¿CONFIANZA EN DIOS O EN NOSOTROS MISMOS?
Introducción.
A. ¿Qué piensa usted de las palabras "independencia", "confianza en sí mismo" y
"autosuficiencia"? ¿No son conceptos recomendables?
1. 2 Tes. 3:10,11; Efes. 4:28 enseñan la importancia de trabajar y proveer para
nosotros y otros. La flojera se condena.
2. Gál. 6:5 "Cada uno llevará su propia carga".
B. Pero al mismo tiempo pueden ser espiritualmente conceptos peligrosos. Dios no
quiere que seamos independientes de Él. Muchos se sienten muy satisfechos
consigo mismos y no dependen de Dios para nada.
C. Los cristianos más fieles pueden caer en el error de poner demasiada
confianza en sí mismos y dejar de confiar en la gracia de Dios. Hay dos
extremos: el calvinismo pone toda la responsabilidad de nuestra salvación en las
manos de Dios; y el legalismo obliga al hombre a salvarse solo.
I. Muchos Casos Bíblicos Nos Recuerdan Que Debemos Depender De Dios.
A. Muchísimos textos (mayormente en Los Salmos, en Proverbios, y en los libros
de los profetas) nos enseñan a confiar no en nosotros mismos ni en los hombres,
sino en Dios.
--- Deut. 33:27, "El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos".
B. Ex. 16:3,4 ¿Qué tanto maná les dio? Para un solo día. ¿Por qué? Tuvieron que
levantarse y recordar cada día que Dios les daría su pan de cada día.
1. Mat. 6:11, "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy".
2. No dice "pan para una semana" o "pan para un mes".
C. Jueces 7:1-7, Gedeón tuvo que pelear contra los madianitas. Tuvo 32,000
soldados. Dios dijo, "vuelvan los temerosos". Quedaron 10,000. Dijo Dios, "Aún
es mucho el pueblo". Otra prueba: los que lamieron llevando el agua con la mano
a su boca. "Con estos 300 que lamieron el agua os salvaré".
1. Pero después de volver los temerosos quedaron 10,000 valientes. ¿Por qué no
quiso Dios que estos pelearan?
2. V. 2, "Es mucho para que yo entregue a los madianitas". Dirán "mi mano me ha
salvado". Es decir, hubieran pensado que solos, y con su valentía y su fuerza
militar habían ganado la batalla.
3. Dios quería que Gedeón pusiera toda su confianza en El, y no en soldados y
armas. Lección valiosa para nosotros.
D. 1 Sam. 17:4-11, 26,32-37. ¿Por qué temieron los israelitas a Goliat y David
no?
1. Ellos pensaban en lo que ellos mismos podían hacer contra el gigante.
2. David no confiaba en sí mismo, sino en el poder de Dios. Como Dios lo había
rescatado en otras ocasiones, lo haría otra vez.
E. Mat. 6:25-33, debemos confiar en Dios, y no ser ansiosos.
1. ¿Debemos trabajar? Efes. 4:28; 2 Tes. 3:10,11; Rom. 12:11.
2. Pero solos no podemos producir el pan de cada día. Dios nos lo da. Hace que
el sol salga. Manda las lluvias. Hace que la tierra fructifique. Nos da la salud
y la fuerza para trabajar. Nos da el empleo. Él pone los medios.
3. Por lo tanto, debemos buscar primeramente el reino de Dios, y Su
justicia (Mat. 6:33), y no solamente trabajar por el pan que perece, sino
también por el pan que permanece para vida eterna (Jn. 6:27).
II. Otra Pregunta Importante: ¿Cuál Es El Enemigo Principal De La Confianza En
Dios? ¿Cuál Es La Cosa Que Estorba Más
Que Nada?
A. ¿Falta de fe?, ¿falta de amor?, ¿falta de gratitud?
B. Tal vez el enemigo número uno es la abundancia, la prosperidad.
C. Recuérdese lo que Dios dijo en Deut. 6:10-12. “10 Cuando
Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres
Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no
edificaste, 11 y
casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no
cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, 12 cuídate
de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre”.
Esta exhortación es muy apropiada para nosotros.
D. Es una gran ironía. Parece imposible y contradictorio. Pero es cierto que
las mismas bendiciones de Dios nos apartan de Dios. Es decir, dejamos que tales
cosas nos aparten de Dios. Depende de nuestra actitud hacia ellas.
E. Los que están en el peligro más grande de olvidarse de Dios son los que están
rodeados de bendiciones materiales, porque confían en sus riquezas (Sal.
49:6-10; Prov. 11:28; Mar. 10:24).
1. No hay otro tema que ocupe más espacio en las páginas del Nuevo Testamento
que el tema de nuestra mayordomía. Hay muchos textos sobre la necesidad de
administrar fielmente los bienes y recursos que Dios nos regala.
2. ¿Cuántos textos habrá en el N. T. sobre el dar?, ¿sobre el ofrendar? Dios no
es pobre, no es un mendigante, pero bien sabe que las cosas materiales nos
alejan de El si no las usamos para Su gloria.
3. Uno de los textos que deben ser leídos, predicados y practicados es 1 Tim.
6:6-10,17-19, porque en realidad muchos ignoran este gran peligro.
III. ¿Por Quién Debemos Orar? ¿Quién Más Que Nadie Necesita Nuestra Oración?
A. ¿Los enfermos?, ¿Los pobres? , ¿Los hermanos débiles?, ¿Los perdidos?
B. Sí, todos estos necesitan mi oración. Pero más que nadie yo mismo necesito
mis oraciones (como también las de mis hermanos). Usted mismo necesita sus
propias oraciones. Debemos orar por nosotros mismos, porque necesitamos
urgentemente la ayuda de Dios.
C. Luc. 18:9-14 ¿Confiaba en Dios el fariseo?, ¿Lo necesitaba? , ¿Qué pidió de
Dios? Léase el texto otra vez: ¿qué pidió?, ¿qué buscaba de Dios? Nada en
absoluto. ¿Pidió perdón? No pidió nada.
D. Ahora compárese Mat. 6:9-13: ¿Pedimos algo?, ¿algo para nosotros mismos?
pedimos por el reino; pedimos que se haga la voluntad de Dios; pedimos el pan de
cada día; pedimos el perdón como nosotros perdonamos a otros; pedimos la
dirección, que Dios nos guíe y que no nos mete en tentación; y alabamos a Dios
por su grandeza y por sus muchos favores.
E. Esta oración nos enseña mucho acerca de confiar en Dios.
IV. Las Aflicciones, Los Sufrimientos, Las Tribulaciones Pueden Ser Una Gran
Bendición Para Nuestras Almas.
A. Ya hemos visto que el enemigo número uno del alma es la abundancia o la
prosperidad porque nos engaña y nos hace confiar en nosotros mismos. Asimismo
las tribulaciones nos hacen clamar a Dios.
B. Cuando perdemos la salud, el empleo, alguna propiedad, u otra cosa de valor
y estima, somos obligados a buscar la ayuda de Dios. Reconocemos que no somos
tan autosuficientes. No somos tan independientes como creíamos.
C. La aflicción puede ser la bendición número uno de nuestra vida:
1. Luc. 15:14 "Y comenzó a faltarle..." Aquí empezó la bendición que le hizo
"volver en sí". No fue una catástrofe, sino una bendición. Lo paró y le hizo
meditar en el hogar que había dejado, donde había abundancia de pan.
2. 2 Cor. 4:16, “Por
tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.”
--- Se gasta el hombre exterior, pero el interior se renueva más y más. En esta
manera Dios nos prepara para el hogar celestial.
3. Hay muchos hermanos afligidos (ciegos, cojos, enfermos, pobres) que confían
diariamente en Dios para su fuerza.
4. 2 Cor. 12:8-10 Dios no quitó el aguijón pero le dijo "Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad". Pablo aceptó con gozo la
voluntad de Dios y dijo: "cuando soy débil, entonces soy fuerte".
5. Sal. 119:67,71 "Antes que fuera yo humillado, andaba descarriado; mas
ahora guardo tu palabra...Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus
estatutos".
D. Los predicadores se desaniman a veces. Hay pocos bautismos, poco crecimiento
en la iglesia y abundan los problemas. Trabajamos pero pensamos que no da
resultados positivos.
1. Esto nos sirve para que recordemos 1 Cor. 3:5-8. Somos simplemente siervos de
Dios. Uno planta, otro riega, Dios da el crecimiento.
2. Lo importante es que uno sea fiel (1 Cor. 4:1,2), recordando que todo lo que
uno reciba es del Señor y es para Su uso y para Su gloria.
3. Isa. 55:10,11 nos promete que la Palabra de Dios no le vuelve a el vacía,
sino que como la lluvia y la nieve, Su Palabra desciende del cielo y hace lo
que Dios quiere. Nunca es en vano la obra de Dios, 1 Cor. 15:58.
V. ¡Qué Grandes Bendiciones Cuando Confiamos En Dios!
A. Vivimos mas agradecidos. La gratitud en sí es una gran bendición. Los
ingratos son los más infelices del mundo.
1. Luc. 12:16-21 ¿Tuvo gratitud este hombre?, ¿Estuvo pensando en lo que Dios le
había dado? Dice "mis frutos", "mis graneros", y "mis bienes".
2. Dan. 4:30 Nabucodonosor, el rey de Babilonia, dijo, "¿no es ésta la gran
Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para
gloria de mi majestad?" En toda la Biblia no hay dicho mas arrogante. "Aun
estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: a ti se te
dice, rey Nabucodonosor: el reino ha sido quitado de ti".
a. La actitud de este rey antiguo existe entre muchos gobernantes, cabezas de
empresas y otros hombres eminentes: "yo edifiqué", "mi poder", "mi influencia",
"mi dinero", etc.
b. Dios los mira. Los oye. Su reacción ahora es la misma que observamos
en este texto bíblico. Los que se exaltan serán humillados.
B. Otra bendición muy importante es que nuestra fe crece cuando ponemos nuestra
confianza en Dios. Una fe fuerte es una gran bendición, porque nos puede
sostener durante las tormentas de la vida.
C. Otra bendición es la esperanza, Rom. 8:24; Heb. 6:18,19; 1 Tes. 5:8. La
persona que confía sólo en sí misma no tiene esperanza, y en cualquier problema
se siente desesperado, y no hay quien le consuele.
Conclusión:
A. ¿Cuál es nuestra actitud? ¿Somos como el fariseo que no pidió nada?
B. ¿Somos como el rico que no le dio gracias, sino confiaba totalmente en sus
bienes?
--- Léase otra vez con cuidado Sal. 49:6-10, Los que confían
en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
7 Ninguno
de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate
8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se
logrará jamás), 9 Para que viva en adelante para siempre, Y
nunca vea corrupción. 10 Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio”.
--- También Prov. 11:28, “El
que confía en sus riquezas caerá…”
C. ¿Somos como el rey de Babilonia, pensando que por medio de nuestro dinero,
nuestra educación o nuestra influencia podemos hacer grandes cosas, y que por
eso no necesitamos buscar a Dios? Sería bueno leer Sal. 44:6-8, "Porque no
confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará...En Dios nos gloriaremos todo el
tiempo".
D. ¿Hemos dejado que la abundancia de las cosas materiales que Dios nos ha dado
nos aleje de Dios?, ¿nos han hecho olvidar que la fuente de estas bendiciones es
Dios (Sant. 1:17)?
E. ¿Cuál es nuestra actitud cuando sufrimos tribulaciones? ¿Somos como la mujer
de Job que quería renunciar a Dios ("Maldice a Dios, y muérete")?
F. Prov. 28:26 dice "El que confía en su propio corazón es necio". Pero esto es
precisamente lo que hacen muchas personas: confían en sus propios pensamientos
y aun en sus sentimientos. Rehúsan estudiar y razonar. Aceptan lo que sus
líderes religiosos (el sacerdote, el pastor) les dicen. Creen que su conciencia
es una guía infalible.
G. Grabemos en el corazón lo que dice Deut. 33:27, "El eterno Dios es tu
refugio, y acá abajo los brazos eternos".