Bautizar "en aquella misma hora"

      En Hechos 16:25-33 encontramos la historia muy interesante de la conversión del carcelero de Filipos y su casa. A medianoche en la cárcel Pablo y Silas están presos "por la Palabra". La intervención de Dios en esta ocasión tomó la forma de un gran terremoto. Los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

      El carcelero fue instruido en la palabra de Dios, y cuando estuvo convencido, estaba dispuesto a obedecerla. "En seguida se bautizó él con todos los suyos" "en aquella misma hora de la noche" (Hechos 16:33).

      ¿Debemos bautizar a los creyentes penitentes inmediatamente como este caso indica? O ¿es cosa de poca importan­cia? ¿cosa, como creen los sectarios, de indiferencia?

¿Es esencial el bautismo?

      En la predicación decimos que sí. En la práctica lo negamos a veces; por ejemplo, a veces al­guien confiesa su fe en Cristo delante de todos porque quiere la salvación, quiere el perdón de sus pecados (Marcos 16:16; He­chos 2:38). La gente se despide (y él también) y el pobre vuelve a su casa todavía pecador. Se acuesta y pasa la noche perdido, un pecador como siempre. No tiene limpia conciencia to­davía porque esta gran bendición viene con el bautismo (1 Ped. 3:21).

      La confesión de fe sola no obtiene la salvación. El no es perdonado en parte. El no es casi salvo. No es medio perdonado. El es pecador, nada más, nada menos.

¿De dónde viene la práctica de posponer el bautismo hasta otro día o hasta el domingo?

      Del sectarismo. ¿Por qué posponen este acto los sectarios? Porque para ellos el bautismo no es necesario. Creen y predican que el que cree ya es salvo; con nada más levantar la mano o en cualquier forma que indique que cree, ya es salvo, según ellos. Puede ir a su casa con limpia conciencia. Ya no es pecador. Es salvo, hijo de Dios, cristiano y, por lo tanto, el bautismo puede esperar hasta el momento conveniente.

      ¿Creemos esto? ¿Nos salva la fe sola?

      ¿Se requiere el bautismo también?

      Entonces, ¿porqué lo posponemos?

"Pero es muy inconveniente"

      ¿A quién seguimos? ¿Al carcelero o a Félix? Se hacen muchas excusas; por ejemplo, se dice que está lejos al agua o que el agua está fría. Entonces hágase un bautisterio inme­diatamente y provéase el agua necesaria para sepultar al creyente penitente en "la misma hora de la noche" o en la misma hora del día.

      En cualquier pueblo, habrá agua. Si no hay agua, no habrá gente. Cuando Jesús nombró la fe como requisito, también nombró el bautismo (Mar. 16:16). Sin el agua la fe no salva a nadie. Entonces conviene ir cuanto antes al agua para llevar a cabo este mandamiento.

      Hay muchos cristianos que se han bauti­zado en ríos en tiempo de frío,  aun cuando el agua estaba helada. Esto no es necesario si nos esforzamos un poco para proveer alguna clase de bautisterio o pila, sea en el sitio de reunión, o en el patio, o en la propiedad de algún miembro. Con algo de trabajo aun se puede calentar el agua un poco si esto se desea.

      Pero estos son detalles de poca importan­cia y el tema es claro: hay agua, bastante agua, día y noche, para que los creyentes peni­tentes sean bautizados. Es necesario hacer nuestra parte para que éstos puedan obedecer al Señor y obtener cuanto antes el perdón de sus pecados.

      Si la Biblia nos proporciona ejemplos inspirados, y ciertamente lo hace, el Señor no será complacido con nuestra indiferencia hacia este asunto, porque se pospone lo que no debe posponerse. Predicamos que nuestra vida es vapor, que el día de mañana no existe excepto en la imaginación, que no hay ninguna garantía de otro día de vida y, por eso, que hoy es el día de salvación. ¡Qué se rindan a Cristo hoy! En­tonces alguien pasa al frente, confiesa su fe y anunciamos que mañana o el domingo será bautizado. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Somos cristianos según el Nuevo Testa­mento o somos sectarios?

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