MATEO 24 – LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO

AGREGANDO LOS TEXTOS SOBRE EL MISMO TEMA

 EN LUCAS 17:22-37; 21:5-36

 

          Mateo 23:38, “He aquí vuestra casa os es dejado desierta”. Aun en el capítulo 23 Cristo anuncia la destrucción del templo.

          Mateo 24:1  Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Los judíos, incluyendo a los discípulos, se gloriaban mucho en su templo.

                Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Esta es una profecía innegable de la destrucción del templo.

                Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? La Biblia no explica lo que los discípulos hubieran entendido de la profecía de Cristo pero, desde luego, querían saber cuándo iba a suceder.

          VENIDA. Es muy importante entender que la “venida” de Cristo no siempre se refiere a la “segunda venida de Cristo” que será el fin del mundo (2 Pedro 3:10). Por ejemplo, Mateo 10:23, “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre”. Obviamente la “venida” de Cristo en este texto no se refiere a su segunda venida que será el fin del mundo. Más bien se refiere a su “venida” en la persona de los romanos que pusieron sitio a la ciudad de Jerusalén para destruirla. En seguida (Mateo 24:4-14) Jesús les avisó de las varias señales que iban a preceder la destrucción del templo.

          SEÑALES: Estas señales no tienen nada que ver con la segunda venida de Cristo que será el fin del mundo. Eran eventos que proclamarían que el juicio sobre Jerusalén se acercaba. Eran como advertencias para los discípulos para que estuvieran preparados para salvar su vida física.

          SIGLONo se refiere al fin del mundo sino al fin de la época del judaísmo, una época muy importante en la historia bíblica.

                Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin Algunas naciones estarían involucradas en guerras tratando de liberarse del yugo de Roma..

          FIN: Esta palabra aparece en los versículos 3, 13, 14. No se refiere al fin del mundo sino al fin de Jerusalén. Para entender la Biblia es indispensable que se observe con cuidado el contexto de cada texto estudiado. El tema de este texto muy obviamente es la destrucción (el fin) del templo y de Jerusalén.

                Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. La historia revela tales eventos durante los años que precedieron la destrucción de Jerusalén en el año 70.

                Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. El libro de Hechos describe estas persecuciones de la iglesia durante esa época. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; de estos los apóstoles Juan, Pedro y Pablo dieron mucha advertencia. 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

                13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Es cierto que el que persevere hasta el fin de su vida o hasta el fin del mundo será salvo espiritualmente, pero Jesús no habla de la salvación del alma sino de salvar la vida física de sus discípulos. Cuando los romanos pusieron sitio contra Jerusalén muchos miles murieron y Cristo está dando señales y advertencias a sus discípulos PARA QUE HUYERAN DE ESA ÁREA PARA SALVAR SU VIDA FÍSICA.

           14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Colosenses 1:23; Romanos 10:18, etc. afirman que el evangelio fue predicado en esa época a todas las naciones.

                15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), Lucas 21:20, “cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado”. Eso sí sería el “fin” – el fin de Jerusalén.

                16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;[a]2 Obviamente Jesús no habla del fin del mundo porque cuando Cristo venga la segunda vez no habrá oportunidad ni propósito para huir de un lugar a otro porque toda la tierra será quemada, 2 Pedro 3:10. Cuando Cristo venga la segunda vez (el fin del mundo) no importará que sea invierno o verano y no importará si la mujer esté encinta o no.

                 “LA GRAN TRIBULACIÓN”. Este es el texto que habla de la “Gran Tribulación” pero no tiene nada que ver con siete años de tribulación en la tierra después del ficcional “secreto rapto” de los justos. Más bien se refiere al horrible sufrimiento de los judíos cuando los soldados romanos pusieron sitio contra la ciudad.

           “Porque habrá entonces gran tribulación, El historiador Josefo en su libro “Guerras de los Judíos” explica lo horrible del sufrimiento y muerte de muchos judíos. Dice que aparte de todo el daño hecho por el sitio de los romanos, encerrando al pueblo en el templo para morir de hambre, estuvo también el gran problema de las facciones entre los judíos mismos que se portaban de manera más salvaje y feroz unos contra otros. Dice que en su desesperación algunos aun comieron carne humana. Algunos tragaron su oro para guardarlo y otros los mataron y abrieron sus cuerpos para sacar el oro y luego arrojaron los cadáveres sobre la muralla de la ciudad. Pelearon mucho sobre los alimentos que algunos habían almacenado.  

          “cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Por lo tanto, era peor que el diluvio, peor que el sufrimiento de los de Sodoma y Gomorra, peor que la ejecución de millones por Hitler (no lo hizo por un proceso de tortura extendida sino por gas asfixiante). Esa “gran tribulación” de la cual Jesús habla no tiene y no tendrá paralelo en este mundo. La única cosa comparable es la tortura horrible e interminable del infierno de fuego.

                22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Josefo explica que el sitio duró unos cinco meses pero se terminó cuando el General Tito tuvo que regresar a Roma por algún asunto urgente.

                23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Los judíos anhelaban de todo corazón la venida de algún “Mesías” o gran libertador y los falsos se aprovecharon de ellos inventando falsos cristos y profetas.

                27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”. Esto suena como la segunda venida de Cristo pero Cristo habla todavía de su venida en la persona de los romanos que súbitamente se acercaron a la ciudad para empezar el sitio. El versículo 34 dice “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Véase Mateo 23:36, “De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”.

                28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. La nación judaica había llegado al colmo de maldad como Cristo explica en Mateo 23:33-39. El cadáver del judaísmo corrupto atrajo a los zopilotes romanos.

                29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Este texto tampoco describe eventos del fin del mundo sino que habla de la caída del judaísmo. El lenguaje es casi idéntico al lenguaje de Isaías 13:10 que habla de la caída de Babilonia.

                30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Tampoco se refiere a la segunda venida de Cristo sino al gran triunfo del evangelio a través de las naciones cuando se acabó la persecución de la iglesia de parte de los judíos.

                31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. La palabra griega “angelos” significa “mensajero” y este texto se refiere a los apóstoles, los mensajeros de Cristo, que predicaron el evangelio para producir cristianos, los escogidos de Dios (V. 22; Lucas 18:7; Romanos 8:33, etc.). Algunos insisten en que estos versículos tienen que aplicarse a la segunda venida de Cristo pero Cristo mismo dice que todo eso iba a ocurrir durante esa misma generación.

                32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”.

          Desde luego, nadie sabe el “día y la hora” de la segunda venida de Cristo, Jesús les avisó de señales que iban a preceder la venida de los romanos para destruir la ciudad de Jerusalén, pero el Padre tampoco reveló la fecha de la venida de los romanos (el día 14 del mes de Nisán del año 70).

          Mateo 24:37,  “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”.

          Muchos aplican los versículos 35-42 exclusivamente a la segunda venida de Cristo, pero aunque haya varios versículos en Mateo 24 y textos paralelos en Lucas 17 y 21 que sean apropiados para describir algún aspecto de la segunda venida de Cristo, en realidad estos textos tienen su aplicación primaria a la venida de Cristo en el año 70 para la destrucción de Jerusalén.

          Se debe notar que después de lo que Jesús dice en el v. 36 y después de hablar de Noé y de la separación de los dos en el campo y de las dos mujeres moliendo en un molino y después de decir “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor” (v. 32), Cristo agrega (Mateo 24:44), “Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. 2 Pedro 3:10 dice que Cristo viene como ladrón en la noche y seguramente nadie sabe ni el día ni la hora, pero en este texto Cristo está hablando a los que en ese momento eran sus discípulos, diciendo que ellos deberían estar preparados, porque no sabían a qué hora Cristo vendría para la destrucción de Jerusalén. Es obvio que esa venida de la cual hablaba en ese momento les afectaría a sus discípulos.

          ES MUY IMPORTANTE ESTUDIAR TODO LO QUE LA BIBLIA DICE SOBRE UN TEMA. Lucas 17:26-37 y Lucas 21 registran detalles adicionales (aparte de lo que Mateo escribe) sobre la destrucción de Jerusalén y ESTOS TEXTOS DEBEN SER AGREGADOS AL TEXTO DE MATEO PARA TENER LA ENSEÑANZA COMPLETA.  Lucas 17:26-37 es texto paralelo con Mateo 24:37-42 y conecta estos eventos (Noé, dos en cama, dos en campo, dos en molino) con la destrucción de Jerusalén.

          Compárese Mateo 24:35, 48-51 con Lucas 21:33-36. En los dos textos Jesús dice que “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” y en los dos textos dice “velad” y habla de la borrachera, etc. Entonces la exhortación final según Lucas es el v. 36, “velad pues en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán”. Cuando Cristo venga la segunda vez ¿quién puede escapar?

          Como todos sabemos aprendemos toda la verdad sobre la Gran Comisión leyendo Mateo 28:18-20; Marcos 16:15,16 y Lucas 24:46-49. El tema de alabar a Dios con himnos y cánticos espirituales no se encuentra solamente en Efesios 5:18, 19 sino también en Colosenses 3:16; Hebreos 2:12; 13:15. Asimismo lo que relata Lucas sobre la destrucción de Jerusalén  debe ser agregado a lo que dice Mateo y Marcos.

          Jesús habla de Noé y Lot y dice “así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos”, obviamente refiriéndose a la destrucción de Jerusalén. Mateo y Lucas registran la misma enseñanza de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén; por lo tanto, sería no solamente permisible sino también lógico y razonable agregar lo que Lucas dice a lo que Mateo dice.

          De esa manera después de Mateo 24:42 se puede agregar Lucas 17:30, 31, “Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día el que este en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás” y agregar a Mateo 24:41 lo que Lucas dice en 17:34 “en aquella noche …dos mujeres están moliendo”, etc. Todo esto iba a suceder “en aquel día” y “en aquella noche”, cuando habían de huir de Jerusalén, cuando el que estuviera en la azotea no descendiera para tomar sus bienes. Cristo no habla del fin del mundo sino del fin de Jerusalén.

          Repito, al estudiar cualquier tema bíblico nos urge buscar todo lo que la Biblia dice sobre ese tema. En este caso queremos observar todo lo que Jesús dice acerca de la destrucción de Jerusalén. Por lo tanto, leemos lo que dice Lucas para agregarlo a lo que dice Mateo y Marcos. Para saber toda la verdad con respecto a cualquier doctrina bíblica debemos combinar toda la información disponible. Cristo dijo lo que leemos en Mateo 24 y también dijo lo que leemos en Lucas 17 y 21 y es necesario combinar todo  y armonizarlo.

         

                43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. 45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. 48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; 49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, 50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, 51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Obsérvese que Jesús dice esto a “vosotros” los discípulos de ese tiempo. Es otro texto que indica que todo el capítulo sí se puede aplicar a la destrucción de Jerusalén aunque desde luego el capítulo contiene varias exhortaciones y advertencias que deben ser atendidas para estar listos para la segunda venida de Cristo.