“RELIGIÓN VANA”

SANTIAGO 1:26, 27

INTRODUCCIÓN:

                A. Santiago 1:26, Si alguno se cree religioso entre vosotros (compárese Romanos 2:17-24), y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”. ¡Qué pensamiento más alarmante! Que si uno no domina su lengua, el asistir a los servicios de la iglesia es en vano.

          B. Santiago 1:27, “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”.

          C. Este texto nos hace preguntar: ¿Qué hace nuestra religión por nosotros? ¿Qué hace de nosotros? ¿Qué efecto tiene sobre nuestra vida? ¿Cómo afecta nuestro carácter?

          D. La práctica de la verdadera religión no se limita a estas dos cosas, pero los que practiquen estas dos cosas indican lo que su religión ha hecho por ellos y sin duda practican también los demás actos de benevolencia y se esfuerzan por obedecer toda la voluntad de Dios.

          E. Santiago dice que uno está engañando su corazón (engañando a sí mismo) si cree que todo está bien simplemente porque asiste a los servicios y participa en ellos pero descuida la santidad de vida o las buenas obras de benevolencia.

          F. Compárese Apocalipsis 3:1, Jesús dice a la iglesia de Sardis, “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerta”.

 

I. ¿MINIMIZA SANTIAGO LOS SERVICIOS DE CULTO A DIOS?

          A. Claro que no. La religión incluye el culto correcto: predicar/enseñar la palabra, orar, entonar himnos, participar de la cena y ofrendar cada primer día de la semana.

          B. Pero los actos de culto deben ayudarnos a desarrollar el carácter semejante al carácter de Cristo y también deben motivarnos a ser activos en buenas obras y en el evangelismo personal.

          C. En realidad aunque ofrezcamos a Dios el culto  precisamente como revelado en el Nuevo Testamento, el culto más perfecto será en vano si no refrenamos la lengua y no practicamos obras de benevolencia.

          D. Miqueas 6:6-8, “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

        E. Los holocaustos eran necesarios pero tenían que ser acompañados por la justicia y la misericordia hacia los pobres y necesitados.

        F. La verdadera religión, la religión que no es vana, requiere ambos. Estos textos no minimizan los actos de culto prescritos por Dios, pero el culto más perfecto no sustituye las buenas obras, las obras de benevolencia.

        G. “Todo es vano e inútil a menos que impulse al hombre a salir al mundo para amar a Dios amando a su prójimo, y a conducirse en forma pura en medio de las tentaciones del mundo” (Barclay).

        H. Dicho de otro modo, si el culto (los servicios de la iglesia) y las clases bíblicas no nos mueven a vivir vidas santas y a ayudar a los pobres y mayormente hermanos necesitados, entonces debemos reconocer y admitir que nuestra religión es vana.

II. REFRENAR LA LENGUA.

          A. Santiago 1:19, “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.

        B. Santiago presenta un estudio detallado y fuerte sobre el uso incorrecto de la lengua (capítulo 3). Dice que la lengua tiene mucho poder, como el freno en la boca del caballo, como el timón de las naves, como fuego.

        C. Aunque el hombre haya domado toda clase de bestias, aves, serpientes y seres del mar, el hombre solo no puede refrenar o dominar la lengua (3:8), necesita la ayuda de Dios.

        D. Entonces domada (refrenada) la lengua, tiene poder para bendecir a Dios con himnos, oraciones y predicación, tiene poder para explicar el plan de salvación a los perdidos, para edificar a los hermanos, consolar a los desanimados, y restaurar a los extraviados.

        E. Pero la lengua no refrenada es un fuego. Por eso, Santiago dice (4:11), “Hermanos, no murmuréis (hablar mal, criticar, insultar) los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley (se coloca por encima de la ley); pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”. Otro más: (5:9), “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta”.

        F. Salmo 19:1, “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí”.

        G. Mateo 12:34-37, “de la abundancia del corazón habla la boca.  El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Esto demuestra claramente que el verdadero problema es el corazón lleno de amargura, celos, rivalidades, etc.

        H. Efesios 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.

        I. Para que la religión nuestra no sea vana, es necesario refrenar la lengua y para poder refrenar la lengua hay que haber cambio de corazón y carácter.

        J. Por lo tanto, hay que preguntar: ¿Qué efecto ha tenido nuestra religión sobre nuestro corazón y carácter?

 

III. LA RELIGIÓN ES VANA SI SE ENSEÑAN DOCTRINAS Y MANDAMIENTOS DE HOMBRES.

        A. Mateo 15:8, 9, “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”.

        B. Cristo se refiere a las tradiciones de los escribas y fariseos. Mateo 15:3, “¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?”

        C. Hacen lo mismo muchos líderes religiosos ahora:

        -- El mandamiento de congregarnos (Hebreos 10:25) el primer día de la semana (Hechos 20:7; 1 Corintios 16:1, 2) queda quebrantado por el mandamiento de guardar el sábado (Ley de Moisés).

        -- El mandamiento de entonar himnos (Efesios 5:19) es quebrantado por la tradición de tocar instrumentos de música (Ley de Moisés, 2 Crónicas 29:25).

        -- El mandamiento de ofrendar cada primer día de la semana (1 Corintios 16:2) es quebrantado por el mandamiento del diezmo (Ley de Moisés, Números 18:20).

        -- El mandamiento de participar de la cena del Señor el primer día de la semana (1 Corintios 11:23-26; Hechos 20:7) es quebrantado por participar cada mes o cada año y por celebrar la misa.

        -- El mandamiento de ser bautizado (sumergido) en agua para el perdón de pecados (Hechos 2:38; 8:37, 38; 10:48) es quebrantado por el rechazo de este propósito (“para el perdón de pecados”) y por practicar la aspersión (rociamiento) en lugar de la inmersión y por enseñar que uno es salvo por la fe sola y que el bautismo es una mera figura (o un símbolo) de la salvación.

        -- El mandamiento de designar ancianos (pastores, obispos) en cada congregación (Hechos 14:23; 20:28) es quebrantado por enseñar que el predicador es el “pastor”.

        -- La lista de tales ejemplos es larga, porque el mundo religioso (católico, evangélico o protestante, sabatistas, pentecostales, testigos, mormones, etc.) prefieren sus propios caminos y sus propios pensamientos (Isaías 55:8, 9).

 

IV. NUESTRA RELIGIÓN ES VANA SI NO HACEMOS OBRAS DE BENEVOLENCIA.

        A. Santiago 1:27, “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a (suplir las necesidades de) los huérfanos (privados de sus padres sea por muerte o por abandono) y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. Véase 1 Timoteo 5:4, 9, 10.

        B. Salmo 68:5, “Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada”.

        C. Compárese Mateo 23:14, “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación!”.

        D. 1 Corintios 16:1, 2; 2 Corintios 8 y 9; Romanos 15:26, la ofrenda para los santos necesitados de Jerusalén.

       

V. NUESTRA RELIGIÓN ES VANA SI NO NOS GUARDAMOS SIN MANCHA DEL MUNDO.

        A. Santiago 4:4, “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

                1. “Desobedecer a Dios es como quebrantar los votos del matrimonio” (Barclay).

                2. Isaías 54:5, “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”. Lo que Santiago llama el “mundo” (el terreno de Satanás) corresponde a la idolatría que seducía al pueblo de Israel.

                3. Jeremías 3:20, “Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová”.

                4. Oseas 9:1, “No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo”.

                5. Mateo 12:39, “La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás”.

        B. 1 Juan 2:15-17,”  No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

        C. El “mundo” no solamente incluye los vicios comunes, sino también todos los deseos carnales que dominan a millones de personas. La “carne” es un monstruo con apetito insaciable y se alimenta con inmundicia, lascivia, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, envidias y todas las cosas designadas por la Escritura como las “obras de la carne” (Gálatas 5:19-21).

        D. Aun miembros de la iglesia de Cristo a veces caen en este error de satisfacer este monstruo al alimentarlo con odio, amargura, rencor, etc.

        E. Es indispensable que tales miembros recuerden que estas cosas hacen vana su religión. Cristo dice enfáticamente (Mateo 5:23, 24), “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

                1. Esto indica que uno adora a Dios en vano si rehúsa reconciliarse con su hermano.

                2. Se hace montón de excusas para no obedecer este texto y en esto son como los evangélicos que usan instrumentos de música para atrae a la gente y rehúsan bautizarse para el perdón de sus pecados (Hechos 2:38).

CONCLUSIÓN.

        A. Así pues, hay muchas maneras de tener religión vana.

        B. La solución es matar al monstruo llamado “carne” y estar seguros de practicar la religión verdadera, adorando a Dios en espíritu y en verdad y guardándonos sin mancha del mundo.