AÑADID CONOCIMIENTO
2ª Pedro 1:5
Por Israel Zavala
INTRODUCCIÓN
Los atributos
cristianos que menciona el apóstol Pedro en el capítulo uno de su segunda carta,
deben formar parte integral de nuestra vida. Poner en práctica estos atributos
nos ayuda a:
·
Ser participantes
de la naturaleza divina.
·
A tener confianza
en sus promesas.
·
A escapar de la
corrupción que hay en el mundo.
·
A no estar ociosos
ni sin fruto.
·
A recordar que
hemos sido purificados de nuestros antiguos pecados.
·
A hacer firme
nuestra vocación y elección.
·
A evitar que
caigamos.
·
A tener amplia y
generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
¿Forman estas
gracias parte integral de usted? ¿Le gustaría añadirlas a su vida? Ojalá que sí.
Ojalá que usted pueda apreciar todas estas bendiciones que se derivan poner en
practica tales atributos.
Una cosa más, que
junto con la virtud debe ser añadida a nuestra fe es el conocimiento. La palabra
conocimiento viene del gr. gnosis, y significa primeramente buscar saber,
búsqueda, investigación, especialmente de la verdad espiritual.
El cristianismo es
una religión de instrucción. Si no hay una instrucción bíblica sólida, el
sistema cristiano no puede comenzar y tampoco puede perdurar.
La importancia del
conocimiento lo podemos ver en el hecho de que:
I.- LA IGNORANCIA
DESTRUYE LA VIDA ESPIRITUAL
Tristemente vivimos
en un mundo donde muchos condenan el conocimiento y particularmente el
conocimiento espiritual. Muchos dicen que no hay verdad absoluta, que la verdad
es relativa. Que cada uno puede creer lo que mejor le parezca. Algunos dicen:
“esa es tu verdad y esta es mi verdad”
A lo largo de la
historia la falta de conocimiento a afectado grandemente la vida del pueblo de
Dios: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por
cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque
olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (Oseas
4:6)
La falta de
conocimiento estaba destruyendo al pueblo de Dios. Pero NO porque el
conocimiento no estuviera accesible para ellos. Sino porque obstinadamente
estaban rechazando la verdad de Dios revelada por los profetas y la Palabra
escrita.
La iglesia en el
primer siglo tampoco escapó de este mal: “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha
encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos
de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se
desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.” (1 Timoteo
6:20-21) Lamentablemente en los tiempos de Pablo hubo hermanos que abrazaron
estas falsas enseñanzas y se desviaron de la fe. Fueron destruidos también por
falta de conocimiento.
“Porque yo les doy
testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia. 3
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no
se han sujetado a la justicia de Dios;” (Romanos
10:2-3)
En cualquier
movimiento religioso siempre hay personas con mucho celo, pero el celo sin la
ciencia, es decir, sin el conocimiento de la verdad no es suficiente, no salva a
nadie. Cuando se ignora la justicia de Dios las personas quieren hacer las cosas
a su manera. Estableciendo así su propia justicia. Y esto es condenable.
Debemos esforzarnos
por añadir constantemente conocimiento de la Palabra de Dios a nuestro corazón.
Y es que lamentablemente en nuestros días es obvio como se descuida este aspecto
en la vida de muchos hermanos:
1.
Hay quienes no
tienen un conocimiento claro de temas básicos:
La inspiración de las Escrituras. A como se establece autoridad bíblica. Las
dispensaciones en la Biblia, etc. Hay quienes aceptan las teorías de la
evolución o tratan de armonizarlas con la Biblia. Algunos tristemente llegan a
pensar que la iglesia de Cristo es una denominación más. Otros piensan que no
existen pautas para regular el culto. Etc. etc. La razón principal de pensar así
es la ignorancia.
2.
Tristemente muchos
hermanos no son buenos estudiantes de las Escrituras.
Aun asisten a la reunión de la iglesia sin ni siquiera tener una Biblia. Muchos
no pueden citar textos bíblicos sobre algunos temas doctrinales básicos,
como el plan de salvación, la esperanza que hay en nosotros, o los actos de
adoración que ofrecemos a Dios, etc.
3.
Muchos hogares
están vacíos de instrucción de la Palabra de Dios.
Los padres viven ocupados siempre tratando de obtener ingresos económicos y no
tienen tiempo para tal cosa. Los hijos están muy involucrados en las actividades
escolares, y de entretenimiento. Y lamentablemente tienen muy poco interés en
aprender y crecer en el conocimiento de la Palabra. En ocasiones toda la
instrucción religiosa se deja en manos de las clases bíblicas que se les dan en
la iglesia. Como si los maestros fueran los responsables y como si eso fuera
suficiente instrucción. Tristemente en muchas casas no se habla y mucho menos se
estudia la palabra de Dios.
4.
La mayoría de las
iglesias sufre problemas con la asistencia de los miembros.
Generalmente es solo una fracción de la iglesia la que asiste a todas las
reuniones tanto el domingo como entre semana. El descuido de las reuniones
por cuestiones triviales se ha vuelto muy común. Y todo esto afecta y limita
el crecimiento espiritual de los tales. Se pierden de muchos estudios, sermones,
buenos comentarios en las clases y no crecen a la par del resto de la iglesia.
Así que mientras no
haya en todos y cada uno de nosotros el interés, el avivamiento por crecer en el
estudio de las Escrituras y el conocimiento de Dios y de su voluntad, la iglesia
estará destinada a vivir tiempos difíciles, a sufrir perdidas, a ser
deficientes, a ser gobernados por la carne y no por el Espíritu, etc., etc. Por
lo tanto, debemos desear y procurar el conocimiento espiritual por encima de
todo para evitar estancarnos, debilitarnos y apartarnos. Necesitamos crecer en
conocimiento para vivir mejor. Necesitamos una actitud como la del apóstol
Pablo: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo
he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses
3:8)
II.- EL
CONOCIMIENTO ES LA BASE ESPIRITUAL PARA LA VIDA
En este sentido,
hay muchas razones por las cuales necesitamos el conocimiento correcto de la
palabra de Dios:
1.
Para poder
discernir entre el bien y el mal y poder hacer la voluntad de Dios.
·
“Y esto pido en
oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo
conocimiento, 10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que
seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11 llenos de
frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de
Dios.” (Filipenses
1:9.11)
·
“Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” (Santiago
1:21)
·
“Por lo cual
también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y
de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda
sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno
del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y
creciendo en el conocimiento de Dios”
(Colosenses 1:9-10)
2.
Para tener una base
o sustento para nuestra fe.
·
“¿Cómo, pues,
invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo
predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies
de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! 17 Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos
10:14-15, 17)
·
Sin el conocimiento
de la Palabra de Dios no puede haber fe para obedecer el evangelio y no puede
haber convicciones firmes y sólidas para vivir la vida cristiana.
·
¿Por qué necesita
el bautismo? ¿Por qué usted es cristiano? ¿Por qué sirve a Dios? ¿Por qué es
importante asistir a las reuniones? ¿Cómo tomar parte en la obra de la iglesia?
Si no hay el conocimiento de las cosas, no hay fe y si no hay fe en ello, no hay
obediencia a la voluntad del Señor.
3.
Para convencernos
cuando pecamos.
·
“Porque la palabra
de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay
cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas
están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”
(Hebreos
4:12-13)
·
La palabra de Dios
tiene poder para juzgar nuestras vidas y redargüir nuestras conciencias de
pecado. Pero si no hay conocimiento ¿Cómo ser redargüidos? ¿Cómo arrepentirnos?
¿Cómo cambiar?;
·
“Sepa, pues,
ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se
compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos
2:36-37)
4.
Para tener razones
que nos motiven a obedecer.
·
“Por tanto, velad,
acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con
lágrimas a cada uno. 32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a
la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros
herencia con todos los santificados.”
(Hechos 20:31-32)
·
El apóstol Pablo ya
no volvería a ver a los hermanos de Efeso pero los encomienda a Dios y la
Palabra de su gracia. Alli es donde verdaderamente iban a encontrar poderosos
motivos para seguir sirviendo al Señor y llegar a tener herencia con todos
los santificados.
5.
Para ser
fortalecidos.
·
“Por lo cual
también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y
de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la
potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;”
(Colosenses 1:9-11)
·
Todos necesitamos
ser fortalecidos para cumplir nuestros deberes, para enfrentar la tentación,
para soportar las pruebas de la vida y para eso el conocimiento de la palabra de
Dios es de vital importancia.
6.
Para tener consuelo
y seguridad.
·
“Pablo, siervo de
Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el
conocimiento de la verdad que es según la piedad, 2 en la esperanza de
la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del
principio de los siglos, 3 y a su debido tiempo manifestó su palabra
por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios
nuestro Salvador” (Tito
1:1-3)
·
La palabra de Dios
nos consuela y nos enseña que tenemos esperanza en Cristo, que tenemos esperanza
de vida eterna. Si somos fieles estaremos para siempre con el Señor. El
conocimiento de su palabra nos estimula, nos anima, nos consuela, para vivir la
vida cristiana a pesar de los desafíos.
·
“a causa de la
esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por
la palabra verdadera del evangelio, 6 que ha llegado hasta vosotros,
así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el
día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad”
·
(Colosenses 1:5-6)
7.
Para enseñar a
otros.
·
“sino santificad a
Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros;” (1
Pedro 3:15)
·
“Pero estoy seguro
de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad,
llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los
unos a los otros.”
·
(Romanos 15:14)
·
El conocimiento nos
capacita para enseñar, para contestar correctamente a las preguntas de las
personas, para exhortar o amonestar a nuestros hermanos, etc. Si no tenemos
conocimiento ¿Cómo llevar a cabo esta obra tan importante?
III.- EL
CONOCIMIENTO REQUIERE ESFUERZO Y BUENA ACTITUD
Entre muchas
denominaciones evangélicas la idea de que una persona debe esforzarse para
adquirir conocimiento es casi casi repugnante. En su mente todo cristiano recibe
el Espíritu Santo y el conocimiento de toda la verdad. Para ellos, afirmar que
necesitamos estudiar y aprender, es casi afirmar que no somos cristianos y que
no tenemos al Espíritu Santo de Dios. Sin embargo, Jesús dijo:
·
“Escudriñad
las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las
que dan testimonio de mí;”
(Juan 5:39)
·
Pedro también nos
enseña lo mismo: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la
eternidad. Amén.” (2 Pedro 3:18)
Ahora bien, el
Señor Jesús estableció en la iglesia oficios, algunos temporales y otros
permanentes para proveer de capacitación, enseñanza y conocimiento, proveyendo
así estabilidad en la iglesia.
·
“Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos
en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios
4:11.15)
·
Gracias a Dios por
proveer en la iglesia hermanos que hacen este trabajo de enseñar y edificar, sin
embargo, para que se complete el circulo se requiere personas dispuestas a
aprender y a crecer en el conocimiento.
Una persona sabia
sabe que siempre hay oportunidad para aprender y lo procura:
·
“Da al sabio, y
será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber.”
(Proverbios 9:9)
·
Los necios no ven
ningún beneficio en aprender de Dios y se mantienen pasivos. Pero los justos ven
mucho beneficio y se esfuerzan por añadir conocimiento porque aman la verdad.
¿Está usted
añadiendo a su fe conocimiento? ¿En verdad dedica tiempo para el estudio de la
Palabra de Dios? ¿Cuestiona, profundiza, escudriña las Escrituras? Si es así, el
Señor bendiga sus esfuerzos y que su vida glorifique a Dios