ROLES QUE SOSTIENEN LA FAMILIA
Salmo 127:1
Por Israel Zavala
INTRODUCCIÓN:
El Salmo 127:1 nos recuerda que si Dios no edifica la casa en vano trabajan los
que la edifican. Todos queremos un hogar fuerte, feliz y unido. Pero muchos
olvidan que una familia no se sostiene sola. Dios diseñó roles específicos para
el esposo, la esposa y los hijos. Cuando cada uno cumple su parte, el hogar se
fortalece. Pero cuando uno falla, toda la estructura se debilita.
Dejar a Dios fuera es como construir sobre arena: tarde o temprano vendrán las
dificultades y la estructura se derrumbará. Asi que recordemos algunos roles que
sostienen la familia según la Palabra de Dios.
I. LO QUE DIOS DEMANDA DEL ESPOSO
El esposo tiene una triple responsabilidad: amar, proveer y dirigir.
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AMAR A SU ESPOSA
Efesios 5:25 dice:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se
entregó a sí mismo por ella.”
La medida del amor del esposo no es el amor del mundo, no es “mientras seas
buena conmigo te amo”. La medida es Cristo. ¿Cuánto nos amó Cristo? Hasta dar su
vida.
El esposo debe amar a su esposa de manera:
Según Colosenses 3:19, ese amor no es áspero, no es frío, no responde
cortante, no humilla, no ridiculiza. La aspereza del esposo hiere el corazón de
la mujer y destruye la unidad familiar.
1 Pedro 3:7
dice que debe tratarla con honor, como vaso frágil. Y es que Dios la diseñó más
delicada en su sensibilidad emocional y en su físico. El esposo debe reconocer
eso, cuidar esa fragilidad, protegerla y jamás abusarse de ella.
El esposo piadoso no ve a su esposa como una empleada doméstica, sino como un
regalo precioso bajo su cuidado.
El amor sacrificial del esposo es la base de un hogar estable.
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PROVEER PARA SU FAMILIA
Dios dijo al hombre en Génesis 3:17-19 que con esfuerzo y sudor traería
el sustento. Proveer no es un castigo. Es honor y responsabilidad espiritual.
Un hombre puede ser rico o pobre, puede tener un oficio humilde o un gran
negocio… pero debe asegurarse de que en su hogar no falte lo necesario:
No hablamos de lujos ni extravagancias. Hablamos de cubrir las necesidades
básicas que el amor inspira a suplir.
1 Timoteo 5:8
dice que quien no provee para los suyos ha negado la fe y es peor que un
incrédulo. ¡Eso es fuerte! Porque incluso quienes no creen en Dios entienden
esta responsabilidad.
Un hombre cristiano que no provee niega lo que dice creer.
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SER CABEZA DEL HOGAR
Efesios 5:22-24
enseña que el esposo es la cabeza del hogar. Cabeza significa autoridad,
dirección, liderazgo. Pero un liderazgo como Cristo dirige a su iglesia
Ser cabeza implica:
La familia necesita liderazgo. Cuando el hombre no dirige, alguien más lo hará:
el pecado, la cultura, la televisión, los amigos, el internet.
El esposo decidirá con su liderazgo quién gobierna su hogar: Cristo… o el mundo.
II. LO QUE DIOS DEMANDA DE LA ESPOSA
La mujer sostiene el hogar con su amor, sujeción y dedicación.
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AMAR A SU ESPOSO
Tito 2:4
enseña que las ancianas enseñan a las mas jóvenes a amar a sus maridos y a sus
hijos. Por lo tanto debemos entender que esta clase de amor es algo que se
aprende.
El amor no se limita a emoción, se expresa en acciones:
La esposa puede ser la mayor motivación del esposo… o la causa de su mayor
desánimo.
Su actitud puede levantarlo cuando llegue cansado, o terminar de destruirlo si
lo recibe con críticas.
La mujer sabia levanta el ánimo de su marido; la necia lo destruye con sus
palabras.
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SUJECIÓN AL LIDERAZGO DEL ESPOSO
Efesios 5:22-24
enseña que la esposa se sujeta al esposo como la iglesia a Cristo: con respeto.
Esto no significa inferioridad ni falta de capacidad. La mujer puede ser más
inteligente, más preparada o más elocuente… pero Dios estableció un orden.
A la mujer no se le manda gobernar sobre su marido sino sujetarse a su
autoridad.
En nuestra sociedad cada vez son más las personas que se rebelan y protestan
contra este principio, pero los principios de la palabra de Dios no cambian
Dios es un Dios de orden. La rebelión contra el liderazgo del esposo es rebelión
contra la estructura que Dios diseñó.
En el hogar alguien debe de estar a cargo y tener el liderazgo de la familia, y
es Dios quien ha determinado que dicha responsabilidad sea del varón.
Colosenses 3:18
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.”
1 Pedro 3:1
“
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también
los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus
esposas”
Asi que la esposa puede ser la paz que sana… o la tormenta que hunde al hogar.
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CUIDA SU CASA
Tito 2:5 y 1 Timoteo 5:14
señalan que el trabajo principal de la mujer está en el hogar. El mundo moderno
menosprecia este rol. Sin embargo, las mujeres al ser cuidadosas de su casa
realizan un servicio para gloria de Dios.
Para una mujer debe ser más alto honor servir al Señor en el hogar como esposa y
madre que trabajar en la industria o los negocios descuidando el hogar y la
familia.
Ellas son las administradoras de su hogar, amando y cuidando su familia. Este
trabajo que Dios les confiere debe ser visto como una bendición y debe ser
valorado y apreciado.
Proporcionar ingresos familiares es responsabilidad del esposo, no de la esposa.
Puede ser que haya algunas excepciones por necesidad, pero en un sentido
general, la voluntad de Dios es que la mujer no descuide sus deberes en el
hogar. Cuando el trabajo le roba su rol espiritual en casa, la familia comienza
a desmoronarse.
Ella es el corazón del hogar; y cuando el corazón falla, todo falla.
III. LO QUE DIOS DEMANDA DE LOS HIJOS
Los hijos tienen también un rol divino.
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ESCUCHAR LA INSTRUCCIÓN DE SUS PADRES
(Proverbios 6:20-23)
Hoy muchos jóvenes creen que los padres están atrasados. Las malas amistades,
redes sociales y programas inmorales les dicen: “Haz lo que tú quieras”.
Pero la Biblia enseña que los padres saben más porque han vivido más.
Los padres no son perfectos… pero aman a sus hijos más que nadie.
Proverbios 15:5
“El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección
vendrá a ser prudente.”
Proverbios 23:22
“Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la
menosprecies.”
El hijo que no escucha consejos aprenderá con golpes de la vida.
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RESPETAR A SUS PADRES
Efesios 6:2-3
“Honra
a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”
Desafortunadamente la falta de respeto se ha vuelto normal en muchos jovenes:
Un hijo que no respeta es un hijo que no tiene temor de Dios. La honra a los
padres es un mandamiento con promesa: bienestar y larga vida, es decir, que este
principio no solo edifica a la familia, sino también el futuro de cada hijo
Si los hijos aprenden a honrar autoridad en casa, honrarán a Dios en su vida.
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OBEDECER A SUS PADRES
Efesios 6:1
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo”
Dice Dios que esto es justo, es decir, que los padres merecen obediencia.
Mientras no les ordenen algo que sea pecado, los hijos deben de obedecer en
todo.
Nada justifica la desobediencia de los hijos. Si los padres han cometido errores
o no son perfectos, no da derecho a ningún hijo o hija a rebelarse, o a no
respetar a su padre y a su madre.
Colosenses 3:20
“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”
Al obedecer a los padres es como si los hijos obedecieran a Dios mismo. Pero el
desobedecer a los padres están desobedeciendo a Dios.
La rebeldía juvenil destruye hogares y vidas.
CONCLUSIÓN
Dios quiere hogares firmes. Pero la fortaleza del hogar depende de la obediencia
de sus miembros.
Si el esposo no ama, si la esposa no respeta, si los hijos no obedecen, el hogar
caerá por más que intentemos sostenerlo.
Pero si cada uno ocupa el lugar que Dios le ha dado: El amor florece, la paz
reina, la fe se transmite, la familia avanza unida
No esperes al divorcio para corregir lo que puedes cambiar ahora. No esperes que
los hijos se pierdan para empezar a guiarlos. No esperes que sea demasiado tarde
para acudir a Cristo.