Balaam Amó el Premio de Maldad

Números 22- 25; 2 Ped. 2:15

 

Introducción.

A. ¿Quién era Balaam? Madianita (Madián era hijo de Abraham y Cetura (Gén. 25:1,2). El suegro de Moisés era madianita, (Ex. 3:1).

            B. Josué 14:22, “Balaam el adivino”; Núm. 24:1, usó agüeros. 2 Ped. 2:16, “profeta”.

            C. ¿Por qué Dios habló a través de Balaam, un adivino? Se contesta con otras preguntas: ¿Por qué habló a través del asna? ¿Por qué usó la adivina para “levantar” a Samuel para que reprendiera al rey Saúl? (1 Sam. 28:14-19). Dios usa una variedad de medios para llevar a cabo su voluntad.

            D. Balaam era el hombre escogido por Balac, rey de Moab, para maldecir al pueblo de Israel y Dios convirtió lo que hubiera sido maldición en bendición. Sin duda las bendiciones pronunciadas sobre Israel por este hombre de gran influencia eran alarmantes para los paganos.

            E. Es muy importante estudiar estos capítulos de Números que hablan de Balaam. De otro modo sería imposible entender los siguientes textos del N. T. que hablan de él.

                        1. 2 Ped. 2:15, 16, “Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta”. Pedro habla de falsos maestros que han abandonado la verdad, imitando a Balaam quien causó la destrucción de muchos israelitas aunque sabía que eran el pueblo de Dios. La avaricia le volvió loco (el asna “reprimió la locura del profeta”) y él confesó su pecado pero siguió su camino perverso resuelto a maldecir al pueblo de Israel.

                        2. Judas 11, “¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error de Balaam…” Judas habla de Caín, de Balaam y de Coré. Esto indica que los que estudien el N. T. deberían conocer el A. T. De otro modo estas referencias no tienen significado para ellos. Los falsos maestros que Judas describe eran culpables de la misma avaricia que consumió a Balaam y le llevó a su muerte. Recuérdese 1 Tim. 6:5, falsos maestros se aprovechan de la religión como fuente de ganancia material.

                        3. Apoc. 2:14, “'Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación” (Núm. 25:1-6). Los falsos hermanos de Pérgamo imitaban a Balaam.

 

I. Balac, rey de Moab, muy temeroso del pueblo de Israel (Núm. 22:3),  le ofreció “dádivas” (22:7) a Balaam para que maldijera a Israel.

A. Balaam hablaba con mucha devoción hacia la palabra de Dios (22:8,18, 23:26), pero en realidad quería hacer lo que Balac le pidiera porque amaba el “premio (pago) de la iniquidad” (2 Ped. 2:15; Judas 11).

B.  Dios le dijo que no podía maldecir a Israel porque era pueblo bendito (Núm. 22:12, 13), pero Balaam dijo a los príncipes de Balac, “reposéis aquí esta noche, y sabré qué más me dice el SEÑOR” (22:19).

C.  No le gustó lo que Dios le dijo y esperaba que si persistiera, habría cambio de parecer en el Señor. (Al leer Mar. 16:16; Hech. 2:38 ¿cuántos dicen “a ver qué más me dice el Señor” sobre el tema del bautismo?)

 

II. Balaam salió con los príncipes de Moab.

            A. Núm. 22:12, “No vayas con ellos”; 22:15 Balac envió más príncipes y Balaam dice (22:19), “a ver qué más me dice el Señor”; Dios le dice (22:20), “vete con ellos” y Balaam fue con ellos; 22:22 “la ira de Dios se encendió porque él iba”.

            B. ¿Cómo se explica esto? Dios dice, “no vayas”; luego dice “vete con ellos” y por fin “la ira de Dios se encendió porque él iba”. Dios conoció el corazón de Balaam, sabía que amaba “el premio de la maldad” y que esperaba de todo corazón que de alguna manera pudiera obtener la recompensa que Balac le ofrecía; desde luego, esta actitud de Balaam tuvo algo que ver con la ira de Dios contra él.

            C. La Biblia no explica el dilema de “no vayas” y “vete” pero este caso nos recuerda de otros textos que se pueden comparar con ello.

                        1. A veces Dios permite lo que no aprueba. Por ej., 1 Sam. 8, Israel quería rey y aunque no era la voluntad de Dios se lo dio. Oseas13:11, “Te di rey en mi furor, y te lo quité en mi ira”.

                        2. También Rom. 1:26, 28 dice que Dios “entrega” a algunos a sus caminos perversos (o sea, para sufrir las consecuencias de su rebeldía).

                        3. 2 Tes. 2:12 dice que a los que no aman la verdad Dios “les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados”.

C. Pero el ángel de Dios le resistió y aun el asna de Balaam le reprendió para refrenar “la locura del profeta”. Balaam creía que era gran adivino y profeta pero ni siquiera pudo ver al ángel. Lo muy curioso es que Balaam conversara con el animal sin registrar sorpresa por el fenómeno de oírle hablar “con voz humana”. (Al estudiar este texto en una clase le pregunté a un hermano qué haría él si un animal le hablara y dijo “correr”).

 

III. Dios pronunció CUATRO ORÁCULOS a través de la boca de Balaam acerca de la importancia de su pueblo Israel.

A. A Balaam le fue permitido seguir por su camino (Núm. 22:23, 24; Deut. 23:4, 5; Josué 24:9,10).

B. Obviamente Dios quería que Balac y los cananeos oyeran y entendieran  que Israel era su pueblo y que sería victorioso sobre sus enemigos.

C. Por eso, cada vez que Balaam abrió su boca para maldecir a Israel, Dios le dio palabras de bendición.

                        1. Núm. 23:7-10, V. 9,Porque desde la cumbre de las peñas lo veo,
y desde los montes lo observo. He aquí, es un pueblo que mora aparte, y que no será contado entre las naciones. 10¿Quién puede contar el polvo de Jacob, o numerar la cuarta parte de Israel?” En el v. 10 Balaam expresa un deseo noble: “Muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya”, pero no murió así  (véase Núm. 31:8).

                        2. Núm. 23:19-24. V. 22, “Dios los ha sacado de Egipto; tiene fuerzas como de búfalo… He aquí el pueblo que como león se levantará y como león se erguirá; no se echará hasta que devore la presa…”

                        3. Núm. 24:3-9. V. 5, “¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!”

                        4. Núm. 24:15-19, V. 18, “Será tomada Edom, será también tomada Seir por sus enemigos, e Israel se portará varonilmente…” Algunos creen que el v. 17 se cumplió de manera directa en David y últimamente en Cristo.

            D. Con tales bendiciones pronunciadas sobre Israel, Balac podría ver que en lugar de ser destruido este pueblo sería victorioso sobre sus enemigos. Esto se afirma claramente en Núm. 24:21-24.

 

IV. Por fin, Balac y Balaam lograron su propósito de “maldecir” a Israel, porque Balaam aconsejó a Balac a que sedujera a los israelitas mediante las mujeres madianitas (Núm. 25; 31:16)

A. Apoc. 2:14, “Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación”. 

B. Dios castigó al pueblo de Israel, Núm. 25:9 (24,000 muertos)

 

V. Balaam es otro ejemplo de las consecuencias horribles de la avaricia.

            A. Después Dios castigó a Moab y en la batalla se mató Balaam, Núm. 31:8. Imagínese lo terrible de su avaricia. Para recibir “las dádivas” de Balac este hombre estaba dispuesto a destruir una nación que él mismo alabó como el mismo pueblo de Dios. Balaam es símbolo número uno de los motivos satánicos de los falsos maestros, como se demuestra en las citas del N. T.

B. La avaricia causa opresión. Labán, Gén. 31:7; Miqueas 2:1, 2

C. La avaricia causa mentiras, Giezi, 2 Reyes 5:20; Ananías, Safira, Hech. 5:1-11

D. La avaricia causa el robo, Acán, Josué 7:21

E. La avaricia causa caída de la fe, 1 Tim. 6:10

F. La avaricia causa condenación, 1 Cor. 5:10; 6:9,10; Luc.16:14

G. La avaricia es idolatría, Col. 3:5

H. La avaricia movió a Judas a vender a Jesús por treinta piezas de plata (Mat.  26:15).

I. Luc. 12:15, “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”.