“VUESTRA RECOMPENSA EN LOS CIELOS ES GRANDE”

MATEO 5:12

 

INTRODUCCIÓN:

          A. “Los cielos” son la morada de Dios (Mateo 5:17; 12:50).

          B.  Será la morada de los salvos. 2 Corintios 5:1, “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”.

          C. Hebreos 11:6, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que es galardonador de los que le buscan”.

                   1. Todos actuamos, hablamos, planeamos ‑‑ en una palabra, vivimos ‑‑ de acuerdo a lo que en realidad creemos. No vivimos de acuerdo a lo que profesamos creer, sino a lo que en realidad creemos. Por lo tanto, si creemos de todo corazón que nos espera un hogar celestial, nuestra vida diaria reflejará esa fe.

          2. Los que en realidad creen en Dios y creen su palabra obedecen al evangelio  (oír el evangelio, creer que Cristo es el Hijo de Dios, arrepentirse de los pecados, confesar que Cristo es el Hijo de Dios, ser bautizado – sumergido -- en agua en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo para el perdón de los pecados y ser añadidos a la iglesia que Cristo estableció (Romanos 10:17; Marcos 16:16; Lucas 13:3, 5; Hechos 8:36-38; Hechos 2:38, 47).

 

I. Muchos Textos En El Nuevo Testamento Hablan Del Hogar Celestial.

   -- Mateo 5:12, “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos”.  Mateo 6:9, “Padre nuestro que estás en los cielos”.

   -- Mateo 6:20, “haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”.

   -- Lucas 10:20, “regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”.

   -- Filipenses 3:20, “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”.

   -- Hebreos 10:34, “el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos”.

   -- Cantamos muchos himnos que hablan del hogar celestial: "Hay un mundo feliz más allá, donde moran los santos en luz, tributando eterno loor, al invicto glorioso Jesús. En el mundo feliz reinaremos con nuestro Señor”; "En presencia estar de Cristo, ver su rostro, ¿qué será? cuando al fin en pleno gozo, mi alma le contemplará?"; "voy al cielo, soy peregrino, a vivir eternamente con Jesús"; "no puede el mundo ser mi hogar ... voy a mi celeste hogar" y muchos más.

   -- Pero ¿qué tan fuerte es nuestra fe en esta promesa? Lucas 18:8, “cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

 

II. Estaremos con Dios (Padre, Hijo, Espíritu Santo) para glorificarle para siempre.

          A. Apocalipsis 14:2, “el Cordero, y con él 144,000” (v. 4, los redimidos”, A.T., N. T., blancos, negros, morenos, hispanos, anglos, ricos, pobres, letrados, analfabetos; no habrá departamentos en el cielo). “Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas”. ¡Todos los redimidos cantando alabanzas a Dios para siempre! (No dice “con arpas” sino que la voz de los 144,000 era COMO de arpistas que tocaban sus arpas. No habrá nada material o físico en el cielo).

     B. 1 Tesalonicenses  4:16-18, "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras". Es lo que Cristo quiere: Juan 17:24, “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo”.

    C. Los que anhelan estar con el Señor por siempre lo manifiestan ahora siendo fieles miembros de su iglesia, no dejando de congregarse para adorar a Dios (Hebreos 10:25; Colosenses 3:16; Hechos 20:7; 1 Corintios 11:24; 16:1, 2). Estamos con El en cada reunión de la iglesia. Gozamos de la comunión con el Señor y los unos con los otros al cantar himnos, orar, predicar y enseñar su palabra, participar de la cena del Señor y la ofrenda.

    D. Las personas que no quieren fielmente asistir a los servicios de la iglesia no quieren ir al hogar celestial. Si no buscamos la presencia de Dios en este mundo, tampoco nos gustaría su presencia en el cielo. Efesios 3:21, “A Él sea la gloria en la iglesia”.

 

III. Estaremos en nuestro “hogar” eterno.

          A. La palabra "hogar" es una de las palabras más preciosas en el idioma humano. ¿Qué bendición terrenal se puede comparar con la bendición de “estar en casa”?

          B. Hebreos 11:13‑16, los patriarcas sabían que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra y buscaban una patria; anhelaban una mejor, esto es, celestial. Los cristianos también son peregrinos y advenedizos (1 Pedro 2:11) y anhelan un hogar celestial y permanente. Los que entran en ese hogar nunca se mudarán a otro lugar.

          C. Amamos nuestro hogar. Es un lugar  de descanso, un refugio. Cuando andamos fuera de casa, siempre nos acordamos de nuestro hogar y anhelamos volver. Es un placer estar con hermanos en otros países, pero no es necesario que se me obligue a volver a mi hogar.

          D. El Cielo Nuestro Hogar Para Siempre. Será hogar eterno, hogar permanente. La vida eterna.

                   1. Marcos 10:30, “Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,  30  que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; .. y en el siglo venidero la vida eterna”.

                   2. 1 Tesalonicenses 4:17, “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.

                   3. 1 Pedro 1:4, “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”.

                   4. 1 Corintios 15:54, “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido deinmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55  ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”

 

IV. Es la santa ciudad.

          A. Apocalipsis 21:2, "Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada por su marido".

          B. Hebreos 11:10, Abraham "esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios".

          C. Se describe en Apocalipsis 21, 22, con muro hecho con piedras preciosas, con doce cimientos y doce puertas de perla, con calle de oro, etc., pero no será ciudad literal con rascacielos, tiendas de comida y ropa, hospitales, oficina de correo, etc. No habrá grandes empresas, factorías y plantas industriales.

          D. Será una ciudad en el sentido de una gran concurrencia de ángeles y gente. Será la “reunión de familia” de los redimidos de todos los siglos. Hebreos 12:22,23, "os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto ..."

          E. Por fin veremos a los patriarcas, reyes, sacerdotes, profetas del Antiguo Testamento, como también a los apóstoles, profetas y discípulos de Cristo de los cuales hemos leído tantas veces en las Escrituras. Quiero oír del apóstol Pablo (de su propia boca) la explicación de algunos textos difíciles que escribió (2 Pedro 3:16). (Yo sé que tendré que esperar mi turno para hacerle preguntas pero no habrá prisa en el cielo).

          F. También estaremos reunidos con nuestros seres queridos que mueren en el Señor, como también con amados hermanos que hemos conocido en persona y con muchos otros de los cuales hemos oído. Para este servidor esto es lo que significa “paraíso”. Es la verdadera esperanza.

          G. ¿Nos conoceremos los unos a los otros en el cielo? La Biblia contesta esta pregunta. Por ejemplo, Mateo 17:3, estando Jesús y los tres apóstoles en el monte de transfiguración con Jesús, “he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Él”; Mateo 22:32, Abraham, Isaac, Jacob serán las mismas personas que eran en la tierra.

          H. Tendremos cuerpos incorruptibles, 1 Corintios 15:51-54; Filipenses 3:21. Seremos como Cristo, 1 Juan 3:2, “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como él es”.

 

V. El hogar celestial será lugar de reposo.

          A. Apocalipsis 7:15-17, “Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; 17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”. No habrá más tribulación. Apocalipsis 7:13‑17.

          B. No será reposo en el sentido de inactividad, sino de alivio de tribulación y aflicción de toda clase. Será el fin de la guerra. Será el fin del viaje. Habrá actividad agradable sirviendo al Señor. Estaremos alabando a Dios. Apocalipsis 14:1‑4, los 144,000 (todos los redimidos, ver. 4) "cantaban un cántico nuevo delante del trono".

          C. Apocalipsis 14: 13, "los muertos que mueren en el Señor ... descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen".

          D. 2 Pedro 2:7, 8, Dios "libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos).

                   1. Pero en el hogar celestial no seremos abrumados por la nefanda conducta de los malvados. Apocalipsis 21:27, "No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación o mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero".

                   2. Job 3:17, "Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas".

          E. Apocalipsis 21:4, “Enjutará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron”.

 

VI. Esta Es La “Una Esperanza”

          A. La esperanza es otra cosa importante que nos motiva a ser obedientes … nos da paz en el alma … nos da la fuerza para aguantar todo … soportar pruebas … vencer tentaciones … sufrir oposición y persecución .. en fin, fija nuestros ojos en Jesús y nos transforma a la imagen de El (2 Corintios 3:18).

                   1. Efesios 4:4, “Fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación”.

          2. Romanos 8:24, “Porque en esperanza fuimos salvos”.

          3. Colosenses 1:5, “la esperanza que os está guardada en los cielos”.

          4. 1 Tesalonicenses 5:8, “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo”.

                    5. 1 Pedro 1:3, “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,  4  para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”.

          B. Sin esta ancla naufragamos en cuanto a la fe. Hebreos 6:18, “para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.  19  La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo”.

 

CONCLUSIÓN.

          A. El hogar celestial significa gozo eterno, felicidad eterna. Aquí en este mundo hay ocasiones de gozo y felicidad, pero también hay ocasiones de tristeza y aun de dolor. Pero Apocalipsis 21:4 dice, “ni habrá llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron”.

          B. Todo el gozo descrito en este estudio, el gozo del hogar celestial, se resume en la frase, “estar con Cristo” (Filipenses 3:23). Por lo tanto, si queremos estar con Cristo eternamente es indispensable que estemos con Cristo (en Cristo) ahora. Gálatas 3:26, 27 nos dice cómo estar en Cristo: “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”. Y luego permanecer en Él y servirle hasta el fin.

          C. 1 Pedro 1:3, 4,  “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”. La pregunta de suma importancia: ¿habrá una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para” USTED?

          D. ¿Está seguro usted que su nombre está escrito en los cielos? Lucas 10:20,  regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Pablo habla de sus colaboradores “cuyos nombres están en el libro de la vida” (Filipenses 4:3). Estos son los que obedecen al evangelio (oír, creer, arrepentirse, confesar que Cristo es el Hijo de Dios, ser bautizados para el perdón de los pecados) y perseveran en la fe hasta el fin. Apocalipsis 20:15, “ Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.

          E. Mateo 7:21-23,  “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.