Dios es Razonable – Nos escucha

 

Introducción:

      A. Desde luego, Dios escucha nuestras oraciones, pero escucha de otra manera también. Escucha nuestros “argumentos”.

      B. Isa. 1:18, “"Venid, pues, dice Jehová; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Pero aun aparte del tema de la salvación, El invita al hombre a razonar con El.

      C. ¿Dios está dispuesto a razonar con nosotros? Este texto indica que sí. Dios llama al pueblo para que razone con El, que exponga su causa, que explique el porqué de su problema, queja o rebeldía.

      D. Rom. 3:4, “Sea Dios veraz, aunque todo hombre sea mentiroso, como está escrito: para que seas justificado en tus palabras y venzas cuando seas juzgado”. Pero esto no quiere decir que Dios no escucha a sus hijos.

      E. Rom. 12:1, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.

      F. Job.9:3, Desde luego, “Si alguno quisiera contender con Él, no le podría responder una cosa entre mil” (como vemos en los capítulos 38-41), porque Dios es infinitamente sabio e inteligente, no puede fallar, ni equivocarse.

            1. Pero aun con eso Dios siempre ha oído los argumentos que el ser humano puede exponer para defender su causa.

            2. Dios no es un tirano, un déspota y el servicio que El requiere es razonable.

 

I. Dios escucha los argumentos o razones del hombre.

      A. Adán y Eva. Cuando Adán y Eva pecaron Dios escucho sus argumentos.

            1. Gen.3:9. Dios preguntó, ¿Dónde estás? Dios sabía que Adán y Eva habían pecado pero les permitió hacer sus argumentos en su defensa.

            2. Gen.3:10-12. ¿Has comido del árbol que te mande que no comieras? Dios sabía eso, pero permitió que Adán presentara su defensa..

            3. Adán dijo, “la mujer que tú me diste”. Gen.3:12. Adán echa la culpa a Dios. Está diciendo que si Dios no le hubiera dado esta mujer no habría pecado.

            4. Dios pregunta a Eva. ¿Qué es lo que has hecho? Gen.3:13. Sabía Dios lo que había hecho Eva pero permitió que ella presentara su defensa. Y ella dijo: “La serpiente me engañó”, Gen.3:13.

            5. Ellos tuvieron la oportunidad de defender su causa, argumentaron y Dios los escuchó.
            6. Si Dios fuera un tirano, no les hubiera escuchado hablar. No hubiera preguntado nada y ya.

      B. Dios escuchó los argumentos de Abraham en cuanto a Sodoma y Gomorra.

            1. Gen.18:23-33. Dios escuchó aun cuando El sabía que Sodoma y Gomorra eran ciudades perversas y corrompidas. Pero aun así escuchó los argumentos de Abraham para salvar estas ciudades.

            2. Gen.18:23, “Entonces Abraham se acercó y dijo: --¿Destruirás también al justo con el culpable?

                 -- Gén. 18:24-32, Tal vez haya cincuenta. Tal vez falten cinco, para los cincuenta. Tal vez se hallen cuarenta. Tal ves se hallen treinta. Tal vez se hallen veinte.  Tal vez se hallen diez.

                 -- Dios estuvo atento a escuchar cada argumento de Abraham, aun cuando sabía que no había los justos suficientes para no destruir a Sodoma y Gomorra.

      C. Escuchó a Moisés, Ex. 32:9-14. Si Dios no hubiera escuchado los argumentos de Moisés, habría destruido la nación de Israel en ese momento de su furia. Sal. 106:23, “Y trató de destruirlo, de no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él, a fin de apartar su indignación para que no los destruyese”.

      D. Job quería exponer su causa delante de Dios. Job.23:4-6, “Expondría delante de Él mi causa, y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría las palabras que Él me respondería; y entendería lo que Él me dijera. ¿Contendería conmigo con la grandeza de su fuerza? No; más bien, Él me prestaría atención”. Dios le prestaría atención a su causa. Dios desea que hablemos, que expongamos nuestra causa.

      E. Isaías.43:26, “Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; habla tú para justificarte”; es decir, si hay base alguna, algún mérito en ustedes que justifique su liberación de sus enemigos, presentadlo; estoy dispuesto a escucharlo. “Habla para justificarte”. Expone tu caso para ver si tienes la razón para quedar libre.

      F. Cuando presentamos “nuestro caso” a Dios, Él escucha, Él razona, pero recuérdese que Dios nos contesta y razona con nosotros pero no por medio de visiones o sueños, sino a través de su Palabra.

      G. Recuérdese también que su palabra es perfectamente adecuada para enseñarnos sobre cualquier tema (2 Tim. 3:16,17; 2 Ped. 1:3).

     

II. Hay muchos casos de personas que no querían escuchar los argumentos de otros.

      A. Los Fariseos que no escucharon los argumentos del ciego.

            1. Jn. 9:10, le preguntan,  “¿Cómo te fueron abiertos los ojos?” Les explicó.

            2. Jn. 9:15. Ellos “oyeron” la explicación del ex ciego pero entonces “volvieron” a preguntar.

            3. Jn. 9:16, decían que Jesús era pecador porque no guardaba el sábado (según la tradición de ellos).

            4. Jn. 9:24 “volvieron a llamar al hombre que había sido ciego” insistiendo en que aceptara que Jesús era pecador.

            5. Jn. 9:25, una respuesta enfática: “Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo”.

            6. Jn. 9:26 cuando volvieron a preguntarle “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?” él cobró ánimo y “les respondió: Ya os dije, y no escuchasteis. ¿Por qué lo queréis oír otra vez? ¿Acaso queréis también vosotros haceros sus discípulos?” ¡Buen golpe les dio! Pero todavía no escucharon. Más bien su “respuesta” era injuriarlo.

            7. Luego, por último, cuando dijeron “no sabemos de dónde sea” Jesús, el ex ciego replicó muy sabiamente: “Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y {sin embargo,} a mí me abrió los ojos. Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ése oye. Desde el principio jamás se ha oído {decir} que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento”.

            8. Si Cristo no hubiera procedido de Dios, no podría haber hecho nada. Respondieron ellos y le dijeron: Tú naciste enteramente en pecados, y tú nos enseñas a nosotros? Y lo echaron fuera” (Juan 9:29-34).

      B. Los judíos no escucharon el argumento de Esteban.

            1. Hechos.7:54, “Escuchando estas cosas, se enfurecían en sus corazones y crujían los dientes contra Él”. ¿Escuchando qué cosas? Les gustó el relato hermoso de la historia de los israelitas pero no querían oír de la rebeldía de ellos, ni mucho menos de la rebeldía de ellos mismos.

            2. V. 57, “Entonces gritaron a gran voz, se taparon los oídos y a una se precipitaron sobre Él”. Lamentablemente ¿cuántos de nosotros tomamos esta postura? Porque tal vez estamos enojados y no queremos oír argumentos.

      C. Hech. 17:32, Algunos atenienses no escucharon el argumento de Pablo. “Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban”. ¿Cuántas personas, incluyendo hermanos, tienen un “hasta aquí” para escuchar los argumentos de otro?

            1. Es más fácil burlarse que contestar argumentos. ¡Cuántas veces emplean esta táctica hermanos liberales o extremistas para no contestar la verdad que se presente!

            2. El burlarse o simplemente responder con una expresión necia indica inmadurez y aun carnalidad.

      D. Hech. 19:23-28, no escuchan cuando la predicación disminuye la ganancia material.

      E. El prejuicio no permite que los hombres escuchen. Hech. 22:22, “Y le oyeron hasta esta palabra”. ¿Cuál? De que Dios le había enviado a predicar a los gentiles. Había MUCHO prejuicio contra los gentiles.

      -- Hay mucho prejuicio contra el bautismo para perdón de pecados. Debido a este exagerado prejuicio algunos enseñan que el bautismo no es para obtener el perdón de los pecados sino que es “obra” del cristiano como la cena del Señor, la ofrenda y el visitar enfermos, pero el bautismo no es para el cristiano sino para el pecador para obtener el perdón de sus pecados pasados.

      -- El pecador se bautiza UNA SOLA VEZ. ¿El cristiano se participa de la cena UNA SOLA VEZ en la vida? ¿Se ofrenda UNA SOLA VEZ en la vida? ¿Visita a los enfermos UNA SOLA VEZ en la vida? Si el bautismo es una “obra” del cristiano ¿qué otra obra se practica una sola vez en la vida?

      -- Esto bien ilustra lo insensato de este prejuicio. El bautismo no es “buena obra” del cristiano; más bien es uno de los REQUISITOS nombrados por Cristo y los apóstoles para el pecador para obtener la salvación (Marcos 16:16), o sea, el perdón de los pecados (Hechos 2:38), exactamente paralelo al requisito de Juan 9:7, “Ve a lavarte…” Compárese Hech. 22:16, “Levántate y bautízate y lava tus pecados”. El agua del bautismo “lava” pecados exactamente como el agua de Siloé “lavó” al ciego. Era REQUISITO. También 2 Reyes 5:10, 14, el profeta Elías dijo al leproso: “Ve y lávate siete veces en el Jordán”. ¿El agua del Jordán tenía poder mágico para limpiar la lepra? Claro que no, pero la OBEDIENCIA sí tenía eficacia para hacerlo.

      -- Si el ciego hubiera practicado la religión de muchos “pastores” de la actualidad, habría dicho, “Lo siento, Señor, pero no voy a hacerlo, creo en la fe sola, yo creo en Ti y con eso basta” Y HABRÍA MUERTO CIEGO. Si Naamán hubiera tenido el concepto de muchos “pastores” habría dicho, “No voy a lavarme porque eso no sería gracia sino obra” y HABRÍA MUERTO LEPROSO. Si Saulo de Tarso hubiera sido enseñado por muchos “pastores” habría dicho a Ananías, “No quiero bautizarme, no creo en eso, yo ya creo en Cristo y con eso tengo, no creo en obras sino en gracia” y HABRÍA MUERTO PECADOR.

 

III. Otras aplicaciones de esta lección.

      A. Escuchemos los argumentos que otros hagan (sean hermanos o sectarios). Si están equivocados, podemos explicar bien el asunto porque le escuchamos atentamente sin representar mal lo que hayan dicho.

            1. En el debate público o por escrito es indispensable que se preste atención cuidadosa a los argumentos del oponente.

            2. La gente pierde confianza en el que represente mal a su oponente o tergiverse lo que enseña. Es otra manera de mentir (Apoc. 21:8).

      B. Padres deben escuchar a sus hijos. A veces aprenden mucho de ellos. Si son sus hijos, ¿no son inteligentes como sus padres?

      C. Maridos  deben escuchar a sus esposas. La sujeción de la esposa no significa inferioridad. ¿Acaso se casó con una mujer no inteligente?

      D. Ancianos deben escuchar a todos los miembros, hermanas y hermanos. Los miembros los escogieron como ancianos. Si no hay ancianos los varones que se reúnen para dirigir los asuntos de la iglesia deben consultar y escuchar a las hermanas.

       E. Maestros deben escuchar a los alumnos (de cualquier edad).

 

Conclusión:

      A. Dios es razonable. Razona con sus hijos y con toda la humanidad.

      B. Debemos imitarlo, estando dispuestos a razonar los unos con los otros en la iglesia y también escuchar y examinar los argumentos de otros. La verdad no teme la investigación. Debemos amar la verdad (2 Tesal. 2:10-12) y aceptarla, abandonando el prejuicio y todo error.

      C. Debemos dar oportunidad para que los hermanos u otras personas expongan sus argumentos. ¿Qué nos cuesta escuchar sus argumentos? De esa manera tenemos entendimiento claro del tema discutido. La verdad no teme la investigación.

      D. Juan.7:51. “¿Juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace?” No podemos tomar decisiones sin antes haber oído a la persona exponer su causa.

      E. Mat. 13:15, “porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos han cerrado, no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane."