Introducción
A. Desde luego, las bendiciones que Dios tenía para
los filipenses son para todos los hijos de Dios.
B. Además, las encontramos en las otras epístolas
del Nuevo Testamento, pero en este estudio las observamos en la hermosa epístola
a los filipenses en la cual no hay reprensión.
C. Leemos del principio de esta
iglesia en Hechos 16:12-40, la
conversión de Lidia y su familia y del carcelero y “todos los suyos”.
D. La Biblia no nos dice cuántos miembros había
cuando Pablo escribió esta carta pero fue dirigida “a todos los santos en Cristo
Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos”.
E. Fil. 1:8 indica el amor de Pablo por esta
iglesia: “Dios es mi testigo de cómo os amo (añoro) a todos vosotros con el
entrañable amor de Jesucristo”.
“El Señor
está cerca”, Filipenses 4:5.
A. Desde el principio, en el Huerto de Edén, Dios se
ha comunicado con el hombre.
B. Salmo
119:151, “Cercano
estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad”.
C. Isaías
58:6, “Buscad
a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”.
D. Jer.
23:23, “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde
muy lejos?”
E. Los hijos de Dios frecuentemente viajan de un
lugar a otro, aun de un país a otro, y se les olvida que Dios es Omnipresente.
Está cerca si uno vive en México o Guatemala y si perseveran en la fe todavía
está cerca de los que viajan a Estados Unidos.
F. En los momentos más difíciles de la vida “El
Señor está cerca”.
El privilegio de la oración
Fil.
4:6, “Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias”.
A. En lugar de ser “afanosos” (ansiosos,
preocupados, angustiados) tenemos el privilegio de hablar con el Señor de las
preocupaciones que nos aflijan.
B. 1 Ped.
5:7, “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de
vosotros”.
C. Luc. 18:1,
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no
desmayar”. Es la parábola de la viuda que rogaba a un juez indiferente y mundano
que le hiciera justicia y el juez por fin lo hizo no por compasión sino porque
la viuda persistía con su rogativa. Concluye Jesús con la pregunta, “¿Y acaso
Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él día y noche?”
D. 1 Tes.
5:17, “Orad sin cesar”. Porque como dice
1 Ped. 3:12, “los
ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones”.
La paz de Dios
Fil. 4:7,
“Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
A. ¿Qué significa la palabra “paz” en este texto?
Obviamente es lo opuesto a “ansiosos” en el versículo anterior. Se refiere a la
tranquilidad y calma del corazón que reconoce que Dios está cerca y aprovecha el
privilegio de orar “echando toda vuestra ansiedad sobre él”.
B. Esta promesa no significa que ya no habrá
problemas ni dificultades. Por más que el cristiano obedezca Fil. 4:6 las
Escrituras dicn claramente que habrá toda clase de aflicciones, tribulaciones,
pruebas y aun persecución. Mateo
5:10-12; Hech. 14:22; Rom. 5:3; 2 Tim. 3.12, etc.
C. Pero este texto sí dice y asegura que a pesar de
toda forma de tribulación el cristiano puede vivir tranquilo, confiando en la
presencia y el apoyo del Señor.
D. Juan
14:27, “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
E. Tenemos la paz de Dios en medio de problemas. “Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve
tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno
peso de gloria; 18 no
mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. (2
Cor. 4:16-18).
F. Por lo tanto, como dice
Col. 3:15, “Y
la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis
llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”. En lugar de quejarnos y
murmurar, “sed agradecidos”, sabiendo
que “la tribulación produce paciencia (perseverancia)” (Rom.
5:3).
La presencia
de Dios con los que siguen el patrón apostólico
A. Fil. 4:9, “Lo
que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios
de paz estará con vosotros”. Los filipenses eran imitadores de Pablo y tenían
comunión con él en la predicación del evangelio (1:5;
4:15, 16).
B. 2 Tim. 1:13,
“Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en
Cristo Jesús”.
C. Compárese Mat.
28:19, 20, “Y
Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra. 19 Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén”.
1. En este texto Jesús promete estar con sus apóstoles
cuando ellos hacen discípulos a todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles
las cosas que él les había mandado. Recuérdese que Cristo les prometió que el
Espíritu Santo iba a guiarles a toda verdad (Juan
14:26; 16:13).
2. Asimismo
Dios está con los que practican la doctrina apostólica porque esa doctrina les
fue revelada por el Espíritu Santo.
D. Por lo
tanto, tenemos la plena seguridad de la bendición de la presencia de Dios cuando
enseñamos y practicamos lo que hemos recibido de Pablo y los otros apóstoles:
1. El plan de
salvación: oír, creer, arrepentirse, confesar a Cristo, ser bautizado para
perdón de pecados.
2. El culto
“en espíritu y en verdad”: orar, cantar, enseñar/predicar, cena del Señor,
ofrenda.
3. La
organización de cada iglesia: ancianos y diáconos en cada iglesia, Fil. 1:1;
Hech. 14:23.
4. La función
de cada iglesia: adoración, edificación, evangelismo (localmente y a todas las
naciones), benevolencia (“a los pobres entre los santos”).
Contentamiento
Fil. 4:11,
“No
lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que
sea mi situación.
A. Mat. 6:25,
Por tanto os
digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber;
ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento,
y el cuerpo más que el vestido?”
1. Mat. 6:33,
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas”.
2. En toda congregación se oye este texto citado pero ¿todos lo obedecemos?
3. Muchos hermanos creen que “primeramente” significa
“después de trabajar para ganarse la vida”; es decir, si uno “tiene que
trabajar”, entonces se justifica en dejar de congregarse para tomar la cena. Se
habla mucho de empleos que son prácticamente 24/7 (día y noche, siete días cada
semana). También se habla mucho de lo muy exigente del trabajo “por turnos”
(shift work). Pero la atracción principal del trabajo “por turnos” (y otros
trabajos que obligan a los hermanos a desobedecer
Heb. 10:25) es que paga mejor.
4. 1 Tim. 6:8,
“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”.
B. No nacemos “contentos”. Pablo dice, “he
aprendido a contentarme”.
Cristo nos fortalece
Fil.
4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece”.
A. Pablo se refiere a “todo” lo que Dios requiere de nosotros.
B. Pero otra vez debemos recordarnos que esto no significa
que no habrá problemas y sufrimientos. 2
Cor. 12:7-10, Pablo habla de “y aguijón en mi carne” y que tres veces él
pidió que el Señor se lo quitara pero le contestó, “Bástate
mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena
gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder
de Cristo. 10 Por
lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.
C. El Señor nos fortalece si le obedecemos y le servimos,
no andando en nuestros propios caminos sino en los caminos de Dios.
Isa. 55:8, 9, “Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo
Jehová. 9 Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.
Las
provisiones de Dios.
A. Fil. 4:19, “Mi
Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús.
B. Aquí cabe el muy conocido y muy citado
Salmo 23:1, “Jehová es mi pastor;
nada me faltará”.
1. Este salmo expresa la confianza que David tenía que sin faltar toda necesidad
de su vida sería suplida por Dios como Buen Pastor.
2. Las cosas más importantes de la vida que David y nosotros necesitamos son
mencionadas en este salmo.
C. Pablo nos exhorta a ofrendar generosamente (2
Cor. 9:6, 7) sabiendo que “poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
suficiente, abundéis para toda buena obra” (2
Cor. 9:8).
D. Efes. 3:20,
“ Y
a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21 a él sea gloria
en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los
siglos. Amén”.
Conclusión
A. Efes. 1:3,
Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”.
B. Efes. 3:20, 21,
“Y
a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21 a
él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos
de los siglos. Amén”.
C. En este estudio hemos enumerado algunas de estas
bendiciones espirituales que tenemos en Cristo. Si las tenemos y practicamos,
seremos como la iglesia de los filipenses que no recibió reprensión alguna de
Pablo.
D. Estas
bendiciones les llenaron de gozo y regocijo. Fil. 3:1, “Por
lo demás, hermanos, gozaos en el Señor”.
Fil.
4:4,
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”