Lección XVII

La salvación y la membresía en la iglesia

 

Introducción. Dios es quien salva. La salvación es el perdón de Dios, "la limpieza" de nuestros pecados. La iglesia, por lo mismo, no salva. La cuestión es, "¿puede alguien gozar de la salvación que Dios ha provisto, sin ser miembro de la iglesia de Dios?"

 

I. Lo esencial e importante de la iglesia se manifiesta en la actitud de Cristo hacia ella:

 

          1. "Comprada con su preciosa sangre" (Hech. 20:28; 1 Pedro 1:18,19).

          2. "Se dio a sí mismo por ella" (Efes. 5:25).

          3. De este modo Cristo demuestra su actitud hacia lo esencial de la iglesia por el precio que El pagó por ella.

          4. "Que haya en vosotros la mente que hubo también en Cristo" (Fil. 2:5).

 

II. Nadie puede estar "en Cristo" sin estar en la iglesia:

 

          1. Cristo es la cabeza, la iglesia es su cuerpo y los cristianos los miembros (Col. 1:18; Efes. 1:21-23; 1 Cor. 12:27). Nadie         puede ser unido a la cabeza sin ser miembro del cuerpo, la iglesia.

          2. Cristo es rey, la iglesia es su reino (1 Tim. 6:15; Col. 1:13). Nadie puede ser súbdito del reino sin ser ciudadano del reino.

          3. Cristo es el marido, la iglesia su esposa (Efes. 5:23-32). Los dos son uno solo.  Nadie puede estar relacionado con Cristo sin estar igualmente relacionado con la iglesia.  Una criatura pertenece, por el mismo nacimiento, tanto a la familia de su padre como a la de su madre.

          4. Estar en Cristo, es estar en su cuerpo, que es la iglesia.

                   (1) En Cristo Jesús hemos sido hechos cercanos por su sangre (Efes. 2:13).

                   (2) Reconciliados, en un cuerpo, por la cruz (Efes. 2:16).

                   (3) Estar en Cristo, por lo tanto, es estar en su cuerpo, y estar en su cuerpo es estar en su iglesia.

 

III. Todas las bendiciones espirituales están en Cristo (Efes. 1:3).

 

          1. La iglesia es la "plenitud de Aquel que llena todo en todos" (Efes. 1:23).

 

IV. Ser miembros de la iglesia de Cristo significa tener sus nombres inscritos en el cielo (Heb. 12:22,23).

 

          1. No tener su nombre inscrito en el cielo significa perdición eterna en el juicio final (Apoc. 20:15).

 

V. El mismo procedimiento y condiciones que salvan del pecado, hacen a uno cristiano y lo añaden a la iglesia:

 

          1. Fe, bautismo, salvación (Mar. 16:15,16).

          2. La fe y el bautismo lo ponen a uno en Cristo (Gál. 3:26,27).

          3. La fe y el bautismo lo añaden a uno a la iglesia (Hech. 2:41). No existe, por lo tanto, tal cosa como ser salvado por un procedimiento y luego quedar en libertad para adherirse a la iglesia de su preferencia por un procedimiento distinto.

 

Preguntas

 

          1. ¿Quién es el único que salva?  ¿Salva El fuera de la iglesia?

          2. ¿Qué actitud manifestó Cristo respecto de la iglesia?

          3. Cuál deberá ser la actitud de los salvados respecto de la iglesia?

          4. Demuestre que el mismo procedimiento que hace a uno cristiano, le hace miembro de la iglesia.

          5. ¿Donde se encuentran todas las bendiciones espirituales?

          6. ¿Dónde se halla toda la plenitud de Cristo?

          7. ¿Al ser miembros de la iglesia, dónde se inscriben nuestros nombres?

          8. ¿Debe el nombre de uno estar inscrito en el cielo para ser salvo?

 

 

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