GOZOSOS EN LA ESPERANZA
ROMANOS 12:12
INTRODUCCIÓN.
A. Esperanza – la convicción que obtendremos lo que deseamos.
B. Esta esperanza (convicción o confianza con respecto a nuestra salvación) está
bien relacionada con las palabras que la preceden (Romanos 12:11); es decir,
seremos gozosos en la esperanza si somos diligentes y fervientes en espíritu en
los asuntos del Señor.
C. No es solamente “deseo”, porque
deseamos muchas cosas por las cuales no hay expectación de suceder. La esperanza
que nos da gozo es la esperanza de confianza de recibir lo que deseamos.
1. Por ejemplo, Pablo dice en Rom. 10:1, “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi
corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación”. Pablo deseaba la
salvación de Israel, pero no usó la palabra esperanza, porque en cuanto a
salvación de la mayoría de los israelitas (judíos) no había esperanza.
2. Al tomar en cuenta lo que Jesús dice en Mat. 7:13, 14, ¿sería correcto decir
“espero que todos se salven?” Desear es una cosa, pero esperar en
el sentido de expectación es otra cosa.
D. La esperanza es el ancla del
alma. Hebreos 6:19. Nos hace firmes en medio de las tempestades de la vida. Nos
da la motivación para perseverar.
E. La esperanza es el yelmo de la
armadura del soldado cristiano (1 Tes. 5:8); es decir, como el soldado peleaba
con la esperanza de ganar la batalla,
así también el cristiano pelea la buena batalla con la plena
confianza de ganar la victoria, la vida
eterna.
F. Con razón nos regocijamos en la esperanza, es el verdadero gozo del alma.
PABLO HABLA
DE LA “ESPERANZA” A TRAVÉS DE ESTA EPÍSTOLA.
Romanos
5:1-5, “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;…” Paz para con Dios en lugar de
condenación (8:1), y la paz con Dios produce paz (descanso, contentamiento) en
el corazón.
--
5:1, por quien
también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria
de Dios (salvación, resurrección, vida eterna, 2:7; 8:18, 30; 1 Cor. 15:43;
2 Cor. 4:17; Col. 1:27; 3:4; 2 Tim. 2.10; 1 Ped. 1:3-5)…”
--
Es necesario
entender bien el tema:
Efesios 1:18, “alumbrando los ojos de vuestro entendimiento,
para que sepáis cuál es la esperanza
a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos”.
--
Esperanza falsa. Hay
muchos cuya esperanza les dejará decepcionados.
Prov. 10:28; 11:7; Hech. 16:19; Mateo 7:21-23; 15:8, 9.
1. Esperan el bautismo con el Espíritu Santo. Hech. 1:4, 5, Jesús no hablaba a
todos sus discípulos, sino a los apóstoles.
2. Esperan la sanidad física. Muchos citan 1 Ped. 2:24 (“por cuya herida
fuisteis sanados”) y enseñan que Cristo murió en la cruz para sanar toda
enfermedad de sus discípulos. Usan mal este texto. Pedro cita Isa. 53 que tiene
que ver con la salvación del alma.
La palabra sanados traduce IOMAI que
se usa de sanar espiritualmente en Mat. 13:15; Heb. 12:13.
3. Esperan un “rapto secreto”. 1 Tes. 4:17, “Luego nosotros los que vivimos, los
que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
-- y así estaremos siempre con el
Señor”. Muchos esperan un rapto secreto para estar en el aire con el Señor
durante la “Gran Tribulación” (que en realidad se refiere a la destrucción de
Jerusalén, Mat. 24:6, 7, 16-21), pero Pablo dice que cuando Cristo venga, los
vivos seremos arrebatados y transformados para recibir al Señor en el aire y así
estaremos siempre con
el Señor.
4. Esperan un reino terrenal de mil años. Apoc. 20:4 no dice nada de un reino
terrenal. Este texto mal usado por muchos sectarios no dice nada de la segunda
venida de Cristo, ni de la resurrección física, ni de un reino terrenal,, ni de
un trono terrenal, ni de Jerusalén, ni de nosotros. Esta esperanza es falsa de
principio a fin.
5. Esperan un purgatorio para ser purificados con fuego para darles una
segunda oportunidad, pero Hebreos 9:27 dice, “está establecido para los hombres
que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.
6. Los mormones esperan el matrimonio celestial. Quieren que sus mujeres estén
en cinta eternamente. Mat. 22:29, 30.
7. Esperan un “nuevo mundo” como lo pintan los testigos del Atalaya, pero es
esperanza falsa porque cuando Cristo venga la tierra será quemada (2 Ped. 3:10).
LA ESPERANZA VERDADERA DEL CRISTIANO:
1. Segunda
venida de Cristo, Hech 1:9-11; 1 Tes 1:10; 2 Tim 4:8
1 Tes. 1:10 - "Esperar de los cielos a su Hijo ... quien nos libra de la ira
..."
2. Resurrección de todos, Jn. 5:28, 29; Hech . 23:6; 24:15; 26:6-8; 1 Tes
4:13-18; 1 Cor 15:50-58
3. Los fieles transformados a la semejanza de Cristo, Fil 3:21; 1 Jn 3:2
4. Hogar celestial, Jn 14:3; Apoc 21:4; Vida eterna, Tito 1:2; 2:13
5. Evitar la ira de Dios, el castigo eterno, Mat 25:46; Apoc. 20:15.
MUCHOS HABLAN DE “ESPERANZA” PERO ¿EN QUE SE BASA SU ESPERANZA?
A.
¿En ser “buena gente”? Hech. 10:2; 11:14.
B. ¿En ser miembro de alguna denominación? Mat. 15:14
C. ¿En profetizar, echar fuera demonios y hacer milagros? Mat. 7:21-23.
D. Las promesas del Señor son, pues, para los que hacen su voluntad.
1. Nacer otra vez, de agua y del Espíritu, Jn. 3:5. Significa obedecer al
evangelio (oír, creer, amar a Dios con toda el alma, mente y fuerza,
arrepentirse, confesar la fe en Cristo como Hijo de Dios (Dios el Hijo), ser
sepultados en el bautismo para perdón), y ser añadido a la iglesia, Hech. 2:47.
2. Esto requiere abnegación de sí, Mat. 16:24; Luc. 14:33
3. Requiere verdadero cambio de vida, Efes. 4:22-32; 2 Ped. 1:5-8.
4. Buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, Mat. 6:33. Asistir
fielmente a los servicios de la iglesia, llegar no sólo puntualmente, sino
también con tiempo para saludar el uno al otro, Rom. 16:16, participar con toda
reverencia en los cantos, oraciones, estudio de la Palabra, cena del Señor y
ofrenda.
5. Hacer buenas obras, Tito 2:14; 3:1, 8,14; Mat. 25:34-46.
6. Ser fiel hasta el fin, Apoc. 2:10.
7. 1
Jn. 3:4, “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo,
así como él es puro.”
--
5:3, Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza;…” 8:35-39; 2 Cor.
1:4-10; 11:23-30; 12:7-10.
--
5:5, y
la esperanza
no avergüenza (decepciona) Sal.
22:5; porque el amor de Dios ha sido derramado (no dado a gotas sino derramado,
dado profusamente) en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado”.
--
Hay gente sin esperanza. Efes. 2:12;
1 Tes. 4:13.
--
8:24, 25,
Porque
en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es
esperanza; porque lo que alguno ve,
¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con
paciencia lo aguardamos”. La esperanza nos salva en sentido secundario porque
coloca la salvación ante los ojos del cristiano y le motiva a obtenerla.
--
12:12, “Gozosos en la
esperanza …”
--
15:4, “4 Porque
las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin
de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos
esperanza” …
15:13 el
Dios de esperanza os llene de todo
gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu
Santo.
CONCLUSIÓN.
1 Tesalonicenses 5:8,
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la
coraza de fe y de amor, y con la
esperanza de salvación como yelmo”.
1 Pedro 3:15, “sino santificad a
Dios el Señor en vuestros corazones, y
estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. Los
del mundo no nos preguntarán acerca de nuestra esperanza si nuestra esperanza no
es obvia en nuestra manera de vivir.
1 Corintios 9:10, “con
esperanza debe arar el que ara, y el
que trilla, con esperanza de recibir
del fruto”.
Santiago
5:7, “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad
cómo el labrador espera el precioso
fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia
temprana y la tardía”.
1 Corintios 13:13, “ahora permanecen
la fe, la esperanza y el amor”.
Hebreos 6:18, 19, Tenemos “un
fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de
nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra
hasta dentro del velo”.