“Has dejado tu primer amor” Apoc. 2:4

 

Introducción.

       A. El “primer amor” ilustrado: Hech. 2:46; 5:41; 8:39; 16:34.

       B. Es tragedia cuando dejamos el primer amor en el matrimonio. Cuando el cariño que existió durante el noviazgo y la luna de miel desaparece. “Prometo amarte hasta que la muerte nos separe”. En muchísimos casos los votos son mentiras.

       C. Lo mismo en la iglesia. Muy pronto después del bautismo la religión deja de ser gozo y es pura carga pesada, puros mandamientos y obligaciones. Asistencia es mandamiento. Cena del Señor es mandamiento. Ofrenda es mandamiento. Hay que cumplir con los mandamientos para no ir al infierno.

 

I. Las buenas cualidades de la iglesia de Éfeso. Jesús conoce a sus iglesias. “Yo conozco…” 2:2, 8,13, etc.

       A. El principio de la iglesia de Éfeso. Hech. 19:1-5.

       B. v. 2, “Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia”, dos cualidades indispensables en una iglesia.

       C. V. 2, “que no puedes soportar a los malos”. Esta iglesia practicaba la disciplina. No soportaban a los miembros que no querían ser transformados.

       D. “que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y que los has hallado mentirosos”. Era iglesia intolerante.

               1. Los ancianos practicaban lo que Pablo les enseñó: Hech. 20:28, 29, “yo sé que después de mi partida vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño”. Tenían que resistir lobos feroces para evitar la apostasía y la división.

               2. 1 Tim. 1:3, “Te rogué que te quedases en Éfeso… para que mandase a algunos que no enseñen diferente doctrina”.

               3. 1 Jn. 4:1-4. Esto es muy necesario porque de otro modo los falsos dirigen y controlan la iglesia y todos se pierden.

               4. Los dos enemigos principales eran los judaizantes quienes imponían la ley de Moisés (mayormente la circuncisión) sobre hermanos gentiles, y los gnósticos que convertían la libertad en licencia.

       E. V. 3, 'Tienes perseverancia, y has sufrido por mi nombre y no has desmayado”. ¡Sufrir sin desmayar!

       F. V. 6, “aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco”, porque promovían la sensualidad, diciendo que lo que el cuerpo hacía no afectaba el espíritu.

               1. Toda iglesia fiel aborrece la doctrina falsa y las obras que produce.

               2. Muchos hablan de ser pacientes con los que enseñan falsa doctrina pero Jesús y los fieles la aborrecen.

       G. Por estas razones, sin duda la iglesia de Éfeso tenía la reputación de ser iglesia fiel y fuerte que defendía la sana doctrina. Eran “conservadores” (2 Tim.1:13).

      

II. Pero a pesar de todo esto había deficiencia en esa iglesia.

       A. V. 4, "Sin embargo, tengo contra ti que has dejado tu primer amor”. Como el amor del noviazgo y de los recién casados. Se amaban unos a otros con un amor no fingido. El amor hacia Cristo y el amor hacia los hermanos son inseparables.

               1. Jer. 2:2, “así ha dicho Jehová: 'Me acuerdo de ti, de la lealtad de tu juventud, del amor de tu noviazgo”.  Así fue en Éfeso: se acabó la luna de miel, como sucede en muchos matrimonios. El amor no debe menguar sino crecer, aumentar.

              2. El afecto inicial se convirtió en una rutina seca. No había escándalos (problemas, divisiones, etc.). Todavía estaba funcionando “normalmente”. Tenía servicios regulares, pero sin corazón. El manantial de su vida espiritual estaba seco.

       B. ¿Qué significa la expresión, “has dejado tu primer amor”? ¿Cómo era su “primer amor”?

              1. Que al principio amaban al Señor y amaban su palabra. Hech. 19:19, 20; Efes. 1:15, 16, “habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre vosotros, y de vuestro amor por todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones”. Pero a estas alturas Pablo no pudiera hablar así de ellos.

               2. Jn. 14:23, “Si alguno me ama, guardará mi palabra”. Los que dejan su primer amor dejan de amar la palabra de Cristo. La palabra y los pensamientos de Cristo deben ser la palabra y los pensamientos nuestros.

              3. 1 Jn. 4:20, “el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto”.

               4. Así pues, el primer amor de los efesios fue un amor ferviente hacia Cristo y su palabra y hacia los hermanos.

       C. Pero la condición de la iglesia había cambiado. Compárese Mat. 24:12, “por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos”.

               1. Han perdido el entusiasmo. Ya no son fervientes en espíritu. Ya no se aman unos a otros fervientemente. Son como esposos que siguen unidos pero sin cariño. Aun se oye decir que hay parejas viviendo bajo el mismo techo pero no como esposos. El amor murió. Sólo para los hijos siguen bajo el mismo techo.

               2. Puede ser así en la iglesia. Todavía se reúnen juntos pero es pura rutina. Nos toca ir, saludarnos, cantar, orar, participar de la cena, ofrendar, pero es más “mecánico” que ferviente. El fuego de amor se apagó. Se habla mucho de “mandamiento”. La cena es “mandamiento”. La ofrenda es “mandamiento”. Debe ser “¡qué privilegio! ¡qué bendición!”

        El asistir es “mandamiento”. Hay que obedecer los mandamientos. Si la única motivación es no desobedecer mandamientos, obviamente hemos caído en el mismo error de los efesios. Ya dejamos el primer amor y solamente nos aguantamos. Solamente aguantamos el reunirnos. Aguantamos el sermón. Algunos ni llegan para el estudio bíblico. Es demasiado aburrido.

               3. Al oponernos a los falsos y el error que enseñan debemos tener cuidado de no dejar el primer amor. Hay que luchar, pelear, ser negativos, sin ser sospechosos y querellosos; hay que ser oponentes de algunos. Hay que preservar la pureza de doctrina, pero no por eso debemos ser duros de corazón. No conviene dejar de ser positivos en la enseñanza y animados en los servicios y otras actividades de la iglesia.

       D. Hay jóvenes que asisten porque sus padres les llevan, pero tan pronto lleguen a ser adultos dejan la iglesia.

               1. Su “religión” era pura tradición, costumbre, cosa de familia.

               2. Dios no tiene nietos. Los jóvenes deben tener su propia convicción, su propio amor, su propio fervor para la iglesia.

               3. El himno No. 62 dice “Oh Cristo, tu ayuda yo quiero tener”, pero no dice así en inglés. ¿Sabe por qué lo estoy mencionando aquí? Porque fue escrito por un joven de 16 años de edad (William Featherstone). Dice “My Jesus, I love Thee” (Mi Jesús Te quiero), I know Thou art mine (Yo sé que eres mío), For Thee all the follies of sin I resign (Por Tí todas las tonterías del pecado renuncio)… If ever I loved Thee, my Jesus ‘tis now (Si jamás te he amado, mi Jesús es ahora)… Así todo el himno es una expresión del amor no fingido de un joven de 16 años: “Te amo por llevar la corona de espinas en tu frente… Te amo en vida, te amaré en la muerte y te alabaré mientras tenga aliento… Al llevar la corona resplandeciente diré si jamás te he amado, mi Jesús es ahora… Jóvenes, léalo y cántelo en inglés. ¡A ver si pueden hacerlo con ojos secos!

 

III. Dejar el primero amor es “caer”. Ya no están en las montañas de entusiasmo sino en el valle frío de desaliento e indiferencia.

       A. Recuerda, por tanto, de dónde has caído”. Compárese Luc. 15:17, “Entonces volviendo en sí, dijo: "¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Volviendo en sí recordaba la abundancia de pan en la casa de su padre. Para él hacer memoria fue el primer paso de su regreso al padre.

               1. Por eso, tal iglesia necesita recordar los días cuando obedecieron al evangelio, el gozo, el entusiasmo, el deseo de asistir y participar en las reuniones y clases bíblicas.

               2. En esos días ¡cómo estudiábamos! El nuevo converso quiere enseñar a otros. ¡Qué gusto nos dio estar con los hermanos! Nos alistamos y llegamos temprano para saludarlos.

               3. ¡Cuán listos para cualquier actividad! Había ánimo para asistir a los servicios no solamente aquí sino también en otros pueblos cuando había series.

               4. Si alguien está pensando, “Pero yo nunca tuve esa clase de gozo y ánimo,” entonces ni siquiera tenía “primer amor”. No puede recordarlo y volver porque no existió.

       B. Es condición muy seria. No es una pequeña llaga que necesite venda; más bien es como cáncer que tiene que ser sacado. Requiere un cambio radical de corazón. Al hablar de “arrepentimiento” estamos hablando de “pecado”.

       C. ¿Qué tan serio es dejar el primer amor? Si la iglesia no se arrepiente Cristo quita su candelero, o sea, su identidad como iglesia suya.

 

IV. El remedio: Recordar… Arrepentirse… Has las primeras obras.

       A. Recordar: Hech. 20:19, “Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor”. Hech. 20:37, “Y comenzaron a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban”. Este es ferviente amor.

               1. Recordar, porque su caída había sido lenta. No dejaron su primer amor en un solo día. Iba dejándolo a través de meses y años. Por ser proceso lento ni se daban cuenta de lo que pasaba.

               2. Pero ahora recuerde. Compare su situación ahora con la situación al principio. Ver la diferencia. Es grande. Es como si fueran dos iglesias distintas.

               3. Tomar inventario. Reflexionar. ¿Cómo se compara esta iglesia con su condición al principio? ¿Ha dejado su primer amor?

               4. Por lo regular una congregación nueva es muy ferviente. Es como dice Isa. 40:31, “se remontarán con alas como las águilas”. ¿Esta iglesia todavía lo hace?

       B. Arrepiéntete.

               1. Tener cambio de mente, cambio de actitud, cambio de parecer.

               2. Ver su condición a través de los ojos de Jesús.

       C. Haz las primeras obras, porque éstas eran prueba de su amor. El “amor” que no tiene obras no es amor.

              1. No dejar que la reprensión nos conduzca a la desesperación.

              2. Más bien, debemos arrojarnos en los brazos de Cristo diciendo, “Señor, ten misericordia de mí, pecador”.

      

V. La consecuencia de la tibieza, Apoc. 3:16, 17.

       A. La iglesia que deja su primer amor y no se arrepiente deja de ser iglesia de Cristo.

       B. “De lo contrario, yo vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te arrepientes”.

               1. Dejó de existir en Éfeso la iglesia de Cristo.

               2. ¿Qué tal la iglesia de Cristo de Mable y Myers en Odessa, Texas?

               3. Primero la luz es baja, débil, y luego se apaga.     

       C. Dejar el primer amor… Recordar… arrepentirse… volver y hacer las primeras obras.

 

Conclusión.

       A. Es imposible adorar y servir a Dios con dos mentes (“doble ánimo”). El simplemente no lo acepta. Nos engañamos solos pensando que estamos sirviendo a Dios.

       B. Si en cualquier sentido hemos dejado nuestro primer amor, hoy mismo estemos resueltos a volver a prender lumbre, ser fervientes de espíritu y hagamos las primeras obras, para que Cristo siempre nos acepte como iglesia suya.