“Permanezca el amor fraternal”

Hebreos 13:1

 
 

 

Introducción:
     
A. La palabra “amor” se usa mucho – pero ¿qué significa?
      B. Si no es práctico, no existe. Es conocido solamente por sus acciones.
      C. Por ejemplo, 1 Corintios 13:4-7; Heb. 10:24 “amor … buenas obras”; Gál. 5:6, “fe que obra por amor”.

I. Amor conocido por lo que no hace. Fil. 2:14, “Hacedlo todo sin murmuraciones y contiendas”; Sant. 4:11; 5:9.
      A. No tenemos que decir algo acerca de toda cosa que algún hermano (a) diga o haga. Mat. 7:1, “No juzguéis …”
      B. No estamos obligados a expresar nuestra desaprobación. A veces el silencio es dorado. O respuesta evasiva.
      C. No “programar” el corazón con pensamientos negativos hacia los hermanos en la fe.
      D. ¿El pecado? Sí, hay mandamientos que nos dicen qué debemos hacer con el pecado, pero eso no es murmurar, quejarse.

II. Cómo tratar a los hermanos débiles.
     
A. 1 Tes. 5:14, “alentéis a los de poco ánimo, sostengáis a los débiles … seáis pacientes para con todos”.
      B. Cuidado en las convivencias. Comer, cantar, estudiar la Biblia – en lugar de “conversar” acerca de los hermanos (criticarlos, despreciarlos, quejarnos).

III. Cómo tratar al hermano que caiga. Gál. 6:1, “si alguno es sorprendido en alguna falta (5:19-21, pero no “malas sospechas”, 1 Tim. 6:4) … restauradlo …”
      A. Estar listo, dispuesto a perdonar aun antes de que el hermano caiga. Tener un “depósito” de perdón disponible.
      B. ¿Quién debe hacerlo? “vosotros que sois espirituales” (5:22, 23), no culpables de alguna de las faltas de 5:19-21.
      C. “con espíritu de mansedumbre”. Mat. 5:5; 11:29; fuerza con gentileza, ternura
“mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”, 6:3, “se cree que es algo, no siendo nada”; Rom. 12:3.
      D. El “restaurado” tiene que probarse (fruto de arrepentimiento), pero debe ser recibido con amor no fingido.
      E. “Sobrellevad los unos las cargas de los otros” – ayudarle a aceptar su pecado, arrepentirse, confesarlo, vencerlo.

IV. Cómo tratar al hermano fuerte. Gál. 2:11; Hech. 15:36-40. No enemigos, no hubo campaña de destrucción mutua.
      A. No despreciarlos, sino honrarlos, respetarlos. Son líderes. Orar por ellos. Los necesitamos.
      B. Son futuros ancianos. ¿Cómo producir o desarrollar ancianos si no respetamos a los hermanos fuertes?
      C. Satanás quiere que debilitemos a los miembros más fuertes. Al hacerlo debilitamos la iglesia misma.
      D. Cuando haya ancianos, no serán perfectos, completamente arriba de toda crítica o queja.
      E. Pero una iglesia sumisa a sus líderes es una iglesia fuerte y la que desprecia a sus líderes es iglesia débil.
Muchos americanos criticaban al presidente Ronald Reagan más que al Sr. Gorbachev y el comunismo.
      F. Miembros deben apoyar a sus líderes, ahora la junta de varones, mañana (Dios mediante) a sus ancianos.

V. Cómo tratar a los quebrantados de corazón. Lucas 4:18. Enfermedad incurable, muerte, mujer e hijos abandonados, hijos infieles, hija soltera embarazada. Sal. 34:18
      A. No necesitan críticas sino apoyo, compasión, Rom. 12:15; 1 Cor. 12:26.
      B. Tratarlos normalmente, no hay que concentrarnos en la causa de su pena, sólo mostrar el amor y apoyo.
      C. Raramente se debe mencionar el problema. Esto podría abrir heridas. Sólo mostrar amor fraternal.
      D. No tenemos que “analizar” todo problema que hermanos sufren, como lo hicieron los “amigos” de Job.

VI. Cómo tratar a los que tienen características que irritan, molestan. Gén. 13:8, “no haya contienda entre nosotros, porque somos hermanos”.
      A. Tratar de aprender lo que causa la irritación. Podemos cambiar. Gál. 5:26, “No irritándonos unos a otros”.
      B. No hablar demasiado de problemas personales. Otros simpatizan, pero no son tan interesados en ellos como uno.

VII. Cómo tratar a los que nos maltratan. Mat. 5:39-44; Rom. 12:14, 19-21. ¿No puede hacerlo? Vaya al Calvario, aprender de Jesús.
      A. Escarnecido, escupido, azotado, clavado a la cruz … pero ¿qué dijo? “Padre, perdónales …”
      B. No volver mal por mal. Bendecir, orar, hacer bien … No actuar como enemigo, sino como hermano.
No dejar que mi felicidad dependa de lo que otros digan o hagan -- ser infeliz porque otros quieren que yo sea infeliz. Salmo 119:165 “Mucha paz … aman tu ley …”
Probablemente esto sea el colmo, el máximo, la cumbre, lo más difícil, en el desarrollo del carácter: amar a los que nos maltratan, como Jesús enseña.
      C. Si alguien nos maltrata, algo en él no funciona bien (como un auto), pero no “tirarlo”, sino “restaurarlo”.
      D. ¿Mejor que dos estén mal o nada más uno? El enemigo está mal, si uno vuelve mal por mal, también está mal.
      E. Salmo 119:165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar”.

Conclusión:
Efes. 4:30, “no entristezcáis al Espíritu Santo”. ¿Cómo? Lea el contexto. Vea los v. 31, 32.

 

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