ASISTENCIA -- PUNTUALIDAD
Introducción.
A. ¿Qué es una iglesia local? No es simplemente algunos cristianos, sino
un grupo de cristianos que tienen el acuerdo de formar una congregación
para funcionar según las enseñanzas del N. T.; es decir,
para adorar a Dios (Efes, 3:21),
para edificarse a sí misma (Efes. 4:11,
12), para hacer la obra del evangelismo (Mat. 28:19; 1 Tim. 3:15) y para el
ministerio a los pobres entre los santos (1 Cor. 16:1, 2; Rom. 15:26).
B. La iglesia tiene que establecer un orden (1 Cor. 14:40) de servicios
(fecha, horario) y los que quieren ser miembros de la congregación aceptan
ese orden. No tenemos el derecho de decidir si vamos a asistir a cada
reunión de la iglesia porque ya tomamos esa decisión cuando decidimos ser
miembros. Es hipocresía profesar ser miembro de una congregación y no aceptar
el orden establecido.
C. Cristo inspecciona las iglesias (Apoc. 2, 3), aprobando lo bueno en
ellas pero insistiendo en que hagan los cambios necesarios o ser rechazadas.
Muchas iglesias de Cristo tienen cualidades muy buenas, pero a la vez tienen una
práctica que debe ser cambiada, la de pasar por alto la ausencia y/o la
tardanza de miembros. Aun pone en la lista de los que dirigen los
servicios a los que faltan a las reuniones y/o llegan tarde. Esta práctica
debe cambiar porque no sólo deshonra a la iglesia por la cual Cristo murió sino
también deshonra a Cristo quien está presente (Mat. 18:20).
D. Todo miembro debe desear de todo corazón que la iglesia sea como la
que Pablo describe (Efes. 5:26), “una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta”.
Debemos sentirnos contentos,
agradecidos, orgullosos, felices de ser miembros de la iglesia de Cristo, la que
Él compró con su sangre.
I. Nos reunimos para adorar a Dios.
Efes. 3:21, “a Él sea la gloria en la
iglesia”. Adoramos a Dios ahora como preludio a la alabanza que le daremos
en el cielo.
Los que no tienen deseos fervientes de adorar a Dios en todos los
servicios de la iglesia no serían nada felices en el cielo.
Serían fastidiados y aburridos porque el
alabar a Dios será la actividad principal en el cielo.
A. Orar. El primer acto de adoración (clases, culto). Los que no
asistan o lleguen tarde (después de la oración) indican que Dios no es digno
de esa oración. 1 Cor. 14:23; Hech.
12:5, la iglesia hace oración, pero ¿si uno no está en la reunión? El no asistir
a los servicios de la iglesia por causa del trabajo o
la negligencia, la desidia, el
simplemente por poner otra cosa primero, ¿qué indica? que Dios no es digno de
las oraciones de esta iglesia en esos servicios, que el alabar a Dios, el
darle gracias, el orar por los enfermos y otros no importan. La ausencia indica
indiferencia, ingratitud. Desprecia a Dios, a Cristo y a su iglesia. Al concluir
la oración decimos el “Amén” (así sea) (1 Cor. 14:16), pero si no estamos en la
reunión no decimos el “Amén”
a las oraciones.
B. Cantar. Col. 3:16, enseñar, amonestar unos a otros con himnos,
cantando a Dios. El cantar será una de las actividades principales en el cielo.
Apoc. 14:1-3. La iglesia obedece este
texto el domingo en todos los servicios, pero si no estamos, no hacemos esto. La
ausencia indica que el alabar a Dios y el enseñar/exhortar a los hermanos no
importa, que el trabajo, o la visita o el viaje o la compra u otra cosa son más
agradables. ¿Y quieren ir al cielo donde van a dedicar tanto tiempo a
cantar alabanzas a Dios? Serían miserables en el cielo.
Heb. 2:12, “Anunciaré tu nombre a mis
hermanos, en medio de la congregación te cantaré himnos” en todos los
servicios de la iglesia.
C. Estudiar/predicar. 1 Ped. 2:2, desear la palabra como el niño
recién nacido desea comer. El conocimiento bíblico de muchas iglesias de Cristo
es deficiente. Si algún maestro
competente diera examen bíblico a la iglesia de la cual usted es miembro, ¿con
qué calificación saldrían? ¿Con un “A” o con un “D” o “F”? ¿Con un “10” o con un
“3”? Pero aunque haya esta deficiencia
del conocimiento bíblico, algunos no asisten a todos los servicios o no llegan
con puntualidad. Los que no asisten no
sólo insultan a Dios sino también a los maestros y al predicador, pues su
ausencia dice que no vale la pena asistir a tales clases y servicios.
II. Nos reunimos para la edificación de la iglesia.
Efes. 4:12, “para la edificación del cuerpo de Cristo”.
A. Crecimiento, madurez, Heb. 5:12-14. ¿Estamos contentos con leche y
nada más? ¿No queremos el alimento sólido también?
Cada asamblea, cada clase es para
enseñar, exhortar, reprender, edificar para crecer, madurar. ¿Queremos
que los hijos crezcan? ¿Por qué los enviamos a la escuela?
¿Por qué insistimos en que estudien,
hagan sus tareas, que vayan avanzando en la escuela?
Dios quiere que sus hijos crezcan. ¿Cuál
es más importante, la escuela secular o la de Dios?
B. ¿Por qué no crecieron los hermanos hebreos? Por la misma razón por la
que muchos miembros no crecen ahora? Heb.
5:11; 6:12. Son perezosos. No asisten fielmente o no llegan temprano porque
no quieren poner a la iglesia en primer lugar.
El sábado en la noche hubo fiesta o cena
u otra actividad o estaban viendo un video muy largo y por estar desvelados se
levantan tarde y con mucho sueño.
Prov. 6:10, “Un poco de dormir, un poco de dormitar y un poco de cruzar las
manos para reposar”. Simplemente no
pueden dar al Señor lo mejor. No pueden darle diez o quince minutos más para
llegar a la reunión a buena hora. ¿Cristo no merece tal “sacrificio” de
sueño? ¿15 minutos para obedecer 1 Cor. 14:40 y Rom. 16:16?
El perezoso no llega temprano a la reunión, ni siquiera a tiempo, porque
para él Dios no es digno de la primera oración y las clases bíblicas no son
dignas de buen orden. Está bien estorbarlas y distraer a los que tienen
empeño para estudiar y crecer.
C. Recordemos los textos que hablan de perfeccionarnos. 2 Cor.
13:11, “sed perfectos”; Col. 1:28, “perfecto en Cristo Jesús”. Debemos ser
perfectos en amor, Mat. 5:48; en conocimiento, Heb. 5:14; en
santidad, 2 Cor. 7:1; en unidad, 1 Cor. 1:10. Efes. 4:12, “a fin de
perfeccionar a los santos”.
III. No reunimos para evangelizar.
A. Desde luego, hacemos esto principalmente en la obra personal, pero tenemos
visitantes en todas las reuniones y queremos enseñarles y animarles a
obedecer.
B. Pero los visitantes observan las bancas vacías.
Algunos miembros no están presentes para
saludarles, darles la bienvenida, animarles a volver, ofrecer estudios con ellos
en su hogar.
Esto indica falta de interés en su salvación. El no asistir el domingo a todos
los servicios y el servicio o los servicios de entresemana indica claramente que
no nos interesa el enseñar y convertir a los visitantes que no han obedecido al
evangelio.
IV. Hebreos 10:23-29. “No dejando de congregarnos”. No citar solamente v.25.
A. El “dejar” aquí es la misma palabra de Heb. 13:5, “no te dejaré”.
Dejar de congregarse para ciertos servicios equivale a dejar a Dios en esos
momentos. “Pero no dejo de congregarme
completamente, sólo de vez en cuando”. Es como decir que
“Dios no me deja completamente, sólo de vez en cuando”. ¿Es lo que
queremos? ¿Está bien dejar a su familia de vez en cuando? ¿Ausentarse de
la casa sin razón y sin explicación de vez en cuando?
B. Al leer el v. 23 vemos que el no dejar de congregarnos es el resultado
de mantener “firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar”. El dejar de
congregarnos significa que estamos vacilando con respecto a la esperanza de
salvación. Estamos titubeando como indecisos en cuanto al compromiso como
cristiano y la esperanza que acompaña ese compromiso.
C. Al leer el v. 24 vemos que el dejar de congregarse significa que uno
no considera a sus hermanos para estimularlos al amor y a las buenas
obras. Observe cómo el v. 25 no empieza una frase nueva, sino que explica el v.
24. 1 Tes. 5:11, “animaos los unos a los otros y edificaos los unos a los
otros”. Hacemos esto en cada reunión de la iglesia, pero si no estamos en
cierta reunión ¿estamos haciendo esto? ¿Estoy estimulando a los demás hermanos
al amor y a las buenas obras? No, más bien, estoy DESanimando a mis hermanos. No
hay nada que desanime como las bancas vacías.
D. Al reunirnos domingo dos veces, el miércoles y durante series de
servicios, tenemos la oportunidad de enseñar, exhortar, estimular al amor y a
las buenas obras. Esto es un pensamiento muy alentador. Debemos aprovechar
cada reunión y llegar temprano para saludarnos los unos a los otros (Rom.
16:16; 1 Cor. 16:20). Al no llegar temprano desobedecemos este mandamiento. Para
los que lleguen tarde este mandamiento no tiene importancia alguna; es como si
no estuviera en la Biblia.
E. El v. 26, “Porque si pecamos voluntariamente, después de haber
recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el
pecado”. El v. 29 habla de pisotear
al Hijo de Dios, tener por inmunda la sangre del pacto en la cual fue
santificado.
Con su sangre Cristo compró la iglesia; por eso, si la iglesia no es lo primero
en mi vida, la sangre de Cristo no es lo primero en mi vida. La palabra
“iglesia” y la palabra “asamblea” o “congregación” es la misma palabra. Mi
actitud hacia la asamblea es mi actitud hacia la iglesia que fue comprada por
la sangre de Cristo. Por eso, mi actitud hacia las reuniones de la iglesia
es mi actitud hacia la sangre de Cristo y también mi actitud hacia el pacto
sellado con su sangre.
F. Alguien podría decir que “el v. 29 no tiene nada que ver con el v.
25”. ¿No? ¿Y el v. 26 que empieza con “porque” (palabra conectiva)?
¿De qué hablan los vv. 26-29?
El mandamiento central en ese contexto
es el v. 25, “no dejando de congregarnos”.
V. Excusas. Luc. 14:16-20.
A. Trabajo.
Siempre ha habido trabajo y negocios. “Hay que trabajar por turno y por largas
horas”. ¿Y eso qué? Esto no tiene
nada que ver con Heb. 10:25. No piense nadie que Dios esté pensando, “Oh, tú
trabajas 12 horas, 7 días, comprendo, no tienes que adorarme, te excuso”.
¿No queremos adorar a Dios y
estamos buscando excusas para NO hacerlo? Los que sinceramente quieren
adorar y servir a Dios LO HARÁN, vencerán todo problema y obstáculo.
B. Asisto en otra congregación. “Pero asistimos a los servicios en
otra iglesia fiel. ¿Somos miembros de esas congregaciones?
¿Y allí en esa iglesia oran por los
hermanos enfermos de la iglesia donde usted es miembro?
¿Y la clase que estudiamos el domingo y el miércoles, no es importante?
¿No es importante mantener la secuencia de las clases?
¿No tenemos estudios continuos y
consecutivos como en la escuela pública que requieren asistencia regular?
Si estudié mi lección (como debo hacer),
luego la clase sigue adelante pero no estoy presente
para participar, no soy edificado y no edifico a otros de la iglesia. 2
Cor. 11:2, dijo Pablo de la iglesia de Corinto: “os celo con celo de Dios”.
¿Cuántos miembros de la iglesia donde usted es miembro son celosos de esa
congregación? ¿Se sienten contentos y orgullosos de ser miembros de esa
congregación? El salir de viaje
frecuentemente los fines de semana debilita a usted y debilita a la iglesia.
¿Cuántos envían a sus hijos a diferentes escuelas cada mes?
V. Consecuencias de no asistir. Lo que significa dejar de congregarse.
A. Refleja falta de amor. ¿Tengo que asistir a todos los servicios
de la iglesia?
¿Tengo que estar con la iglesia para adorar a Dios TRES VECES cada
semana? ¿Tengo que estar en casa con mi
familia? Cantamos ¡Oh, cuanto amo a Cristo!. “Te quiero mi Señor”.
¿Cuándo? ¿Todo el tiempo o solamente de vez en cuando? “Oh, Señor, te amo pero
hubo visita o tuve que trabajar”. ¿Asistimos una sola vez cada semana? ¿Y no
amamos al Señor cuando la iglesia se reúne para los otros servicios?
¿Qué dice 1 Cor. 16:22? “Si alguno no ama al Señor el domingo por la
mañana, sea anatema”? ¿Es lo que dice el
texto? ¿Yo amo al Señor si quiero ofrecerle el mínimo de servicio?
¿Dios nos da un mínimo de perdón y
bendiciones? Efes. 5:25, Cristo amó a la iglesia y se ofreció a sí mismo por
ella y ¿la iglesia? ¿Qué ofrecemos a El? Véase Himno 244 en Cantos Espirituales.
¿El joven que está enamorado de una joven no quiere estar con ella? ¿Tengo
que estar con mi novia tres veces cada semana?
“La quiero con todo el corazón pero tres veces cada semana es mucho”.
¿Dice que la ama pero es muy suficiente
si está con ella como una hora cada semana? ¿Esto es amor?
Hay miembros que son como aquel que dijo a su novia, “Yo te amo de todo
mi corazón. Estoy dispuesto a cruzar el océano más profundo por ti, y trepar la
montaña más alta por ti”…
y luego se despide diciéndole… “nos
veremos el sábado si no llueve”. Recuerde
que la iglesia es la esposa de Cristo. Efes. 5:25, 26.
2 Cor. 11:2, “os celo con celo de Dios, pues os he desposado con un solo
marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo”.
¿La esposa ama a su marido y quiere
estar con él solamente una hora cada semana? ¡¡Qué amor más tierno!!
B. Refleja ingratitud y desprecio. Es como decir, “No tengo que
asistir a los servicios el domingo por
la tarde ni el miércoles porque Dios no ha hecho mucho por mí. Cristo
tampoco, solamente murió en la cruz.
C. Indica que Dios no merece lo primero y lo mejor.
El miembro que no asista a todos los servicios está diciendo a Dios que hay
otras cosas más importantes, más interesantes. Indica que le ofrecemos
lo ciego, lo enfermo y lo cojo, Malaquías 1:8, “cuando ofrecéis un animal
ciego para ser sacrificado, ¿no es eso malo? Lo mismo, cuando ofrecéis un animal
cojo o enfermo. Preséntalo a tu gobernador. ¿Acaso se agradará de ti? "
D. Indica que somos tibios como la iglesia de Laodicea, Apoc. 3:16,
17. Y ¿qué dice Cristo de los tibios? “Te vomitaré de mi boca”.
E. Significa que no amamos a Dios de todo el corazón, toda la mente y
con toda la fuerza.
F. Significa que casi todo el Día del Señor es para nosotros y no para
el Señor.
G. Indica que los que no asisten o llegan tarde no propusieron
asistir y llegar temprano. 2 Cor. 9:7.
Así como proponemos a dar cierta cantidad, también proponemos a estar
presentes en cada reunión y llegar temprano.
H. Indica que uno no se preocupa por su ejemplo (para su
familia, hermanos, inconversos). ¿Queremos
que otros miembros sigan nuestro ejemplo? Muy posible que nuevos miembros,
jóvenes, otros lo hagan. Mat. 18:6, “a cualquiera que haga tropezar a uno
de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le atase al cuello una
gran piedra de molino y que se le hundiese en lo profundo del mar”.
I. La banca vacía habla. Como la voz de la sangre de Abel habló (Heb.
11:4). Escuche la voz de la banca vacía. A
veces queda banca vacía porque miembros amados mueren o se mudan o están
enfermos, pero muchas veces queda vacía por causa de la indiferencia e
ingratitud de los miembros. La banca vacía dice, “Señor el domingo a las
10 te amo pero si la iglesia se reúne el domingo por la tarde no te amo, ni el
miércoles menos”.
Dos cosas que cada miembro debe hacer: ocupar su propia banca y trabajar para
llenar las demás.
Conclusión.
La iglesia es un “acuerdo”; se establece un orden. Ser miembro significa aceptar
ese orden. Ya tomó la decisión. Por eso, cooperar 100% en la adoración,
edificación, evangelización. Sant. 4:17; Heb. 10:26-29, advertencias muy
solemnes. Dejar de congregarse indica: falta de amor y gratitud … Dios no merece
la adoración… Biblia no merece el estudio; despreciar a los maestros. No quiere
edificar, animar, estimular a los demás miembros, Heb. 10:24. No quiere ser buen
ejemplo, Mat. 5:13-14. Tropiezo para otros (hijos, jóvenes, visitantes, nuevos
miembros). Mat. 18:6.