JEFTE NO MATÓ A SU HIJA
Jueces 11:30-39
INTRODUCCIÓN
A. Obviamente este texto es “difícil” (como algunos
de los escritos del apóstol Pablo, 2 Pedro 3:16). Merece mucho estudio
cuidadoso.
B. Pero afirmamos enfáticamente que
la hija de Jefté no fue ofrecida a Dios
como sacrificio humano.
C. Los que sacrificaban a los seres humanos eran
adoradores de Moloc, dios de los
amonitas (1 Reyes 11:7) y Jefté nunca es acusado de ser adorador de Moloc.
D. Además, si hubiera sido adorador de Moloc,
Dios no lo habría escogido para pelear
las batallas de Israel (ni mucho menos contra los amonitas mismos). Jueces
11:33.
I. EL VOTO
(Jueces 11:30, 31)
“Y
Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos,
31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme,
cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en
holocausto.” (Versión Valera 1960). “Y
Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: Si en verdad entregas en mis manos a los
hijos de Amón, 31 sucederá que cualquiera que salga de las puertas de
mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del
SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto”. (La Biblia de las Américas).
OJO: La palabra traducida “y” se traduce “o” en
Exodo 21:17 en la Versión Valera 1960; es decir, los traductores de esta versión
reconocen que esta palabra se puede traducir “o”.
Este punto de
gramática es importantísimo en este estudio porque si “o” es traducción
correcta, el voto dice que si sale persona a recibirlo, será dedicada al Señor
en servicio perpetuo, “o” si es animal, será ofrecido en holocausto.
Pero hay otro problema. Si se traduce “y” o si se traduce “o”, se
trata de “cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme”, y la
Biblia no habla de animal alguno que salga de la casa para recibir a una
persona. Sin embargo, tomando en cuenta que “o” puede ser la traducción
correcta,
de esta manera Jefté dejaría el asunto en manos del Señor,
si saliera persona sería dedicada al servicio del Señor o si saliera animal
sería ofrecido como holocausto al Señor.
Lo más obvio es que Jefté prometió ofrecer a Dios a
la persona que saliera de su casa para recibirlo, pero lo muy difícil es
imaginar a quién tuviera en mente: salió su hija, pero ¿si hubiera salido a
recibirlo su esposa? Nos gustaría saber cuántas personas vivían en esa casa,
pero la Biblia no fue escrita para satisfacer nuestra curiosidad.
II.
JEFTÉ ERA HOMBRE FIEL A DIOS Y JAMÁS HABRÍA OFRECIDO SACRIFICIO HUMANO.
A.
Al leer lo que la Biblia dice acerca de
este hombre noble es imposible creer que él haría un voto de ofrecer un
sacrificio humano al Señor, cosa que fue enfáticamente prohibida por la ley de
Moisés. Levítico 18:21, “Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no
contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová”. Lev. 18:29, “cualquiera que
hiciere alguna de todas estas abominaciones … serán cortadas de entre su
pueblo”. Lev. 20:2, “Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los
extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de
seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará”.
B. Habiendo
entregado esta ley y estas advertencias ¿Dios aceptaría un sacrificio humano
ofrecido por Jefté? Además, Jefté no era sacerdote (para ofrecer
sacrificios).
C. Jefté era
hombre fiel. Cuando los ancianos de Galaad querían traer a Jefté del exilio
para pelear contra los amonitas, Jefté expresó mucha confianza en Jehová (“y
Jehová los entregare delante de mí”, Jueces 11:9). Entonces trajeron a Jefté
de Tob le hicieron su caudillo y “Jefté habló todas sus palabras delante de
Jehová en Mizpa” (Jueces 11:11). Dice el v. 29, “Y el Espíritu de Jehová
vino sobre Jefté”. No importa el propósito de venir “el Espíritu de Jehová”
sobre Jefté, sería en extremo absurdo afirmar que el Espíritu del Señor ayudaría
a este hombre fiel y valiente para vencer a los amonitas sabiendo que iba a
cometer la abominación de ofrecer un sacrificio humano que era la religión del
dios Moloc.
D. Véanse también 1 Reyes 11:7, “Moloc, ídolo
abominable de los hijos de Amón”. ¿Quién puede creer que Dios ayudaría a Jefté a
vencer a los amonitas que practicaban la abominación de ofrecer a sus hijos en
sacrificio a Moloc, y luego aceptar el sacrificio humano ofrecido por Jefté?
¿Por qué castigar a los amonitas si este gran siervo de Dios iba a practicar la
misma abominación?
E. Acaz (2
Crónicas 28:3) y Manasés (2 Reyes 21:6) practicaron esta abominación y
fueron condenados severamente,
pero no hay texto alguno que condene a
Jefté. Más bien, él está en la lista
de los más fieles en Hebreos 11 (v. 32).
III. LA HUMILDE, PIADOSA
HIJA DE JEFTÉ.
A. Ella era “su hija única; no tenía fuera de ella
hijo ni hija”, Jueces 11:34.
B. Jueces 11:36, “Entonces ella
le dijo: Padre mío, has dado tu palabra al Señor; haz conmigo conforme a lo que
has dicho, ya que el Señor te ha vengado de tus enemigos, los hijos de Amón.
C. Estaba muy resignada a la voluntad de Dios. No
expresó ni una sola queja. No dijo, “Pero no es justo. ¿Por qué me estás
castigando?” Estaba muy agradecida con Dios por la victoria de su padre sobre
los amonitas.
D. Ella hizo una sola petición: “Déjame por dos
meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis
compañeras”. ¿Qué lamentaba? ¿Su muerte?
No lamentaba su muerte sino su
virginidad. Si hubiera estado bajo sentencia de muerte, ¿por qué lamentar su
virginidad?
E. No lamentaba el morir como virgen.
Más
bien, lamentaba el vivir perpetuamente como virgen.
Nunca tendría familia propia (recuerde el caso de Ana, 1
Sam. 1). Y puesto que Jefté “no tenía fuera de ella hijo ni hija”, él no tendría
descendientes. ¿Por qué en los montes? Por ser muy modesta buscaba la soledad
con sus compañeras.
F. Si el lenguaje tiene significado alguno, debemos
aceptar el hecho de que el lamentar su virginidad tenía relación específica
con el voto.
Jefté
cumplió el voto. ¿Cómo?
Lea el v. 39 con cuidado: “Pasados los dos meses volvió a
su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca
conoció varón”.
IV. JEFTÉ CUMPLIÓ SU VOTO.
A. ¿Dice el
texto que Jefté hizo de ella conforme al voto y la mató? NO,
ENFÁTICAMENTE NO, sino que “hizo conforme al voto que había hecho y ¿qué?
“ella nunca conoció varón”. Esta
frase no informa de su virginidad (hecho ya conocido), sino que explica
el significado del voto. Jefté
cumplió el voto – ella nunca conoció varón.
B. Jefté cumplió su voto
¿cómo? ¿de qué manera? La respuesta: por
el hecho de que “ella nunca conoció varón”; es decir, por medio de dedicar
ella su virginidad al Señor.
C. Sea lo que sea nuestra interpretación de este
voto, la honestidad requiere que reconozcamos que el texto NO DICE que Jefté
mató a su hija y la ofreció como sacrificio.
D. El voto decía que cualquiera que salga de la casa
a recibirme “será del Señor”. Entonces después de lamentar su virginidad
en los montes por dos meses con sus compañeras, siendo “del Señor” (v. 31) es
razonable concluir que ella entró en el tabernáculo para servir al Señor (1
Samuel 2:22; Lucas 2:36-38).
.
Entonces siendo “del Señor” su vida sería como
“holocausto”, ofrecida totalmente al Señor. La hija de Jefté ofreció su
vida y servicio como “holocausto” espiritual.
CONCLUSIÓN.
A. Jueces 11:40, “Y se hizo costumbre en Israel, que
de año en año fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté
Galaadita, cuatro días en el año”. ¿Fueron dónde? ¿A los montes? Probablemente
al tabernáculo donde ella residía y servía al Señor.
B. Dios aceptó el voto de Jefté y le dio la victoria
sobre los amonitas. ¿Le dio esta victoria sabiendo que iba a ofrecerle un
sacrificio humano? Claro que no.
C. Entonces hay dos posibles explicaciones de este
texto difícil:
--
El lenguaje acerca del voto es doble en
su implicación: “cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme
cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del Señor, o lo ofreceré como
holocausto” (Jueces 11:31).
-- Sería
posible ofrecer a su hija en servicio perpetuo al Señor y eso sería básica y
esencialmente lo mismo que un holocausto (holocausto espiritual).
D. Pero la conclusión de que el cumplir el voto
significa que Jefté ofreció a su hija como sacrificio humano, matándola y
quemando su cuerpo sobre el altar es conclusión completamente errónea porque no
hay nada en el texto que indique desaprobación de parte de Dios y el ofrecer
sacrificio humano le hubiera sido abominable. ¡Jamás hubiera aceptado Dios tal
ofrenda!