Preguntas y respuestas
Ancianos
“¿Hasta qué punto deben sujetarse los miembros de una iglesia local a los pastores? Heb. 13:17”. Para contestar esta pregunta, preguntemos otra: ¿por qué escoge una iglesia a ciertos hermanos para ser sus pastores? La congregación misma escoge a sus pastores para ser sus obispos (supervisores o líderes), para dirigirla y para tomar decisiones por ella. Tales hermanos son seleccionados de acuerdo a los requisitos nombrados por el Espíritu Santo (1 Tim. 3:1-7; Tito 1:5-11) y, por eso, son hermanos fieles, maduros, respetados y dignos de pastorear el rebaño. Pastores fieles no tienen y no quieren señorío sobre la iglesia (1 Ped. 5:3), sino que quieren ser buenos ejemplos para los miembros y guiarles como los pastores guían sus ovejas. Toman decisiones por la iglesia, pero lo hacen después de tomar en cuenta (considerar) a los miembros; es decir, no toman decisiones arbitrarias. Las decisiones de tales hombres serán, pues, juiciosas y buenas para la iglesia. Por lo tanto, miembros fieles se someterán con todo gusto a todas las decisiones de sus pastores.
“Obedeced, sujetaos ¿a qué?” Sobre todo pastores fieles enseñan la sana doctrina, y exhortan, reprenden y amonestan para que todos los miembros la practiquen. Aun dirigen a la iglesia en el proceso de señalar a los incorregibles para que todos se aparten de ellos. Los pastores dirigen todo aspecto de la actividad congregacional: p. ej., con respecto a dónde reunirse, el horario, quiénes enseñarán, predicarán, dirigirán los otros actos de culto, el uso de la ofrenda, etc.
“Son ellos los únicos que deben predicar a la iglesia? 1 Ped. 5:2. Apacentad, cuidando de ella, a vuestro cuidado, sujetaos, ver. 3-5”. Obviamente ellos deben enseñar personalmente, pero cumplen con este mandamiento también al dirigir la enseñanza de la iglesia por medio de otros (predicadores y maestros).
“¿Qué hacen ellos con respecto a la ofrenda?” Ellos deben administrarla de acuerdo a las Escrituras, tomando en cuenta el juicio, el conocimiento y los deseos de la congregación. La palabra obispo significa supervisor (las dos palabras significan “ver sobre”); por eso, dirigen todo. Son los directores de la congregación.
“¿Ellos la tienen, o nombran a uno o más tesoreros? ¿Los tesoreros deben sacar dinero sólo con la autorización de ellos? O ¿con autorización de la iglesia?” Los ancianos pueden nombrar a uno o más tesoreros, pero los tesoreros pueden sacar dinero sólo con la autorización de los ancianos. Cuando los ancianos toman decisiones, las hacen por (de parte de) la iglesia. De esta manera, en realidad la iglesia lo hace, por medio de los ancianos que ha escogido.
“Si predican los no pastores, ¿quién hace el rol?” Los pastores. Esto es muy importante y es una de las bendiciones más grandes de tener ancianos. La obra principal de ellos es la de apacentar la grey; por eso, es necesario pues que tengan mucho cuidado en cuanto a los predicadores y maestros de la iglesia, no sólo para los servicios y clases de la iglesia, sino también para la enseñanza privada en los hogares.
“¿El evangelista tiene que estar sujeto a ellos? ¿o ellos al evangelista? Tito 1:5”. El orden lógico es que el evangelista obre en una localidad para convertir gente, establecer una congregación, confirmarla, con el tiempo escoger ancianos (Hech. 14:23), y luego repetir el proceso en otro lugar. Sin embargo, Pablo siguió trabajando con la iglesia en Efeso cuando ésta tuvo ancianos (Hech. 20:31). Desde luego, Pablo no estaba sujeto a los ancianos porque él era un apóstol inspirado. Sin embargo, en la actualidad el evangelista que opta por seguir trabajando con una iglesia con ancianos sí debe estar sujeto a ellos. Si alguna iglesia tiene evangelista ahora, es porque la iglesia (los ancianos o la junta de varones) lo ha invitado a trabajar con ellos. El evangelista predica la palabra con toda autoridad, pero no él sino los ancianos (o la junta) toman las decisiones con respecto a la propiedad de la iglesia, el horario para los servicios, el uso de la ofrenda, la selección de maestros, etc.
El evangelista fiel no quiere mandar. Es lo que él no quiere hacer, pues quiere más bien que la iglesia crezca para que pueda ser madura e independiente (completamente autónoma).
“¿Los establece sólo el evangelista, o con ayuda de la iglesia?” La iglesia escoge a los pastores, pues los miembros son los que los conocen y saben si califican o no. Desde luego, si el predicador tiene muchos años con la iglesia, él también los conoce, pero en cuanto a la selección de los ancianos y diáconos él trabaja con los demás miembros en el asunto. En cuanto a la ordenación formal, generalmente el evangelista se encarga.
“¿Quién va a considerar el testimonio de los de afuera? ¿la iglesia o el evangelista? O ¿los dos? 1 Tim. 3:7”. Este es el punto que enfatiza la participación de toda la iglesia en la selección de ancianos, pues los miembros son los que tienen contacto con los de afuera y saben la reputación de cierto hermano.
“¿Quién tiene autoridad, ellos o la iglesia, o los dos? Mt. 28:18; Efes. 1:20-22. Cristo tiene la total autoridad. ¿Ha delegado Cristo parte de autoridad a ellos? Obedeced, sujetaos, Heb. 13:17.” En cuanto a la doctrina, todos – ancianos, evangelistas, maestros y los demás – están sin autoridad alguna. Este punto es muy importante: los ancianos no tienen autoridad legislativa. Todos deben someterse a la autoridad de Cristo y enseñar y practicar solamente lo que las Escrituras autorizan.
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