1 JUAN
ESCRITA “PARA QUE SEPÁIS QUE
TENÉIS VIDA ETERNA”
INTRODUCCIÓN
1 Juan. 5:13,
“Estas cosas os he escrito…para que sepáis que tenéis vida eterna”.
Dios quiere
que sus hijos tengamos confianza, que no estemos en duda acerca de nuestra
salvación.
1 Juan 2:28, “Y
ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos
confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
Hebreos 4:16, “Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro”.
Hebreos 6:18,19
por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos
un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de
nosotros. 19 La cual tenemos como segura y
firme ancla del alma, y que penetra
hasta dentro del velo,
Juan dice “sabemos” repetidas veces en esta carta. Fue escrita para animarnos y darnos confianza.
I. FALSA CONFIANZA.
A. “Mi
corazón me dice que estoy salvo” (emociones, imaginación).
B. “Una vez
salvo, siempre salvo” basado en el Calvinismo que enseña que el hombre nace
pecador y que él no puede hacer nada para efectuar su salvación. Tal enseñanza
siembra la idea que “Dios lo hace todo”, que la salvación es por la gracia sola
y la fe sola.
C. La supuesta “Limpieza Continua”. Algunos hermanos usan mal este texto
enseñando que si andamos en la luz tenemos comunión con Dios y que la sangre de
Cristo limpia los pecados continuamente sin más nada. Se ha usado la
ilustración necia del agua que cae sobre el parabrisas del auto pero que es
continuamente limpiada por el limpiaparabrisas. Pero, 1 Juan 1:9 refuta esto
diciendo que tenemos que confesar el pecado para obtener el perdón. También a
través de la carta Juan enfatiza el guardar los mandamientos del Señor. Para
fortalecer el argumento a favor de la llamada limpieza continua se cita Romanos
4:7, 8, “Bienaventurados
aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”,
pero obviamente el no inculpar de pecado equivale a ser perdonado y tener su
pecado cubierto.
A. 1 Juan 1:7, “Si
andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
¿Cómo sabemos que andamos en
luz?
Oír a Jesús y los apóstoles, 1 Juan 1:1-4, “Lo
que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de
vida 2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y
testificamos, y os anunciamos a vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se
nos manifestó); 3 lo que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 4 Estas
cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido”.
1 Juan4:6, Hablando de los
apóstoles Juan dice, “Nosotros
somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye.
En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”.
B. Andar en la luz equivale
a guardar los mandamientos del Señor.
1 Juan 2:3,
“En esto sabemos que le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos”.
“Andar en la luz” equivale a estar en Cristo, ser hijo de Dios, ser miembro de
la iglesia de Cristo y otras expresiones semejantes.
C. Sabemos que nos oye
cuando oramos, 1 Juan 3:22,
“y
cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus
mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él”.
1 Juan
5:14, “Y
esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su
voluntad, él nos oye”.
D. 1 Juan 5:3, “éste es el
amor de Dios: que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son
gravosos”.
III. SI NO PRACTICAMOS EL
PECADO Y SÍ PRACTICAMOS LA JUSTICIA.
A. 1 Juan 1:8, 10, todos pecamos.
“Si
decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no
está en nosotros…Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su
palabra no está en nosotros”.
--- El “pecar” de estos textos se refiere al tropiezo, el pecar de vez en cuando
dejando de resistir y vencer alguna tentación.
---
Sin embargo, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
Pero, es otra cosa muy
diferente el “practicar” el pecado, persistir en pecar, pecar habitualmente.
Si andamos en
la luz, pecamos de vez en cuando, pero NO “practicamos el pecado”.
1 Juan 3:8-9,
“El
que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”.
B. 1 Juan
1:9, “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los
pecados y para limpiarnos de toda maldad”.
Es de suma
importancia enfatizar este versículo porque al pecar si no nos arrepentimos y
confesamos el pecado, dejamos de andar en la luz y perdemos la comunión con
Dios.
C. Tenemos
Abogado (Mediador), Cristo intercede por nosotros.
1 Juan 2:2,
“Y
él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros,
sino también por los de todo el mundo”.
Hebreos 7:25,
“por
lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos”.
IV.
SI AMAMOS A LOS HERMANOS. SIN ESTO ES IMPOSIBLE ESTAR SEGURO DE LA SALVACIÓN.
1 Juan 2:9-11,
“9 El
que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.
10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no
hay tropiezo. 11 Pero el que aborrece a su hermano está en
tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le
han cegado los ojos”.
1 Juan 3:10, 11, 10 En
esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no
hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
11 Porque
este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a
otros”.
Si no ama al
hermano no es de Dios. Amar = buscar el bien material y espiritual del hermano.
1 Juan 3:16-18, no amar de palabra ni de lengua sino de hecho ($) y en verdad.
“16 En
esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Pero
el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
18 Hijitos
míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.
1 Juan 4:20, no amar al hermano a quien vemos = no amar a Dios a quien nadie ha
visto.
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el
que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto?”
Los textos que enseñan los
deberes de “unos y otros” son de mucha importancia en este estudio: amar…
servir.. ser afectuosos… preocuparse… soportar… sobrellevar… perdonar…amonestar…
Conclusión
A. 1 Juan 3:2, “Sabemos que… seremos semejantes a Él”. “2 Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es.
B. Si andamos
en luz… si no practicamos el pecado… y si amamos a los hermanos – de esta manera
tenemos confianza.
C. Por eso,
no digamos, “ojalá que sea salvo”, ni “tal vez será salvo”, ni “espero” (con
tono de duda), sino SABEMOS.
Filipenses 1:23,
“Porque
de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor”.
2 Timoteo 4:7,8, “la cual me dará…”
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me
dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos
los que aman su venida”.