ORAD SIN 
CESAR
1 
Tesalonicenses 5:17
I.
El orar es uno de los privilegios más 
importantes del cristiano.
   
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DIOS NOS HABLA a través de las Escrituras y el orar significa hablar con Dios.
   
--- Esto 
significa que primero le escuchamos a Dios para que podamos hablar con Dios.
   
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Si 
no escuchamos a Dios para obedecerle y honrarle no debemos esperar que Dios nos 
escuche a nosotros.
II. ¿Quién 
puede orar a Dios?
   
--- La 
persona que ha obedecido al evangelio para que Dios le perdone sus pecados 
(Hechos 2:38) y es añadido a la iglesia de Cristo (Hechos 2:47; 5:11; 8:1; 
11:26; 14:23; 1 Tesalonicenses 1:1; 5:17). 
Textos que 
hablan de obedecer al evangelio: Romanos 10:16: 2 Tesalonicenses 1:7-9; 1 Pedro 
4:17. ¿Qué significa la expresión “obedecer al evangelio”? Oír el evangelio 
puro, creer de todo corazón en Dios y en la Deidad de Cristo (Juan 1:1 es 
llamado “Dios”; Juan 5:18, igual a Dios); arrepentirse, confesar que Cristo es 
el Hijo de Dios (Deidad, Dios); ser bautizado (sumergido) en agua en el nombre 
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo para la remisión de pecados (Marcos 
16:16; Hechos 2:38; 22:16).
   
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Los que obedecen al evangelio son hijos 
de Dios y siendo hijos de Dios desde luego ellos pueden hablar con su Padre y su 
Padre les escucha.
   
--- Proverbios 28:9, “El que aparta su oído para no oír la ley, su oración 
también es abominable”. 1 Juan 3:22, “22 y cualquiera cosa que 
pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos 
las cosas que son agradables delante de Él”.
1 Juan 5:14, “14 Y esta es la confianza que tenemos en Él, que 
si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye”. 1 Timoteo 2:8, “Quiero, 
pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni 
contienda”,
III. Al orar a Dios gran parte de la 
oración debe ser dedicada a la alabanza de Dios. 
   
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Mateo 
6:9, “Padre nuestro, que estás en los 
cielos, santificado sea tu nombre”. 
   
-- 
Génesis 
1:1 “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”. Los capítulos 1 y 2 
describen la creación de todo (Hechos 14:15) y nos conviene alabarle por sus 
obras maravillosas. Hay muchos textos bíblicos que se dedican a la alabanza de 
Dios. Nos conviene leerlos y repetirlos.
   
--- Salmo 
19:1, “Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de 
sus manos”.   
   
--- Hechos 
17:25 Dios “no es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo, pues
Él es quien da a todos vida y aliento y todas cosas”. 
   
-- Mateo 
6:11, “Danos hoy el pan nuestro de cada día”. El hombre es muy dependiente de 
Dios, recibe de Dios cada día su misma vida, su aliento, el pan que come, el 
agua que bebe, la ropa que lleva.
   
--- Salmo 
107:31, 32, “Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los 
hijos de los hombres. Exáltenlo en la congregación del pueblo…”
   
--- Por eso, 
en la oración expresamos nuestra sumisión a Él, “Hágase tu voluntad, como en el 
cielo así también en la tierra” (Mateo 6:10).
   
--- Y sobre 
todo pedimos el perdón de Dios. Mateo 6:12, “Y perdónanos nuestras deudas como 
también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. Jesús da mucho énfasis a 
este asunto, que si no perdonamos a otros sus ofensas, entonces tampoco seremos 
perdonados por Dios.
IV. Cristo 
nos enseña cómo orar en Mateo 6:9-13. No es una oración que memorizar o como 
dicen muchos “rezar”, sino que simplemente sirve como guía que nos dice las coss 
que deben ser incluidas en la oración a Dios.
   
--- Primero 
que todo, alabar a Dios que está en los cielos, “Santificado sea tu nombre”.
    
--- “Venga tu 
reino” y tanto Él como Juan el bautista predicaban que el reino se había 
acercado. El reino es la iglesia y llegó el día de Pentecostés después de la 
resurrección de Cristo y somos trasladados al reino (Colosenses 1:13), expresión 
que equivale a ser añadido a la iglesia (Hechos 2:47). Desde luego, nosotros 
oramos por el reino pero no decimos “venga tu reino” porque ya vino.
   
--- “Hágase 
tu voluntad como en el cielo así también en la tierra”. Y conviene repetir esto 
después de nuestras peticiones.
   
--- Pedir el 
pan de cada día y creer de todo corazón que la vida misma es don de Dios, como 
también “todas las cosas”, el aire que respiramos, el pan que comemos, el agua 
que bebemos, la ropa que llevamos y muchas otras bendiciones.
   
--- Pedir el 
perdón de pecados porque todos los días hay ocasiones de tropiezo, de hecho, de 
palabra, de pensamiento.
   
--- Pedir la 
dirección de Dios, para evitar tentaciones y para librarnos de todo mal.
   
--- Y 
concluir alabando a Dios otra vez.
V. Debemos 
orar 
por todos los hombres.
“Que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos 
los hombres” 
1 Tim. 2:1-4
     
--- Por más obreros, Mat. 9:36-38.
     
--- Por los enfermos, Santiago 5:14
     
--- Hermanos que dirijan la oración de la congregación deben reconocer la 
diferencia entre esta oración y la oración privada de ellos y sus familias. La 
oración congregacional no es para pedir por algún familiar en otro estado. Las 
peticiones ofrecidas a Dios en la oración congregacional deben ser de asuntos 
bien relacionados con la iglesia misma.
   --- Cristo intercede por 
nosotros y Dios quiere que nosotros también hagamos intercesiones por todos los 
hombres. ¡Piénselo! Dios quiere que nosotros hagamos peticiones por otros.
    
--- Abraham, Gen. 18:23-33. Intercede por Sodoma. Génesis 18:30, “Y dijo: 
No se enoje ahora mi Señor, si hablare”. ¿Se enojó Dios con Abraham?
   
--- Por el contrario, Él quiere que hagamos oraciones por otros. Muchos textos 
indican que la intercesión de hombres piadosos le agrada y que es eficaz.
   --- Santiago 5:16, “La 
oración eficaz del justo puede mucho”.
   --- Moisés. Éxodo 32:7-14. 
Sal. 106:21-23 “Y trató de destruirlos, de no haberse interpuesto Moisés su 
escogido delante de él, A fin de apartar su indignación para que no los 
destruyese”.
    
--- Cristianos deben interceder por otros.
   --- Santiago 5:16, orad 
unos por otros. Pablo dedicaba mucho tiempo a la intercesión por los santos. 
Imagínese que Pablo pronunciara nuestro nombre delante del trono de Dios.
   --- Orar por los que están en 
lugares eminentes, 1 Timoteo 2:1-4 (los gobernantes del mundo; 
   --- Orar por todos los 
hombres porque el evangelio es universal. Porque Dios ama a todos. Él tiene 
actitud sumamente bondadosa y benéfica hacia todos los hombres, aun hacia los 
más perversos. El desea su amistad y sobre todo su salvación.
   --- Este es uno de los 
mensajes más importantes que podemos predicar.  Dios quiere que todos los 
hombres sean salvos. Debemos enfatizar que el hijo pródigo sabía que podía 
regresar a su Padre. Esta es la verdad que debemos predicar a todos. 
   
--- Cómo nos afecta a NOSOTROS cuando intercedemos por otros, sean hermanos, o 
enemigos)? ¿Cómo afecta nuestra actitud hacia ellos?
VI. La 
oración debe estar llena de acción de gracias.
   
--- 
Romanos 1:20-22, “20 Porque las cosas invisibles de él, su 
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, 
siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a 
Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y 
su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se 
hicieron necios”.
   
--- Dios nos da la vida misma, el aliento, el agua, el alimento, la familia, 
múltiples bendiciones, pero en lugar de dar gracias, la mayoría de la 
humanidad le da la espalda.
   
--- Entonces en alguna emergencia claman a Dios pero si han rehusado escuchar a 
Dios ¿por qué debe Dios escuchar sus plegarias? 
   
--- Los que 
no permiten que Dios les hable a través de las Escrituras y por medio de la 
predicación y enseñanza de la Palabra de Dios y no obedecen al evangelio de 
Cristo no son hijos de Dios sino mundanos rebeldes. ¿Por qué piensan que Dios 
debe oír sus oraciones?
   
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Proverbios 28:9 dice “El que aparta su oído para no oír la ley, su oración 
también es abominable”. 
   
--- 1 Juan 
3:22, “Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él porque guardamos sus 
mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él”.