"Prosigo A La Meta"

Fil. 3:12-14

I. El Contexto.

A.   Pablo afirmó que no tenía confianza en la carne, Fil. 3:3-6. Confiar en la carne sería confiar en, dar importancia a esta lista de cosas mencionadas.

B.   Consideraba estas cosas como "pérdida" y basura" para ganar a Jesús, 3:7, 8.

C.   Pablo no procuraba su propia justi­cia; si hubiera confiado en las cosas men­cionadas en los versículos 5, 6, procuraría "su propia justicia" por la ley.

D.   Pero su meta era otra: quería estar en Cristo, resucitar con El, 3:8-11.

II. Olvidar Lo Que Queda Atrás, 3:13. De otro modo, hubiera sido imposible alcan­zarla.

A. Tenía que olvidar, porque si hubiera recordando lo que era y tenía y podría tener en el judaísmo, hubiera sido como los israelitas que sólo recordaban lo que dejaron en Egipto, Núm. 11:5, 6.

B. Así también nosotros: debemos olvi­dar el pasado; es decir, olvidar lo que de­jamos en la vida pasada (honor o re-conocimiento mundanos, ganancias mate­riales, placeres, etc.)

C. Es necesario olvidar los pecados perdonados, Heb. 8:12. Dios nos perdonó; por lo tanto, debemos perdonarnos a nosotros mismos en lugar de vivir afligidos por causa de ellos.

1.  Algunos no los sueltan. Los tienen muy vivos y presentes en la mente.

2.  Siguen con grande complejo de culpa, con mucho remordimiento.

3.  Debemos corregir lo que se puede corregir y luego olvidar el pasado.

D. También debemos olvidar ofensas pasadas. Es necesario perdonar a otros, para que Dios nos perdone a nosotros. No conviene guardar rencor, Efes. 4:31, 32. No debemos perdonar a alguien como si le hiciéramos un gran favor, porque de esa manera la persona perdonada queda de nuevo en deuda con nosotros.

E. Debemos olvidar los sufrimientos pasados. Algunos viven obsesionados con ellos.

1.  Aun los sufrimientos actuales no deben ser la obsesión de uno.

2.  Hay personas, hasta cristianos, que no hablan de otra cosa. Quieren mucha simpatía. Esta práctica es otra forma de egoísmo que busca una satisfac­ción carnal.

3.           Todos tienen problemas y sufrimientos (físicos, mentales); el cris­tiano no debe descargar siempre sobre otros sus propios sufrimientos.

4.           Pablo convirtió sus problemas en oportunidades, Fil. 1:12-14, y así debemos hacer nosotros.

5.           En esta misma carta habla mucho de gozo y de regocijarse (4:4).

III. Debemos Eliminar Y Evitar Los Afanes Si Queremos Alcanzar La Meta.

A.     Fil. 4:6, 'Por nada estéis afanosos"; Luc. 21:34; 1 Pet. 5:7.

B.     Busquemos el contentamiento ver­dadero, Fil. 4:11-13.

C.     Debemos cambiar nuestra reacción a los problemas. Los tranquilizantes no cambian las circunstancias de la vida del paciente, sino que cambian su reacción a ellas.

D.     Nadie puede lograr que nos enoje­mos, disgustemos o irritemos. Todo esto depende de nuestra reacción a lo que se diga o se haga.

E.      En la experiencia de Pablo había muchas cosas que podían irritarle o llenar su corazón con afán y ansiedad, pero léanse 1 Cor. 4:11-13 y Fil. 4:11-13.

IV. Pablo Siempre Tenía Su Corazón Fijo En La Meta, Fil. 3:14.

A.       Un blanco, un premio, una meta tiene una fuerza tremenda para atraernos y para estabilizamos, 1 Cor. 9:24-27; Heb. 12:1, 2 ojos puestos en Jesús.

B.        En los deportes, en la guerra y en nuestra carrera espiritual, tenemos en mente la meta, el premio. 1 Tim. 6:12 "echa mano de la vida eterna"; 2 Tim. 4:7, 8.

C.       Pero es urgente que nos concen­tremos en una cosa. "Una cosa hago ..." Fil. 3:13; Jn. 9:25 "una cosa sé"; Luc. 10:42 "sólo una cosa es necesaria".

V.       Debe Haber Un Deseo Ferviente De Ganar El Premio. Fil. 1:23, "muchísimo mejor".

A. Sal. 42:2 "Mi alma tiene sed de Dios"; Mat. 5:6 "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados"; Heb. 11:16, anhela­ban una patria celestial; Luc. 13:24, "esforzaos a entrar por la puerta angosta".

VI.    La Esperanza De La Salvación Es In-dispensable.

A.       Rom. 8:24, "en esperanza fuimos salvos"; 1 Tes. 5:8, "vestido con ... la es­peranza de salvación como yelmo". Debemos correr con la plena confianza de ganar.

B.        Los atletas que ganan son los que juegan con la verdadera esperanza de ga­nar. Esto importa mucho. Al leer Apoc. 21, 22, Mat. 25:34, y meditar sobre el hogar celestial, debemos mentalmente vernos a nosotros mismos en el cuadro.

Conclusión: Dar un resumen. Pablo tenía una meta; nosotros tenemos la misma meta.

 

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