Lección IX

Uso de las Escrituras del Antiguo Testamento

 

I. El Nuevo Testamento, la única regla de fe y prácticas:

 

          1. Repásese brevemente la Lección VII (Art. 2, 3, y 6).

          2. El Nuevo Testamento cumple y abroga el Antiguo Pacto.

 

II. Las Escrituras del Antiguo Testamento no pueden ser re­conocidas como autoridad hoy.

 

          1. El Antiguo Pacto quitado de en medio:

                   (1) Efesios 2:11-16.  La antigua ley fue destruida para que el gentil y el judío fuesen uno en Cristo.

                   (2) Col. 2:14-17. Ninguna condenación por no guardar el sábado.

                   (3) Rom. 7:1-6.  Siendo muertos a la ley para ser de Cristo.

          2. Cristo, el mediador del Nuevo Pacto en el cual vivimos (Heb. 8:6-13).

                   (1) Heb. 7:12. La ley cambió con el sacerdocio.

                   (2) Heb. 7:18-22. Cristo el garante de un pacto mejor.

                   (3) Heb. 10:1-10. Las imperfecciones del Antiguo, elimi­nadas por el Nuevo.

                   (4) Heb. 9:15-17. El Nuevo Pacto entró en vigor a la muerte de Cristo.

                   (5) Gál. 5:1-4. Tratar de justificarse por el Antiguo Pacto,              desastroso.

 

III. ¿Cómo deben usarse las Escrituras del Antiguo Testa­mento?

 

          1. Como evidencia de la divinidad de Cristo (Juan 1:45;  Hech. 2:22-34; Luc. 24:44; Hech. 10:43; Juan 5:39).

          2. Ejemplificando los principios de justicia (Hech. 12:1,2); los testigos que se mencionan aquí han sido mencionados en                 Heb. 11.

                   (1) La fe, el ejemplo de Abraham.

                   (2) La paciencia, el ejemplo de Job.

                   (3) El valor, Elías en el Monte Carmelo.

                   (4) La obediencia, el fracaso de Saúl (1 Samuel 15:13-23).

          3. Para darnos esperanza (Rom. 15:4; 1 Reyes 8:56; Josué 23:1-4).

          4. Para advertirnos de las consecuencias de la desobediencia      (Heb. 2:1-4; Heb. 10:26-31; 1 Cor. 10:1-13).

 

Conclusión:

 

  De las Escrituras del Antiguo Testamento aprendemos dos lecciones de suprema importancia práctica para nosotros hoy:

          1. Dios siempre recompensa y bendice a quienes son obe­dientes.

          2. Dios condena y castiga a quienes son desobedientes. Del estudio de las historias en los cuatro mil años de que habla el Antiguo Testamento sabemos que la palabra de Dios per­manece y nosotros no podemos engañarnos para tomar sus en­señanzas a la ligera.

 

Preguntas

 

          1. ¿Qué lecciones se aprenden sobre la fe y práctica (Lección VIII, Artículos 1, 2, 3, 6)?

          2. ¿Por qué no tiene autoridad sobre los cristianos el Antiguo Testamento?

                   (1) ¿Por qué fue abolido?

                   (2) ¿Por qué no es nadie condenado por no aceptar su doctrina y autoridad?

                   (3) ¿Por quién vino a ser letra muerta para los cristianos?

                   (4) ¿Por qué fue cambiada la ley?

                   (5) ¿Cuándo se hizo efectivo el cambio?

                   (6) ¿Qué aguarda a quienes buscan justificarse por la An­tigua Ley?

          3. ¿Por qué debe ser estudiado el Antiguo Testamento?

          4. ¿Qué lecciones se aprenden en él respecto a la obediencia o desobediencia?


 

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