Introducción.
A. Antes de estudiar el cap. 3, sería bueno repasar la historia de los capítulos 1 y 2. Después de perder a sus hijos y ganado (su riqueza), Job fue afligido físicamente. Ahora hay muchos remedios -- medicinas buenas -- para tales aflicciones que no existían en el tiempo de Job. Véase 2:7, 8. En su sufrimiento Job era un buen ejemplo de la paciencia o perseverancia; Sant. 5:11, "Habéis oído de la paciencia (firmeza) de Job, y habéis visto el resultado del proceder (fin) del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso".
B. Recuérdese lo que Satanás dijo no solamente acerca de Job, sino acerca de todos: "todo lo que el hombre tiene dará por su vida" (2:4). El libro de Job fue escrito para probar que lo que Satanás dijo es una mentira. Muchos han sufrido grandemente sin renunciar a Dios.
C. Ahora sigue el argumento del libro. Después de considerar el asunto por siete días Job habla. Se sentía solo y desamparado por Dios. Sus amigos no le podían ayudar. Su esposa le dijo: "Maldice a Dios y muérete", 2:9. Desde luego, muchos hombres hubieran hecho lo que ella recomendaba. Sin duda Satanás ansiosamente esperaba este momento con la esperanza de que Job renunciara a Dios, pero esperó en vano.
3:1 -- Después abrió Job su boca y maldijo el día de su nacimiento. Comúnmente celebramos el día de nuestro nacimiento -- nuestro cumpleaños -- con regocijo y festividad, pero Job lo maldijo. No era un día feliz para él, sino solamente le había traído angustia, porque prefería la muerte.
3:2, 3 -- Y Job dijo: Perezca el día en que yo nací, y la noche {que} dijo: "Un varón ha sido concebido."
A. Compárese Jer. 20:14-18. Job no era el único siervo de Dios que maldijo el día de su nacimiento.
B. Compárese también el caso de Elías, 1 Reyes 19:4; y de Jonás (4:3, 8, 9).
C. Sal. 89:47, "¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?"
3:4 -- Sea ese día tinieblas, no lo tome en cuenta Dios desde lo alto, ni resplandezca sobre él la luz.
Job sabía que Dios era el Creador del día y de la noche. ¿Por qué pues no eliminaba del calendario el día en que él nació, la noche en que se concibió? Dice lo mismo en el ver. 6: "no lo tome en cuenta ... no se cuente".
3:5 -- Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, pósese sobre él una nube, llénelo de terror la negrura del día. Sin luz los problemas no se pueden ver.
3:6 -- {Y en cuanto a} aquella noche, apodérense de ella las tinieblas; que no se alegre entre los días del año, ni se cuente en el número de los meses. Que siempre sea tinieblas y que no llegue a ser día (luz); que no se considere como parte de los días y meses del año, porque eso sería compartir la luz de ellos.
3:7 -- He aquí, sea estéril aquella noche, no entren en ella gritos de júbilo. Que nadie sea concebido en la fecha en que fui concebido. Por ejemplo, si fuera el día primero de marzo, que jamás nadie se conciba en esa fecha. Que no hay nada de canciones, nada de música, nada de festividad, en esa fecha.
3:8 -- Maldíganla los que maldicen el día, los que están listos para despertar a Leviatán (al monstruo marino).
A. Que los que usaban de encantaciones para maldecir, que maldigan mi cumpleaños. Si alguien dice, "que alguna cosa sea maldita como" otra cosa, digan, "que sea maldito como el cumpleaños de Job".
B. Según ciertas leyendas se despertaba a Leviatán, el enemigo del sol, para que lo tragara. Cuando había eclipse los chinos y otros hacían un tumulto golpeando tambores y vasijas de cobre para que el dragón soltara el sol.
3:9, 10 -- Oscurézcanse las estrellas de su alba; que espere la luz mas no la tenga, que tampoco vea el rayar de la aurora; porque no cerró las puertas del vientre {de mi madre,} ni escondió la aflicción de mis ojos. Mejor que no hubiera estrellas en esa noche; que el sol no abriera sus ojos para empezar otro día.
3:11, 12 -- ¿Por qué no morí yo al nacer, {o} expiré al salir del vientre? ¿Por qué me recibieron las rodillas, y para qué los pechos que me dieron de mamar? Maldice su vida desde cuatro puntos de vista. A veces es difícil recordar que Dios tiene un propósito para nuestra vida. Léase Lam. 3:19-24.
3:13-16 -- Porque ahora yo yacería tranquilo; dormiría, {y} entonces tendría descanso con los reyes y los consejeros de la tierra, que reedificaron ruinas para sí; o con príncipes que tenían oro, que llenaban sus casas de plata. O como aborto desechado, yo no existiría, como los niños que nunca vieron la luz.
A. La palabra "ruinas" puede referirse a las pirámides de Egipto o a otros sepulcros semejantes. La expresión "llenaban sus casas de plata" se refiere tal vez a la práctica de llenar los sepulcros de ricos con sus riquezas.
B. Así es la descripción de los muertos según Job. Dice que si estuviera muerto tendría alivio del sufrimiento. Ya no tendría nada de estos problemas que le afligen. Estaría con los hombres grandes y pequeños que al morir dejaron todo, o como un aborto o como niños que no nacen vivos.
C. La muerte nivela a todos. Job sabía que en la muerte estaría con los reyes, los consejeros y los príncipes. En la muerte todos son iguales.
D. Es verdad que no hubiera tenido nada de los problemas de la vida, pero tampoco hubiera tenido las bendiciones de esta vida. No hubiera conocido el gozo que recibió de sus hijos.
3:17-19 -- Allí los impíos cesan de airarse, y allí reposan los cansados. Juntos reposan los prisioneros; no oyen la voz del capataz. Allí están los pequeños y los grandes, y el esclavo es libre de su señor.
A. Todos descansan, tanto los impíos que molestaban como también sus víctimas. Hay mucho abuso de prisioneros; viven atormentados por los verdugos. Todos son iguales. Su destino común los ha nivelado. Ya se acaban todas las distinciones.
B. Job no vio nada de sufrimiento en la muerte. Era puro reposo y alivio. Muchos creen así. Muchos cometen suicidio, quitando su propia vida. Muchos practican la eutanasia, la muerte suave, acortando la vida a la persona con enfermedad incurable. Muchos otros anhelan la muerte, creyendo exactamente lo que Job dice.
C. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta lo que la Biblia enseña acerca de la muerte. Sal 116:15, "Estimada (preciosa) a los ojos del Señor es la muerte de sus santos". Pero, desde luego, esto se refiere a los que mueren en el Señor. Compárese Apoc. 14:13. Heb. 4:9, "Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios".
3:20 -- ¿Por qué se da luz al que sufre, y vida al amargado de alma; ¿Por qué nacer si la vida será puro sufrimiento y amargura? Job creía que no había propósito bueno en tal vida, que fue todo en vano. Pero debemos recordar 2 Cor. 4:14-17.
3:21, 22 -- a los que ansían la muerte, pero no llega, y cavan por ella más que por tesoros; que se alegran sobremanera, {y} se regocijan cuando encuentran el sepulcro? Fil. 1:23, "teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor".
3:23-25 -- ¿{Por qué dar luz} al hombre cuyo camino está escondido, y a quien Dios ha cercado? Porque al ver mi alimento salen mis gemidos, y mis clamores se derraman como agua. Pues lo que temo viene sobre mí, y lo que me aterroriza me sucede.
A. Job no puede ver salida alguna de su miseria.
B. Satanás dijo que Dios tenía a Dios cercado con bendiciones (1:10), pero Job dice que Dios lo tenía cercada con aflicciones. Véase Lam. 3:7.
C. Job indica en el ver. 25 que durante el tiempo de su gran prosperidad él temía tal tragedia.
3:26 -- No tengo reposo ni estoy tranquilo, no descanso, sino que {me} viene turbación.
A. Job teme el futuro, creyendo que solamente le traerá más miseria.
B. No conviene estar afanosos, Ecles. 2:23-24; Fil. 4:6; pero no sabemos lo que nos traerá el futuro y esto produce ciertos resultados buenos en nosotros: evita que confiemos demasiado en nosotros mismos; nos mueve a ser mayordomos sabios y juiciosos de los bienes que recibimos de Dios; y nos hace buscar la fuerza divina para soportar pruebas.
Conclusión:
A. Sin duda se preguntará, ¿Por qué, después de manifestar una actitud tan sumisa (Job 1:21), ahora muestra un espíritu de desesperanza y amargura?
B. En primer lugar, recuérdese lo que dice 1:22, "En todo esto Job no pecó ni culpó (no atribuyó despropósito a) Dios"; 2:10, "En todo esto Job no pecó con sus labios". Job nunca dice que ya no quería saber nada de Dios; no renunció su fidelidad a Dios". Si hubiera dicho que ya perdió su confianza en Dios, entonces habría pecado, pero no lo hizo.
C. El discurso de Job indica que estaba muy perplejo. Había perdido a sus hijos y su riqueza y estaba sufriendo una aflicción física que no se podía describir con palabras; además, él sabía que era un hombre justo y que no merecía aflicciones de esa clase.
1. Creía pues que Dios le había olvidado, desamparado y abandonado, que le afligía sin causa (9:17; 16:11-17). Por eso, cayó en profunda desesperación. Perdió sus hijos y sus posesiones y alabó a Dios; ha comenzado a soportar una aflicción incurable y se somete a la providencia de Dios. Sin embargo, ahora piensa que Dios está enojado con él sin causa, que muestra pura hostilidad hacia él.
2. Es por esto pues que él maldice el día de su nacimiento, porque prefiere no existir en lugar de ser desamparado por Dios. Compárese Mat. 26:24, "Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido". El no renuncia a Dios, sino que cree que Dios le ha rechazado a él. Creía que por alguna cosa que él no entendía Dios era su enemigo.
3. Lam. 3:1-13 parece ser un comentario sobre Job 3. Tomando en cuenta, pues, todo el cuadro (desde el punto de vista de él) Job creía que lo mejor habría sido no haber nacido, o, habiendo nacido, morir cuanto antes. Para él una vida de perturbación significó la ira divina y, por eso, preguntó, "¿Por qué se da luz al que sufre y vida al amargado de alma?"
D. Desde luego, el cristiano, aun bajo aflicción severa, no debe hablar de esa manera ("¿Por qué se da luz al que sufre, y vida al amargado de alma?").
1. Pero Job vivió durante la edad patriarcal y no tenía la revelación que hemos recibido. En cuanto al futuro, había en aquel entonces anhelos e implicaciones ("Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo", 19:23-27), pero no había revelación amplia y clara como la que tenemos nosotros que sirve como salvavidas de los naufragios de la vida.
2. Imagínese una vida de tanta aflicción sin la mucha explicación del tema en el Nuevo Testamento.
3. También recuérdese que nosotros sabemos toda la historia acerca de Job y lo que era la conclusión de su experiencia, pero él no podía ver el final de su experiencia.
E. Textos que Job no había leído ni oído:
1. "Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada" (Rom. 8:18); esta es una verdad que sostiene al ser afligido, pero esa verdad no se había escrito en el tiempo de Job.
2. Tampoco 2 Cor. 4:17. Si aun ahora andamos por fe y no por vista, cuánto más en esa época la fe tenía que someterse a Dios con venda ocular.
F. Aun Jeremías quien vivió bajo la ley de Moisés repite el sentimiento de Job 3. Léase Jer. 20:14-18. El pensaba de la siguiente manera: "después de vivir diez años dedicado enteramente y con mucho sacrificio al llamado profético, veo que he fallado totalmente: toda la esperanza que tenía no se ha realizado; todas las exhortaciones al arrepentimiento y todas las oraciones no han logrado evitar que Judá cayera en el abismo; no he podido evitar la ira de Dios que ahora se ha derramado sobre la nación; por lo tanto, hubiera sido mejor que ni siquiera naciera".
G. Pero nosotros sí sabemos. Tenemos entendimiento. Si Job mantenía su fe en Dios con tan poca revelación, seguramente los cristianos deben ser fieles a pesar de todas las pruebas de la vida porque andamos en la plena luz del evangelio de Cristo.
H. La lección del libro de Job es que no debemos ser vencidos por las circunstancias adversas de la vida. A veces dejamos que cosas pequeñas, cosas menores, nos irriten mucho y aun nos dejan resentidos y amargados. A pesar de todo el sufrimiento de Job él dijo, "Aunque El me mate, en El esperaré" (13:15). Entonces Dios era la única esperanza de Job. 2 Cor. 4:8-10; 1 Ped. 1:6-9; Apoc 2:10. Por oscura que esté la noche, recordemos: Heb. 13:5, "Nunca te dejaré ni te desampararé". No debemos dudar del cuidado de Dios. Cantemos frecuentemente el himno que dice, "El cuidará de ti". Jesús puede calmar toda tempestad de nuestra vida.
I. La acusación de Satanás fue que Job servía a Dios por interés (que era hipócrita pues). También Satanás dijo que todo lo que el hombre tiene dará por su vida, pero en lugar de dar todo por su vida, más bien él quería morir. Otra vez Satanás estaba muy equivocado.
J. Pero a pesar de todo esto Job no pecó con sus labios (1:22; 2:10). En el cap. 3 Job maldijo el día de su nacimiento, pero no maldijo a Dios. Satanás falló en su esfuerzo de separar a Job de Dios.
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