Introducción:
o ¿Cuáles son las
consecuencias del pecado y por qué necesitamos el perdón de los
pecados por la sangre de Cristo?
o ¿Puede el
evangelio vencer la culpa, el temor, la enajenación y el castigo
eterno?
o ¿Ofrece el
evangelio la salvación, el gozo, la esperanza y la vida eterna?
o Entonces ¿ha
dejado usted que El cambie su vida y darle gozo, paz,
contentamiento, esperanza, y propósito para su vida?
o A veces dejamos
de ver nuestra necesidad de cosas que realmente serían de gran
beneficio si las tuviéramos.
o También podemos
perder nuestra estima de estos beneficios espirituales y de esa
manera robarnos y privarnos de ellas.
o El propósito de
este estudio es ayudarnos a valorar más el don que todos necesitan
pero a veces no estimamos. Ese don es el perdón de pecados.
o Para ayudarnos a
estimar y valorar el perdón, debemos estudiar las consecuencias del
pecado.
o Muchos luchan
con los problemas de la culpa, el temor, la enajenación y el castigo
eterno y esto no es necesario.
o Estudiemos cómo
estos problemas pueden ser resueltos por el perdón por medio de la
sangre de Cristo y el resultado es gozo, esperanza, salvación, la
vida eterna.
Problema # 1: Separación
de Dios.
·El pecado nos
separa de Dios. Génesis 2:17; 3:8 – El pecado de Adán y Eva los
separó de Dios. Ya no aguantaban estar en su presencia y trataron de
esconderse de El.
o Isaías 59:1, 2 –
Nuestros pecados e iniquidades nos separan de Dios y no nos
escuchará.
o Efesios 2:12 – Los que viven en pecado (v. 1-3) están separados de
Cristo y están sin Dios en el mundo.
· El perdón
restaura nuestra relación con Dios. Romanos 5:8 – Aunque el pecado
merece el castigo, de tal manera nos amó Dios que envió a su Hijo a
morir por nosotros para que seamos salvos.
o Efesios 2:13,
17-19 – Aunque estábamos separados y lejos de Dios, ahora por medio
de la sangre de Cristo, podemos acercarnos a Dios y tener acceso a
El.
o Colosenses
1:21-23 – Nuestras obras malas nos enajenaron (separaron) de Dios,
pero por medio de la muerte de Cristo podemos ser reconciliados
(hechos amigos otra vez)
o Seguramente las
consecuencias serias del pecado deben convencernos de nuestra
necesidad del perdón.
o Y luego,
habiendo obtenido el perdón, debemos continuar viviendo fielmente
para poder continuar en comunión con Dios.
Problema # 2: Enajenación
entre seres queridos. El pecado
es una barrera entre los seres queridos.
o Maridos y
esposas pueden ser enajenados por el abuso, el adulterio, la tomada.
Tales pecados producen riñas, pleitos, amargura y separación.
o Padres e hijos
tienen conflictos. Hay padres abusivos, no cariñosos, obstinados,
egoístas. Hay hijos como el hijo pródigo (Luc. 15), que se rebelan,
son inmorales.
o Hay hijos
enajenados el uno del otro por causa de la envidia y el odio (como
los hermanos de José), el egoísmo, el engaño.
o En la iglesia
hay enajenación entre hermanos por causa de error religioso,
calumnias, envidia, orgullo, prejuicio racial, obstinación (Sant.
3:14-16).
o Estos pecados
causan estas tragedias entre personas que deben amarse los unos a
los otros.
· El perdonar
reúne a los seres queridos. En estos casos debemos buscar el perdón
no sólo de Dios sino también de los ofendidos. Y los ofendidos deben
estar dispuestos a perdonar.
o Lucas 15:18, 21
– El hijo pródigo confesó que había pecado contra el cielo y contra
su padre.
o Mateo 5:23, 24 –
Debemos buscar la reconciliación con los que hemos ofendido.
o Lucas 17:3, 4 –
Personas que han pecado contra otros deben expresar arrepentimiento
y cuando lo hacen los ofendidos deben estar dispuestos a perdonar.
Mat. 6:12,14,15.
o ¿Hemos pedido
disculpas de los que hemos ofendido? Cuando se arrepienten y piden
perdón, ¿los perdonamos como Dios nos perdona a nosotros?
Problema # 3: Perder el
respeto propio. El pecado
nos hace sentir como derrotados y sin valor.
o El pecado no
sólo nos separa de Dios y del prójimo, sino también de nosotros
mismos.
o Job 42:6 – Job
aborreció a sí mismo por causa de su pecado. Cuando afrontamos
plenamente las consecuencias de nuestros hechos, pensamos “¿Cómo es
posible que yo hiciera tal cosa?”
o Mateo 26:33-35,
69-75 – Pedro dijo que estaba dispuesto a morir en lugar de negar a
Jesús, pero ¡esa misma noche lo negó tres veces con juramentos!
o Tal conducta nos
hace sentir completamente fracasados. El pecado nos hace miserables.
· El perdón restaura nuestro sentimiento de valor. 1 Tim. 1:12-16 –
Pablo había sido “el primero” de los pecadores, porque se oponía a
Cristo y perseguía a los cristianos.
o Pero fue
perdonado y llegó a ser uno de los siervos más útiles de Cristo.
o El apóstol
Pedro, cuando se había arrepentido de haber negado a Jesús, predicó
el primer sermón del evangelio tanto a gentiles como a judíos (Hech.
2, 10).
o Seguramente el
sentido de decepción causado por su pecado fue vencido y borrado por
el perdón y su servicio fiel a Dios.
o Mat. 20:25-28 –
Dios no nos considera grandes por tener autoridad, fama, poder,
placer o posesiones. Somos “grandes” porque fielmente servimos a
Dios y al prójimo.
o Como niño que
quiebra alguna posesión valiosa, nosotros podemos “quebrar” la vida
con pecado. Pero Dios nos puede dar un nuevo principio, “novedad de
vida”, Rom. 6:4.
Problema # 4: La carga de
la culpa. El pecado
nos da una carga de culpa.
o Genesis 3:10 –
Adán se escondió de Dios porque tuvo miedo. Se sintió culpable y
avergonzado.
o Salmo 38:3-8 –
Cuando David cometió el adulterio y el homicidio, gemía porque su
carga de pecado era demasiado pesada para soportarla.
o Mateo 27:3-5 –
La culpa de Judas le llevó al suicidio. Otros acuden a la tomada,
drogas o al abandono moral para tratar de escapar de la realidad de
su culpa.
o El pecado hiere
la conciencia y el respeto propio. Muchos viven año tras año con
esta carga de culpa.
§ no entienden lo que deben hacer para acabar con ella, o no están
dispuestos a hacer lo que saben que deben hacer.
· El perdón restaura nuestra inocencia. Sal. 51:1-3, 7-10 – David
rogó que sus pecados fueran borrados (v. 1, 2, 9), para que pudiera
ser blanco como la nieve (v. 7) con un corazón limpio y un espíritu
recto (v.10).
o Hech. 2:36-38 –
Los que crucificaron a Jesús fueron convencidos por el evangelio.
Pedro les dijo que podían tener remisión de sus pecados si se
arrepintieran y fueran bautizados.
o La carga de
culpa puede ser reemplazada con un hermoso sentido de inocencia por
medio de la sangre de Cristo. Mat.11:28, “Venid a mí…cargados…os
haré descansar”
Problema # 5: Perder gozo
y esperanza. El pecado
causa el temor, aflicción y desesperación.
o Genesis 3:7-10 –
Adán tuvo miedo y se escondió de Dios, porque sabía que Dios le
castigaría por su pecado. Pero esconderse de Dios no era remedio.
o Pecadores temen
la muerte porque después de la muerte viene el juicio y el castigo
eterno si no hemos sido perdonados (Heb. 9:27; 2 Tes. 1:8, 9; Apoc.
20:10-15).
o Salmo 38:6 – El
pecado nos hace muy tristes. “Ando enlutado todo el día”.
o Mateo 26:75 –
Pedro lloró amargamente después de negar a Cristo.
o Efes. 2:12 – Los
que viven en pecado están sin esperanza (1 Tes. 4:13; Job 8:13).
Dicen que anhelan vida eterna, pero el destino de personas no
perdonadas es castigo eterno.
o Hay personas que
saben que no han sido perdonados por Dios y pasan la noche
desveladas, preocupadas por su destino final. Nadie tiene que hacer
esto.
· El perdón ofrece gozo y esperanza. Sal. 51:8, 12 – Vúelveme el
gozo de tu salvación. Cuando los pecados son perdonados, ya no hay
razón para tener temor y tristeza.
o Con razón los
casos de conversión son ocasiones de gran gozo: Hech. 8:39;
16:31-34. Compárese Luc. 15:7,10,22-24,32.
o Rom. 8:24 – En
esperanza fuimos salvos. Rom. 5:1, 2 – Siendo justificados por la
fe, nos regocijamos en la esperanza de Dios (Fil. 4:4, 7).
o 1 Ped. 1:3- 5 –
Habiendo nacido otra vez, tenemos la esperanza viva de una herencia
incorruptible e incontaminada, reservada en el cielo para nosotros.
Problem # 6: Perder la
vida eterna.
El pecado lleva al castigo.
o Mateo 25:41 –
Los no perdonados no irán al cielo sino al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles.
o 2 Tes. 1:8, 9 –
Esto es castigo sin fin (Mat. 25:41, 46). Este destino espera a
muchos, pero no tiene que ser así, porque hay solución para
evitarlo: el perdón de Dios.
o El perdón lleva
a la vida eterna. Rom. 6:23 – La paga del pecado es la muerte, pero
la dádiva de Dios es la vida eterna por medio de Jesucristo.
o Tito 3:7 – Para
ser herederos de la vida eterna, debemos ser justificados por la
gracia de Dios.
o El pecado causa
grandes problemas en esta vida, pero los problemas que causa después
de esta vida son mucho más grandes.
o Por eso, nos
urge ser perdonados para escapar de estas consecuencias.
Conclusión:
o El pecado pone
una barrera entre el hombre y las bendiciones espirituales que Dios
ofrece. Y es barrera que nadie puede cruzar.
o No podemos pasar
por encima de esa barrera, ni por debajo de ella, ni rodearla; en
fin, es completamente imposible cruzarla.
o La única manera
de recibir las bendiciones de Dios es que esa barrera sea destruida,
y el único poder existente para destruirla es la sangre de Cristo.
o En su
misericordia Dios ofrece perdón a todos (1 Tim. 2:4; Tito 2:11;
Hech. 2:38). Para recibirlo es indispensable cumplir con los
requisitos nombrados por Dios.
o ¿Cuáles son los
requisitos? Oír y creer el evangelio, arrepentirse de pecados,
confesar que Cristo es el Hijo de Dios y ser bautizado para perdón
de pecados.
o Rom. 1:16;
10:17; Mar. 16:16; Hech. 8:37; 2:38; Rom. 10:9, 10; 1 Ped. 3:21.
* * * * * * * * * *