Introducción: Ancianos en cada iglesia
Habiendo establecido iglesias en varios lugares, Pablo y
Bernabé volvieron después y escogieron ancianos en cada iglesia.
Hechos 14:23, “Y
constituyeron (designaron, LBLA) ancianos en cada iglesia”. La Gran Comisión de
Jesús dice, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Los
convertidos se forman en congregaciones. En Hechos de los Apóstoles leemos de
las iglesias de Cristo que fueron establecidas en Jerusalén, Antioquía, Listra,
Filipos, etc. y tan pronto posible “designaron ancianos en cada iglesia”. Por lo
tanto, una iglesia sin ancianos es “deficiente” (Tito
1:5, “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”).
Hablamos mucho de la importancia de evangelizar y de
establecer congregaciones y explicamos el patrón divino no solamente para el
plan de salvación sino también para el culto de la iglesia y en muchos casos
hasta allí llegan las iglesias. No siguen el patrón apostólico en designar
ancianos en cada iglesia y esto deja las iglesias sin el liderazgo enseñado y
establecido por los apóstoles bajo la dirección del Espíritu Santo.
Sin duda esto es el plan divino.
Es el patrón dejado por los apóstoles de Cristo.
1 Corintios
4:17, “Por esto mismo os he enviado a Timoteo,
que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en
Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias”.
Filipenses 4:9, “Lo que aprendisteis y
recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con
vosotros”. Al dar énfasis al patrón apostólico para el plan de salvación y el
culto, ¿hablamos también de este patrón de tener ancianos en cada iglesia?
Tenemos que admitir que muy pocas iglesias de
Cristo tienen ancianos. ¿Por qué no? ¿Qué se puede hacer para corregir este
problema? ¿Tendrá que ver con nuestra enseñanza de los requisitos para ancianos
(1 Tim. 3;
Tito 1)? ¿Los enseñamos con la esperanza de
encontrar hermanos calificados para ser escogidos como ancianos o las enseñamos
con el fin de descalificar a todo varón en la iglesia?
¿Habrá falta de interés en el asunto? ¿Estamos
contentos con la “junta de varones” que hace el papel de los ancianos? ¿Nos
falta interés para escoger ancianos porque habiendo ancianos ya perderemos los
varones nuestra “autoridad” (nuestra “voz y voto”) para dirigir los asuntos de
la iglesia?
Pero la pregunta más importante de todas: ¿qué
piensa Cristo de la situación? Si Él escribiera mensaje a las iglesias como en
Apocalipsis
2 y 3, ¿qué nos diría sobre este tema?
Pablo dice a
Tito 1:5,
“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”. ¿Creemos con toda
sinceridad que una iglesia sin ancianos es “deficiente”? ¿Creemos que debemos
hacer todo lo posible por corregir esta deficiencia? ¿Cómo se explica la
indiferencia de tantos hermanos hacia esta deficiencia?
Lo siguiente: Textos que hablan de ancianos (obispos, pastores). |