EVODIA Y SÍNTIQUE

Filipenses 4:2

Introducción

     --- Pablo tenía muy buena relación con la iglesia de Filipos. Filipenses 1:8, "Porque Dios me es testigo de cuánto os añoro a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús." (La Biblia de las Américas). Por eso, podía hablar con ellos pública o privadamente con toda confianza.

     --- Evodia y Síntique eran dos mujeres cristianas que asistían a la iglesia de Filipos. Eran hermanas de influencia que “combatieron junta­mente conmigo en el evangelio" y para combatir con Pablo en el evangelio, ellas tenían que ser “de un mismo sentir”, el sentir de Pablo. Deben ser bien unidas en el evangelio, porque de otro modo su “servicio” hubiera sido estorbo en lugar de ayuda.

    --- Peligro de formar partidos. Otras hermanas podían decir “estoy de acuerdo con Evodia” y otras podían decir “estoy de acuerdo con Síntique” y de esa manera existió el peligro de formar partidos en la iglesia.

     --- Pablo les exhorta “que sean de un mismo sentir” y desde luego, para colaborar con Pablo tenían que ser del mismo sentir con Pablo.

     ---- El apóstol Pablo les advirtió que pusieran fin a sus diferencias por el bien de la iglesia en esa localidad.

     --- No se mencionan las diferencias específicas entre Evodia y Síntique en el Nuevo Testamento, pero tales diferencias pueden crecer y producir bandos; por eso era muy apropiada la exhortación de Pablo.

     -- "Ruego ... que sean de un mismo sentir"; en una iglesia tan fiel y pura como ésta, cualquier desarmonía parecería cosa seria. Ignoramos los detalles de este caso, pero por grande o pequeña que fuese la di­ficultad entre estas dos hermanas, se les ex­horta a que la allanen y que se reconcilien, porque sus diferencias perturbaban a la iglesia.

     1 Corintios 1:10, “Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer."

     --- Este consejo es necesario para la iglesia, como lo es para el matrimonio.

     --- La iglesia es el cuerpo de Cristo y los miembros del cuerpo físico están perfectamente coordinados para funcionar correctamente.

     Gálatas 5:19-21, Pablo nos da una lista de las obras de la carne. En la exhortación a estas dos hermanas él no especifica cierta “obra de la carne” pero sin duda para ser “de un mismo sentir” les convenía tomar muy en serio las obras de la carne. Dice Pablo (2 Corintios 13:5), “Examinaos a vosotros mismos” porque estas dos hermanas estaban en peligro de ser culpables de alguna(s) de las obras de la carne.

          -- "compañero fiel". Algunos (por ejem­plo, Vine y Hendriksen) creen que la palabra griega, SUNZUGOS, es nombre propio (Sinzigo o Syzygus), pero si es nombre pro­pio aquí, no hay otro ejemplo de tal uso. Los filipenses sabían a quién se refería. Pablo lo designó para ser pacificador.

          -- "ayudes a éstas que combatieron junta­mente conmigo en el evangelio". Evodia y Síntique, como Lidia (Hech. 16:15), mani­festaron una disposición para colaborar en el evangelio ("combatieron ... conmigo"), pero para combatir con Pablo en el evangelio, ellas tenían que ser “de un mismo sentir”, bien unidas en el evangelio, porque de otro modo su “servicio” hubiera sido estorbo en lugar de ayuda.

     --- Pablo les exhorta “que sean de un mismo sentir” y desde luego, para colaborar con Pablo tenían que ser del mismo sentir con Pablo.

     --- Dice Pablo en 1 Tim. 2:12 "no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre" pero la mujer tiene mucho trabajo que hacer, aun el de enseñar (Tito 2:3-5). Siempre hay temas apropiados para mu­jeres que las hermanas de edad y experien­cia deberían enseñar a las hermanas más jóvenes, incluso hay asuntos delicados que deben ser tratados con toda franqueza para que las entiendan bien. La mujer debe estar sujeta, pero también debe participar en la enseñanza, como también en servir en varias formas. "Priscila y Aquila le tomaron aparte (a Apolos) y le expusieron más exac­tamente el camino de Dios" (Hech. 18:26).

      ---  Rom. 16:1 habla de Febe, una "diaconisa" (palabra griega sin traducir; traducida es "sierva" o "servidora") "de la iglesia en Cencrea". Véase también Hech. 9:36-41, otra mujer muy servicial. Entre los requisitos para que alguna viuda "sea puesta en la lista" (1 Tim. 5:9-12) hay éstas: "si ha socorrido a los afligidos; si ha practi­cado toda buena obra". Es probable que es­tas viudas no solamente reciban ayuda de la iglesia (5:16), sino también que hayan sido de al­guna manera "servidoras" de la iglesia.

       ---   Todo predicador del evangelio reconoce (y sabe apreciar) la importancia de la co­laboración de fieles hermanas. Es otra ilus­tración de lo que Pablo dice en 1 Cor. 12:21, que ningún miembro puede decir a los demás, "No tengo necesidad de vosotros".

          -- "con Clemente también y los demás co­laboradores míos cuyos nombres están en el libro de la vida". Véanse también Apoc. 3:5; 13:8; 17:8; 20:12; y la misma idea se expresa en Luc. 10:17 y Heb. 12:23.

      --- Pero si estas dos hermanas hubieran rehusado corregirse para ser de un mismo sentir para ayudar y no estorbar la obra de Pablo y compañeros en el evangelio ¿habrían tenido la misma esperanza de tener sus nombres escritos en el libro de la vida?