Mateo 6:12, Perdónanos nuestras deudas, como también perdonamos a nuestros deudores


I. ¿Qué son estas "deudas"?

          A. Son pecados, Luc. 11:4 (texto paralelo), "Y perdónanos nuestros pecados", porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben".

          B. Mat. 18:23-35 habla de deudas pero en la aplicación tiene que ver con nuestros pecados.

                   1. Los pecados son deudas morales y espirituales que serán castigadas a menos que sean perdonadas. Lamentablemente muchos están interesados en tener el pan de cada día, pero no les interesa el perdón de sus pecados. El pan de cada día nos engorda para la matanza (Sant. 5:5) si no obtenemos el perdón de pecados.

                   2. Nuestros pecados nos han dejado en bancarrota espiritual, arruinados y sin esperanza de sacarnos de la ruina.

                             a. 10,000 talentos. Nuestra condición espiritual se ilustra en la parábola de Mat. 18:23-35 por aquel que fue perdonado una deuda de 10,000 talentos. Para ilustrar esta cantidad: los impuestos anuales pagados por Judea, Galilea, Idumea, Samaria y Perea sumaban como 800 talentos ... Un esclavo, joven y fuerte, valía un talento ... Dice 2 Crón. 25:6 que Amasías "tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres valientes" ... todo el oro en el arca del pacto valía menos de 30 talentos (Ex. 38:24).

                             b. El punto es que era una cantidad que jamás podía pagar. Así es la deuda que el hombre debe a Dios. Es una "cantidad" que simplemente no podía y no puede pagar. Su única esperanza es que Dios le perdone la deuda.

                   3.Toda persona se ha vendido a la esclavitud del pecado. Bajo la ley de Moisés, se podía vender a un hombre adeudado para pagar sus deudas (Ex. 22:3; Lev. 25:39; 2 Reyes 4:1). Los pecadores son esclavos (Jn. 8:34). Se han vendido a sí mismos al cruel maestro llamado "Pecado". Judas se vendió a sí mismo por treinta piezas de plata por traicionar a Jesús (quería vender a Jesús, pero se vendió a sí mismo a Satanás).

                   4. No hemos pecado solamente una que otra vez. Los pecados "se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza" (Sal. 40:12). ¿Cuántas veces pecamos durante un año? ¿Cuántos años hemos vivido? ¿Qué tan grande es nuestra deuda? ¡10,000 talentos! Una cantidad que no podemos pagar. ¡Piénselo! Dios quiere cancelar esta deuda, y luego espera que cancelemos las deudas de los que nos han ofendido.

II. ¿Qué significa la palabra, "perdonar"? "aphiemi, primariamente, enviar afuera, despedir ... denota remitir o perdonar (a) deudas, Mt 6:12; 18:27, 32, quedando éstas totalmente canceladas; (b) pecados, p.e., Mt 9:2, 5, 6; 12:31, 32; etc. ... significa en primer lugar la remisión del castigo debido a una conducta pecaminosa ..."

          A. Por eso, cuando perdonamos a otro, despedimos, remitimos (enviamos afuera) el pecado, cancelamos la deuda, para siempre.

          B. El hijo pródigo salió de su casa diciendo "dame" (cosas materiales), pero "cuando todo lo hubo malgastado" y fue reducido a la vergüenza, volvió al padre diciendo "perdóname".

III. "Perdónanos ... como perdonamos a nuestros deudores".

          A. ¡Qué peligroso es hacer esta petición si no hemos perdonado de corazón a otros sus ofensas contra nosotros! No dice "Perdónanos como pensamos perdonar a otros", sino "como también perdonamos" a otros. Se presupone que al decir, "perdónanos", ya hemos perdonado a otros. Dice La Biblia de las Américas, "como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores".

          B.      Con este espíritu perdonador cumplimos con uno de los requisitos nombrados por Dios para recibir su perdón. Si hacemos pedimos perdón con algo de rencor en el corazón o con espíritu vengativo, estamos pidiendo que Dios no nos perdone. Mejor que ni oremos.

          C. Cuando ellos se arrepienten y piden perdón.

                   1. Mat. 18:15, "si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano". Las palabras "si te oyere" indica que él reconoce su pecado y se arrepiente. No es posible perdonar a la persona que se niega a reconocer su pecado y a arrepentirse.  Luc. 17:3, "Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale".

                   2. Por lo tanto, debemos estar dispuestos a perdonar, pero no es posible perdonar a la persona que no quiere ser perdonada. Luc. 23:34, Jesús dijo, "Padre, perdónalos", pero primero ellos tenían que arrepentirse.

                   3. Mat. 18:26, el primer siervo pidió perdón; también el segundo.

                   4. Muchas suponen que confiesan pecados con decir, "si tiene algo contra mí" o "si le he ofendido", pero eso no es confesión de nada. Si yo sé que he pecado, debo reconocerlo. Si alguien me convence que he pecado, debo admitirlo. Pero no vale nada decir, "si eso o si aquello".

          D. ¿Cuántas veces debo perdonar? Estúdiese bien Mat. 18:23-35. Esta parábola dinámica no deja en duda lo serio de esta cuestión. ¿Cuántas veces debemos perdonar a otros? Es precisamente la pregunta hecha por Pedro (Mat. 18:21) que ocasionó la parábola. "¿Hasta siete?" "Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". ¿Por qué perdonar tantas veces? para que Dios perdone a nosotros muchas veces. ¿Queremos poner límite a la misericordia de Dios para con nosotros? Si no, entonces que no pongamos límite a nuestra misericordia hacia otros, "porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir" (Luc. 6:37). Enfáticamente Jesús dice, "perdonad, y seréis perdonados" (Luc. 6:37).  Mat. 6:14, 15, Jesús repite este punto, expresándolo en su forma positiva ("si perdonáis ... os perdonará") y en su forma negativa ("mas si no perdonáis ... tampoco vuestro Padre os perdonará").

          E. ¿Quiere decir que el perdonar a otros es la única condición para que Dios nos perdone? Desde luego que no, pero tal vez sea la condición más crítica por ser la mas descuidada. ¿Cuántos miembros de la iglesia han cerrado la puerta del cielo contra sí mismos por no perdonar a otros sus ofensas?

          F. Dicen algunos: "le perdono pero jamás me olvidaré". Esto no es perdonar. La persona que guarda rencor y sigue resentida simplemente no perdona. Heb. 8:13 "Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades". El hijo pródigo no fue restaurado "a medias". Luc. 15:22, "Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies" como prueba de su restauración como hijo. No fue recibido como siervo. No se aceptó provisionalmente. No se sometió a seis meses de disciplina. ¡Se recibió porque se arrepintió y volvió! El no perdonar es como rehusar curar el cáncer o la gangrena, porque la amargura es veneno que perjudica el cuerpo, los nervios, la mente, y sobre todo el alma. Muchas personas urgentemente necesitan la sencilla terapia de limpiar su corazón de resentimientos, odio y malicia. El individuo que no quiere perdonar destruye el puente sobre el cual él mismo tiene que pasar. Fil. 3:13, 14 dice, "pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta".

IV. Seamos como Dios en su misericordia y clemencia.

          A. Ex. 34:6,7 "¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado".

          B. Sal. 130:7, "Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él".

          C. Isa. 1:18, "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana".

          D. Luc. 6:35, 36, "él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso".

          E. Efes. 4:32, "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". Col. 3:12, 13, "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros".


          F. Es indispensable que tengamos la disposición que Dios tiene para perdonar. Esta disposición se describe en Gál. 5:22, 23 como el fruto del Espíritu. Los que no quieren perdonar no llevan el fruto del Espíritu, porque todavía son carnales (Gál. 5:19-21). No tienen la mente de Cristo (Fil. 2:5). No han desarrollado el carácter espiritual. Cristo no está formado en ellos (Gál. 4:19). No han sido transformados en la semejanza de El (Rom. 8:29; 2 Cor. 3:18).

          G. Hay personas que no obedecen al evangelio porque no quieren perdonar a los que les han ofendido. Hay personas en las penitenciarías porque no querían perdonar, sino más bien querían vengarse.

          I. Abraham Lincoln, destacado y recordado presidente de los Estados Unidos tuvo un oponente llamado Edward Stanton. El Sr. Stanton dijo que Lincoln era un "payaso" y el "gorila original", pero a pesar de tales insultos Lincoln le escogió a Stanton para servir en su gabinete como Secretario de Guerra. Cuando Lincoln fue asesinado, Stanton dijo, "Aquí yace el líder más grande que este país ha conocido".

Preguntas sobre Mateo 6:12

          1. ¿Qué significa la palabra "deudas" en el ver. 12? Véase Luc. 11:4.

          2. ¿Qué lecciones aprendemos en la parábola de Mat. 18:23-35?

          3. Para hacer aplicación de esta parábola, ¿qué simboliza la deuda de 10,000 talentos? ¿la deuda de cien denarios?

          4. ¿Qué significa la palabra "perdonar"?

          5. ¿Permitió la ley de Moisés que el deudor se vendiera para cancelar su deuda? Ex. 22:3; Lev. 25:39.

          6. ¿Debemos pedir perdón como nosotros pensamos perdonar a otros o como ya les hemos perdonado?

          7. ¿Podemos perdonar a los que no quieren ser perdonados?

          8. ¿Qué debe hacer la persona que quiere ser perdonada por Dios y por otros?

          9. ¿Qué significa la expresión "si te oyere" en Mat. 18:15?

          10. ¿Cuántas veces debo perdonar a los que me ofenden? Mat. 18:21, 22.

          11. ¿Por qué debemos ser misericordiosos para con otros? Efes. 4:32; Col. 3:13.

          12. ¿Está bien decir "te perdono pero jamás me olvidaré"?

          13. Cuando Dios nos perdona, ¿se acuerda de nuestros pecados? Heb. 8:13.

          14. ¿Es el perdonar a otros el único requisito para obtener el perdón de Dios?

          15. Si llevamos el fruto del Espíritu estaremos dispuestos a perdonar. Nómbrense las nueve características de este "fruto". Gál. 5:22, 23.


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