El Gran Día Viene

 

Está determinado, inevitable. Heb. 9:27, “está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio” .

 

2 Cor. 5:10, “es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho por medio del cuerpo, sea bueno o malo”.

 

No será un “juicio” o “juzgado” con abogados, testigos, etc.… No habrá defensa con explicaciones y excusas… Puro sentenciar – salvos o perdidos.

 

No dice “tal vez”. Como la muerte es inevitable (a menos que Cristo venga primero), así el juicio es seguro.

 

2 Ped. 3:10, “el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas”.

 

1 Tes. 4:16, “el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero”.

 

Juan 5:28, 29, “vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de condenación”.

 

¡El Gran Día viene! Con sonido de trompeta, el Señor vendrá en llama de fuego para castigar a los que no le obedecen.

 

El juicio será universal. Hech. 17:30, 31, Todos deben arrepentirse porque  “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo” (Cristo será el Juez).

 

Nadie escapará en Aquel Día. Toda la familia humana – ricos, pobres, grandes, pequeños, letrados, analfabetos – serán juzgados.

 

Todos seremos juzgados individualmente. 2 Cor. 5:10, “cada uno sea recompensado por sus hechos”.

 

Rom. 14:12, “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo. Rom. 2:6, “el cual pagara a cada uno conforme a sus obras”.

 

Mat. 16:27, “el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según sus hechos”.

 

Nada será escondido. 1 Cor. 4:5, “el Señor.. sacará a la luz las cosas ocultas.. y pondrá de manifiesto los designios de los corazones”.

 

Apoc. 2:23, “yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras”.

 

Mat. 12:36, “de toda palabra ociosa (falsa, dañina) que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio”.

 

¡Imagínese! Todo descubierto: no sólo hechos y palabras, sino también pensamientos, deseos, motivos.

 

Mat. 10:26, “no hay nada encubierto que no será revelado, ni oculto que no será conocido”.

 

Ecles. 12:14, “Dios traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto, sea bueno o sea malo”.

 

Heb. 4:13, “no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.

 

Todos serán juzgados por la enseñanza de Cristo. Jn. 12:48, “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final.

 

Millones serán decepcionados porque no serán juzgados por enseñanza humana (católica, protestante, testigos, mormones)

 

¿“Sólo aceptar a Jesús como su Salvador”; “Recibir a Jesús en su corazón”; “Salvos por la fe sola”? Hech. 2:38; Mar. 16:16.

 

“El gran día viene, muy pronto viene”. La única manera de estar preparado es creer que ¡el Gran Día puede ser HOY mismo!

 

1 Tes. 5:2, 3, “vosotros mismos sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como un ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán”.

 

Será día de separación: “cuando justos y malos el gran Juez apartará”. Mat. 25:31-33, “apartará los unos de los otros”.

 

No hay grupo en medio. Hay dos señores, dos caminos, dos destinos. La pregunta de las edades: ¿En qué lado estaremos?

 

Día triste viene… cuando el pueblo rebelde reprobado allí será”. El Salvador amoroso será el Juez: “Apartaos de mí… irán éstos al castigo eterno” (Mat. 25:46).

 

El lugar de castigo es “el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mat. 25:41). Si uno va a este lugar será porque lo escogió voluntariamente.

 

“El gozo lo sienten los amados del Señor”. Será día glorioso para los salvos. Mat. 25:34, “Venid, benditos de mi Padre…”

 

Jn. 14:2, 3, “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros”.

 

Entonces, “¿Estás listo?... Esperando el Día Final?” ¿Listo a obedecer, ser fiel, asistir fielmente, servir y aun sufrir por Cristo?

 

Lea muy despacio: 2 Tes. 1:6-10… y también Apoc. 20:11-15. No dice “¿Estarás listo? Sino “¿Estás listo?” ¡Ahora mismo!