La disciplina bíblica es acto de amor
Hebreos 12:6-10

 

 
 


Introducción:
     
A. Para muchos hermanos la disciplina congregacional no es pensamiento agradable pero como bien sabemos toda enseñanza divina es buena y provechosa para nosotros.
      B. Desde luego, puede haber abuso de la disciplina congregacional como puede haber abuso de la disciplina en el hogar, pero los abusos no cambian la verdad del asunto.
      C. Es el deseo ferviente de este servidor que este estudio se examine con mente abierta y que sea un examen provechoso de este tema tan importante.

I. NO ES OPINIÓN.
     
A. No es asunto que se pueda ignorar, porque es tema revelado en el N. T.
      B. Hay textos tan claros sobre este tema como los textos sobre la cena del Señor, la ofrenda y el cantar himnos.
      C. El hecho de que haya desacuerdo entre hermanos con respecto a este tema no significa que, por eso, es cuestión de opinión.

II. EL PLAN DE SALVACIÓN.
     
A. El plan de salvación para inconversos es: oír el evangelio, creer, arrepentirse, confesar que Cristo es el Hijo de Dios, bautizarse para perdón de pecados.
      B. El plan de salvación para el hermano que tropiece: arrepentirse, confesar pecados y orar a Dios. 1 Jn. 1:9; Hech. 8:22.
      C. El plan de salvación para el hermano que peque y rehúse arrepentirse: señalarlo (identificarlo por nombre), apartarse socialmente de él, no tener compañía con él para que se avergüence. 1 Cor. 5:9-11; 2 Tes. 3:14.
      D. El rechazamiento del plan de salvación resulta en la perdición de almas.
            1. ¿Si uno rehúsa oír, creer, arrepentirse, confesar, bautizarse?
            2. ¿Si el que tropiece rehúse arrepentirse, confesar pecado, orar?
            3. ¿Si la iglesia rehúsa señalar, no juntarse con el no arrepentido?

III. EL PROPÓSITO DE LA DISCIPLINA.
     
A. La disciplina de los hijos es acto de amor.
            1. Es tratarlo no como bastardo sino como hijo, Heb. 12:7-11; Efes. 6:4. Los padres que rehúsan disciplinar a sus hijos los tratan como bastardos.
            2. El que rehúse corregir al hijo no lo ama sino que lo aborrece. Prov. 13:24. Los proverbios son verdades generales y no pertenecen solamente a la ley de Moisés. No hay diferencia básica entre Heb. 12:7 y Prov. 13:24.
B. Igualmente la disciplina congregacional es acto de amor porque es para salvar almas. 1 Cor. 5:5.
      C. Parece que algunos hermanos piensan que el apartarse del miembro que rehúse arrepentirse demuestra falta de amor (compasión, misericordia).
            1. 2 Tes. 3:14 dice, “no os juntéis con él para que se avergüence”. Para muchos hermanos este acto es desagradable, pero es acto de amor para salvar su alma.
            2. Parece que algunos hermanos piensan que ellos saben mejor que Dios cómo rescatar al hermano. Creen que es mejor mostrarle cariño, pero Dios dice “avergonzarle”. ¿Cuál es mejor la sabiduría humana o la sabiduría divina?
            3. ¿Somos gobernados por la autoridad de las Escrituras o por los sentimientos? Obviamente muchos son gobernados por los sentimientos. No quieren “lastimar sentimientos” y, por eso, desobedecen este mandamiento.
            4. Hay hermanos que son muy fieles en cuanto a todo a menos que el tema lastime sentimientos (1 Tim. 5:21). Por ej., Rom. 13:1 y el trabajar aquí ilegalmente; Mat. 19:9, repudiar no por fornicación y cometer adulterio al volver a casarse; y esta cuestión de disciplina, mayormente en el caso de los seres queridos.
      D. En realidad los que descuidan la disciplina que Dios enseña son los que no tienen amor por los perdidos, porque rehúsan obedecer el plan de salvación con respecto a tales miembros.

IV. LOS ESFUERZOS HECHOS PARA EVITAR LA DISCIPLINA CONGREGACIONAL.
     
A. “Esperar. Darle más tiempo”. Algunos hermanos nunca están listos para aplicar la disciplina, pero al aplazar la disciplina permiten que se endurezca más el corazón del hermano no arrepentido.
            1. ¿Qué pensaríamos del padre que no quisiera dar la medicina recetada por el médico para su hijo, diciendo que mejor darle más tiempo para ver si sana solo, sin el remedio?
            2. ¿Qué pasa con la persona que rehúsa curar el cáncer?
      B. Enseñar que la prohibición “con el tal ni aun comáis” se refiere a la cena del Señor. Pero lea el texto (1 Cor. 5:9-11). Pablo dice que sí podemos comer con los inconversos. ¿Comer la cena con los inconversos?
      C. Enseñar que la prohibición “con el tal ni aun comáis” se refiere a uno que no es hermano verdadero. Creen que la expresión “llamándose hermano” significa que no es realmente un hermano, sino solamente finge ser hermano.
            1. Pero Pablo dice que el tal “sea entregado a Satanás” y no hubiera dicho esto si tal hombre fuera inconverso. No se entregan los inconversos a Satanás porque ya están con él.
            2. El verbo “llamándose” es onomadzo y significa simplemente ser nombrado. Por ej., Efes. 3:14, 15, “el Padre…de quien toma nombre (literalmente, “es nombrada” y se puede traducir, “llamándose”) toda familia en los cielos y en la tierra”. ¿Somos nombrados sus hijos falsamente?
      D. Enseñar que el miembro infiel puede “quitar la membresía” y luego la iglesia no puede apartarse de él.
            1. La Biblia no habla de “iglesia” y luego, aparte de ella, de cristianos que no son miembros de alguna iglesia local. Fil. 1:1, “a todos los santos… que están en Filipos, con los obispos y diáconos”.
            2. Todos los santos eran miembros de la iglesia de Filipos. Hech. 20:28, los santos de Éfeso eran “todo el rebaño” supervisado por los obispos. Eran “los santos… que están en Éfeso” (Efes. 1:1).
            3. La carta de Pablo “la iglesia de los tesalonicenses” (1 Tes. 1:1) era para “todos vosotros”, v. 2.
            4. No hay cartas para cristianos no miembros de iglesias locales.
            5. No hay texto que indique que algunos de los santos de esas ciudades hubieran sido miembros de la iglesia universal y no miembros de una iglesia local.
            6. Esta doctrina obviamente es un esfuerzo para evitar la disciplina.
      E. ¿Qué significa la palabra “apartarse”?
            1. Dicen algunos, “no pueden apartarse de mí porque yo ya me aparté de la iglesia. Ya estoy apartado de la iglesia y es imposible apartarse de los que ya están apartados? ¿Qué texto dice esto? ¿Dónde autoriza la Biblia tal cosa?
            2. El miembro que diga “quito la membresía y me aparto de la iglesia” habla de ya no tener comunión con la congregación. Ya no se reúne, no participa con la iglesia en los cantos, las oraciones, la cena del Señor, la ofrenda, los estudios. ¿De qué es “apartado”? ¡De la comunión espiritual de la iglesia!
            3. Pero el mandamiento de apartarse de miembros que no se arrepienten no significa no tener comunión con tales hermanos (en los cinco actos del culto). Ellos ya cortaron eso. Ellos ya cortaron comunión con la iglesia.
            4. Más bien, significa no asociarse con ellos, no tener compañía con ellos, para que se avergüencen. 2 Tes. 3:14. Esto no es “cortar comunión”, sino cortar asociación, dejar de asociarse con ellos, “con el tal ni aun comáis” (1 Cor. 5:11).
            5. Los miembros que dicen que la iglesia no puede apartarse de ellos porque ellos ya se apartaron de la iglesia están usando mal la palabra “apartarse”. Ellos hablan de apartarse de la comunión o cortar comunión con la iglesia pero muchas veces los tales no quieren dejar de asociarse con los miembros. Estos quieren lo mejor de dos mundos; quieren vivir mundanamente, pero también quieren disfrutar la asociación de los miembros de la iglesia. Viviendo así ¿hasta cuándo van a avergonzarse para arrepentirse y volver a Dios?
      F. Aunque ciertos miembros “quiten su membresía” o simplemente dejan de asistir, como sea, todavía están sujetos a la disciplina.
            1. Los que “quitan su membresía” para evitar la disciplina son como el criminal que huye de la jurisdicción de su condado o estado y dicen, “ya no me pueden tocar, no estoy bajo tu jurisdicción”. Esto no funciona en la iglesia.
            2. Si la oveja deja el rebaño porque el zacate es más verde en el pasto del vecino, el pastor no dice, “Bueno, ya dejó el rebaño y no hay nada que yo pueda hacer” (Luc. 15:4).
            3. 2 Tes. 3:14 emplea la palabra “desordenadamente” que es término militar (romper la formación). Si el soldado deja su compañía y no se presenta con los demás cuando debe, ¿qué dicen sus superiores? “Bueno, ya se fue y no podemos hacer nada”? Más bien es AWOL (ausente sin permiso) y es disciplinado.
      G. Se argumenta que “todo hermano que ande desordenadamente” se refiere solamente a los que no querían trabajar (v. 10).
            1. Pero el v. 11 dice, “algunos… andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en los ajeno”. El ser entremetido es andar desordenadamente al igual que el no querer trabajar. De ninguna manera se limita el andar desordenadamente al no querer trabajar.
            2. 2 Tes. 3:7, 8, “no anduvimos desordenadamente entre vosotros, NI comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos”. Aquí también Pablo hace distinción entre el andar desordenadamente y el no querer trabajar.
            3. En realidad el andar desordenadamente es simplemente no obedecer “la enseñanza que recibisteis de nosotros” (v. 6), el no obedecer “a lo que decimos por medio de esta carta” (2 Tes. 3:14), y esa carta no habló solamente del no querer trabajar.
            4. Lo mismo se observa en 1 Cor. 5. El caso especial era el fornicario, pero en el mismo texto Pablo habla de varios pecados (vv. 10, 11). Habla de avaros, ladrones, idólatras, maldicientes y borrachos. Todos estos andan desordenadamente.
                  -- Al propósito ¿qué es el miembro que deja de asistir a los servicios y deja de ofrendar? Se queda con el dinero que pertenece al Señor. Es avaro. Y al propósito, si algún hermano deja de asistir por un mes o seis meses o dos años, al volver, ¿da la ofrenda que no dio durante aquellos meses o años? ¿O sigue siendo avaro?
            5. Que nadie se engañe. Heb. 10:25 es requisito del Señor y los que dejan de asistir son desobedientes. Andan desordenadamente. Y si este pecado se descuida, “un poco de levadura leuda toda la masa”. Otros verán que la iglesia no se preocupa por los que descuidan la asistencia, la cena, la ofrenda, etc. y ellos harán lo mismo.

CONCLUSIÓN:
     
A. Predicamos mucho sobre la autoridad bíblica (mandamiento, ejemplo aprobado, inferencia necesaria). La Biblia autoriza y requiere la disciplina, tanto en la iglesia como en el hogar.
      B. La disciplina en la iglesia es para salvar almas (1 Cor. 5:5) y el plan divino funciona. 2 Cor. 2:6-8, “Le basta a tal persona esta reprensión (castigo)… perdonar … consolar”. Iglesias fieles que practican esta disciplina han visto los mismos resultados buenos.
      C. Pero qué triste cuando la iglesia siga orando por los “disciplinados” para que regresen pero rehúsen avergonzar al hermano descarriado. Quieren que sea salvo pero los sentimientos no permiten que obren el plan de Dios.
      D. Uno de los problemas principales es que muchas iglesias están compuestas de muchos seres queridos y creen que por ser “familia” no se les aplica esta enseñanza. Pero ¿no quieren salvar el alma del ser querido?
      E. La consecuencia es que el miembro infiel que supuestamente está disciplinado simplemente NO ES DISCIPLINADO porque esto lastima sentimientos. No quieren avergonzarle y la consecuencia final bien puede ser que este ser querido sea consentido aquí en esta vida y echado al infierno cuando muera. ¿ESTO ES AMOR?

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