Mateo 7:1-6, El juicio hacia los demás


Introducción:

          A. No hay otro texto en la Biblia más tergiversado Mat. 7:1-6. El primer versículo se ha aislado del resto del texto, y sin explicarse en su contexto, se ha usado para condenar a los que condenan, para criticar a los que  critican, y para debatir que no se debe debatir (y ni cuenta se da de la inconsecuencia de lo que se hace).

          B. Pero al mismo tiempo, no hay otro texto más descuidado aun por los hermanos en Cristo. Verdaderamente esta enseñanza es la puerta estrecha y el camino angosto (vers. 13, 14).

          C. Jesús expone la hipocresía de los que juzgan (condenan) a otros aunque tengan serios defectos en su propia vida que no quieren corregir.

          D. Este tema se relaciona con varios asuntos tratados en Mat. 5. Tiene que ver con el amor hacia el prójimo. Es interesante comparar Luc. 6:27-42 (texto más o menos paralelo con partes del Sermón del Monte registrado en Mat. 5-7). En Lucas el "No juzguéis" sigue inmediatamente después de "Amad, pues, a vuestros enemigos ... Sed misericordiosos" (Mat. 5:7, 43, 44).

I. ¿Por qué no debemos juzgar (en sentido malo)?

          A. Para que no seamos juzgados. Para nuestra propia protección no nos conviene juzgar a otros. El que se ama a sí mismo no debe juzgar a otro, porque el juzgar a otro trae condenación para uno mismo.

          B. Con el mismo juicio con que juzgamos seremos juzgados nosotros. Esta enseñanza es para nuestro propio bien. El propósito de la enseñanza es evitar la condenación de nosotros mismos.

          C. Gál. 6:1, "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado". ¡Qué duros son algunos hermanos cuando algún miembro cae en pecado! Son muy fuertes en su condenación del hermano. ¿Quieren ser tratados en esta manera cuando caen ellos? Debemos ser espirituales y mansos en nuestro trato del hermano que peca, recordando que nosotros mismos podemos caer.

          D. Luc. 6:37 agrega, "No condenéis, y no seréis condenados". También agrega, "Perdonad, y seréis perdonados".

          E. Lo maravilloso es el control que el cristiano puede tener sobre este asunto. Cada quien decide por sí mismo cómo quiere ser juzgado o medido. ¿Queremos que otros nos juzguen con tolerancia y benevolencia? Entonces, juzguemos a otros con tolerancia y benevolencia. ¿Queremos que otros nos juzguen con intolerancia y dureza? Entonces, juzguemos a otros con intolerancia y dureza.

          F. Es importante que seamos consecuentes. Si usamos una medida (regla) muy estricta para medir a otros, no esperemos que ellos usen una medida muy floja para juzgar a nosotros. Si somos muy exigentes hacia ellos, serán muy exigentes hacia nosotros. Si usamos de misericordia para con ellos, usarán de misericordia para con nosotros. "Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia" (Sant. 2:13). Esto se refiere al juicio de Dios, pero también se puede aplicar al juicio humano. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mat. 5:7).

          G. Por lo tanto, debemos ser pacientes con otros, para que sean pacientes con nosotros. Queremos que otros traten de comprender en cuanto a nuestros problemas, dificultades, flaquezas, etc.; por eso, debemos hacer lo mismo con ellos. Queremos que otros sean generosos para con nosotros; por eso, debemos ser generosos para con otros. Queremos que otros sean justos con nosotros; por eso, seamos justos con otros. "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (ver. 12).

          H. 1 Cor. 13:4-7 describe el amor -- la buena voluntad -- que el cristiano siempre debe tener para con todos, y mayormente para con sus hermanos.

II. Segaremos lo que sembramos. Gál. 6:7, "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará". Si sembramos juicios severos y duros, es precisamente lo que segaremos (otros serán severos y duros para con nosotros).

III. La viga y la paja.

          A. Ver. 3, "¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" Jesús pinta la imagen de un hombre con una viga (un tronco, un madero) en el ojo. Emplea la exageración para enfatizar el punto. ¡Qué absurdo que alguien con tronco en su ojo inspeccione el ojo de otro para sacar una paja!

          B. Es caso de un oftalmólogo ciego. ¿Cuántos dejarán que el oftalmólogo cegado por una viga en el ojo examine sus ojos para hacer alguna corrección? En Luc. 6:37-42 se pregunta, "¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?" Hace esta pregunta en el mismo contexto que prohibe el juzgar (el condenar). En el ver. 37 dice, "No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados", y en los vers. 41, 42 habla de la viga y la paja. Entre estos versículos se habla del ciego, porque el que tiene la viga en el ojo es ciego y no puede no puede ver para guiar o corregir a otro ciego. Está incapacitado por la viga en su ojo.

          C. En el mismo texto (el ver. 40) Jesús dice, "El discípulo no es superior a su maestro". Por eso, si el maestro es ciego y "corrige" al discípulo, éste será como aquél. El discípulo (la persona corregida) será hecho a la imagen de su maestro (que tiene viga en su ojo). "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, la hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros" (Mat. 23:15).

          D. Luc. 18:9-12, Dios detesta la actitud de los que confían en sí mismos como justos y menosprecian a los otros.

IV. Saca primero la viga de tu propio ojo.

          A. ¿No se debe sacar la paja? ¿Prohibe Jesús que saquemos la paja del ojo del hermano? No. La última frase del texto (el ver. 6) indica que esto sí se hace.

          B. Pero primero que todo, debemos tener actitud correcta hacia nuestros propios pecados. Seamos como el publicano que dijo, "Dios, sé propio a mí, pecador" (Luc. 18:13). Lo haremos si somos pobres en espíritu (Mat. 5:3). Seamos como la mujer de Luc. 7:38, y como el hijo pródigo de Luc. 15:17-19.

          C. Es necesario que estemos conscientes de nuestras propias flaquezas, faltas y debilidades. Rom. 2:17-21, dice Pablo que el maestro practicar lo que enseña. Mat. 23:2, 3, Jesús dice que los escribas y fariseos no practicaban lo que enseñaban, sino que solamente imponían la enseñanza sobre otros. 2 Cor. 13:5, Pablo insiste en que nos examinemos. Rom. 12:3, 16; Gál. 6:3,   que nadie tenga más alto concepto de sí que el que debe tener.

          D. Si no nos corregimos primero, no conviene juzgar a otros. Compárese el hermano mayor de Luc. 15:30; no se corrigió a sí mismo para poder juzgar a su hermano. El fariseo de Luc. 18:11 no quiso corregirse a sí mismo para poder juzgar al publicano. Debemos practicar la disciplina en la iglesia, pero que todos seamos fieles (Gál. 6:1-3, "espirituales") para poder hacerlo, quitando primero la viga (toda especie de carnalidad, Gál. 5:19-21) del propio ojo antes de corregir al hermano caído.

          E. Para tener visión moral y espiritual, es indispensable que se quite la viga del ojo. Si el ojo de algún hermano es maligno (Mat. 6:22, 23), le falta visión para corregir a otros. La viga oscurece la visión y es imposible sacar la paja del ojo del hermano.

V. Entonces -- después de quitar la viga de nuestro propio ojo -- podemos y debemos juzgar con justo juicio.

          A. El abuso del texto. Muchos usan mal este texto para condenar toda forma de juzgar; dicen que no debemos nunca criticar o juzgar a otros. Este texto no enseña tal cosa.

          B. Es necesario juzgar perros y cerdos, ver. 6. Para no desobedecer este versículo es indispensable que juzguemos a los tales. No solamente se puede decir que no es pecado juzgarles, sino también se debe agregar que si no se hace, entonces este texto se ignora. Los perros son los carnales, Gál. 5:19-21.

          C. Mat. 7:15, "Guardaos de los falsos profetas". Para obedecer este mandamiento es necesario juzgar a los tales.

          D. Rom. 13:1-4, el gobierno es el siervo de Dios para juzgar y castigar al criminal.

          E. Mat 18:17; 1 Cor. 5, etc. La iglesia tiene que juzgar a los miembros infieles que no quieren arrepentirse.


          F. Juan 12:47, 48, la palabra predicada juzgará a todos en el Día Final.

          G. En fin, es necesario juzgar con juicio justo, Juan 7:24. "No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio". El juicio debe ser justo e imparcial, Lev. 19:15-18. Es malo juzgar sin evidencia adecuada para sostener la acusación. Es injusto juzgar a otro si la acusación se basa en rumores, sospechas y chismes. El que llama a su hermano "necio" o "fatuo" no le juzga con juicio justo. El que juzga el corazón (el propósito) de otro no juzga juicio justo, porque solamente Dios conoce el corazón.

Preguntas sobre Mateo 7:1-6

          1. Jesús dice (Jn. 7:24), "juzgad con justo juicio". ¿Por qué, pues, dice en Mat. 7:1, "No juzguéis"?

          2. Según Mat. 7:1, ¿por qué no debemos juzgar a otros?

          3. ¿Con qué juicio seremos juzgados nosotros según el ver. 2?

          4. ¿Con qué medida seremos medidos nosotros según el ver. 2?

          5. Nómbrense otras enseñanzas del Sermón del Monte que son violadas por los que juzgan con hipocresía.

          6. En Luc. 6:37 Jesús agrega otra prohibición aparte de la de no juzgar. ¿Cuál es?

          7. ¿Qué advertencia semejante se halla en Sant. 2:13?

          8. Explíquese la ilustración usada por Jesús de la viga y la paja.

          9. ¿Por qué es llamada "hipócrita" la persona descrita en los ver. 3, 4?

          10. Estúdiense Mat. 23:2, 3; Rom. 2:17-21; 2 Cor. 13:5 en conexión con Mat. 7:3-5. ¿Qué tienen en común estos textos?

          11. El fariseo de Luc. 18:11 y el hermano mayor de Luc. 15:30 no se prepararon para el papel de juzgar a otros. Nómbrense otros ejemplos (de la actualidad) de conducta personal que nos hace indignos de juzgar a otros.

          12. ¿Prohibe Jesús toda forma de juzgar?

          13. Según Juan 7:24, ¿qué requiere Jesús en cuanto al juzgar?

          14. ¿Podemos obedecer los textos siguientes sin juzgar: Mat. 7:6; 7:15; 18:15-17; 1 Tes. 5:21? Explíquese su respuesta con respecto a cada texto?

          15. Descríbase la viga en el ojo de los fariseos y escribas, Luc. 15:1, 2.

          16. ¿Podemos obedecer los textos sobre la disciplina (Rom. 16:17; 1 Cor. 5; 2 Tes. 3:6, 14) sin juzgar?

          17. ¿Qué clase de juicio requiere Juan 7:24?

          18. ¿Qué clase de juicio requiere 1 Tim. 5:21?

          19. ¿En qué sentido no habían de juzgar a los hermanos mencionados en Rom. 14:1-5?

          20. Tenemos que juzgar, pero según Sant. 4:11, 12; 5:9, ¿qué se debe evitar?


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