El consuelo de la venida de Cristo

1 Tesalonicenses 4:13-18

 

Introducción

A.    El apóstol Pablo frecuentemente menciona la segunda venida de Cristo en 1 Tesalonicenses.

1.    En cada capítulo hay alguna referencia a este gran evento.

2.    Hasta ahora, tres veces Pablo ha reiterado la segunda venida de Cristo (1 Tes. 1:10; 2:19; 3:13).

B.    Queremos enfocarnos en el consuelo que nos ofrece la segunda venida de Cristo

1.    Ser consolados por el “hecho” de su venida.

2.    Ser consolados por los “eventos” de su venida.

 

I. La victoria sobre la muerte

A.    La pérdida de seres queridos es dolorosa.

1.    El dolor es intenso. Es el evento más estresante que alguno pueda soportar.

2.    “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días…” (Sal. 90:12)

B.    Todo el género humano nace mortal (cf. Heb. 9:27).

1.    Tenemos un “hombre exterior” que se va “desgastando” (2 Cor. 4:16).

2.    Llevamos la semejanza de nuestro padre Adán (1 Cor. 15:48,49).

C.    Sufrimos cuando la muerte azota a la familia espiritual.

1.    Experimentamos el dolor de la separación (Hech. 20:37,38).

2.    Pero, no debemos sufrir con desesperación (1 Tes. 4:13).

a.    La desesperación de aquellos “que no tienen esperanza”.

b.    Para quienes la muerte es el final (cf. 1 Cor. 15:32).

3.    La muerte será destruida por Cristo (cf. 1 Cor. 15:26,55).

 

II. La resurrección de los justos

A.    Dios los “traerá con Jesús”.

1.    Así como resucitó a Jesús de entre los muertos, “traerá” a la vida a los que durmieron en él (1 Tes. 4:14).

a.    Jesús descendiendo.

b.    Los justos emergiendo.

2.    Habrá “resurrección” general (Jn. 5:28,29; cf. Hech. 23:6; 24:15).

Esta resurrección (singular) sucederá en.

a.    “el día postrero” (cf. Jn. 6:39,40,44,54).

b.    “fin de este siglo” (Mat. 13:39,49).

c.    “el día de la ira” (Rom. 2:5).

d.    “el día de nuestro Señor Jesucristo” (1 Cor. 1:8).

e.    “el día del Señor Jesús” (2 Cor. 1:14).

f.     “el día de Jesucristo” (Fil. 1:6).

g.    “el día de Cristo” (Fil. 1:10).

h.    “aquel día” (2 Tim. 1:12,18; 4:8).

i.     “el día del Señor” (2 Tes. 2:2; 2 Ped. 3:10).

j.     “el día de Dios” (2 Ped. 3:12).

k.    “el día del juicio” (2 Ped. 2:9; 3:7; 1 Jn. 4:17).

l.     “gran día” (Jud. 1:6).

B.    La muerte como un sueño

1.    La Biblia indica que la muerte es un sueño (ej. 1 Rey. 2:10; 2 Cron. 32:33; Mat. 27:52; Jn. 11:11-14; Hech. 7:60).

a.    La Biblia no enseña la doctrina del “alma dormida”. Que las almas están inconscientes entre la muerte y la resurrección (cf. Ez. 32:31,32; Luc. 16:19-31; Apoc. 6:9-11).

b.    El término “dormir” se usa como un eufemismo para “morir”, debido a la apariencia del cuerpo, como si estuviese dormido.

2.    ¿En qué sentido la muerte es un sueño?

a.    Desde el punto de vista físico, el cuerpo se durmió.

b.    La muerte es un descanso físico en este sentido (cf. Apoc. 14:13).

c.    La muerte es la cesación de la actividad terrenal. La frase “los muertos nada saben” (Ecles. 9:5):

1)   Se aplica al espíritu humano, el cual no va al sepulcro (cf. Ecles. 12:7).

2)   El espíritu se desliga de las actividades terrenales, nada sabe en cuanto los asuntos “debajo del sol” o “debajo del cielo” (cf. Ecles. 1:3,9,13,14).

d.    La muerte es “sueño” porque es el preludio a un “despertar”.

C.    El Señor despertará “a los que durmieron en él”.

1.    Esta es la esperanza última del pueblo de Dios (cf. Jn. 11:24).

2.    Esta fue la esperanza de David (Sal. 17:15).

 

III. El orden de los eventos

A.    ¿Qué sucederá a los muertos en el Señor?

1.    Resucitarán primero (1 Tes. 4:16).

a.    Resucitarán con un cuerpo incorruptible (cf. 1 Cor. 15:52).

b.    El cuerpo incorruptible es como un edificio en contraste con el cuerpo mortal que es como un tabernáculo (cf. 2 Cor. 5:1).

c.    El cuerpo de la resurrección:

1)   Es cuerpo de incorrupción (1 Cor. 15:42, 50,53,54).

2)   Es cuerpo de poder (1 Cor, 15:43).

3)   Es cuerpo espiritual (1 Cor. 15:44).

4)   Es cuerpo de inmortalidad (1 Cor. 15:53,54).

2.    “a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles” (1 Cor. 15:52).

3.    Al mandato de Cristo (cf. Jn. 5:28,29; 1 Tes. 4:16).

B.    ¿Qué sucederá con los que estemos vivos?

1.    Seremos transformados (cf. 1 Cor. 15:51-53).

a.    En “un momento”, en un parpadeo.

b.    Cuando suene la final trompeta.

c.    Al mandato de Cristo (1 Tes. 4:16).

d.    “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Fil. 3:21).

2.    Seremos arrebatados (no “raptados”) juntamente con los santos resucitados, para recibir al Señor en el aire (1 Tes. 4:17; cf. Hech. 1:9-11; Jn. 14:3).

a.    No habrá “rapto” silencioso, invisible, inadvertido, secreto.

b.    No habrá milenio, porque la venida del Señor y nuestra reunión con él sucederán en una misma instancia (cf. 2 Tes. 2:1,2).

1)   En un mismo evento el Señor viene por sus santos (1 Tes. 4:13-18).

2)   A la vez que trae juicio sobre los impíos (cf. 1 Tes. 5:1-3; 2 Tes. 1:7-10).

3)   Pablo especificó lo que sucederá luego de la segunda venida de Cristo, “Luego el fin” (1 Cor. 15:23,24).

 

Conclusión

A.    ¿Habrá algo más poderoso para consolar y animar al pueblo de Dios?

1.    El evangelio nos brinda consuelo y esperanza para sostenernos.

2.    “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis” (1 Tes. 5:11).

B.     “alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tes. 4:18).

1.    “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación” (2 Cor. 1:3).

2.    “el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Cor. 1:4).

C.    Cuando los santos mueren, ellos duermen.

1.    No nos despedimos sin esperanza.

2.    Les decimos, “Buenas noches”.

D.   A propósito, ¿es usted un santo de Dios? ¿Tiene esperanza de vida eterna?