La Religión Subjetiva

Introducción:

    A. La palabra "subjetivo" significa (según Larousse): "Relativo al sujeto, por oposición a objetivo (que significa relativo al objeto pensado)". La religión de la mayor parte de la gente es religión subje­tiva.

    B. La religión popular es religión del "sujeto", de la gente misma. Tiene su origen en la propia mente de la gente. La base de la fe de mucha gente no es la Biblia, sino los pen­samientos, los sentimientos y los deseos e impulsos de sus propios corazones. Tienen confianza únicamente en sus propias ex­periencias. Les gusta hablar no de textos bíblicos bien estudiados y analizados, sino de lo que "el Espíritu Santo ha hecho por mí" (atribuyen al Espíritu Santo las expe­riencias dictadas por sus propias emo­ciones).

    C. Hablan de "la realidad activa" de Jesús en sus vidas. Dicen que después de alguna "experiencia de gracia" conocen "cara a cara" a Jesús, y que están más seguros que nunca de su salvación. De esta manera muchísimas personas se engañan solas.

I. La Fe Objetiva Es El Evangelio De Jesús.

    A. La Biblia habla de "la fe que ha sido una vez dada a los santos (Jud. 3).

    B. Se dice "fe objetiva" porque no tiene su origen en uno mismo (el sujeto), sino en cierto "objeto" (el evangelio). "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Rom. 10:17). La fe se basa en algo aparte de uno mismo. Es, pues, la fe objetiva y no la fe subjetiva.

    C. La fe objetiva es el evangelio, la religión de Cristo. Rom. 3:27, "la ley de la fe"; Rom. 8:2 "la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús"; 1 Cor. 9:21, "la ley de Cristo"; Gál. 3:25, "pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo" (la fe es el evangelio, y el ayo es la ley de Moisés).

    D. Nuestra fe (subjetiva) se basa en la fe (objetiva), el evangelio, y no en alguna ex­periencia nuestra, ni en algún impulso o sentimiento de nuestro corazón, cosas que no son nada confiables. Por ejemplo, Ja­cob creyó por muchos años una mentira; creyó que José estaba muerto. Saulo creyó que él hacía un gran servicio para Dios al perseguir a la iglesia. El joven profeta (1 Reyes 13) creyó la mentira del anciano profeta, y la consecuencia de creer la mentira fue la muerte del joven profeta. Pero si ponemos la confianza en la palabra de Dios, nunca seremos engaña­dos. El corazón humano sí engaña, pero la palabra de Dios nunca engaña. La religión subjetiva es una religión del corazón humano, pero la religión objetiva es la religión verdadera basada en la palabra de Dios.

II. Aplíquense Los Textos Que Refutan Los Cre­dos De Las Denominaciones.

    A. 2 Tim. 3:16, 17; 2 Ped. 1:3; 2 Jn. 9; Gál. 1:8, 9, etc. se citan frecuentemente para demostrar que debemos seguir la palabra de Dios como guía, y no seguir los credos de los hombres formulados en sus concilios eclesiásticos.

    B. Estos textos refutan la religión subjetiva, la religión inventada por el hombre. Todo credo, todo mandamiento humano, toda tradición humana, toda creencia y en­señanza humana procede de, tiene su ori­gen en, los pensamientos, deseos y sen­timientos humanos.

    C. Los líderes religiosos consideran y clasifican las ideas de origen humano como interpretaciones o extensiones del evangelio mismo. Pero, amado lector, no se deje engañar. Los hombres justifican la religión subjetiva, diciendo que se trata de "interpretaciones" de la Biblia, pero en rea­lidad esto es un pretexto para substi­tuir la voluntad de Dios con la voluntad humana. Recuérdese lo que dice Isaías 55:8, 9, que los pensamientos y caminos de Dios no son como los pensamientos y caminos del hombre.

III. Se Encuentra La Religión Subjetiva En Todas Las Iglesias.

    A. Se halla asociada generalmente con el movimiento pentecostal. Pero ahora los católi­cos, los metodistas, los bautistas, los lute­ranos y hasta hermanos en Cristo se ven involucrados en ella.

    B. La forma más exagerada de la re­ligión subjetiva es el movimiento llamado "carismático" (de la palabra griega karisma, don de gracia). Los carismáticos no aceptan la naturaleza especial de los dones del Espíritu Santo, y no creen que se cumplió en el primer siglo el propósito de ellos, para luego "cesar" (1 Cor. 13:8-10) cuando vino "lo perfecto", es decir, cuando se completó la revelación del Nuevo Testamento.

    C. Los carismáticos creen que todavía pueden hablar en lenguas, y ellos hablan mucho de experiencias personales de lo que el Espíritu Santo "ha obrado" en ellos. Una de las partes más populares de sus "servicios religiosos" es la de dar sus testi­monios personales. Y estos testimonios demuestran más que nada lo que se llama en este estudio la "religión subjetiva", la religión del sujeto (de la persona misma). Nace todo en la persona misma, en sus propios pensamientos, deseos, sentimientos y emociones, en lugar de hallar su origen en la palabra de Dios, la fe objetiva.

    D. Este movimiento (carismático) no tiene fronteras. Cruza todas las fronteras sec­tarias. Hay una "hermandad" de carismáti­cos; es decir, si son católicos o evangélicos u otra cosa, todos son hermanos, porque tienen en común las prácticas de su re­ligión subjetiva. Los carismáticos de cualquier grupo religioso estiman más su comunión con otros carismáticos que la comunión que tienen en sus respectivas denominaciones.

IV. El Origen De La Religión Subjetiva.

    A. El misticismo de la Edad Media es la fuente principal de esta religión. Si a usted le extraña oír al católico "hablando en lenguas", recuérdese que los místicos (católicos) de la Edad Media decían que por medio de la meditación recibían ilu­minación especial; es decir, la iluminación de la cual ellos hablan no vino de la pa­labra de Dios, sino de su propia mente. La llamada "comunión con Dios" que ellos experimentaban (comunión falsa, que no se basaba en la palabra de Dios) era sen­cillamente su "religión subjetiva", religión inventada por ellos mismos.

    B. ¿Qué resultó? ¿Qué produjo la me­ditación de los monjes? Toda clase de "devociones": culto a María, culto a los santos, penitencias, peregrinaciones (llevando cruces por todas partes de Eu­ropa), reliquias, etc.

    C. No es ninguna maravilla, pues, que tantos católicos sean activos carismáticos. Proclaman que el rendirse al Espíritu Santo para poder hablar en lenguas en­riquece las demás devociones y da más valor a los sacramentos

    D. Debe enfatizarse que la fuente de las prácticas de la religión subjetiva es pre­cisamente la mente humana. Hablan, por ejemplo, del bautismo del Espíritu Santo, pero en realidad la práctica de ellos no tiene nada que ver con el bautismo con el Espíritu Santo, sino son expresiones de sus emociones (a las cuales dan rienda suelta). Es puro emocionalismo, misti­cismo, y fanatismo. Es producto de su ig­norancia de la palabra de Dios, y se puede agregar que esta ignorancia se deba a la rebelión contra la palabra de Dios. Tal ig­norancia es inexcusable. El problema no es que los carismáticos no puedan entender la palabra de Dios, sino que ellos simplemente prefieren la religión subjetiva a la religión objetiva (la reve­lada).

V. Este Error También Ha Invadido A La Iglesia Del Señor.

    A. Pat Boone es un artista de renombre en los Estados Unidos que era miembro de la iglesia de Cristo. El dejó la iglesia para unirse con los carismáticos. El ex­plica: "Hace un año, arrodillado conocí al Señor Jesús como mi Señor, y poco des­pués, buscando todo cuanto Dios tuviera por mí, recibí al Espíritu Santo y el don de lenguas". El era miembro de la iglesia de Cristo por muchos años, pero durante todo ese tiempo dice que no "conoció" al Señor. Bueno, él se juzga solo.

    B. Dean Dennis, predicador de la North Side church of Christ, Santa Ana, California, dice que él pidió al Señor que lo bautizara en el Espíritu Santo, y que lo hizo. Dice que era como un ungimiento con fuego líquido. Agregó que él se dio cuenta de que no tenía que dejar a la igle­sia de Cristo para tener la plenitud del Espíritu Santo.

    C. Ben Franklin, otro miembro de la iglesia de Cristo, de San Diego, California, dijo: "Tenemos milagros en nuestra propia iglesia de Cristo". (Estas tres citas se ha­llan en el periódico "Gospel Guardian", 25-6-70).

    D. Pat Boone escribió un libro acerca de su nueva religión titulado "A New Song" ("Una Canción Nueva") -- él es can­tante de Hollywood -- pero lo que él dice en su libro no es una canción nueva, sino otra expresión común de la religión subje­tiva muy antigua. El ahora está lleno del pentecostalismo, y participa en las cam­pañas de Oral Roberts y otros falsos "sanadores". Pero Boone dice que él vivió en la casa del Señor durante 21 años sin conocer al "Dueño de la casa".

Al Estudio Anterior: Las setenta semanas
Sermones Index
Al Siguiente Estudio: La Religión Subjetiva (2)