a la enseñanza de la evolución y otros aspectos del humanismo. La mayoría de los maestros son mundanos.

        2. Hay miembros nuevos, tiernos, tímidos y callados; es necesario confirmarles en la fe. Dice Judas, "de otros tened misericordia con temor"; es decir, enseñarle y exhortarle con verdades que producen temor. Hay muchos textos muy apropiados para esto.

        3. Hay miembros rebeldes y endurecidos, y con ellos es necesario ser más agresivos. Como dice Pablo a Tito (1:13), "repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe". Dice Judas, "arrebatándolos del fuego"; ¿Debemos siempre usar lenguaje suave? No, porque hay miembros que  necesitan la amonestación fuerte.

        4. Pablo habla de su ternura (1 Tes. 2:7,11) y  habla de su severidad: 2 Cor. 13:10, "Por eso os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando esté presente, conforme a la autoridad que el señor me ha dado para edificación, y no para destrucción". Rom. 11:22, "Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios".

IV. ¿Debemos exhortar privada o públicamente?

    A. ¿Debemos exhortarle personal y privadamente?

        1. Mat. 5:23,24. ¿Por qué no nos entendemos? ¿Por qué hay tantos problemas y disgustos en la iglesia? ¿Hemos conversado con el hermano o a espaldas de él? ¿Queremos resolver el problema o siempre seguir quejándome y murmurando? ¿Obedecemos la enseñanza de Mat. 5:23,24 o la pasamos por alto?

        2. Mat. 18:15-17. El problema puede llegar a ser público, pero el texto se refiere a una ofensa personal que debe tratarse personalmente (la iglesia no debe darse cuenta). Si es necesario, llevar testigos (con la esperanza de que el problema se solucione y no llegue a ser más público). Por último, el asunto tiene que ser expuesto a la iglesia. Pero muchos desobedecen esta enseñanza. Frecuentemente el ofendido cuenta el mal a todo el mundo.

    B. Si el pecado es público, puede tratarse públicamente, y muchas veces debe tratarse públicamente.

        1. Hech. 18:25,26. En este caso era más juicioso hablar en privada con Apolos, pero no hubiera sido pecado exponer su error públicamente.

        2. Gál. 2:11, 14, Pablo dice acerca de Pedro: "le resistí cara a cara, porque era de condenar ... dije a Pedro delante de todos". Este texto se encuentra en la misma carta con la exhortación que estamos estudiando acerca del hermano descarriado (Gál. 6:1-3). ¿Siguió Pablo los tres pasos de Mat. 18:15-17? No, sino que expuso el pecado en ese momento delante de todos. ¿Qué hizo Pedro? ¿Inició una campaña de odio contra Pablo para arruinarlo? No, al contrario, Pedro habló después de Pablo como "nuestro amado hermano Pablo" (2 Ped. 3:16)

        3. Rom. 16:17. ¿Enseña Pablo que debemos exhortar privadamente al hermano que causa tropiezos con su doctrina errónea? No, su pecado es público y no tiene nada que ver con Mat. 18:15-17.

        4. 1 Cor. 5:1-5,112 Tes. 3:6,14. Estos casos no tienen nada que ver con la corrección privada, sino que requieren la acción pública de la iglesia.

Conclusión:

    A. Debe haber una relación , estrecha y buena entre hermanos. El amor sincero (la buena voluntad y el afecto hermanable, Rom. 12:10) Nos mueve a estar preocupados unos por otros (1 Cor. 12:25), a visitar a los hermanos débiles y desalentados, y a soportar unos a otros (Efes. 4:2,31,32). Los miembros de una congregación son una familia, y deben hacer todo lo posible por evitar ofensas y problemas en la iglesia. Los miembros no deben ser llevados por los sentimientos y resentimientos, sino que deben ser espirituales y maduros, dejando las niñerías y actitudes necias.

    B. 2 Cor. 6:12, "sois estrechos en vuestro propio corazón". Si no hay cabida en el corazón de algunos para el hermano débil y descarriado, deben tener cambio de corazón.

    C. "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo": "las cargas" son las tentaciones y pruebas. No seamos indiferentes unos hacia otros.

        D. Luc. 15 presenta claramente la actitud de Dios hacia el descarriado. Los fariseos y escribas creían que no valía la pena rescatar a los perdidos, Luc. 15:17-24, pero el Padre anhela el retorno de todos sus hijos, y les da una bienvenida de mucho amor y cariño aunque hayan malgastado la vida en una tierra lejana. Cuando éstos vuelvan, hay gran gozo entre los ángeles de Dios,  pero para el hijo mayor (los fariseos y escribas) el hijo pródigo no valía nada. ¿Cuál es la actitud de nosotros?