Introducción:
A. Rom. 10:17, “la fe viene por el oír y el
oír por la palabra de Dios”.
B. Por eso, es indispensable
que leamos o escuchemos lectura bíblica.
C. Cristo hizo la pregunta,
“¿No habéis leído?” (Mat. 12:3,5; 19:4; 22:31) y la implicación es
que ya deberían haber leído y aprendido la enseñanza que les
presentaba.
D. Juan 5:39, “Escudriñad las
Escrituras”.
E. Hech. 17:11, “escudriñando
cada días las Escrituras”. ¡Que buen ejemplo! Que cada uno lea las
Escrituras y piense por sí mismo.
I. Es posible entender la Biblia.
A. 2 Ped. 1:20 no enseña que
no podemos entender. Vea el v. 21. Habla de la FUENTE de la
Escritura.
B. 2 Ped. 3:16, “difíciles de
entender” pero no imposible.
C. ¿Por qué darnos la Biblia
si no la podemos entender?
D. Efes. 3:3,4, “leyendo lo
cual podéis entender…”
E. Efes. 5:17, “no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.
II. Leamos la Bilia en el Hogar.
A. Deut. 6:7, “hablarás de
ellas estando en tu casa…”
B. 2 Tim. 1:5; 3:14, 15,
“desde la niñez” enseñado por su madre, abuela. Timoteo, el fiel
evangelista, era “producto” de la lectura bíblica en el hogar.
C. Tener tiempo fijo, apagar
TV, teléfonos, etc.
D. Enseñar de manera
sistemática (como escuela).
E. Que cada miembro de la
familia tenga su propia Biblia y participe en la lectura.
F. Padres estudien para poder hacer y contestar preguntas.
G. Aprender de memoria ciertos
textos claves, mayormente textos que enseñan el plan de salvación (oír,
creer, arrepentirse, confesar a Cristo, bautizarse) y los actos de
adoración (orar, cantar, cena del Señor, ofrenda, predicar. Muchos
otros. Josue 1:8; Sal. 119:11; Prov. 7:1-3; Jer. 31:33; Sant. 1:21
G. De esta manera puede en
cualquier momento meditar sobre la palabra porque la tiene grabada
en la mente (memorizada).
III. Leamos la Bilia en las Clases “Bíblicas”.
A. Esto suena un poco “curioso”. ¿Leer la
Biblia en clases bíblicas? Sí, porque no siempre se hace. A veces
prefieren hablar de los eventos del día, experiencias personales y
otras cosas.
B. A veces hay muy poca
lectura bíblica en clases “bíblicas”.
C. Leer el capítulo que
estudien, textos paralelos o relacionados.
D. Que cada alumno participe
en la lectura bíblica. Que practiquen en casa para leer
correctamente.
E. Que memoricen ciertos
textos claves, mayormente textos que enseñan el plan de salvación (oír,
creer, arrepentirse, confesar a Cristo, bautizarse) y los actos de
adoración (orar, cantar, cena del Señor, ofrenda, predicar). Muchos
otros.
IV. Leamos la Biblia en el Púlpito.
A. Éxodo 24:7, Moisés “tomó el libro del
pacto y lo leyó a oídos del pueblo”
B. Deut. 31:11, “leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de
ellos”.
C. 2 Reyes 23:1, 2, Josías
“leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto”. Tuvo
impacto tremendo sobre el pueblo, renovaron el pacto con Dios.
D. Nehemías 8:1-4, Esdras
“leyó en el libro… desde el alba hasta el mediodía…y los oídos de
todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley”. V. 8, “leían…
ponían el sentido (lit., aclarando)”. V. 9, “pueblo lloraba oyendo
las palabras de la ley”.
V. 12, “grande alegría, porque habían entendido las palabras que les
habían enseñado”. Entonces celebraron la fiesta de tabernáculos.
E. Jesús leyó la Escritura en
la sinagoga. Luc. 4:16-18, profecía acerca de Él y su misión. V. 21,
“Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.
F. 1 Tim. 4:13, “ocúpate en la
lectura, la exhortación y la enseñanza”.
Conclusión:
A. No solamente hablar acerca de la palabra
de Dios, sino leer la Biblia misma.
B. Uno mismo … Como familia …
En clases bíblicas… en el púlpito.
C. La palabra de Dios es viva
y eficaz. Es espada. Es como fuego. Es como martillo … Es alimento …
Es medicina …
D. Nos instruye (es lámpara
para el camino)… Nos exhorta … Nos reprende … Nos anima … Nos
consuela .
E. Como dice Pablo (2 Tim.
3:16, 17), “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil…” ¡Muy ÚTIL!
F. Y sobre todo, recordar que
esta palabra nos juzgará en el Día Final.
* * * * * * * * * *