LA VIUDA QUE PERSISTIÓ

Lucas 18:1-8

 

Lucas 18:1  También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, (por causa de no obtener respuesta inmediata de Dios) – El capítulo anterior y los que siguen apuntan hacia aflicciones y persecuciones para los discípulos de Jesús. Por eso, deben estar listos a persistir en la oración sin desmayar.  1 Tes. 5:17; 1 Pet. 5:7. Muchos hijos de Dios desmayan por no orar con toda sinceridad y persistencia.

      18:2  diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.  3  Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía (tiempo imperfecto, venía repetidas veces) a él, diciendo: Hazme justicia (“de proteger a alguien de otro”, A.T. Robertson) de mi adversario.  – La Biblia habla mucho de viudas (1 Reyes 17, la viuda que sustentó a Elías; Luc. 7:11-15, la viuda de Naín cuyo hijo murió y fue resucitado por Jesús; Mar. 12:41-44, la viuda que echó a la ofrenda todo lo que tenía; 1 Tim. 5, instrucciones en cuanto al cuidado de viudas; Sant. 1:27, la religión pura requiere el cuidado de viudas y huérfanos. Dios es el Defensor de ellas.

      18:4  Y él no quiso (“Tiempo imperfecto de denegación continuada”, ATR) por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, -- Era totalmente irreverente hacia Dios e indiferente hacia la opinión popular. Los hombres mundanos se jactan de su infidelidad. Para muchos mundanos todo lo que pertenece a Dios es broma. En esta condición van rápidamente y con mucha risa hacia el juicio.

      18:5  sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. – Luc. 11:5-13; Gén. 18:23-33; Mat. 15:27, 28. Aunque ella hubiera querido, no podía “comprarle”; siendo indefensa no podía amenazarlo; no podía o no aceptaba que otra persona la representara; no era intimidada por el juez, sino que le hizo saber repetidas veces lo que necesitaba; no dejó de pedir cuando el juez no le hizo caso. ¡Qué buen ejemplo de la importunidad! La importunidad era su única arma y la usaba sin desmayar. ¿Hasta cuándo habría persistido? ¡Hasta lograr su propósito!

 

El juez injusto y la viuda. Este juez no temía ni a Dios ni al hombre; era hombre de corazón duro, empedernido. A él no le importaba lo que la gente pensara de él. La viuda se presenta en la Biblia como digna de mucha compasión, pues era pobre, indefensa, destituida, víctima de toda clase de injusticia (Mar. 12:40). La ley de Moisés requería que el pueblo de Israel se preocupara por ellas (Ex. 22:22; Deut. 10:18).También la ley de Cristo (1 Tim. 5; Sant. 1:27).

      Había tres maneras de tratar con esta clase de juez: el soborno, el intimidar o el rogar. La viuda no podía utilizar los primeros dos medios; le quedaba solamente el rogar como su único recurso y lo practicó al máximo. Lo hizo porque estaba desesperada. Imagínese el cuadro: le rogaba dondequiera que lo encontrara, en el tribunal, en el camino, en reuniones sociales o en su casa. El simplemente no la podía escapar.

      Por último, y para su propio bien, para encontrar alivio para sí mismo, le concedió lo que le pedía, porque esto fue el único medio de escapar de su persistencia en molestarlo. “Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,  5  sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia”.

 

      18:6  Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.  7  ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, (los cristianos, los que obedecen al evangelio) que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? – Mejor como dice la Versión Valera 1990, “¿aunque parezca demorar en defenderlos?” También La Biblia de Las Américas dice en el margen: “noche, y no obstante es muy paciente en cuanto a ellos?”; “y será paciente con ellos?” (FL); “Probablemente KAI significa aquí ‘Y con todo’, como frecuentemente sucede (Jn. 9:30; 16:32, etc.) Dios se toma tiempo en emprender venganza a favor de su pueblo, pero no por indiferencia, sino por paciente longanimidad” (A. T. Robertson). MV concuerda con esto también.

      18:8  Os digo que pronto les hará justicia. – Los escogidos que claman a Dios son los cristianos que son perseguidos por causa de Cristo (Mat. 5:10-12; 1 Ped. 3:12; Apoc. 6:9, 10). La palabra “pronto” ha de entenderse de acuerdo a los pensamientos de Dios (Isa. 55:8, 9: 2 Ped. 3:9). Tenemos la plena seguridad que Dios “hará justicia a sus escogidos”, pero será en el tiempo que El escoja. Los judíos que eran perseguidores de la iglesia fueron castigados severamente cuando en el año 70 del primer siglo los romanos destruyeron su ciudad. En cuanto a los perseguidores romanos,  “Lactancio tiene veinte páginas de las más interesantes discusiones de los terribles castigos, juicios y miserias que sufrieron los famosos perseguidores de la iglesia, dando los detalles de lo que sucedió con Nerón, Domiciano, Decio, Valeriano, Aureliano, Diocleciano, etc” (JBC).