Lección XLII

Las finanzas de la iglesia

 

Introducción.  El Señor nos ha dado un plan para financiar el trabajo de la iglesia del Nuevo Testamento, de que se habla en las Escrituras.  Lo mismo que en todas las demás partes del plan divino que Dios ha concedido, debe ser puesta esta parte en operación por medio de la fidelidad de los cristianos.  La obligación es de tipo individual.  Deberemos ajustarnos al plan mencionado y así el diseño de Dios obrará perfectamente.

 

I. El individuo y el plan de Dios.

 

          1. El acto de dar es un acto individual: "Que cada uno de vosotros" (1 Cor. 16:1,2).

          2. La iniciativa individual lo hará posible (1 Tes. 4:11,12; 2 Tes. 3:10-13; Efes. 4:28).  La iglesia no debe participar en ninguna empresa de negocios a fin de adquirir capacidad para financiar su obra.

 

II. Los motivos de dar.

 

          1. Un mandamiento divino (Mat. 5:42; Luc. 6:38).

          2. Ayudar a los pobres amerita el favor divino (Sal. 41:1-3).

          3. Nos hace parecernos a Dios (Luc. 6:35-38).

          4. Ensancha el corazón cuando se da con sinceridad y lo pu­rifica de los pequeños sentimientos de egoísmo y de locura (Luc. 11:38-42).

          5. Nos ayuda en nuestras oraciones (Hech. 10:1-4).

          6. Un medio para hacer tesoros en el cielo (1 Tim. 6:17-19).

          7. Abre las puertas de la munificencia de Dios a quienes practican este mandamiento (Gál. 6:6-10).

          8. Es un medio para glorificar a Dios (2 Cor. 9:12-15).

          9. Es el camino de la felicidad (Hech. 20:35).

 

III. La manera de dar.

 

          1. El plan del Nuevo Testamento (1 Cor. 16:1,2).

                   (1) Periódicamente:  "El primer día de la semana".

                   (2) Personalmente:  "Que cada uno de vosotros".

                   (3) Providentemente: "Que cada uno aparte".

                   (4) Proporcional:  "Como haya sido prosperado".

                   (5) Preventivo:  "Que no haya colectas cuando yo viniere".

 

Nota: Algunas veces se arguye que este es plan para reunir fon­dos para el trabajo de benevolencia de la iglesia.  Sin embargo, el hecho permanece de que la sabiduría divina movió a Pablo a ordenar este plan a la iglesia de Corinto para colectar dinero y un buen razonamiento nos convencerá que si el plan es bueno para reunir fondos para una causa justa, lo mismo será para otra semejante y para todas.

 

          2. Otros principios que gobiernan el asunto de dar:

                   (1) Voluntariamente, la ofrenda libre de voluntad de un corazón que ama y de una mano que está abierta, "no con tris­teza ni por necesidad" (2 Cor. 9:7).

                   (2) Con pleno propósito, planeado de antemano, sis­temáticamente.  "Que cada uno dé como propuso en su corazón" (2 Cor. 9:7).

 

Nota:  La iglesia debe tener un programa de trabajo bien planeado y cada cristiano debe asimismo planear sus contribu­ciones a las obras haciendo posible su progreso.

 

                   (3) Confiadamente.  El que cree en las promesas de Dios puede dar liberalmente sin miedo de sufrir más tarde por ello (2 Cor. 9:8-11; Mat. 6:33).

 

IV. La medida para dar.

 

          1. La capacidad de hacerlo "como haya sido prosperado" (1 Cor.  16:1,2).

          2. "Generosamente", no con avaricia (2 Cor. 9:6).

          3. La gracia de la liberalidad (2 Cor. 8:2,6,7).  No cuan poco sino cuan abundantemente podemos dar tomando en cuenta la necesidad que haya, es el principio de la liberalidad (Hech. 2:45).

 

Preguntas

 

          1. ¿Qué diremos de la plenitud del plan del Señor para fi­nanciar el trabajo de la iglesia?

          2. ¿Qué parte debe tomar el individuo en financiar el trabajo del Señor?

          3. ¿Qué debe hacer cada uno para ejecutar el plan del Señor?

          4. ¿Por qué deben dar todos los cristianos?

          5. Enumérense las nueve razones de por qué dar.

          6. ¿Cómo debe dar cada uno?

          7. Analice el plan en 1 Cor. 16:1,2.

          8. ¿Cómo deben la planeación y la alegría caracterizar el ofrendar de cada uno?

          9. ¿Cuál es la medida de la ofrenda del cristiano?

          10. ¿Cuál es la gracia de la liberalidad?

 

 

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