“SALUDAOS LOS UNOS A LOS
OTROS”
ROMANOS 16
Introducción.
--
Este
capítulo está lleno de “saludos” de principio a fin.
-- Obviamente Pablo conocía a varios de los santos en Roma.
Por la mayor parte ignoramos cuándo y dónde los conoció.
-- Seguramente esto enfatiza lo importante de saludarnos
los unos a los otros.
SALUDAR – ATRAER A UNO, DAR LA BIENVENIDA
-- Aspazomai (saludar)
significa (lit.) atraer a uno, abrazar, dar la bienvenida o
la despedida.
--
Abrazar.
Hechos 20:1, "Pablo llamó a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado (aspazomai),
se despidió y salió" ("despidiéndose", LBLA); Hechos 21:6, "Y abrazándonos (aspazomai)
los unos a los otros" ("nos despedimos", LBLA, v. 5). Las dos traducciones son
correctas porque la palabra significa literalmente "abrazar", pero se traduce
comúnmente como "saludar" o "despedirse".
-- El beso santo.
Romanos. 16:16,
1 Corintios 16:20; 1 Tesalonicenses 5:26, 1 Pedro 5:14
-- filema, viene
de fileo, amor fraternal. “Una
muestra de hermandad cristiana, ya sea en bienvenida o en despedida”
(Diccionario Vine). Es el amor (afecto)
de familia. Es la demostración de amistad, amor (buena voluntad), afecto
fraternal, paz, unidad, comunión, en fin, de todo lo que significa ser hermanos
en Cristo.
-- Saludo para hermanos. La palabra "santo" indica
que el beso debe ser sano. Igualmente el abrazo. Si alguien piensa que es
difícil o imposible que el abrazar y besar de hermanos espirituales sean
completamente sanos, pregúntese si puede abrazar y besar a sus padres, hermanos,
hijos, nietos de manera completamente sana. Claro que sí puede. Cuidado con
“malas sospechas” (1 Timoteo 6:4).
Para los corrompidos nada les es puro (Tito
1:16), pues aun con el estrechar manos o la mirada o la palabra pueden
pecar.
-- No una formalidad fría.
El saludar es la expresión de hermandad, paz, amor, unidad, comunión, etc.
-- Dice el “Theological Dictionary of the New Testament”
por Gerhard Kittel, Volume 1, página 501: “El saludar expresa y fortalece el
lazo de comunión con … los santos y hermanos (1
Juan 1:3)”. Luego cita los textos que dicen “Saludaos los unos a los otros
con beso santo” y explica que el besar es naturalmente conectado con el abrazar
y que, por eso, podemos traducir estos textos de la siguiente manera: “Abrazaos
los unos a los otros con beso santo”.
-- ¿Cómo saludamos
a los seres queridos (los de la familia física) si nos vemos dos o tres veces
durante la semana? Hermanos en Cristo somos familia.
Marcos 10:29, 30, Jesús promete “que
no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o
mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30 que no reciba cien
veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y
tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.
-- Algunos comentaristas dicen que este modo de saludar y
despedirse (abrazar, besar) era pura costumbre de aquellos tiempos y en aquella
parte del mundo, pero al saludar a la iglesia de Corinto Pablo dice (1
Corintios 1:2), “ a
la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que
en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de
ellos y nuestro” y al despedirse dice (1
Corintios 16:20), “Saludaos los unos a los otros con beso santo”. “Cualquier
lugar” no se limite al Oriente.
-- Ahora, en este tiempo, como miembros de la iglesia de
Cristo, tenemos familia espiritual: “hermanos, hermanas, madres, hijos” (Marcos
10:30). Timoteo era “hijo” de Pablo
(1 Timoteo 1:2). Pablo tenía “madre” en Roma que no era su madre de sangre
(Romanos 16:13). Observamos en
docenas de textos del Nuevo Testamento que todos los que obedecen al evangelio
son nuestros hermanos en Cristo. Somos familia y debemos tratar los unos a los
otros como hermanos.
-- Estrechar manos.
Este es otro medio de saludar, pero
si usted no ha visto a sus padres y hermanos de sangre por varios días, al
saludarles ¿solamente les dan la mano?
Obviamente el limitar el saludar y despedirse a la práctica de estrechar manos
es evidencia de que los miembros de la iglesia no se consideran como
hermanos de
familia, como son los hermanos de
sangre, sino simplemente buenos amigos o hermanos como los de algún club social.
Estos también hablan de “fraternidad”, pero ¿es fraternidad como la de hermanos
en Cristo?
LOS QUE
DESCUIDAN EL SALUDAR
DESCUIDAN
OTROS MANDAMIENTOS
--
Si no
saludamos bien a los miembros de nuestra familia física (padres, hermanos,
hijos), ¿los amamos en verdad? ¿Qué tan importante es que los miembros de la
iglesia muestren el amor fraternal los unos a los otros? Jesús dice (Juan
13:35), “En
esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros”. Desde luego, el mostrar el amor fraternal no se limita al saludar y
despedirse, pero tampoco lo excluye.
¿Qué ven los visitantes? ¿Una membresía fría, como cualquier club social o un
grupo afectuoso que abiertamente demuestra su amor y cariño al saludarse y
despedirse?
--
Si los miembros de la iglesia dejan de
reunirse regularmente o llegan tarde a los servicios, obviamente por varios
días (o semanas) ni se saludan ¿esto es
amor (buena voluntad que desea lo mejor para la persona amada)?
-- ¿Hay amor
fraternal si descuidamos el saludar?
Romanos 12:10, “Sed
afectuosos (LBLA) (amar
entrañablemente, Lacueva Interlineal) unos con otros con amor fraternal”.
-- 1 Tesalonicenses
4:18, Debemos alentarnos los
unos a los otros. ¿Es de aliento cuando hermanos descuidan el saludar?
-- 1 Corintios
12:25, “que todos los miembros se
preocupen los unos por los otros”. ¿Nos preocupamos los unos por los otros
si descuidamos el saludar?
-- Hebreos 10:24,
25, “Y
considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas
obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”.
¿Obedecemos este mandamiento si descuidamos el saludar?
NO LLEGAR TARDE A LOS SERVICIOS
-- El
llegar tarde a los servicios es tal vez
el enemigo número del saludar. Desde luego, si llegan tarde o al momento de
comenzar la clase o el servicio de culto, no pueden y no deben saludar. Esta
práctica refleja la tibieza (indiferencia) como la de la iglesia de Laodicea (Apocalipsis
3:15, 16). Recuérdese la reacción de Jesús a los tales: “por cuanto eres
tibio … te vomitaré de mi boca”.
--
Cuesta tiempo.
Conviene tomar en serio el saludar. Cuesta tiempo saludar correctamente. Por
eso, todos los miembros deben llegar temprano a los servicios para tener tiempo
para saludar correctamente. Recuérdese
Lucas 10:4,
"No llevéis bolsa, ni alforja (mochila), ni calzado; y a nadie saludéis por el
camino". ¿Por qué no? Porque cuesta tiempo saludar correctamente. Había mucha
urgencia en la obra de Jesús y sus discípulos, y el tiempo fue limitado. Por
eso, Jesús les dijo que no tomaran el tiempo de saludar a la gente en el camino.
Según la Biblia el saludar no es simplemente decir "Buenos días" y seguir
caminando. Se detenían, se abrazaban, se besaban, se preguntaba por la familia,
etc. Se manifestaba interés genuino en la persona saludada.
--
¿Corintios y gálatas afectuosos? Imagínese
el caso de los corintios saludándose unos a otros, "habiendo entre vosotros
celos, contiendas y disensiones" (1
Corintios 3:3). Imagínese el caso de los gálatas saludándose unos a otros
cuando estaban mordiéndose y comiéndose unos a otros (Gálatas
5:15).
--
Sin discriminación.
Había en la iglesia primitiva judíos, samaritanos, gentiles, amos, esclavos,
ricos, pobres, griegos, bárbaros, etc., pero había un solo cuerpo. Todos las
distintas clases de gente fueron reconciliadas mediante la cruz en un solo
cuerpo (Efes. 2:15, 16; 4:4).
Entonces, al saludarse unos a otros con beso, es necesario que sea santo, no
fingido, no con hipocresía. El saludo debe ser una expresión sincera de
hermandad y amor.
--
Saludar por carta.
Pablo dedica el capítulo 16 de Romanos casi enteramente a los saludos. Saluda a
los santos de Roma como también a los otros (sean iglesias o individuos) con las
siguientes palabras: “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo” (Romanos 1:7) y luego se
despide diciendo, “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros”
(Romanos
16:24).
-- Saluda por nombre.
Pablo conocía personalmente a muchos de los santos de Roma
y obviamente tenía conocimiento de muchos otros.
Romanos 16:22, "Yo, Tercio, que
escribí la epístola, os saludo en el Señor".
1 Corintios 16:19, "Las iglesias de
Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor". Es importante observar que Pablo
les saluda por nombre. Esto da aun
más fuerza e importancia al saludar y despedirse.
-- Nos conviene
conocer a todos los miembros de la congregación y saludarles por nombre.
También conviene conocer los nombres de los hijos de los miembros y saludar a
estos por nombre también. De esta manera desde la niñez los hijos aprenden la
importancia de saludar.
--
Enviar saludos por otros.
"Lleva saludos a los hermanos", "los hermanos de tal parte mandan saludos". Esta
costumbre es muy buena. Este servidor ha sido portador de los saludos de muchos
hermanos. Frecuentemente hermanos que nos escriben se despiden con un “fuerte
abrazo”, aunque sea por carta.
UNA DESPEDIDA APROPIADA
“El Señor
te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga
de ti misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”.
(Números
6:24-26).