PONER TROPIEZO ANTE OTROS
I. CASO DE
BALAAM.
A.
Números 22-24,
amando el premio de maldad (2 Ped. 2:15) quería maldecir al pueblo de Israel
pero cada vez que abrió su boca para maldecir Dios habló (a través de él) para
bendecir su pueblo.
B.
Sin embargo,
Balaam tenía otra táctica: “ENSEÑABA a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”
(Apoc. 2:14).
1.
Núm. 31:16,
“POR CONSEJO de Balaam ellas (mujeres madianitas) fueron causa de que los hijos
de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo
mortandad en la congregación de Jehová”.
2.
Núm. 25:9, “murieron
de aquella mortandad 24,000”.
C.
Desde luego,
Israel pecó y era responsable delante de Dios por su pecado, pero Balaam era
doblemente responsable porque él era la CAUSA del mal.
D.
Así es la obra
de todo falso maestro.
1.
Mat. 15:14, “Dejadlos;
son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el
hoyo”.
2.
Todos los
sacerdotes, pastores, evangelistas y otros que enseñan error pecan y hacen pecar
a sus seguidores.
3.
Hech. 20:29,
30, “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos
rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30 Y de vosotros
mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a
los discípulos”. Los ancianos “patrocinadores” han causado una triste división
en la iglesia. Han pecado y hacen pecar a los miembros de la iglesia.
4.
Rom. 16:17, “Mas
os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en
contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”
5.
Malaquías
2:7,8, “los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el
pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. Mas
vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley;
habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos”.
II. CASO DE
JEROBOAM.
A.
1 Reyes 14:16,
“Y él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho
pecar a Israel.” Jeroboam PECÓ pero también HIZO PECAR a Israel. Era doblemente
responsable delante de Dios por la apostasía del pueblo.
B.
Su pecado se
explica en 1 Reyes 12:26-32. Dijo, “Es mucho para vosotros subir a Jerusalén; he
aquí vuestros dioses (becerros de oro en Dan y en Betel), oh Israel, los cuales
te hicieron subir de la tierra de Egipto”. También “hizo sacerdotes de entre el
pueblo, que no eran de los hijos de Leví”.
C.
Entre las diez
tribus que se apartaron de Dios con Jeroboam había fieles que volvieron a
Jerusalén para ofrecer sacrificios a Dios (2 Crón. 11:13-16), pero los que
siguieron a Jeroboam PECARON y eran responsables delante de Dios por su pecado.
Jeroboam PECÓ E HIZO PECAR a Israel. Era doblemente responsable delante de Dios.
III. CASO DE
ELI.
A.
Elí era
sacerdote fiel, pero sus hijos, que también ejercía el sacerdocio, “eran hombres
impíos, y no tenían conocimiento de Jehová” (1 Sam. 2:12).
B.
1 Sam. 2:13-17.
Levítico 7:34 explica la parte del sacrificio que pertenece al sacerdote, pero
Ofni y Finees (hijos de Elí) profanaron la ofrenda del pueblo, exigiendo su
porción antes de que fuera quemada la grosura en el altar.
C.
1 Sam. 2:22,
también “dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de
reunión”.
D.
1 Sam. 2:24,
les dijo Elí, su padre, “HACÉIS PECAR al pueblo de Dios”
E.
Pero Elí
compartía la culpa: 1 Sam. 2:29, Dios le dijo, “¿Por qué habéis hollado mis
sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has
honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las
ofrendas de mi pueblo Israel?”.
F.
¿Cómo honraba a
sus hijos más que a Dios? 1 Sam. 3:13, “yo juzgaré su casa para siempre, por la
iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha
estorbado”.
G.
Así pues, los
hijos de Elí PECARON e HICIERON PECAR al pueblo, y también el padre de ellos
COMPARTÍA LA CULPA por no haberles reprendido.
H.
Efes. 6:4, “Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor”. Muchos padres, al igual que Elí, no hacen
esto.
I.
Además, POR NO
SER BUENOS EJEMPLOS para sus hijos los padres ponen tropiezo delante de ellos,
porque generalmente los hijos imitan y siguen a sus padres.
IV. MATEO
18:6-9 Jesús habló claramente sobre lo serio de este tema. “Y cualquiera que
haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se
le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar”.
Jesús no habla
de niños sino de sus discípulos que son humildes y a veces ingenuos.
A.
Hay maridos
incrédulos que se oponen a que sus esposas obedezcan al evangelio o si obedecen
ponen toda clase de tropiezo para que no sean fieles y cumplidas en su servicio
a Dios. Estos ingratos no querían mujeres de la calle para esposas. Querían
buenas mujeres que serían buenas esposas y buenas madres, y luego en su tontería
les prohíben, les estorban, les evitan, etc. para que no sirvan al Buen Dios que
les hizo buenas mujeres.
B. Tales maridos son de los hombres más perversos del mundo. Muchas mujeres cristianas son intimidadas por tales maridos que PECAN Y HACEN PECAR A SUS ESPOSAS.
V. EL CASO DE
AQUEL QUE REPUDIA A SU MUJER.
A.
Mat. 5:32, “Pero
yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación,
hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio”.
B.
La mujer
repudiada comete adulterio cuando se casa otra vez, pero su marido que la
repudió comparte el pecado. Ella sí peca, pero él también porque “hace que ella
adultere”.
C.
Hay varias
formas de repudio: La Biblia no distingue entre “repudiar” (Mat. 5:32; 19:9), “separarse”
(1 Cor. 7:10, 15), o “abandonar” (1 Cor. 7:11, 12).
D.
1 Cor. 7:4, 5,
el no cumplir con el deber conyugal (la relación íntima) por causa del enojo o
disgusto, etc. es una forma de “repudio”.
E.
El ser
desobligados puede ser causa de la separación (marido no trabaja, mujer
incumplida como ama de casa).
F.
Mujer
contenciosa. Prov. 21:9, 19, “Mejor es vivir en un rincón del terrado que con
mujer rencillosa en casa espaciosa… Mejor es morar en tierra desierta que con la
mujer rencillosa e iracunda”. El marido se cansa de esto y sale.
G.
En fin, toda
forma de carnalidad puede ser causa del repudio. “El que repudia a su mujer, a
no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere” pero Dios se fija
también en las causas del repudio.
VI. EL CASO DE
LA MUJER QUE USE ROPA DESHONESTA.
A.
1 Tim. 2:9, “Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”.
B.
1 Ped. 3:3, 4 “Vuestro
atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos
lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un
espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”.
C.
Mat. 5:28, “Pero
yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con
ella en su corazón”.
1.
Desde luego, el
hombre carnal es culpable de codiciar a la mujer más modesta.
2.
Pero es posible
que la mujer sea causa de la codicia si viste ropa deshonesta, ropa que en lugar
de cubrir el cuerpo lo desnuda y lo exhibe (ropa corta, ropa muy ajustada al
cuerpo ropa transparente).
3.
Ahora la moda
es descubrir (desnudar) los senos. Casi todos los vestidos y blusas son
diseñados para hacerlo, pero la mujer cristiana no debe conformarse a este mundo
(Rom.12:2). Si no sabe costura es tiempo de que se enseñe.
VII. CASO DE
HACER TROPEZAR AL HERMANO DÉBIL.
A.
Rom. 14:20, 21,
“No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la
verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que
come. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece,
o se ofenda, o se debilite”.
B.
1 Cor. 8:9, “Pero
mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles”.
C.
Este texto
tiene que ver con el uso incorrecto de la libertad. Pablo defiende la libertad
pero insiste en NO HACER TROPEZAR a otros hermanos.
Conclusión
A.
Lev. 19:14, “delante
del ciego no pondrás tropiezo”.
B.
Que nadie diga,
“el diablo me hizo pecar” o “que fulano me hizo enojar” o que “él/ella me vuelve
loco” o que “los malos compañeros me hicieron tomar y robar”. Estas son excusas
necias. Cada quien es responsable ante Dios por su conducta.
C.
Sin embargo, la
Biblia sí enseña que los que PECAN Y HACEN PECAR A OTROS son doblemente
culpables ante los ojos de Dios.
D.
Nadie es una
isla. Toda vida toca otras vidas. Todos influyen en otros, algunos (padres,
maestros) más que otros, pero todos tienen su influencia para bien o para mal,
llevando a otros hacia el cielo o hacia el infierno.
E.
El mundo está
lleno de personas como Balaam, Jeroboam y compañía. Precisamente en estos
Satanás “vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8).