Endulzar el agua amarga
Éxodo 15:22-27
Pronto después de gran victoria (Mar Rojo), 3 días sin agua, luego agua amarga. Así es la vida. 1 Cor. 10:11, “ Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Entonces, hay lección para mí.
Por tres días cantando de victoria sobre Egipcios, Ex. 15:2-17
-- Pero no estaban preparados para enfrentar esta crisis. Hoy es otro día.
Obedecer al evangelio es una gran victoria.
-- Pero Jn. 16:33, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.
-- Hech. 14:21, Pablo y Bernabé “volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
Faraón echado en el mar, pero ahora la única agua es amarga.
Tentado muy pronto. Mat. 4:1-10, Jesús tentado después del bautismo.
También nosotros. Recuerde Mat. 13:20-22, “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. 22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa”.
No seguir ejemplo de Israel. ¿Qué hicieron? ¿Oraron? ¿Buscaron ríos? ¿Cavaron pozos? No. Simplemente MURMURARON.
Murmurar contra Moisés = murmurar contra Dios. Núm. 14:27, “¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí?”
Mostraron que no eran dignos de ser hombres libres. Toda prueba provocó más murmuración. Perecieron allí, Núm. 14:29, “En este desierto caerán vuestros cuerpos; {14.29:-He. 3. 17.} todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí”.
1 Cor. 10:6,10, “Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron …10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”.
-- Eran ejemplos para nosotros ..Ni murmuréis, como ellos murmuraron, y perecieron.
-- Fil. 2:14, “Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles
sin murmuraciones”.
Remedio era la respuesta a su oración.
-- Fil. 4:6, Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.
-- ¿Agua amarga? Orar. Está cerca el remedio. Ya estaba allí. Ya por mucho tiempo.
-- Familia de Jacob fue a Egipto para comprar comida. Ya estaba José. Gén. 45:5-7, “Dios me envió delante de vosotros”.
-- 1 Cor. 10:13, “dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. ¿Agua amarga? Busque el árbol.
Rom. 10:6-8, “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón”. ¿Necesitamos Salvador? Cristo ya murió. ¿Necesitamos Mediador? Está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros, Heb 7:25.
¿Hay problemas amargos? La solución ya ha sido revelada, años atrás.
-- 2 Tim. 3:16, 17, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
-- 2 Ped. 1:3, “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
-- Escrituras endulzan las aguas amargas.
Remedio para Israel fue un árbol; el remedio para nosotros es el “madero”.
--1 Ped. 2:24, “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”.
-- Como Dios proveyó el árbol para Israel proveyó el madero (cruz) por los pecados.
-- Gén. 22:13, Dios proveyó substituto, pero llegó el tiempo para dar a su único Hijo, y no hubo substituto.
¿Hay tribulación? Rom. 5:3, “la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza”.
¿Hay debilidades, en afrentas, en necesidades?
-- 2 Cor. 12:8, “respecto a lo cual (el aguijón en la carne) tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
¿Sufrimos afrentas como cristianos?
-- Hech. 5:41, “salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre”.
¿Hay pruebas?
-- Sant. 1:2, “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
¿Sufrimos por causa de la justicia?
--1 Ped. 3:14, “si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois”.
¿Nos parece que la disciplina es amarga?
-- Heb. 12:11, “ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.
Sea lo que fuera el agua amarga, Cristo y su enseñanza la puede endulzar. Amor vence el odio, gozo vence tristeza, verdad vence el error y mentira, fe vence el mundo.
Dios permite pruebas para disciplinarnos,
-- Heb. 12:6, “Porque el Señor al que ama, disciplina”.
Debemos humillarnos bajo su mano como David.
-- 2 Sam 16:5-11, Simei le maldecía.. Abisai dice, le quitaré la cabeza … David responde, Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho.
Israel no tenía fe. Se olvidaron del Mar Rojo. Llamaron este lugar “Mara” ¿para recordar qué? No la obra de Dios; sólo lo amargo.
Por qué no le dieron el nombre, “árbol bendito”, “oración contestada”, “triunfo del Señor”, “fe victoriosa” Nada de eso. Sólo querían recordar el PROBLEMA.
Recordemos el “árbol” que Dios proveyó para ellos y el “madero” que proveyó para nosotros. Endulza toda “agua amarga”.
(Basado en un sermón por el hermano J. B. Coffman).
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