HAY 
MUCHOS ENFERMOS
  
1 Corintios 11:30, "Hay muchos 
enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen"
  
1 Corintios 11:27-32, 
“De 
manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será 
culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por 
tanto, examínese cada uno[a] a 
sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque 
el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come 
y bebe juicio para sí. 30 Por 
esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen[b]. 31 Pero 
si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32 Pero 
cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con 
el mundo.”
   
… 
La Cena del Señor no es una comida común, para satisfacer 
el hambre física (para ello hay casas en que comer y beber, ver. 22, 34). Es una 
conmemoración que proclama la muerte de Cristo. Por eso, ha de ser comida de 
manera digna, discerniendo el cuerpo de Cristo (ver. 29), y no con descuido o 
falta de respeto y discernimiento. Aunque en las iglesias de Cristo en la 
observancia de la Cena del Señor no hay comida común, si los participantes dejan 
vagar la mente durante la Cena, pensando en cosas ajenas, o si no se concentran 
en lo que están haciendo, cometen el mismo error que los corintios y violan las 
instrucciones apostólicas de este pasaje. Como consecuencia de tal descuido o 
indiferencia al participar de la Cena están enfermos y débiles.  
v
Todos estamos 
preocupados por la salud física. Gastamos mucho tiempo, dinero (medicina, 
operaciones) para preservarla.
v
Pero conviene estar aun más preocupados por la 
salud espiritual. 
Lamentablemente muy pocos la toman en serio.
v
Los dolores del 
alma no son como dolor de cabeza u otro dolor físico, pero sí hay mucho dolor en 
el alma.
v
Salmo 90:10, 
“Los días de nuestra edad son setenta años; 
Y si en los más robustos son ochenta años, 
con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, 
porque pronto pasan, y volamos”.
v
Pero el alma 
(el espíritu) es inmortal, nunca muere, no será aniquilada, no duerme. Somos 
eternos. Ecles. 3:11, “ha puesto la eternidad en sus corazones”.
v
Mateo 25:46, 
“Irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Luc. 
16:22, “murió… fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en 
tormentos”.
v
Hay 
enfermedades serias que nos preocupan, las del corazón, cáncer, diabetes, 
embolia, etc. Gracias a Dios hay mucha ayuda para tales enfermedades.
v
Pero debemos 
estar mil veces más preocupados por las enfermedades espirituales que conducen 
al castigo eterno en el fuego del infierno.
v
Isaías 1:5, 
“Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. 
6  Desde la planta del pie 
hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga”.
v
Enfermedades de la cabeza. 
(1) Ignorancia, Mat. 13:15, no quieren aprender; 15:14, “seguidores ciegos”; 
Efes. 4:18. 
2 Ped. 3:4. No piensan por sí mismos.  
v
(2) 
Pensamientos carnales, Mar. 7:21; Sant. 1:14. Pensamientos mundanos, corruptos. 
El remedio: Col. 3:15; Fil. 4:8.
v
(3) Enseñanza 
falsa: evolución… secularismo… Religiones falsas: catolicismo... calvinismo 
pentecostalismo… materialismo “religioso”… liberalismo… La cabeza está muy 
enferma.
v
Enfermos del corazón 
(mente, voluntad, emociones, conciencia). Hech. 8:21, corazón no recto con Dios.
Millones en esta condición. Corazón rebelde.
v
Necesitan corazón nuevo. 
Ezeq. 11:19, “Y les daré otro corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de 
ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré 
un corazón de carne…”
v
Col. 2:18, 19, “vanamente hinchado por 
su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza”. 
La “mente carnal” produce “obras de la carne”, Gál. 
5:19-21.
v
Prov. 14:30, “El corazón apacible es 
vida de la carne;  Mas la envidia es 
carcoma (putrefacción) de los huesos”. 
Efes. 4:30, amargura, ira, malicia – corazón putrefacto, 
podrido. ¡Muy enfermo!
v
La ceguera espiritual 
es muy común. Juan 9:39, “Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este 
mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados”.
v
2 Cor. 4:4, 
“el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les 
resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen 
de Dios”.  
v
Tiene la 
vista muy corta. 2 Ped. 1:9, añadir a nuestra fe virtud, conocimiento, dominio 
propio, paciencia, amor… el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; 
es ciego…
v
Iglesia ciega. 
Apocalipsis 3:15, “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá 
fueses frío o caliente!  16 
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de 
mi boca…'Porque dices: "Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad"; 
y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo…
v
Algunos desmayan 
(anemia). Gálatas 6:9, “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su 
tiempo segaremos, si no desmayamos” (si no nos 
desanimamos).
v
Algunos 
desmayan cuando exhortados. Hebreos 12:5, “Hijo mío, no menosprecies la 
disciplina del Señor,  Ni 
desmayes cuando eres reprendido por él”.
v
Desmayan por 
los problemas. 2 Cor. 4:16, “Por tanto, no desmayamos; antes 
aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante 
se renueva de día en día”.
v
1 Cor. 11:30, 
“hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros”. Corrompieron la cena del 
Señor…había celos, división, fornicación, litigación, mal uso de dones, etc.
v
Cristo es el Buen Médico del alma.
Luc. 4:18, “Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; 
a pregonar libertad a los cautivos, 
Y vista a los ciegos…”
v
Cristo es perfectamente calificado. Sus 
“credenciales” se exhiben claramente en su vida, en su enseñanza y en sus obras.
¡Él mismo nunca estaba enfermo!
v
Juan 8:46, 
“¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?” 1 Ped. 2:22, “el cual no hizo 
pecado, ni se halló engaño en su boca”. 
Heb. 7:26, “santo, inocente, puro, apartado de los 
pecadores…”
v
Cristo es el 
único médico que tiene todo conocimiento y es perfectamente capacitado para 
sanar, entiende toda enfermedad espiritual y puede sanar a todos, tiene todos 
los recursos del cielo para su trabajo.
v
Tiene plena 
compasión de los enfermos. Mateo 9:36, “Y al ver las multitudes, tuvo 
compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no 
tienen pastor”.
v
Luc. 19:41, 
“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella”. 
Heb. 4:15, 
puede “compadecerse de nuestras debilidades”.
v
Jesús 
recomienda la cirugía. Mat. 5:28-30, “si tu ojo derecho (o tu mano 
derecha) te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se 
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.”
v
Muchos no aprovechan el remedio.
Jeremías 8:22, 
“¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo 
medicina para la hija de mi pueblo?”
v
La enseñanza de 
Cristo y los apóstoles  “sana” – es 
“sana doctrina” 2 Tim. 1:13, “Retén la forma de las sanas palabras”. 4:3, “No 
soportarán la sana doctrina… se volverán a las fábulas” .
v
La medicina de 
Cristo es amarga para algunos. Por ejemplo, Mateo 19:9, “cualquiera que 
repudia a su mujer, excepto por causa de fornicación, y se casa con otra, 
adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”; Mat. 10:37, “el que ama 
a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más 
que a mí, no es digno de mí”.
v
Mat. 19:21, 
“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, (completo) ve y vende lo que posees y 
da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme… se fue triste…”
v
Prov. 4:20, 
“Hijo mío, está atento a mis palabras .. 22 son vida a los que las hallan, 
Y medicina (salud) a todo su cuerpo”. 
¡Cuánto más la enseñanza de Cristo!
v
Muchos se curan solos. 
Escuchan a familiares, amigos, no buscan ayuda competente; usan cualquier 
remedio. Jeremías 8:11, “Y curan a la ligera el quebranto de la 
hija de mi pueblo”.
v
Muchos se 
contentan con cualquier cosa que suavice la conciencia. Es triste ver a 
los seres queridos enfermos que no quieren ir con médicos competentes.
v
Pecado es enfermedad mortal… Concepto común es 
que hay pecados mortales, pero también 
hay pecados veniales. Ante los ojos de Dios todo pecado es como 
lepra del alma. 
Rom. 6:23.
v
Isa. 53:4, 5, “El llevó nuestras enfermedades, 
y cargó con nuestros dolores…por sus heridas hemos sido sanados”. 
1 Ped. 2:24.
v
Jesús 
hizo milagros de sanidad (ciegos, sordo-mudos, mancos, paralíticos, 
endemoniados, leprosos), y aun levantó a los muertos para mostrar que Él quiere 
y puede sanar el alma.
v
¿A quién sana? 
1 Ped. 1:22, 23; 3:21. Invita a todos (Mat. 11:28), pero sana solamente a 
los que responden la llamada y la obedecen.
v
Oír (Rom. 
10:17); creer (Juan 3:16, cien textos); arrepentirse (Lucas 13:3, 5, cien 
textos); confesar a Cristo, que es el Hijo de Dios, o sea, que es Dios, tiene la 
misma naturaleza que Dios (es llamado Dios en varios textos: Juan 1:1; Rom. 9:5; 
Tito 2:13; 1 Juan 5:20; ser sumergido enagua en el nombre del Padre, del Hijo y 
del Espíritu Santo para el perdón de pecados (Mat. 28:19; Marcos 16:16; Hechos 
2:38).
v
Luego los que 
obedecen al evangelio son añadidos a la iglesia de Cristo y perseveran en la 
doctrina de los apóstoles (Hechos 2:42) porque los apóstoles son los embajadores 
de Cristo (2 Corintios 6:18), inspirados por el Espíritu Santo (bautizados con 
el Espíritu Santo (Hechos 1:5, 8; 2:1-4). Los que obedecen al evangelio se 
llaman Cristianos (Hechos 11:26; 1 Pedro 4:16).
v
La iglesia de 
Cristo adora a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24). El primer día de la 
semana participamos de la cena del Señor (Hechos 20:7), y hacemos ofrenda para 
hermanos necesitados (1 Cor.16:1,2) y para sostener evangelistas (Filipenses 
1:5; 4:15, 16). 
v
Los miembros de 
la iglesia de Cristo han sido perdonados, justificados y son santos 
(santificados, separados del mundo) como hijos de Dios, equipados por las 
Escrituras para toda buena obra (2 Timoteo 3:16, 17). La esperanza del Cristiano 
es la vida eterna con Dios en el cielo.