“GLORIA EN LUGAR DE CENIZA”

Isaías 61:1-3

 

Introducción:

A.   “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria (diadema) en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”. En muchas ocasiones el pueblo de Israel llevaba ceniza en la cabeza como expresión de gran tristeza y angustia, pero esta profecía dice que al venir Cristo en lugar de ceniza les daría gloria.

B.   Cristo cumplió esta profecía. Mateo 11:2-5, “Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”. Lucas 4:18, 19, “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor”.

 

I. Llevar ceniza indicaba dolor, angustia, luto.

A.   2 Samuel 13:19, Cuando Absalón forzó a Tamar y se acostó con ella, “Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, y rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando”.

B.   Cuando salió el edicto de “exterminar a todos los judíos”, Mardoqueo “Se vistió de cilicio y de ceniza” (Ester 4:1).

C.   Durante el cautiverio del pueblo de Dios en Asiria y Babilonia había mucho luto, dolor y angustia.

D.   Pero el profeta Isaías habla mucho del venidero Mesías.

1.     Habla de su nacimiento de una virgen (Isaías 7:14), “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. Isaías 9:6, “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

2.     Habla de su reinado espiritual de paz. Isaías 2:2-4, “Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñar á sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”.

3.     Promete al pueblo de Israel (y a todo el mundo) que Cristo ordenará que “a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado”.

E.    Estas preciosas promesas serían cumplidas cuando el Mesías se ofreciera a sí mismo como sacrificio por los pecados del mundo, Isaías 53.

 

II. El ministerio de “gloria” de Jesús

Lucas 4:18-21, “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor”.

Mateo 11:2-5, “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”.

A.   Cristo dio la gloria de las “buenas nuevas” (el evangelio) para los pobres, en lugar de tanta ceniza en su vida. “A los pobres es anunciado el evangelio”. La ceniza de descuido, desprecio y desesperación que habían sufrido en su vida era y es reemplazada por la gloria de la alentadora predicación de Jesús y sus apóstoles.

B.   La ceniza de corazones quebrantados reemplazada por la gloria de ánimo y esperanza. Tantas personas nos dejan decepcionados y con “corazones quebrantados” pero 1 Pedro 2:6 dice, “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;  Y el que creyere en él, no será avergonzado”. Cristo nunca nos deja decepcionados.

C.   La ceniza de opresión y esclavitud reemplazada por la gloria de la libertad.

D.   La ceniza de la ceguera espiritual (en algunos casos la física) reemplazada por la gloria de la muy deseada vista.

E.    La ceniza de la cojera reemplazada por la gloria de la muy deseada habilidad de caminar.

F.    La ceniza de la lepra reemplazada por la gloria de la muy deseada limpieza.

G.   La ceniza de la sordera reemplazada por la gloria de la muy deseada facultad de oír.

 

III. Sobre todo, Cristo da al pecador la gloria de perdón en lugar de la ceniza de culpa y condenación.

A.   El Señor prometió esta “gloria” en Jeremías 31:34, “Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

B.   Todos hemos pecado, Romanos 3:23 y nuestra condición ante los ojos de Dios se describe en la carta a los Efesios 2:1-3, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”; 2:12, “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”.

C.   Pero en lugar de esta horrible ceniza ahora tenemos la gloria de “vida” (perdón y salvación).

D.   Solamente los que en verdad lleven ceniza por sus pecados (estando conscientes de su lamentable condición perdida ante los ojos de Dios) saben apreciar y estimar la “gloria” del perdón. Por ejemplo, el publicano de Lucas 18:13, “Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador”. Muchos pecadores no llevan ceniza, no saben lo que es sentir tristeza por sus pecados. 2 Corintios 7:10, “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento”.

 

IVLa ceniza de la muerte reemplazada por la gloria de la resurrección.

A.   La ceniza del cuerpo corruptible y mortal reemplazada por la gloria del cuerpo incorruptible e inmortal. 1 Corintios 15:53-55, “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” 1 Cor. 15:43, al morir el cuerpo “Se siembra en deshonra”, pero “resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.

B.   Romanos 2:6-10, Esta es la gloria que buscamos los que hemos obedecido al evangelio y seguimos a Cristo. En el día final Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, 10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego”. Hebreos 2:10, “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos”.

C.   Romanos 8:18, “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.

D.   Al decir que la ceniza de tribulación y angustia es reemplazada por las bendiciones del evangelio de Cristo, no estamos diciendo que por eso no habrá tribulaciones para el cristiano. Claro que no. Hechos 14:22, “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.

E.    Sin embargo, como Pablo dice en 2 Corintios 4:17, “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”.

 

Conclusión.

A.   El mundo está lleno de personas que urgentemente necesitan reemplazar su ceniza con gloria.

B.   Lamentablemente la situación con muchos es semejante al caso de Israel. Jeremías 8:22, el profeta pregunta, “¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico?” Lo mismo ahora, sí, hay remedio con tal que la gente busque remedio pero muchos no lo hacen.

C.   Pero ¡qué tristeza que sigan vestidos de ceniza en lugar de aceptar la gloria que Cristo ofrece!